Otra represión violenta y sangrienta
Provocación en Atenco
Enfrentamiento violento de pobladores con la policía estatal y federal.
Resultados de la provocación: muertos, heridos, detenidos, golpes, abusos y violaciones.
Liberación de los detenidos, Sí; ¡Abajo Fox! Sí; autocrítica política, también.
La otra campaña en Atenco
“Sin armas vamos a partirle la
madre al gobierno”, advierte el delegado Zero (Bellinghausen H., en La
Jornada 27 mar 2006), a su paso por San Blas, Nayarit. “Y no digo lo
que se me ocurre, sino lo que me mandaron decir" (sic), expresó al
contestar preguntas de los asistentes.
Un mes después, el 26 de
abril, Marcos entró a Atenco montando a caballo y siendo recibido por la
multitud. Cohetones, cañonazos (de salva), machetes y tambora lo
recibieron según la crónica del día. En su
intervención, Marcos pidió a la población unirse a
la otra campaña. La respuesta fue en forma de aplausos.
Después, Marcos fue invitado a recorrer las tierras que en 2002 se
pretendía expropiar para la construcción del nuevo aeropuerto de
la Ciudad de México. “Estando en el cerro Huatepec, Marcos
lo llamo muy militarmente “cabeza de playa” (Bellinghausen H., en
La Jornada 27 abr 2006).
Ese mismo día en
Netzahualcóyotl, Marcos envió un mensaje a Carlos Abascal,
secretario de gobernación de Fox, reiterando lo que ha expresado durante
su gira: “la otra campaña se propone derrocar a las
presidencias municipales, los gobiernos de los estados y la Presidencia de la
República, meterlos a todos a la cárcel y sacar del país a
todos los ricos” (sic).
“Hasta morir si es preciso”
(sic), reto de la otra campaña a ricos y poderosos, expresó
Marcos en su discurso en el Zócalo capitalino durante el 1º de mayo.
“Me cago en la correlación de fuerzas”, dijo al siguiente
día en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en el preludio
de la provocación del foxismo.
Enfrentamiento y represión
A las 7:25 de la mañana del 3 de mayo,
comerciantes ambulantes pertenecientes al Frente de Pueblos en Defensa de la
Tierra (FPDT), se enfrentaron con la policía municipal de Texcoco, Estado
de México. Se produjo la violencia, los golpes y los primeros heridos.
Los habitantes de San Salvador Atenco secuestraron a dos policías
heridos. A continuación, bloquearon la carretera México-Texcoco a
la altura de Lechería.
A las 1:30 de la tarde, las policías
municipal, estatal y federal intentan desalojar la carretera. Los
policías fueron recibidos con piedras, botellas y cohetones
obligándolos a replegarse. Una hora después, se produjo otro
intento de desalojo con un nuevo enfrentamiento. Gases lacrimógenos,
bombas molotov, palos y machetes salieron a relucir. La policía fue
nuevamente replegada con saldo de varios heridos.
Un policía fue
alcanzado por la turba y golpeado en fea forma hasta dejarlo inmóvil; las
imágenes se repitieron una y otra vez en la televisión. Otra hora
después, ocurrió un tercer enfrentamiento con batalla campal y
varios vehículos incendiados. Esta vez, se escucharon unos disparos. La
policía fue obligada nuevamente a replegarse. Se confirmó que hubo
dos muertos y 42 policías heridos.
A las 5 de la tarde, 500
policías sitiaron una casa en el centro de Texcoco donde se habían
refugiado desde la mañana varios floricultores. Dos horas después
fueron detenidos incluyendo a Ignacio del Valle líder del FPDT. A
éste y 40 personas más la policía les propinó una
tremenda golpiza.
Giro en la otra campaña
Los floricultores, apoyados por pobladores de
Atenco, se habían congregado en la mencionada casa desde la noche
anterior en espera de la mañana para instalarse a vender sus productos
(Salinas J., Ramón R., Garduño R., Castillo G., en La
Jornada 4 may 2006). Desde 15 días antes habían intentado lo
mismo sin éxito. Desde entonces estaba montado un operativo policiaco que
fue reforzado la noche anterior (2 de mayo); desde la madrugada del 3 de mayo,
la policía estaba lista.
A las 7:25 de la mañana, los
vendedores de flores, apoyados por Ignacio del Valle y Felipe Alvarez,
intentaron colocarse a vender en la banqueta del mercado municipal. Casi de
inmediato empezó el enfrentamiento.
Desde la casa donde se
atrincheraron los vendedores y campesinos se informó al pueblo de Atenco.
Las campanas de la iglesia del pueblo llamaron a todos a concentrarse y se
dispusieron a la acción movilizándose de inmediato.
Luego
de los enfrentamientos, las autoridades municipales informaron que de acuerdo
con su plan de reordenamiento comercial, mil vendedores habían aceptado
la reubicación “dentro” del mercado incluidos 200 floristas,
desde julio de 2005, a excepción de 8 que se negaron. Se dijo que, el
anterior 11 de abril, había ocurrido un enfrentamiento sin consecuencias
mayores.
Dando cuenta de los sucesos, la radio y televisión
privadas procedieron a dar rienda suelta a sus sentimientos fascistoides y
golpistas.
Marcos, todavía en la Ciudad de México, ahora
arribó en motocicleta a la Plaza de las Tres Cultural. En el mitin
anunció que las tropas del EZLN se declaraban “en alerta
roja” debido a los enfrentamientos. Marcos llamó a la
movilización hacia Atenco en solidaridad con el FPDT. “Los
zapatistas somos hoy Atenco”, dijo. Como escribió Bellinghausen en
la crónica del día, “el paso de la otra
campaña por el Distrito Federal dio un giro radical y
dramático”. El Zero dijo, también, que se mantendría
atento al llamado de apoyo que le hiciera el FPDT y que su mensaje “en
esta otra ciudad de México que se está levantando” (sic) era
la liberación inmediata de todos los detenidos y el retiro total de la
fuerza pública.
La madrugada del 4 de mayo, el pueblo de Atenco
fue ocupado por 3 mil efectivos de las policías municipal, estatal y
federal. Hubo resistencia pero insuficiente ante la desproporción de
fuerzas; la policía procedió a la represión desmedida
contra quien encontraba en el camino. Hubo nuevas detenciones para sumar
más de 200, allanamiento de moradas, destrucción a
discreción, decomiso de algunas armas rústicas y
aprehensión de extranjeros. Transcendió que a Ignacio del Valle se
le acusaría de secuestro, delincuencia organizada y ataque a las
vías generales de comunicación. Días después, se
denunció que, en el trayecto a Toluca, la policía continúo
con los excesos, incluyendo golpes, abusos y violaciones a las mujeres.
Crítica de Marcos a los medios
Lo sucedido en Atenco han sido motivo de
análisis diversos. Algunos han dicho que “acaban de prender la
mecha”, que los agravios se habían sucedido con anterioridad y
explotaron el 3 de mayo. Con toda razón a Fox se le ha calificado de
asesino acusándolo de violentar la ley.
En algunas ciudades del
interior del país, Cuernavaca, Jojutla, Villahermosa, Chilpancingo,
Guadalajara se organizaron actos de protesta. En la Ciudad de México,
estudiantes de la Universidad Nacional bloquearon avenidas y decretaron paros.
Se reportaron diversas acciones internacionales. El ataque policiaco contra
Atenco fue considerado como “un ataque directo a la otra
campaña”.
Se informó internamente que en otros
países se habían realizado diversas protestas. Marcos se dijo
sorprendido por la respuesta, mayor a la que hubo cuando irrumpió el EZLN
en 1994.
El 5 de mayo, se realizó una marcha de la Universidad de
Chapingo a Atenco encabezada por Marcos quien anunció que
permanecerá en el Distrito Federal, “para seguir participando en
acciones”, hasta la liberación de todos los detenidos. Esto es, por
tiempo indefinido. Luego hizo una severa crítica “indignado”
a la televisión privada por el sucio manejo de la información.
“Está claro que los que les están pagando a los medios de
comunicación para esta campaña de mentiras tienen el dinero y
nosotros no”, dijo. Después, ante la prensa, exhibió 5
cartuchos de escopeta, uno de los cuales ofreció a Televisa
(sic).
Marcos se dirigió a los trabajadores de la
comunicación les anunció que “A partir de ahora empezaremos
a dar entrevistas a todos los medios de comunicación que garanticen que
presentarán nuestra palabra sin cortes y sin ediciones (sic). Para
conseguir la primera entrevista tienen que presentar uno de estos
cartuchos” (sic) (Bellinghausen H., Castillo G., en La Jornada 6
may 2005).
El 6 de mayo, en San Pedro Atlapulco, Estado de México,
se realizó el cuarto Congreso Nacional Indígena, convocado
recientemente por Marcos. Al evento asistieron 800 delegados de 23 26 pueblos
ubicados en 23 Estados. El congreso se solidarizó con el FPDT de Atenco.
Marcos NO asistió. El mismo día, en Atenco, varias organizaciones
sociales, principalmente de estudiantes, exigieron (sic) a Marcos que estuviera
atento en Atenco para coordinar “los esfuerzos de liberación de los
detenidos”. Entre las propuestas se incluyó la realización
de un paro nacional obrero (sic), la realización de “boteo”
para obtener recursos, comprarle flores a los vendedores de Atenco, un bloqueo
nacional de carreteras (sic) y realizar una marcha a Los Pinos. De todas las
propuestas, “Ninguna fue a iniciativa de los habitantes de este municipio
mexiquense” (Castillo G., Garduño R., Salinas J., Ramón R.,
en La Jornada 7 may 2006).
¿Movilizaciones? Los campesinos
atenquences señalaron que no hay condiciones porque hay mucho miedo. La
propuesta de “exigir” la presencia de Marcos no fue bien vista por
los pocos pobladores asistentes.
Acusadas de “delincuencia
organizada”, 189 personas fueron consignadas por la Procuraduría
General de Justicia del Estado de México. El 10 de mayo, a 172 se les
dicto auto de formal prisión pero, todos, fueron absueltos del delito de
“delincuencia organizada”. A 144 detenidos se les otorgo el derecho
a fianza y la posibilidad de obtener su libertad inmediata.
El 12 de mayo
se realizó una marcha en la Ciudad de México en repudio a la
violencia y en demanda de la libertad de los detenidos. A la marcha
acudió Marcos. Frente a la casa presidencial, Los Pinos, aprovechó
para llamar “embaucador” a López Obrador. También
anunció que la lucha por la liberación de los detenidos
seguirá, sin importar el tiempo que sea. Eso mismo reiteró al
siguiente día, en una asamblea de adherentes a la otra campaña
realizada en la UNAM. Dijo que la otra campaña debe proponer
“un plan de acción con este objetivo, que saquemos a los presos,
nada más”.
Tácticas de guerra sucia
El escritor Carlos Monsiváis criticó al
gobierno señalando que “su tarea es la justicia, no la
represalia”. Respecto a los medios dijo, “en tanto tengan licencia,
pueden informar como quieran; no me voy a poner a censurar a los medios”
(sic). Agregó, “lo que sí puedo decir es que está mal
que la policía sea un instrumento de la represalia”.
El
PAN, de inmediato, trató de involucrar a López Obrador en los
hechos de violencia. La ilegalidad y la violencia unen a Marcos con López
Obrador, dijo Felipe Calderón. La intención de extender la
provocación era obvia. También dijo que, de ganar las elecciones,
Marcos sería respetado por su gobierno (sic). Roberto Madrazo (PRI)
sostuvo que el caso de Atento fue “un acto muy pensado, muy
estudiado” y que detrás de esto se ubica la izquierda del
país. Madrazo considera que el PRD es de izquierda y aprovecha la
situación. No caeremos en ninguna provocación, declaró
Alejandro Encinas, jefe del Gobierno del DF y militante del PRD.
Norberto
Rivera, cardenal de Roma, declaró que Marcos no tiene cabida en el
país si insiste en “incitar a la violencia, ya sea con obras o con
palabras”. Inclusive, llamó a los habitantes de Atenco a no
aceptarlo.
El gobierno de Fox, en cambio, le extendió a Marcos un
“certificado de buena conducta” (sic) al señalar, a
través de su vocero, Marcos no violaban la ley. Pero, el presidente del
PAN expresó que no quería a personajes como Marcos “que
alteren el desarrollo del proceso electoral” (sic).
Mientras Fox
volvía a mancharse las manos de sangre, las burocracias
diplomáticas eligieron vergonzosamente a México para ocupar un
lugar en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. En Viena, Austria,
Fox justificó el uso de la fuerza policíaca en Atenco “para
traer paz a los habitantes ante una embestida de violencia”. ¡Fox
asesino!, le gritaron varios en las calles de la capital austriaca.
El
escritor Carlos Montemayor dijo que en Atento se utilizaron
“tácticas elementales de la guerra sucia que ha vivido
México” en otros momentos, recordando algunas
experiencias.
Marcos complace a Televisa
El 9 de mayo, Marcos fue personalmente a los estudios de
Televisa. “Va a ganar López Obrador” declaró de
pasadita. De inmediato, el PAN dijo que detrás a López Obrador
está Marcos. Este por supuesto, JAMAS ha apoyado a López al
contrario lo ha atacado; la misma otra campaña planteó
entre sus objetivos originales “destruir” a López,
según dijo reiteradamente Marcos. ¿Porqué, entonces, esa
expresión en la televisión privada? Para a favorecer los ataques
contra Obrador alimentando a la ultraderecha fascistoide.
La presencia de
Marcos en Televisa es contradictoria. Públicamente ha criticado a los
medios por la forma harto sucia con que han manejado los acontecimientos en
Atenco. Públicamente, también, ha reiterado que “el objetivo
de la otra campaña es derrocar al gobierno y destruir a los ricos”
incluyendo explícitamente a Carlos Slim, dueño de Telmex. Tal
parece que NO a todos, o bien, todos menos Televisa ni Azcárraga, ni Slim
(sic) que es importante socio (26%) de Televisa. Se nota una seria
incongruencia.
La contradicción es clara entre los dichos y los
hechos. Marcos critica a los medios, en general; en concreto calla. Acerca de la
Ley Televisa, ni antes ni después, ha dicho NADA. Al respecto ha habido
un intenso debate de varios meses. Recientemente, un importante grupo de
senadores interpuso una controversia de inconstitucionalidad ante la Suprema
Corte de Justicia. Medios educativos, culturales y comunitarios se han
pronunciado en rechazo a esa Ley. Marcos, ahora, posó tranquilamente ante
cámaras, micrófonos y reflectores de Televisa y en horario
estelar.
O. Rodríguez (en La Jornada 17 may 2006)
expresó una crítica acre al señalar que “La otra
campaña y Marcos están haciendo mal las cosas”, dijo y
agregó, “No en balde en los medios universitarios se le llama ahora
subcomediante Marcos, donde también se dice que su mejor papel del
último año lo hizo el domingo en la noche, en el programa
cómico El privilegio de mandar en Canal 2 de Televisa”.
Crítica al voluntarismo
Varios analistas coinciden en que los hechos de
Atenco constituyen una deliberada provocación y que el plan consiste en
inducir el voto del miedo en el presente proceso electoral.
Más
allá de allá de las explicaciones circunstanciales, lo sucedido en
Atenco es “terrorismo de Estado”, escribió Almeyra (en La
Jornada 7 may 2006). Estas acciones son parte del plan general pre y
pos-electoral. La “estrategia de la tensión”, le
llamó.
¿Porqué se escogió el 3 de mayo para el
enfrentamiento? preguntó O. Rodríguez (en La Jornada 11 may
2006). El articulista sostiene que las acciones no parecen haber sido
espontáneas. ¿A quién benefició lo que ocurrió
y a quien beneficiará lo que pueda ocurrir? preguntó y
criticó que algunos “quizá se sientan verdaderos
revolucionarios”.
Es irresponsable decir, como Marcos, "me
cago en la correlación de fuerzas" (discurso en la UAM), o publicar en
Rebeldía "echamos acuerdo, derribamos al gobierno, echamos a los
ricos, cambiamos al país" (algo así como los 15 minutos de Fox
para resolver lo de Chiapas) o, como repitió en su gira a cada rato,
"expropiaremos los bancos", "echaremos los ricos a Miami", "derribaremos al
gobierno" (Almeyra G., en La Jornada 14 may 2006).
Almeyra
explicó que “la correlación de fuerzas es fundamental y la
obtención de los objetivos depende de ella. También
señaló que “Es irresponsable "cagarse en la
correlación de fuerzas" e ignorar que el adversario piensa y
actúa, tiene el poder y lo defenderá. Ese consejo ignorante y
soberbio llevó al enfrentamiento (machetes contra armas más
poderosas) para defender a ocho floricultores cuya situación podía
ser negociada y, de todos modos, no debía haber conducido a dar un
pretexto para muertes, violaciones, cateos ilegales, cientos de presos, decenas
de heridos, a la división de los atenquenses, a la fuga de muchos de
ellos. El linchamiento del policía caído (cuya imagen fue repetida
hasta la náusea por la televisión, que no pasaba, naturalmente,
las imágenes bárbaras de la represión) tiene dos causas. La
principal es el odio bien ganado por los organismos represivos y su brutalidad
(Sicartsa es el caso más reciente), el cual ha llevado ya a otros actos
de salvajismo como la quema de policías en diversas colonias. Pero la
otra es la falta de conciencia política y de noción de cuál
es la correlación de fuerzas”.
Con toda seriedad, Almeyra ha
dicho que éste “es un problema de la otra campaña y
de la izquierda. El fin no justifica los medios. No se puede combatir a la
burguesía con sus mismos métodos bárbaros”. Luego
agregó que, “es un pésimo comandante y conduce a sangrientos
desastres quien sólo conoce la orden de avanzar y atacar, y quien no
tiene en cuenta las consecuencias mediatas e inmediatas de sus
acciones”.
Con mucha claridad el politólogo expresó
que “Para "derribar al gobierno (y) echar a los ricos (del país)"
se necesita, por lo tanto, no violentar las conciencias ni los tiempos, crear
consenso, hacer alianzas, discutir cómo, con qué, cuándo,
con quiénes. No se vale aparecer en Televisa con Loret de Mola fumando
arrellanado en una poltrona como en casa y respondiendo tranquilamente como
amigo a preguntas insidiosas y, al mismo tiempo, llamar a acciones aventuradas
"cagándose en la relación de fuerzas", porque los cuerpos, para
las balas o las violaciones, también los ponen otros”.
Los
señalamientos de Almeyra son de tomarse en cuenta. La experiencia NO se
improvisa.
¡Libertad a los detenidos de Atenco!
El 13 de mayo se realizó en Atenco una
“asamblea” de varias organizaciones solidarias, principalmente
estudiantiles. A la reunión asistió una representación del
Sindicato Mexicano de Electricistas. Todos acordaron movilizarse para “por
los presos políticos de Atenco y contra la represión
policíaca del gobierno”. La solidaridad no está a
discusión. En la reunión se observó, sin embargo, la
debilidad en múltiples aspectos típica y reiterada del
voluntarismo.
Marcos se deslindó de los hechos en Atenco. No tuvo
nada que ver, dijo en entrevista exclusiva. Sin embargo, la pésima
estimación de la correlación de fuerzas, el triunfalismo
retórico creador de desastres, los errores que llevaron a excesos e
impidieron una salida política para evitar la provocación, son
otra vez, parte de otra experiencia amarga. “Partirle la
madre al gobierno” no es tan simplista.
A partir de un incidente
menor, la respuesta fue una brutal provocación. La
“Operación Rescate” fue inducida, escribió Carlos
Fazio (en La Jornada 20 may 2006), planeada por la Policía Federal
Preventiva (PFP) y aprobada por Fox. Los objetivos de esas acciones
paramilitares, fascistoides y mediáticas, practicados muchas veces en
varias partes del mundo, son el “control de la población”
mediante el descabezamiento del movimiento, el miedo y los excesos
represivos.
La provocación inducida por las fuerzas represivas del
Estado prosperó ante desiguales condiciones. La población estaba
prácticamente indefensa; ahora está dividida y con miedo. Militar
y políticamente, Marcos y asesores no parecen ser buenos estrategas.
¿Se pueden “teorizar” estos hechos, tantas veces repetidos, y
decir que son “inéditos, que es otra forma de hacer
política?
¡Abajo Fox! Sí, ¡Abajo el gobierno!
Sí; Solidaridad Sí, ¡Libertad a los detenidos! Sí,
Autocrítica política, ¡también!
Campesinos del
pueblo de Atenco se enfrentaron a machetazos con la policía en 2002
con motivo de la defensa de las tierras. El gobierno de Fox tuvo que suspender la
pretendida construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.