Dominio económico y político de los medios privados
La ley Televisa
Ampliación gratuita de concesiones privadas por cambio tecnológico.
Regalo inicial de más de 1 mil millones de dólares para Televisa, TV Azteca y Telmex.
En los hechos, los legisladores entregan el poder político a la televisión privada.
Atraco gansteril, sin argumentos
La mayoría de los senadores del PRI, apoyados
por varios senadores del PAN, que integran las comisiones de Radio y
Televisión, y de Comunicaciones y Transportes, aprobaron la minuta de
reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, y a la Ley Federal de
Telecomunicaciones, llamada “ley Televisa” por estar hecha a la
medida de esta empresa privada. De acuerdo con esta ley, a los monopolios
privados de la radio, televisión y telecomunicaciones se les asegura el
dominio total sobre todo el espectro radioeléctrico de la Nación.
Incluso, se crea un régimen especial para que la televisión
privada pueda comercializar los servicios de telecomunicaciones. Los senadores,
comandados por Emilio Gamboa Patrón (PRI), aprobaron la minuta SIN
presentar NINGUN argumento.
El 30 de marzo, por 81 votos a favor y 40 en
contra, el pleno del Senado de la República aprobó la ley
Televisa. “Se abre el camino para que poderes fácticos se pongan
por encima del Estado”, se dijo pero nada, absolutamente nada, hizo eco
entre los legisladores promotores. Los senadores Javier Corral (PAN) y Manuel
Bartlett (PRI), entre otros, hicieron una severa crítica a la
concentración privada de las frecuencias radioeléctricas. La
senadora Laura Alicia Galindo (PRI) deploró que los medios
universitarios, culturales, educativos y comunitarios queden desamparados con
serio riesgo de desaparición.
Así, la mayoría de
senadores se manifestó públicamente en contra de la Nación
y al servicio de las corporaciones televisivas. De nada sirvieron las protestas
“de última hora” de algunos medios independientes y
personalidades que acudieron a las puertas del Senado el día de la
votación. Dentro del recinto, la mayoría de senadores se
mantuvieron impasibles. “Silencio, votación, ningún
argumento”, les reclamó Bartlett a la mayoría
mecánica. Nadie dijo nada, simplemente alzaron la mano.
Despojo a la Nación
La referida ley permite a la televisión
privada el dominio total de los servicios de televisión, telefonía
y transmisión de datos por banda ancha. Esta ley otorga el control de la
televisión a las 2 empresas privadas que operan en México:
Televisa y Televisión Azteca, y a Telmex, industria de telecomunicaciones
privatizada inconstitucionalmente con apoyo explícito del charrismo
sindical. Al permitirles el control de todo el espacio radioeléctrico,
esos monopolios harán del mismo el uso que quieran. De entrada,
ampliarán sus actividades hacia la digitalización incluyendo
servicios de televisión, telefonía e internet de alta velocidad
(triple play).
Las anteriores actividades podrán ser realizadas
SIN licitación, basta una simple solicitud de ampliación ante la
secretaría de comunicaciones y transportes, la aprobación
será AUTOMATICA. El previo concepto de “concesiones”
quedaría anulado. Esto quiere decir que, en lo sucesivo, NO se
entregará a nadie ninguna concesión más, ningún
nuevo espacio ni mucho menos. Con las nuevas reformas se otorgaría a los
monopolios la propiedad privada del espacio radioeléctrico propiedad de
la Nación.
Al momento, Televisa controla casi la mitad de las
estaciones de radio y TV del país; TV Azteca participa con una tercera
parte; Telmex, por su parte, domina casi el cien por ciento de la
telefonía. Televisa tiene “secuestrado” a más del 70
por ciento del auditorio. Los principales accionistas de Televisa son Emilio
Azcárraga (55.3%), Carlos Slim (24.7%) y Bill Gates (7.0%)
[Fernández-Vega C., en La Jornada 31 mar 2006]. La
Televisión abierta tiene una penetración del 98% y la de cable del
18%. En 2002, más de 2 mil millones de dólares de la
inversión publicitaria fue para la televisión privada, el 70% para
Televisa.
Con la aprobación de la nueva ley, se otorgarán
de entrada 1 mil millones de dólares del gobierno a Televisa,
según declaraciones del senador Corral. Esto es porque, a Televisa se le
otorgará gratuitamente el uso del espectro radioeléctrico y, en
este momento, el monopolio controla el 62% de la televisión
comercial.
Los ganadores de este sucio proceso son Carlos Slim,
privatizador de Teléfonos de México (Telmex); Emilio
Azcárraga (Televisa) y Salinas Pliego (TV Azteca), ambos
ilegítimos concesionarios privados de la televisión. Estos
individuos son también los promotores del Pacto de Chapultepec que han
hecho firmar a los candidatos presidenciales y a otros políticos, entre
ellos, Cuauhtémoc Cárdenas.
Diputados inútiles
La iniciativa de ley fue aprobada por UNANIMIDAD
el 1 de diciembre de 2005 en la Cámara de Diputados. Luego de un supuesto
“debate”, que duró menos de 7 minutos, TODOS los diputados de
TODOS los partidos políticos, incluyendo el Partido del Trabajo (PT) y el
Partido de la Revolución Democrática (PRD), aprobaron la
mencionada ley o “plan de negocios” de Televisa.
Los
diputados del PRI y PAN aprobaron esa ley porque así conviene a sus
intereses. Ambas fracciones pensaron que, siendo “comprados” por la
televisión privada y habiendo aceptado esa “compra” los
monopolios podrían beneficiarlos en sus respectivas campañas. En
efecto, la televisión privada “apoyará” o
“destruirá” a quien quiera; los legisladores le otorgaron ese
poder criminal a los medios privados. En el presente caso, durante la
campaña presidencial, la guerra sucia la encabezan Fox, el PAN y la
televisión privada. Ahora, las reformas a la ley de Radio y
Televisión favorecerán, sin duda, a los candidatos de la derecha y
ultraderecha representados por el PAN. Ni siquiera el PRI, algunos de cuyos
legisladores encabezaron la sucia ofensiva legislativa, recibirá el
beneficio esperado. En el caso del PRD, la situación es realmente
patética.
Diputados del PRD calificaron de "atropello" y "error
histórico" el rumbo que ha tomado el proceso de aprobación de la
Ley Federal de Radio y Televisión (LFRT) en el Senado de la
República (Ballinas V., Garduño R., en La Jornada 24 mar
2006). “La mayoría de los integrantes del PRD hemos asumido que
cometimos un grave error, lo hemos hecho públicamente y hacemos un
llamado a que los senadores no cometan el mismo error” declararon los
diputados perredistas Inti Muñoz y Gerardo Ulloa. ¡Vaya errorcito!
Después de ese “errorcito” todavía se atreven a dar
recomendaciones a los senadores. Esos diputados debieran renunciar de inmediato.
Lo que hicieron fue una nueva traición al pueblo de México.
Desvergüenza socialdemócrata
Pablo Gómez, diputado del PRD, ni
siquiera leyó el dictamen de ley. Gómez es uno de los grillos
más sucios dentro del partido y, sin embargo, ni siquiera se entera de lo
que vota. A sus “enemigos” internos, literalmente, los aniquila
pero, tratándose de algo tan serio como la ley Televisa, la aprobó
“con los ojos cerrados”. ¿Porqué?
''Ustedes saben
que éste es un error que yo cometí -al aprobar las reformas-, es
muy vergonzoso, porque no me di cuenta de que el refrendo de las concesiones,
con el cambio de la tecnología, implicaba -a título gratuito-
ampliar las concesiones a quienes hoy ya las tienen. Ese es el problema
principal de esta ley'' declaró a la prensa (Ballinas V., en La
Jornada 28 mar 2006).
No obstante su ya larga trayectoria como
parlamentario, expresó ingenuamente: ''Yo espero que el Senado la
corrija, aunque esté mal que yo, que cometí este error aquí
(el haber aprobado la minuta), les pida que ahora la corrijan allá, pero
de repente uno comete errores''.
Gómez dijo que no fue presionado
por las televisoras, ni mucho menos. ''El error lo cometí solito y no le
voy a echar la culpa a nadie''. Esa declaración carece de credibilidad
pero, sí así fuera, se estaría ante un caso de extrema
torpeza.
En cínico descargo, Gómez alegó que
aún si el PRD se hubiese opuesto las modificaciones habrían sido
aprobadas con los votos de PAN y PRI (Saldierna G., Méndez E., en La
Jornada 31 mar 2006). Molesto por las preguntas relativas a que el PRD
estará muy ocupado en lavar su cara, afirmó: "No es cosa de ir al
confesionario y expiar todas las culpas. No quiero manejar ningún
elemento atenuante, porque estrictamente no creo que lo haya, pero simplemente
piensen en que de todas maneras el proyecto hubiera ido al Senado aun con
nuestra oposición".
Sí, PRI y PAN hacen mayoría en
ambas Cámaras pero, el PRD y Gómez, debieran tener al menos un
mínimo de dignidad. Gómez se autopresenta en nombre de la
izquierda y solo sirve para hacer el ridículo. Por supuesto, NO se trata
de ir a NINGUN confesionario. Si hubiera tantita vergüenza lo menos que
debiera hacer es RENUNCIAR por INEPTO. Pero, ¿que pasó? Que al
siguiente día, el PRD dio a conocer su lista de aspirantes a senadores
para la próxima legislatura y la encabeza “Pablito”. Eso se
llama desfachatez.
Por su parte, el vocero del PRD, Inti Muñoz
dijo "Se consumó una contrarreforma. En el PRD nos manifestamos en contra
de esta decisión. Es complicado manifestarlo así después de
que cometimos un penoso error, tan grande que no tiene atenuantes. Sin embargo,
nos sumaremos a la sociedad civil y a las empresas públicas y
comunitarias que han iniciado una lucha en contra de esta ley". ¡Qué
barbaridad! En política los errores se pagan, por supuesto, pero a los
legisladores del PRD parece que no les bastan los desmedidos y sucios ataques
contra su candidato.
Vía libre hacia el fascismo
El espectro radioeléctrico y las
telecomunicaciones son propiedad de la Nación. Se trata de actividades
estratégicas que deben ser realizadas, de manera exclusiva, por el
Estado. Su entrega a las corporaciones privadas es anticonstitucional. En
México, de acuerdo al artículo 28 constitucional los monopolios
están PROHIBIDOS y, la ley Televisa, favorece los
monopolios.
Corresponde a la nación preservar el control
estratégico del espacio radioeléctrico y de las
telecomunicaciones. Por su parte, el Estado debe ser el rector y garante del
derecho a la información. Ahora, el control de las concesiones en la
materia se deja en poder de una comisión privada de burócratas
corruptos, la llamada Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel),
instancia al servicio del capital privado nacional y extranjero. Estos
dueños de lo ajeno carecen de responsabilidad y
escrúpulos.
La revista Proceso (número 1534) y L.J.
Garrido (en La Jornada 31 mar 2006) refirieron que, en febrero, los
dueños de Televisa organizaron una “encerrona” de 3
días en Valle de Bravo, en el Estado de México. En esa
“reunión” comparecieron los 3 principales candidatos
presidenciales. El 3 de febrero realizaron una cena para
celebrar.
“Cuando se disponían a presenciar una pelea de
gallos en un palenque improvisado en los jardines del restaurante Rodavento y
Emilio Azcárraga le hacía una sugerencia a Bernardo Gómez,
vicepresidente de la empresa, éste, sujetando a uno de los gallos, lo
degolló delante de los 100 invitados horrorizados y les advirtió:
"Esto le puede suceder a quien se meta con Televisa".
Sí, Fox le
ha entregado el poder real a una mafia de asesinos. Esta mafia, que ya controla
subliminalmente las voluntades en millones de hogares, definirá el
próximo proceso electoral presidencial. La mafia cuenta con la
complicidad explícita de la mayoría de diputados y senadores, del
poder Ejecutivo y de la Suprema Corte de Justicia de la nación.
Televisa, una de las peores televisiones del mundo seguirá
inundando con basura al auditorio, deseducando a la población,
convirtiendo a diario las mentiras en “verdades”, manipulando las
conciencias a la manera nazi. Ahora, dominarán a placer el negocio del
espectáculo obteniendo ganancias desproporcionadas pero, además,
controlarán el poder político.
Por lo pronto, la
televisión privada decidirá quien será el próximo
presidente de México. Gane quien gane, el siguiente presidente
estará sometido a sus caprichos so pena de urdirle el Golpe de Estado. La
aprobación de la ley Televisa es el camino directo hacia el
fascismo.
¡Nacionalización de Televisa, TV Azteca y Telmex!
¡Nacionalización de la Radio y Televisión!