2006, 100 años de la Huelga minera de Cananea (México)
Preludio de la huelga
de Cananea
Los magonistas se repliegan a Canadá y
siguen elaborando el programa del partido.
La indignación obrera en Cananea aumentaba; patrones y gobierno deciden reducir el salario.
En secreto, los clubes liberales y militantes del PLM analizaban la situación minera.
Las condiciones eran propicias para la explosión, los magonistas lo comprendían.
A partir de marzo de 1906, Ricardo y Enrique Flores
Magón junto con Juan Sarabia, ocupados en la elaboración del
programa del Partido Liberal Mexicano (PLM), sufrieron una feroz
persecución por parte de los agentes de la Pinkerton y los espías
de Porfirio Díaz. Cuando estalló la huelga de Cananea ellos se
encontraban en Montreal, Canadá. Este hecho (y otros muchos) han hecho
que algunos historiadores (extranjeros sobre todo), afanados en reescribir la
historia según la visión del vencedor, minimicen las influencia de
las ideas magonistas en el conflicto. En contrapartida, Ethel Duffy, quien fuera
esposa de John Kenneth Turner, se unió a la lucha del PLM en EU
(redactando en una época la sección en inglés de
Regeneración). En su libro, sobre Ricardo Flores Magón y el
Partido Liberal Mexicano, rescata parte del contexto de aquella
época.
CAPITULO V
Ricardo Flores
Magón, Enrique Flores Magón y Juan Sarabia se dirigen a
Canadá. Villarreal, Rivera y Manuel Sarabia editan Regeneración.
Persecución por espías en Canadá. Se publica el manifiesto
del Partido Liberal. La Huelga de Cananea. Se lanza el Programa del Partido
Liberal. Los jefes de la Junta se dirigen a El Paso, Texas, a fin de prepararse
para la revolución. Librado Rivera continúa publicando
Regeneración en St. Louis. Missouri.
La vigilancia de los
espías había sido tan perjudicial para su trabajo que el 16 de
marzo de 1906, Ricardo Flores Magón, Enrique Flores Magón y Juan
Sarabia partieron de St. Louis, Mo., al Canadá. Su preocupación
inmediata era el manifiesto del Partido Liberal.
Este programa y la
declaración de principios se habían discutido durante algún
tiempo, y parte del documento ya se había escrito antes que salieran de
St. Louis, Mo., pues Antonio I. Villarreal ha manifestado que escribió
las partes correspondientes a educación y al agrarismo. Villarreal,
Rivera y Manuel Sarabia quedaron encargados de la publicación de
Regeneración y el periódico continuó publicándose.
John y Ethel
Duffy Turner FOTO:www.antorcha.net
En su viaje al norte, surgió la esperanza en los corazones
de los dirigentes del Partido Liberal, ya que el Canadá, como miembro de
la Comunidad Británica de Naciones, reflejaba el orgullo británico
de mantener las libertades civiles, aunque los irlandeses y los nativos que eran
subyugados en las colonias, naturalmente, no se les permitía gozar de
esas libertades.
Nuestros hombres primeramente fueron a Toronto,
Ontario, donde se mantuvieron con trabajos esporádicos y al mismo tiempo
continuaban elaborando el manifiesto. Pero pronto supieron que los sabuesos de
Pinkerton así como los espías de Porfirio Díaz les
seguían la pista, conocían donde se alojaban y el trabajo que
hacían. Se transladaron de casa y cambiaron de trabajo; los espías
los siguieron. Intempestivamente se fueron a Montreal, Quebec, pero los
espías les siguieron el rastro. Ya no podían ir más lejos
por falta de dinero; de cualquier manera, ¿de qué les
serviría? Así es que, a pesar de la constante amenaza, se
establecieron para terminar el programa del Partido Liberal. Se encontraban en
Montreal cuando estalló la huelga de Cananea, Sonora.
Cananea era
uno de los centros mineros más importantes de México. Las ricas
minas de cobre eran propiedad de un coronel norteamericano cuyo nombre era
William C. Greene, y quien había comprado enormes extensiones de tierra a
muy bajo precio, debido a sus relaciones con Porfirio Díaz. Sus
propiedades denominadas la Cananea Consolidated Copper Company, se cotizaban muy
alto en la bolsa de valores, a la par de los de Guggenheim y otros magnates del
cobre. Greene mantenía muy buena amistad con Ramón Corral y con el
Gobernador lzábal de Sonora. Esta cadena de influencias conducía
directamente a Porfirio Díaz.
Este imperioso plutócrata
del cobre gobernaba como un señor feudal en Cananea. El Cónsul
norteamericano, en ese lugar, apellidado Galbraith, estaba sometido a sus
órdenes. En aquella época, de los mineros empleados en las minas
de Cananea 6,000 eran mexicanos y 600 norteamericanos. El promedio del jornal
diario que se les pagaba a los mineros mexicanos era de tres pesos, mientras que
por el mismo trabajo realizado, los mineros norteamericanos percibían de
cinco a seis pesos diarios, y si los mexicanos trabajaban de diez a doce horas
diarias, los norteamericanos sólo trabajaban siete u ocho horas al
día. Debido a esta descarada discriminación racial, que se
reflejaba en los salarios y en la jornada, los obreros mexicanos se indignaban
cada vez más y empezaron a considerar la necesidad de reivindicar una
jornada de ocho horas con un salario de cinco pesos diarios. Algunos miembros de
la Western Federation of Miners de los Estados Unidos, quienes veían con
simpatía su movimiento y que a la vez habían adquirido cierta
experiencia para la lucha organizada de los obreros, debido a su
participación en la gran huelga de Colorado, prestáronles su
concurso.
La Junta del Partido Liberal se daba perfecta cuenta de la
situación prevaleciente en Cananea y de lo que significaba para el
movimiento revolucionario. El 16 de enero de 1906, fué organizado, en la
casa de Cosme Aldana, el club liberal llamado La Unión Liberal
Humanidad, y electos respectivamente para presidente, vice-presidente y
secretario a Manuel M. Diéguez, quien tenía experiencia sindical
adquirida en los Estados Unidos; Francisco M. Ibarra, un comerciante de ideas
liberales; y Esteban B. Calderón. La mayoría de los miembros eran
obreros, a excepción de unos pocos oficinistas. El Club llegó a
tener, a lo más, 26 miembros y solamente se admitían aquellos en
que se podía confiar completamente; se reunían secretamente como
lo hacían casi todos los clubes liberales de ese tiempo. Ricardo Flores
Magón mantuvo correspondencia con los dirigentes y Regeneración,
que era contrabandeada a través de la frontera, les llegaba y era
estudiado cuidadosamente por ellos.
Aún antes de que fuera
organizado el club Humanidad, Esteban B. Calderón y otros ya
actuaban a nombre de la Junta, de tal manera que cuando Ricardo Flores
Magón, Enrique Flores Magón y Juan Sarabia fueron aprehendidos,
nada raro fué que Calderón buscara urgentemente el respaldo de los
mineros, en favor de los liberales encarcelados.
Lázaro
Gutiérrez de Lara, quien practicaba leyes en Cananea y quien
además era un apasionado socialista, organizó en las colonias
llamadas El Ronquillo y La Mesa Grande, un nuevo grupo clandestino
denominado Club Liberal de Cananea. El y este nuevo grupo
trabajaron con la Junta Patriótica, al frente de la
cual se encontraba Manuel M. Diéguez, ayudado con mucho entusiasmo por
Esteban B. Calderón, para organizar la celebración del 5 de mayo;
fiesta que ofreció una oportunidad para reunir a los obreros.
En
estos dos clubes liberales no solamente se empezaba a formar el núcleo
dirigente para la lucha económica, sino también para la
revolución. El plan, aparentemente, se había concebido para que
las dos fases de la lucha coincidieran, pero los acontecimientos se sucedieron
tan rápidamente, que fué imposible realizarlo tal como se
había pensado.
Se han dado muchas razones para explicar el origen
de la huelga de Cananea, pero al final de cuentas, todas llegan a la
conclusión de que era un problema de jornadas y de salarios, más
la protesta en contra de ciertas condiciones intolerables que imperaban. En
mayo, el Gobernador Izábal de Sonora tuvo una conferencia con el coronel
Greene y llegaron al acuerdo de que la Compañía Cananea
Consolidated Copper debería rebajar cincuenta centavos a los salarios de
los mineros mexicanos porque, en primer lugar, estaban muy inquietos y listos
para provocar dificultades, y en segundo lugar, porque los braceros
agrícolas abandonaban el campo para ir a las minas en busca de mejores
jornales y era necesario tomar esa medida para evitarlo. En otras palabras, en
lugar de mejorar los sueldos de los trabajadores agrícolas había
que reducir los salarios de los mineros.
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Planta de la
Consolidated Cooper Company
of Cananea,
1906
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Mina de Cananea a
cielo abierto del Grupo Minero
México,
2006
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[*] Tomado del libro Ricardo
Flores Magón y el Partido Liberal Mexicano (Ethel Duffy Turner, Instituto
Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana.
México, 2003, Colección Visiones Ajenas).