15 CONGRESO SINDICAL MUNDIAL, La Habana, Cuba, 2005.
II. Informe de Zharikov
Segunda parte
Convenios y promesas incumplidas
El compañero Zharikov, en su informe, señaló que
preocupa enormemente que hasta la fecha la sede de las mayores trasnacionales
del mundo --los Estados Unidos--, tenga la menor cifra de certificaciones de la
OIT en el mundo y que, hasta la fecha, no haya ratificado los convenios
básicos sobre Libertad de asociación y de Contratación
colectiva. Asimismo, la tasa de sindicalización en los Estados Unidos ha
disminuido drásticamente. Por otro lado, Estados Unidos son un
país donde los sindicatos no cumplen sus funciones y, esta tendencia, se
ha acentuado después de la mundialización.
Esto es
significativo porque las empresas trasnacionales dicen que los convenios de la
OIT deben ser flexibilizados. Incluso utilizan a la OIT para desde allí
acusar al movimiento sindicalista de algunos países de violar
supuestamente los mismos convenios. Ataques de esta índole en contra de
Cuba, China, Venezuela, Sudan y otros países se han rechazado por ser una
burda continuación de la política de Guerra
Fría.
La OIT misma se considera una organización laboral
pero carece de una verdadera representación mundial de los trabajadores.
Esta debilidad debe ser superada mediante los esfuerzos colectivos de todos los
interesados. En este sentido la FSM lamenta profundamente que en las elecciones
al órgano rector de la OIT, los representantes de la Federación de
Sindicatos de toda China --la mayor organización sindical de todo el
mundo--, así como los representantes de otros movimientos, no hubiesen
sido electos. Esta discriminación restó representatividad a la OIT
y debilita a la propia organización.
Por lo anterior, coincidimos
con la posición de la delegación sindical china en el sentido de
que el resultado final de las elecciones de la OIT demostró que se siguen
aplicando las políticas de enfrentamiento de la Guerra Fría y que
se manipularon las elecciones injusta y antidemocráticamente.
Se
hace necesario entonces analizar cuidadosamente todos estos aspectos al seno del
movimiento sindical mundial y que éste rechace toda discriminación
y formas de imperialismo.
En la Conferencia Internacional del Trabajo,
así como en otras reuniones importantes, la FSM ha reiterado su solicitud
de que la OIT insista en la aplicación y cumplimiento plenos de sus
convenios básicos, particularmente el número 87 y el 98. La FSM
exigió que los estados miembros presenten leyes para asegurar que los
informes de trabajo detallen la forma en que aplican dichos convenios y que
mencionen específicamente lo referente a los acuerdos de
negociación colectiva suscritos con los sindicatos, así como los
nombres de dichos sindicatos. La OIT y los gobiernos mismos deben publicar
informes periódicos sobre el avance del derecho de asociación bajo
el convenio 87 de ese organismo.
Crisis del movimiento sindical y respuesta de los trabajadores
Lo anterior tiene que ver con la crisis sindical a nivel mundial. Se
reconoce, por ejemplo, que incluso en muchos países industrializados los
sindicatos enfrentan múltiples dificultades y, sobretodo, insistió
Zharikov, la disminución del número de sus afiliados
principalmente en el sector privado. Ello refleja la magnitud de los ataques que
se han lanzado en contra de los derechos sindicales. De ahí que se
considere vital lograr el reconocimiento del derecho fundamental a organizarse.
El derecho de asociación, no sólo no se reconoce actualmente, sino
que deliberadamente se ataca por las fuerzas reaccionarias.
Muchos
sindicatos realizan esfuerzos a fin de promover campañas de
organización sindical en las condiciones actuales de la economía
mundial. Esta experiencia es positiva y es de aplicación universal, sin
embargo, ante las nuevas condiciones de la mundialización
deberíamos analizar y sugerir instrumentos adicionales, a fin de crear
las condiciones que permitan una aplicación más efectiva de los
convenios actuales de la OIT.
Por otra parte, la situación en los
países en desarrollo muestra también un bajo porcentaje de
trabajadores organizados en sindicatos. La violación de los derechos
sindicales llega a extremos incluso brutales con el asesinato de líderes
sindicales, tal y como ocurre en Colombia y otros países como Irak
ocupado, Palestina y otros territorios árabes, también ocupados.
La situación allí es realmente difícil para la
organización de sindicatos. Éstos toman sus propias medidas y se
coordinan con otras organizaciones no gubernamentales --y en general con otras
fuerzas democráticas-- para realizar acciones que permitan resistir estas
violaciones de los derechos sindicales y humanos. Con dichas organizaciones se
avanza para impulsar la promulgación de leyes nacionales y normas para el
reconocimiento obligatorio de los sindicatos por parte de los patrones, tanto en
el sector público como en el privado.
En ese sentido consideramos
útil establecer un Centro Internacional de Información Sindical,
como se propuso por parte de los participantes en el Foro Internacional de
Sindicatos, para mejorar las comunicaciones entre éstos e informar a los
trabajadores acerca de los verdaderos problemas que están en curso y
contrarrestar así la campaña de propaganda en contra de los
sindicatos auspiciada en todo el mundo por los monopolios nacionales y los
medios de comunicación.
Crisis de unidad, crisis subjetiva
En dicha campaña propagandística se sostiene que los
sindicatos son instituciones fuera de moda, inadecuadas para una sociedad y
economía modernas. Esto se dice para entorpecer la lucha de los
sindicatos e impedirles lograr mejoras o impulsar los cambios necesarios. Con
mucha frecuencia, además, los sindicatos se encuentran divididos y
debilitados.
No obstante, los trabajadores están cada vez
más convencidos de que sólo a través de sindicatos fuertes
y unidos podrán defender sus derechos básicos y revertir la
situación. Para ello tenemos que admitir, en primer lugar, que el
movimiento sindical mundial enfrenta los retos de la mundialización en
condiciones de debilidad, e incluso hasta de retroceso. Las razones para ello
son diversas. Los sindicatos en muchos casos están sujetos a severos
ataques de toda índole y esa es una razón objetiva.
En
segundo lugar, el atraso del movimiento sindical internacional se debe a su
propia debilidad nacional e internacional, por la división propiciada con
los recursos del capital internacional. Tal división es provocada. Hay
quienes pretenden separar a los sindicatos en “libres” y “no
libres” mientras otros los dividen entre los que solo promueven la
negociación y aquellos que toman medidas y luchan.
Desde su
creación, y durante los últimos 30 años, la FSM ha
promovido la naturaleza unitaria de los sindicatos y ha rechazado las divisiones
artificiales que no están a favor de los trabajadores sino que promueven
el interés del capital. Al mismo tiempo, la FSM alienta el
carácter militante y combativo de los sindicatos para defender los
intereses de los trabajadores no sólo con palabras sino con acciones
concretas. En el momento actual, entendemos que ésta es la forma
más efectiva --en realidad la única--, que permitirá
cambiar la pauta de la mundialización, expresó
Zharikov.
La experiencia ha demostrado que esta política de la
FSM es correcta. Como muestra está el caso de la lucha en contra de la
privatización de las industrias y servicios estratégicos, que ha
podido detenerse parcialmente a través de la lucha sindical. Otro ejemplo
son las leyes laborales contrarias a los trabajadores, que se detuvieron
mediante acciones encabezadas por los sindicatos. Esta situación se ha
vivido en América Latina, en Asia y África, incluso en Europa
donde hay un avance, aunque lento, que permitió rechazar la nueva
Constitución europea.
En el mismo sentido está la
decisión de la mitad de los sindicatos estadounidenses de rechazar la
política de avenencia, o el de los sindicatos en América Latina
orientados a la clase y en favor de crear una organización sindical
regional, así como establecimiento del Foro Internacional de Sindicatos
ya mencionado. Estas son pruebas convincentes y deben tomarse en cuenta a la
hora de determinar cómo, la FSM, podrá desempeñar su papel
en la concreción de avances sustanciales para los trabajadores.
Unidad, ¿cómo y con quién?
Desde los años 90s se han producido muchas transformaciones. La
Federación ha examinado su Constitución para que sea más
independiente y flexible. Pese a una situación constantemente contraria
en todo el mundo, que ha llevado a muchas organizaciones a separarse de la OIT,
las filas de la FSM siguen aumentando. La creación del Foro Internacional
de Sindicatos, encabezado por China y algunas otras organizaciones, es un paso
positivo. Sin embargo, a pesar de que la Federación amplía su
legitimidad y goza del apoyo y reconocimiento de los trabajadores, no cuenta con
la fuerza ni los medios necesarios para llevar a cabo un trabajo efectivo a
nivel regional e internacional.
La fuerza de la mayoría de las
organizaciones afiliadas a la FSM a nivel nacional e internacional no es
suficiente para incidir decisivamente en el movimiento sindical a nivel
internacional. La OIT no ha podido promover ni imponer decisiones importantes.
Debemos mirar al futuro con esta óptica realista: tenemos que aumentar
nuestra fuerza, ésta es la tarea primordial de nuestra
organización y vale tanto a nivel internacional, regional y en muchos
casos a nivel nacional e industrial.
Todo esto, y mucho más,
constituye la lucha principal que debe emprenderse si queremos incidir realmente
en la situación mundial para cambiar el ritmo de la mundialización
neoliberal y su impacto en el mundo del trabajo. Para ello es necesario cumplir
algunos requisitos importantes comenzando por considerar a la FSM como el
instrumento de lucha de todos. Con las expectativas despertadas en muchos
sindicatos a partir de este Congreso, debemos aprovechar todas las oportunidades
de fortalecer a la FSM para seguir aumentando su capacidad de lucha.
Hay
indicios en el sentido de que los sindicatos, en distintos países y en
distintas regiones, se orientan en el mismo sentido y comprenden la necesidad de
una estrategia común y de coordinar medidas que ayuden a fortalecer a los
sindicatos, a aumentar la sindicalización y a unir las fuerzas a nivel
mundial. Esto se basa en un hecho objetivo: en una economía mundializada,
los sindicatos deben desarrollar una fuerza global, no sólo de nombre
sino en los hechos.
En ése sentido, todos los intentos por
dividir al movimiento sindical, a partir de criterios artificiales, debilitan al
movimiento, no favorece a los trabajadores ni a los sindicatos en su lucha en
contra de la neoliberalización y la mundialización. Es por ello
que debemos aprovechar toda iniciativa de intercambiar experiencias a fin de
ampliar aún más nuestra lucha para que los sindicatos se
conviertan en una fuerza verdadera capaz de incidir en la situación
mundial.
El tipo de cooperación se basa en la independencia y la
igualdad de todas las organizaciones sindicales a las que debe respetarse su
soberanía e independencia. En opinión de Zharikov, esta estrategia
debe ir aunada a las iniciativas que elaboren los propios sindicatos en
cooperación con otras fuerzas sociales pues, sin movilizaciones
conjuntas, esta lucha no tendrá una verdadera posibilidad de cambiar la
situación.
Lo anterior implica realizar campañas a fin de
promover los intereses sindicales que resulten atractivos a la masa trabajadora
para defender sus intereses. La Federación tiene que reforzar la lucha
contra la privatización del sector energético, de los recursos
hídricos y otras industrias estratégicas. Esta nueva
política de unidad debe basarse en la cooperación plena del
movimiento sindical a escala industrial, nacional, regional e internacional,
trabajando en demandas comunes y adoptando o modificando las leyes en favor de
la estrategia sindical y del interés de los trabajadores. Se necesita,
también, una campaña decidida para garantizar la aplicación
de las leyes laborales en vigor.
Es importante mantener la
presión sobre las instituciones económicas internacionales, que
inciden cada vez más en la política y determinan la
orientación de la economía mundial, creando o apoyando mecanismos
nacionales e internacionales e intensificando el trabajo por parte de los
representantes sindicales. En el seno de estas instituciones debemos reforzar la
campaña sindical mundial a favor de la ratificación de los
convenios de la OIT y sus recomendaciones por todos los estados miembros de las
Naciones Unidas. Debemos estar vigilantes frente a los esfuerzos por desmantelar
estos instrumentos importantes, dando nuevos pasos en apoyo de los sindicatos y
de los derechos de los trabajadores, para evitar la mala utilización de
las leyes a favor de los intereses económicos.
Consideró
Zharikov que éste tipo de estrategias y la aplicación de medidas
adecuadas ayudará a fortalecer a los sindicatos y les permitirá
contribuir promover a los cambios en el mundo en favor de la paz, la justicia,
el desarrollo sostenible y la prosperidad para todos.
La situación económica de la FSM
En otro aspecto, el compañero Zharikov se refirió en su
informe a la difícil situación financiera que enfrenta la
Federación en todas sus estructuras. Celebramos este Congreso, dijo, en
una situación precaria en la que ni siquiera contamos con recursos
mínimos. Hay que analizar cuidadosamente esta situación ya que
ello pudiera tener consecuencias muy importantes para nuestro futuro. Por ello,
consideró de suma importancia hacer un esfuerzo real por solucionar esta
situación para asegurar el correcto funcionamiento de la
Federación en el futuro.
Enfatizó que, no es posible
reforzar nuestra organización si ésta no cuenta con el apoyo
financiero de sus afiliados. La situación actual afecta la
Federación en su conjunto, en todas estructuras y oficinas regionales,
insistió. Éstas no cuentan con los recursos necesarios para
desarrollar las tareas que hoy tienen muchas posibilidades y permitirán
elevar el nivel de la lucha. Hoy existe la posibilidad de intensificar nuestra
lucha y necesitamos recursos financieros para llevarla a cabo.
La importancia de la lucha sindical y sus prioridades
A la vez que se resuelven los problemas básicos, hay que
establecer las prioridades de nuestra organización tomando en cuenta que,
durante más de 100 años de existencia, la lucha de los sindicatos
se ha ganado un lugar en la sociedad. Los sindicatos, a diferencia de otras
ONG’s de la llamada sociedad civil, no actúan solamente ante
problemas específicos, sino que abarcan la problemática más
amplia de la sociedad, y no luchan de tiempo en tiempo sino que participan de
forma activa y cotidiana.
Hoy se debate cuál es el tipo de
sindicalismo que debe existir y cuál debe ser su función. Quienes
promueven la neoliberalización atacan a los sindicatos a fin de mermar o
restarles importancia y eliminar su función. Esto es cada vez más
evidente y va en contra de los sindicatos y de la Federación. Por ello es
que la FSM y sus estructuras deben actuar como instrumentos de la lucha
cotidiana abarcando todas las facetas de la política económica y
social.
Por supuesto podemos plantear tareas pero son sus propios
miembros quienes deben realizar los estudios e investigaciones independientes,
elaborar métodos de trabajo, organizar la capacitación de sus
cuadros, etc. Todo ello es de vital importancia y exige esfuerzos adicionales,
así como recursos humanos y materiales.
Una de las principales
tareas de ahora es decidir cómo y quiénes aplicarán las
decisiones. Se conocen los principios generales: necesitamos rotar a los
cuadros, incorporar a las nuevas generaciones para que refuercen nuestros puntos
débiles y orientarlos en la dirección requerida. Debemos analizar
de la forma más realista y amplia la situación para tomar las
decisiones y las medidas necesarias.
Concluyó Zharikov diciendo
que, abrigamos la esperanza que este Congreso histórico en La Habana --en
el que también se conmemoran 60 años de la FSM--, se
examinarán a fondo todos estos temas y se encontrarán soluciones
positivas, como han hecho los Congresos anteriores cumpliendo su responsabilidad
de elevar aún más la lucha de los sindicatos y de la
Federación a nivel que exige la situación
actual.
“Sindicatos del mundo, unámonos y luchemos contra
la globalización imperialista, la guerra, la explotación y por la
justicia social y el pleno empleo, la solidaridad y la paz”,
finalizó diciendo Alexander Zharikov.
Apreciación política al informe de Zharikov
El informe presentado por el compañero Alexander Zharikov,
secretario general de la FSM (1990-2005) no fue debidamente valorado por el 15
Congreso Sindical Mundial, el documento ni siquiera fue impreso y distribuido
oportunamente; por lo mismo, no fue posible leerlo previamente.
Sin
embargo, el informe resume la firme posición política asumida por
la FSM en el último período con relación a multitud de
aspectos. Es realmente impresionante el cúmulo de actividades realizadas
por el Secretariado con tan escasísimos recursos.
Este fue el
último informe de Zharikov al frente de la FSM. El compañero
Zharikov fue electo en el Congreso Sindical Mundial celebrado en Moscú en
1990, justamente en medio del colapso socialista en Europa oriental. Cuando
Zharikov llegó a Praga, el edificio sindical ya le había sido
arrebatado a la FSM y TODOS habían huido. Se perdió casi todo y a
la FSM se le quiso expulsar de Praga. Con dificultades se rescataron algunos
documentos y se hizo valer el status internacional de la Federación. En
una pequeña casa, Alexander Zharikov y Valentín Pacho se dieron a
la tarea de reunir las ruinas, una por una, completamente solos, casi
abandonados. Gracias a ese esfuerzo desinteresado y titánico, la FSM
sobrevivió. Ese será el mayor mérito de los
compañeros: haberse sostenido, en los peores momentos, manteniendo en
alto las banderas rojas del proletariado.
El FTE de México reconoce los
extraordinarios esfuerzos realizados por Alexander Zharikov y el secretariado de
la FSM en el período que cubre este informe. Valoramos la importancia de
este esfuerzo y felicitamos al compañero Alexander Zarikov y demás
miembros del Secretariado.
Alexander Zharikov, secretario general de la FSM
con la delegación del FTE de México