2 de julio de 2006, elecciones presidenciales
Elecciones en México
III. ¡NO al populismo neoliberal! Crítica a la política de López
¡Orden constitucional roto!
En México, Fox y su gobierno han roto la legalidad
constitucional en beneficio de cientos de corporaciones transnacionales,
principalmente de la energía. López ni siquiera ha mencionado nada
al respecto. Después dirá: “yo nunca prometí eso, eso
viene de atrás, yo no sabía, qué puedo hacer?”
¡Ah! Eso equivaldría a reconocer que unos extraños invadieron
nuestra casa y, en vez de sacarlos, como no quieren irse les decimos “pues
ya que se queden”. Sin embargo, restablecer la legalidad constitucional es
un asunto clave si se quiere recuperar, así sea en parte, la
soberanía y dignidad de la Nación.
¿Han hablado con
López Obrador? nos preguntaron. Sí, en su campaña anterior
varios compañeros nuestros hasta se afiliaron al PRD para votar.
¿López se ha acercado a ustedes? No. ¿Y ustedes? No solo nos
hemos acercado, hemos discutido con coordinadores parlamentarios, diputados y
senadores, “distinguidos” miembros del partido, cuadros medios y
bases del PRD.
¿Qué han dicho? Nada bueno, oyen pero no
escuchan, hacen lo que quieren. Hemos presentado propuestas personales y como
organización, verbalmente y por escrito, públicamente y en
privado. Han llegado a publicar libros incluyendo nuestras intervenciones pero,
¿han tomado en cuenta algo? ¡N-A-D-A!.
Mientras, en los
últimos 6 años, día y noche se han confirmado nuestras
advertencias y pronósticos, no ¡Por el bien de todos! como dice el
slogan de campaña de López sino ¡Para el mal de todos!
incluyendo a López y al PRD.
Hace ya algún tiempo, decenas
de meses, le hicimos a López Obrador 5 preguntas. Nunca las ha
contestado. Ahora, en tiempo y forma, las reiteramos y resumimos en una sola:
“¿Está dispuesto a restablecer, con todas sus consecuencias,
la legalidad constitucional rota por el gobierno federal a favor de las
corporaciones transnacionales? Hasta ahora, durante 6 años, López
no ha dicho NADA, ni una declaración siquiera. Si hay congruencia,
debiera al menos pronunciarse públicamente. ¡No es mucho
pedir!
¿Legalización a transnacionales?
Si la legalidad constitucional no se reestablece, entonces,
¿qué procede? ¡Legalizar la ilegalidad! Las 600 transnacionales
y sus filiales que operan en México lo saben, aquí y en Bolivia.
“No voy a privatizar a Pemex” ha repetido López Obrador.
EXACTAMENTE lo mismo ha repetido Fox y, en los hechos, ya hemos perdido hasta
territorio, ahora es de las transnacionales.
¿Cómo legalizar
el atraco? Muy fácil, respetando la propiedad privada ya adquirida.
López no lo ha dicho pero, tampoco, ha dicho lo contrario. Debemos
recordar que, en las Cámaras de Diputados y de Senadores, el PRD tiene 2
iniciativas de leyes eléctricas, ambas PRIVATIZADORAS.
En el
Senado, la iniciativa de marras fue propuesta por el senador perredista Demetrio
Sodi, actual candidato al gobierno del DF por ¡el PAN! (sic). Sin embargo,
en ningún momento, el PRD ha tenido siquiera la higiene política
necesaria para retirar esa propuesta. ¿Porqué? Porque creen en la
privatización aunque, en el discurso, digan lo contrario. Hay claros y
evidentes mensajes de “certidumbre” a las transnacionales, Banco
Mundial y Fondo Monetario Internacional.
¿Podrá un
trabajador electricista jubilado, candidato de última hora a diputado por
el PRD, revertir la situación? No, podríamos apostar que hasta lo
podrían utilizar para promover una ley que legalice el atraco. Por
supuesto, sus promotores le llamarían ley nacionalista (sic) basada en
otorgar “autonomía” de gestión a las empresas del
sector, incluidos los charros sindicales. ¿O, se atrevería a
proponer la desaparición de la Comisión Reguladora de
Energía por atentar contra el interés nacional? o,
¿propondría la INTEGRACIÓN de la industria eléctrica
nacionalizada, la revocación de TODOS los permisos privados ilegales y la
RE-nacionalización energética?
¿Gobernar con el aparato del PRI?
López Obrador ha sido copado por expríistas, individuos
que sin ninguna militancia toman ya importantes decisiones. Es previsible que lo
mismo ocurriría con el gabinete de gobierno. Como presidente,
“designaría” a quien quiera en calidad de subordinados. En la
industria energética pondría expertos acríticos,
absurdamente convencidos de la falsa “autonomía de
gestión” como fórmula mágica para el sector, al
tiempo que mantienen las concesiones privadas y el fortalecimiento de aparatos
privatizadores como la anticonstitucional Comisión Reguladora de
Energía.
López dirá que son los mejores pero,
¿hay otros? ¡Los hay! Sin ir más lejos, nosotros lo
haríamos mejor que cualquier burócrata o experto del PRD o del
PRI. La razón es “sencilla”, nosotros tenemos Política
Energética Independiente, conocemos el proceso de trabajo porque ha sido
nuestro espacio, somos impulsores de la nacionalización y partidarios de
su culminación mediante la integración del proceso de trabajo,
hemos luchado consecuente e ininterrumpidamente por décadas y, por eso,
estamos en desacuerdo con la desnacionalización y la ilegalidad de las
transnacionales.
Propondríamos a la Nación, como lo hemos
hecho, la Re-nacionalización sin indemnización de las industrias
eléctrica, petrolera y del gas, también de las telecomunicaciones,
la radio y la televisión, entre otras. En breve, tenemos un Programa y
alternativas específicas. Por supuesto, López jamás
pondría la dirección de Pemex, CFE, LFC o la Sener en nuestras
manos. Tampoco estamos pidiendo nada ni luchamos por puestos públicos o
políticos. Pero, de que tenemos alternativas, y mejores, las
tenemos.
¿Impunidad al charrismo sindical?
En México NO puede haber NINGUN cambio de fondo coexistiendo con
el charrismo sindical. Sí López cree que podrá gobernar con
el charrismo se equivoca. Sus propuestas alternativas, y de sus asesores, en la
materia están “muy chafas”. La democracia cristiana que lo
asesora en materia sindical y laboral no pasa de las simples reivindicaciones
gremiales egoístas y de la llamada “libertad sindical”.
entendida como el derecho a hacer lo que quieran expresado en organizar
sindicatitos y sindicatillos, de simples gremios u oficios, dedicados solamente
a los aspectos laborales más elementales. ¿A ver, queremos ver que
esa política se aplique con éxito en la gran industria, Pemex, CFE
o Telmex, por ejemplo?
¿Nosotros podríamos hacerlo mejor?
¡Por supuesto! Lo primero que haríamos sería convocar a
elecciones generales en todos los sindicatos mediante el voto directo, universal
y secreto a puerta de fábrica, eliminar ipso facto a los miles de
sindicatos falsos actualmente tolerados por las autoridades laborales, promover
una nueva Ley Mexicana del Trabajo e incluir la reorganización industrial
para potenciar la integración de todos (son 20) los procesos de
trabajo fundamentales en el país otorgando el derecho a los trabajadores
a organizarse en 20 sindicatos nacionales de industria. ¿Lo
aceptaría López? ¡Ni loco que estuviera! podría
contestar, eso es obvio.
¿El beneficio de la duda?
Pero la candidatura de López no representa la Revolución
ni nada que se le parezca, podrían reclamar algunos intelectuales.
¡Ustedes quieren el socialismo! dirían. Que bueno fuera pero no es
para tanto. Hay que darle, entonces, a López Obrador el beneficio de la
duda, dicen acríticamente. ¿Cuál duda? Nosotros no tenemos
ninguna duda, es más, esa película ya la vimos y no nos
gusta.
¿Podríamos abstenernos? SÍ. ¿Es correcto
abstenerse? ¡No!, aunque se vale. En política hay que definirse
pero, la política no es un asunto maniqueo de blanco y negro. Sí
tuviéramos una alternativa organizada, participaríamos del proceso
electoral ¡para ganarlo! o para boicotearlo. Por el momento, no es el
caso.
Los trabajadores somos radicales pero no ilusos porque tenemos
alternativas propias. Tampoco somos sectarios. En la campaña de
López Obrador están activos muchos oportunistas y, también,
algunos compañeros que han compartido algunas luchas con nosotros.
Reconocemos su participación. En varios aspectos estamos en desacuerdo
pero, no descartamos a NINGUNA forma de lucha. Los procesos electorales son muy
limitados pero son una forma válida, probablemente no la mejor. Son la
forma, solo un medio.
López Obrador FOTO: M.L. Severiano en www.jornada.unam.mx
¿Votar o no votar?
¡Ese NO es dilema!. En México, el voto es un derecho no una
obligación y, los derechos, hay que ejercerlos. Si alguien anula el voto,
o vota por un candidato no registrado, también se puede; esos votos
tampoco serán contados. Si alguien no vota también está en
su derecho.
El voto en la democracia formal tiene escaso valor limitado
a la acción individual y anónima. En México, el voto
solamente sirve para encumbrar políticos de “medio pelo” que
una vez en los puestos hacen lo que quieren al margen de cualquier programa y de
la sociedad misma.
Sin embargo, somos partidarios de la
movilización social. Hace falta organizar el accionar colectivo, es una
necesidad, para desarrollar un programa y proyecto que no se limiten a la
coyuntura electoral. Los votos en México no son definitivos porque no
cuentan ni se cuentan, estamos aún lejos de la democracia, las elecciones
no resuelven los grandes y graves problemas del país. Nuestra lucha,
incluyendo a las bases del PRD, debe seguir adelante independientemente de los
resultados electorales para construir la organización social y
política que nos permita rescatar a México de las garras del
imperialismo.
Tercera estrella:
¡No al populismo neoliberal!
Crítica a la política de López
El movimiento social no es propiedad privada de
nadie. Nosotros también somos parte del movimiento social mexicano. Pero
no somos votantes anónimos, ni acríticos ni simples apoyadores.
Nuestra acción política incluye la crítica y la
oposición a la política de López.
Andrés
Manuel se siente cerca de la silla por la debilidad ajena: Madrazo y
Calderón dan pena. Pero los votos podrían no ser suficientes y las
decisiones finales se tomarán en las altas cúpulas.
El
abstencionismo sigue siendo mayoritario, las recientes elecciones locales en el
Estado de México (marzo de 2006) son ilustrativas: 60% de
abstención, un importante avance del PRD pero la mayoría la retuvo
el PRI. Para julio, todo apunta a un presidente de minoría y a un
legislativo dividido en tercios. Hay excelentes condiciones para el fraude y
maquillaje de los votos mediante resultados apretados, pero distribuidos, entre
los 3 partidos contendientes. Nadie gana todo, nadie pierde todo, dirán
los medios. Será la expresión de un México electoral y
políticamente dividido.
Nosotros no definiremos la votación, ni
impediremos el triunfo socialdemócrata, solo somos consecuentes y
apoyamos la lucha de una parte del pueblo de México. No vamos a quitarle
la ilusión a nadie, bien sabemos que de la experiencia algo se aprende y
que nadie aprende en cabeza ajena.
Preferimos una sociedad mexicana
actuante, así sea en lo mínimo, a una sociedad
políticamente muerta como hay varias en la Europa colapsada y en los
Estados Unidos. Después, pase lo que pase, seguiremos adelante,
militantes y combativos, como siempre, con nuestras propias banderas.