Los candidatos son parecidos pero no iguales
¿Populismo neoliberal?
La política de López Obrador se basa en la apariencia y la superficialidad.
No habría cambio en la política económica neoliberal sino simple adecuación.
La propiedad privada en manos de transnacionales NO se toca ni se discute.
Sin organización social, López gobernaría con el aparato burocrático del PRI.
Fox prometió changarros, López Obrador promete trabajo precario.
Movilización electoral ciudadana
La mayoría de mexicanos están alejados de la
política. Décadas de engaño, corrupción y fraudes
han decepcionado a la mayoría. Para los trabajadores ha sido peor. Los
sindicatos son de las pocas organizaciones sociales que existen pero,
allí no hay espacios para la participación, los charros sindicales
prohíben cualquier acción. En México, la política la
practican las cúpulas y, a esa importante actividad, la han corrompido
hasta el desprecio. La política se ha vuelto sinónimo de lo
peor.
Se ha dicho que los mexicanos somos muy aguantadores. Gobiernos
van y gobiernos vienen y, todos, han incrementado los agravios contra el pueblo,
se han enriquecido sin límite, han saqueado al país, hundiendo a
la mayoría en la pobreza y entregando el patrimonio colectivo social al
imperialismo. De la Revolución Mexicana, la de Flores Magón, Villa
y Zapata, no queda ni el discurso. Lo más importante: hemos perdido
capacidad de organización e intervención en la solución de
los asuntos nacionales y, por tanto, la capacidad de hacer
historia.
Tanto hemos perdido, tanto nos han quitado los sucesivos
gobiernos, tan grandes retrocesos ha habido que, actualmente, cualquier
candidato diferente al PRI o al PAN es “bueno”. Se trata, por
supuesto, de una reacción elemental que revela un nivel político
muy bajo. Pero, hay algo de verdad. El pueblo mexicano, en su mayoría, es
noble, sencillo y se deja llevar por la apariencia.
Muchos
políticos, educados en el priísmo, lo saben y se aprovechan,
algunos con gran habilidad. Durante las campañas electorales,
especialmente las presidenciales, mueven cielo, mar y tierra para atraer
votantes. Hacen concentraciones de masas que, numéricamente, dan la
impresión de una gran movilización. Todas tienen la misma
característica: es política de ciudadanos, la que no organiza ni
educa. PRI y PAN realizan movilizaciones “forzadas” y/o pagadas, que
llamamos de “acarreados”, aprovechándose de la pobreza e
incultura de nuestro pueblo. Esos políticos saben que los votos les son
útiles solo a ellos porque los votantes son anónimos.
Política de promesas e ilusiones
Prometer es muy fácil pero cuando los políticos “se
sientan en la silla” se olvidan de todo, se vuelven intocables, hacen lo
que quieren. Sobre todo, cuando sus campañas se realizaron sin programa
ni referencias políticas de ningún tipo. El extremo ha sido la
práctica política de 70 años del PRI, superado por el PAN
en tan solo 6 años.
Hacer obras es la promesa favorita de los
candidatos tradicionales. Luego, algunos ciudadanos hasta dicen
“robó pero al menos hizo obras”. Una vez, en un mitin de
campaña un candidato dijo: “¡Prometo que en este pueblo les
vamos a poner un puente!” (aplausos). Un campesino comentó: –
“Pero, ¿cómo un puente? si aquí no tenemos
río”. “¡También se los ponemos!”,
contestó el candidato de inmediato. ¡Ah bueno, pues a votar!
“La economía del país crecerá en más del 7 por
ciento”, repitió Fox muchas veces y su sexenio ha sido el peor con
un crecimiento promedio de casi 0 (cero) y ¡ninguna! obra.
Para los
participantes de la movilización electoral NO hay manera de reclamar.
“Yo no prometí eso” contestan todos, “nunca lo
dije”, agregan. A lo más que llegan es a decir, “las
condiciones cambiaron” pero “vamos avanzando”.
Hoy,
las campañas presidenciales están muy pobres. Políticamente
se nota que NO hay programa ni compromisos serios. Lo único que hay son
superficialidades y migajas. Desde luego, no se trata de creer en promesas sino
de construir colectivamente un proyecto social para la Nación. Pero,
eso, no interesa a ningún partido político. Entre los candidatos
presidenciales, López Obrador dice que tiene un proyecto (personal) de
Nación y “aventaja” a los candidatos del PRI (Madrazo) y del
PAN (Calderón) que ni a eso llegan. Estos últimos, ofrecen
más de lo mismo: privatizaciones, pobreza, sumisión al
imperialismo, corrupción y fraude.
¿Gobernabilidad para qué y para quién?
López Obrador, antes de ser candidato, insistía en sus
conferencias de prensa diarias “No afectar la figura presidencial”.
A Fox siempre se refería como “el ciudadano presidente”.
Cuando Fox trató en 2005 de “desaforar” a López para
impedir su candidatura, éste llamó a la movilización. 1
millón de mexicanos, en la capital del país, estuvimos presentes.
López fue enfático y reiterativo para impedir que las masas se
movilizaran. “Reuniones los fines de semana” en las plazas
públicas, fue una de sus propuestas; quería una masa silenciada.
Así son los mítines electorales. Los candidatos hablan, las masas
oyen, los candidatos les piden votar por ellos, algunos votan.
En este
escenario, López ha sido muy cuidadoso del discurso hacia los
“mercados” ofreciéndoles “gobernabilidad”. Con
mucha habilidad, foxy (astuto) le ha llamado la revista The
Economist, ha demostrado tener control sobre las masas de suyo socialmente
desorganizadas y sin ningún espacio para la participación. Ni
siquiera el PRD, su partido, tiene NINGUN espacio para la participación
de sus militantes. En el PRD deciden las mafias, autollamadas
“tribus”, los militantes no cuentan, los ciudadanos
menos.
Los gobiernos locales del PRD dan cuenta de lo anterior con
creces, incluyendo el propio gobierno capitalino de López Obrador. Ahora,
su campaña presidencial es ilustrativa. López NO toca a la
propiedad privada para nada, siendo que este sector es el principal responsable
de la miseria en que nos encontramos la mayoría de mexicanos. Los grandes
empresarios y comerciantes son los autores e impulsores del neoliberalismo, y
sus principales beneficiarios; también lo fueron durante el gobierno
local de López. ¿Dónde está el cambio? ¿Cómo es que López seguirá una política
económica distinta? ¿De qué política se trata?
AMLO un una conferencia de prensa
Epidemia priísta incurable
Al escuchar y/o leer las declaraciones de López “pareciera
que estamos oyendo al PRI”. No es para menos, López se ha rodeado
de priístas, algunos verdaderamente deleznables. López Obrador
mismo tuvo su formación política con el PRI en su estado natal,
habiendo sido funcionario del gobierno estatal. De manera que, el estilo de
López, es típicamente priísta. Entonces, en la presente
contienda electoral, es como si el PRI tuviera 2 candidatos, uno malo (Madrazo)
y otro bueno (López Obrador), ambos paisanos, los dos originarios de
Tabasco.
Después de 1968, luego de la matanza estudiantil en
Taltelolco por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, lo sucedió
“en la silla” Luis Echeverría, mismo que siendo secretario de
gobernación tuvo una responsabilidad directa en los hechos. Luego, como
presidente, de la República, Echeverría trató de
reconciliarse con los estudiantes: era imposible. Ante tanta crítica, una
vez dijo acre y perversamente: “La juventud es una enfermedad que se cura
con la edad”.
En varios casos tuvo razón y hasta se
quedó corto. Varios luchadores sociales no necesitaron envejecer
“para curarse” bañándose “oportunamente”
en las aguas sucias del Estado y su política, simplemente “se
pasaron del otro lado” y hasta se volvieron represores igual que su Jefe.
En 1976, los electricistas de la Tendencia Democrática fuimos
violentamente reprimidos, militar y políticamente, con motivo del intento
de una Huelga Eléctrica Nacional. Hoy, varios aliados de aquella
época no solo se hicieron priístas sino panistas. Uno de esos
enfermos graves es, nadamenos, que el vocero personal de
Fox.
Recientemente, en uno de sus mítines López Obrador,
que en 1968 andaba “haciendo méritos” en las juventudes
priístas con Roberto Madrazo, parafraseando a Echeverría (sin
mencionarlo) dijo en Saltillo, Coahuila, que “El priísmo es una
enfermedad que se cura con el tiempo” (Becerril A., Ramos L., en La
Jornada 18 feb 2006). Bueno, como médico, López Obrador
“no la hace”.
El priísmo es un mal incurable, ni a
López Obrador se le ha quitado. ¿Apoco ya se le quitó a
Camacho, a Núñez, a Cué y otros recién llegados al
PRD, ahora candidatos a diputados y senadores, que NO han tenido ni tiempo para
militar dentro del PRD? Esa “enfermedad” es incurable, porque es
política, y en el PRD ya es epidemia, un verdadero problema de salud
pública.
Política interior de apariencias
Conocedor “del sistema” como le llaman los priístas,
López Obrador se esfuerza en mostrarse “bueno”, se retrata
cargando bebés, asume el folklorismo de las regiones, solo le falta
montar a caballo. Esa es la apariencia borrosa y el manejo empresarial de
sus cuidadores de imagen.
López ha recorrido el país
haciéndose promoción personal, lleva años ocupando
páginas en los medios a través de sus conferencias de prensa
diarias. Pero, en ningún caso, ha habido un mínimo intento, ni
siquiera una propuesta, para organizar a su propio partido ni menos para
promover la organización social. Sabe bien que, las masas organizadas y
movilizadas independientemente “son veneno” para los
políticos tradicionales y, contra eso, No hay
antídoto.
Algunos de sus colaboradores ya han sido mencionados.
Las posiciones privilegiadas serán para Camacho; ya se empezó con
el apoyo otorgado por López a Marcelo Ebrard para ser el siguiente jefe
del GDF. Candidaturas importantes para legisladores serán para
expriístas. A Juan Ramón de la Fuente, actual rector de la
Universidad Nacional (JNAM), López “ya lo destapó”
para que se encargue de la política interna, seguramente en la
secretaría de gobernación.
De la Fuente es un
político muy cercano a Carlos Slim, el magnate privatizador que promueve
con otros empresarios y transnacionales el llamado Acuerdo de Chapultepec. De la
Fuente llegó a la UNAM siendo miembro del gabinete de Zedillo e
inmediatamente a la represión de la huelga estudiantil de 1999, y
ocupación policiaco-militar de la Universidad, que llevó a
más de mil estudiantes a la cárcel y a varios les arruinaron la
vida. Uno de sus primeros “aciertos” fue expulsar a los estudiantes
calificados de “ultras” y sostenerse con el apoyo del charrismo
sindical universitario.
¿De la Fuente, y el propio López,
procederán a desmantelar al charrismo sindical en México? ¡Ni
en sueños! ¿Entonces, como van a extirpar la corrupción y el
crimen organizado de las mafias? ¿Ya no habrá corporativismo?
Creerlo sería ilusionarse. López y De la Fuente gobernarían
apoyado en las viejas estructuras corporativas del Estado, incluyendo las
burocracias administrativas, sindicales, militares y policíacas. De eso,
además, López no ha dicho una sola palabra porque no piensa
cambiar nada.
Política exterior descolorida
“Mi política exterior será diferente” ha
declarado López comparándose con las barbaridades que ha hecho
Fox. Es posible. López seguramente reconoce que, de lo poco bueno que
hizo el PRI en 70 años fue seguir una política exterior más
o menos decorosa y de conveniencia coyuntural. Entre los aciertos, México
era la casa (casi propia, hasta el abuso en algunos casos) de miles de
latinoamericanos y de otros países que recibieron asilo; México
era solidario de algunas causas justas, especialmente de la Revolución
cubana. Hoy, eso no existe en el gobierno sí en el pueblo.
Sin
embargo, en la precampaña y en la campaña de López ha sido
notoria la ausencia de la palabra “Latinoamérica”,
esta palabra, la sola palabra, Ni siquiera la ha mencionado. MENOS
se ha pronunciado sobre ninguno de los problemas de la región ni sobre
los esfuerzos múltiples que realizan algunos pueblos y algunos gobiernos.
¿Cuál va a ser esa nueva política exterior?
Por
supuesto, es posible que las embajadas mexicanas se llenen de intelectuales
“útiles” para tomarse unas vacaciones pagadas de 6
años. Con eso, López se ganaría a muchos intelectuales y
aduladores. Desde luego, mal haría López en no sustituir a tantos
embajadores que, no solo no hacen nada sino que, promueven una imagen
“torcida” de México. López
“destapó” a su asesor, el escritor crítico del
comunismo José María Pérez Gay, para encargarse de la
política exterior. ¿Cuál será su programa? Nadie lo
sabe, lo que él quiera; para López, hasta ahora, el mundo no
existe.
¿Política económica antineoliberal?
Varias veces ha repetido López que su gobierno
“cambiará la actual política económica” y ha
dicho que “el neoliberalismo no ha funcionado”. ¡Bravo! Se oye
re’bonito. Cualquiera diría, ¿dónde firmo? Sin embargo,
“el gozo pronto se va al pozo”. En su proyecto” López
propone “el aprovechamiento de lo que la globalización nos
ofrece”. ¿Qué aprovechamiento? El típico de la
socialdemocracia: administrar al capitalismo, “derramar” algunas
migajas al populacho, que empresarios y transnacionales “roben pero no
tanto”, que los políticos “se porten bien” como el
nuevo presidente que ha prometido “austeridad
republicana”.
Pareciera que López y sus asesores no saben
que la globalización es solamente una palabreja para denominar la
política imperialista de dominación, política y
económica, a escala mundial. Esa política tiene como centro de la
estrategia la apropiación de la propiedad privada, por la vía que
sea, legal o militar o, simplemente, de facto, en los hechos, en la ilegalidad
total como ocurre en México.
Actualmente, las corporaciones
imperialistas Ya se apropiaron de UN TERCIO de la Patria equivalente tan solo en
la industria eléctrica nacionalizada. Otro tanto ocurre con el gas
natural. Pemex, por su parte, es una fuente de saqueo del poco petróleo
que queda en el país. 300 transnacionales eléctricas y otras 300
del gas dominan en estos sectores clave de la economía. No son los
únicos sectores. Las telecomunicaciones, los ferrocarriles, la radio y
televisión, la industria químico-farmacéutica, etc. SON
privadas y transnacionales.
¿La política de López, su
antineoliberalismo implica recuperar la propiedad colectiva social que ha sido
apropiada ilegalmente y opera en contra de la Constitución
Política del país? ¡DE NINGUNA MANERA! Eso es obvio, las
corporaciones son las que mandan, los socialdemócratas son simples
empleados. López, en los últimos 6 años ni siquiera ha
declarado, ni una simple declaración de prensa, que se opone a la
privatización eléctrica nacionalizada. Todos los días se
reúne con los medios pero, siempre, finge que no se acuerda ni
está enterado de este tema.
Mexicana con bandera nacional
Fox: changarros
López Obrador: trabajo precario
Fox, en su “brillante” política económica
repitió hasta el cansancio que habría un crecimiento
económico del 7 por ciento. Para apoyar sus dichos, impulsó como
“novedad” a los changarros. A cambio de las escrituras de su casa o
un aval confiable, otorgó miserables préstamos para “abrir
changarros”. De esta manera, los mexicanos se convertirían en
pequeños empresarios especializados en “hacer tacos”,
“vender gelatinas en la calle”, poner “tienditas” y
otros puestos callejeros. Hoy, con préstamo o sin préstamo, el
comercio ambulante callejero, el sector “informal” de la
economía como le llaman los econometristas, es mayoritario en el
país.
López repite insistente que va a cambiar esa
política económica y, ¿qué propone? Nada menos que, el
TRABAJO PRECARIO. En el sexenio de Fox, el empleo fue contenido, en su lugar
aumentó el desempleo, miles de trabajadores fuimos a la calle. Se ha
perdido tanto que, cuando López anuncia en Coyotepec que creará
“1 millón de empleos” en el primer año de su gobierno
con la reactivación de la industria de la construcción
(Méndez E. en La Jornada 7 mar 2006) hay quienes le aplauden,
“peor es nada” dicen. Trabajo es lo que necesitamos millones de
mexicanos, algunos de lo que sea. López, habilidoso, se ha percatado bien
de nuestra desesperación.
¿Cómo le hará
López para crear empleos? Impulsará la reactivación de la
industria de la construcción mediante obras públicas, ha dicho.
Desde luego, “habrá puentes” y no uno sino varios. No
habrá río porque en la capital hay carencia de agua y la promesa
podría prestarse a burlas. Pero López, de gira por Atizapán
de Zaragoza, ya prometió segundos pisos en el periférico de la
zona conurbada del Estado de México e, incluso, Metro por esos lugares
(Garduño R., en La Jornada 5 mar 2006). Lo mismo haría en
otras partes del país. Seguiría el modelo que le dio resultados y
popularidad en el GDF. Con ello aumentaría el caudal del río de
vehículos fortaleciendo el transporte privado, la contaminación
ambiental y la monstruosidad de la ciudad.
Se trata de muchos empleos
sí, TODOS precarios, es decir, MUY mal pagados (apenas el salario
mínimo); contratados por sindicatos charros; sin NINGUNA
protección social; sin medios de protección para el trabajo,
apenas un casco, ni siquiera ropa de trabajo ni calzado de seguridad; sin
ningún contrato de trabajo; simples empleos temporales y
¡Adiós! sin nada, al margen de la ley. ¡Ah!, pero eso
sí, todos esos empleos aparecerán en las estadísticas, en
las fotos y en las conferencias de prensa mañaneras.
Slim, empresario neoliberal y cínico
Para corroborar lo anterior, Carlos Slim, el tercer hombre más
rico del planeta (30 mil millones de dólares gracias a la
privatización de las telecomunicaciones en México) según la
revista Forbes, amigo cercano y promotor de López, ya
anunció que tiene “un catálogo” de 109 obras que son
necesarias. Se trata de los planes de los empresarios, los grandes contratistas,
siempre dispuestos a llevarse la mejor y mayor parte del pastel. ¡Que
habilidoso es el foxy! Con una misma propuesta, ilusiona a millones de
hambrientos y “ceba” a los poseedores del capital, la maquinaria y
la propiedad privada.
Simultáneamente a las declaraciones de
López, en reunión con la Unión Mexicana de Asociaciones de
Ingenieros (UMAI), integrados como sector al llamado Pacto de Chapultepec que
promueve Slim y otros grandes empresarios, el magnate privatizador
anunció la creación de un fondo de 100 millones de pesos
“para impulsar el estudio y análisis de factibilidad de un
catálogo de 109 obras prioritarias para el desarrollo del país y
romper con la ''inercia del subdesarrollo'' (Cardoso V., en La Jornada 8
mar 2006).
Al fondo se integrarían las empresas de Slim
así como Ingenieros Civiles Asociados (ICA) o Grupo Mexicano de
Desarrollo (GMD), agrupaciones y personas físicas, y “tendrá
una participación de 40 por ciento de contribuciones, en principio, de la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Petróleos Mexicanos,
la Comisión Federal de Electricidad y la Comisión Nacional del
Agua”, es decir del sector público.
Los participantes en
ese “fondo de obras prioritarias” son algunos de los más
connotados contratistas privados transnacionales, cuyo objetivo es el impulso de
supuestas obras prioritarias para el desarrollo nacional, “hasta alcanzar
una dinámica de inversión que llegue en promedio a 8 por ciento
del producto interno bruto (PIB) nacional, es decir, alrededor de 30 mil
millones de dólares anuales”.
A los pobres, trabajo
precario; a los ricos, insultantes ganancias. Si López cree que va a
gobernar “para las mayorías”, sus socios dicen lo contrario.
López ha dicho en los mítines que no será
“pelele” de nadie pero, Carlos Slim, parece el coordinador de
asesores de López en materia económica y social.
Política de ciudadanos y de cúpulas
Otras propuestas en materia social, como la ayuda económica a
las personas de la tercera edad son “loables” porque muchos viven de
milagro. Pero, López confunde la seguridad social con la caridad. De
hecho, la política de López Obrador es como la de Francisco I.
Madero (1910): sin contenido social.
En suma, la política de
López es muy simplista y es neoliberal. Lo es porque NO toca en lo
más mínimo ni las causas ni a los causantes del neoliberalismo.
Aprovechar las supuestas ventajas de la Globalización es un engaño
e, incluso, autoengaño, es guiarse por la superficialidad y la
apariencia.
¿López, Calderón y Madrazo, son lo mismo?
No, no son lo mismo, son parecidos pero no iguales. Los 3 son
neoliberales, los 3 serían subordinados del capital, los 3 se proponen
“administrar” jamás “cambiar” o
“transformar” al sistema social capitalista. Entonces,
¿qué los distingue?
Madrazo (PRI) y Calderón (PAN)
son muy brutos, ambos entreguistas al imperialismo confesos y torpes. No lo
decimos nosotros, ellos lo han demostrado por décadas. Ambos, tampoco son
iguales entre sí pero se parecen mucho, PRIAN les ha llamado
López. Lo grave es que PRI y PAN, coaligados, hacen mayoría. La
próxima legislatura, como la actual, estará dominada por esas
mafias y entorpecerían a López.
El candidato del PRD tiene
una diferencia importante con Madrazo y Calderón. Esa diferencia no es la
política económica pues, con matices, la de López
sería similar. La diferencia es que López ha logrado atraer una
base social importante. Esa base social no es suya, el PRD al momento sigue sin
tener estructura nacional ni presencia organizada en la mayoría de las
entidades del país.
Se trata de una base social
“prestada”, son algunos millones de mexicanos que no han perdido la
esperanza y se han ilusionado. Como No hay NINGUN otro espacio, las masas
utilizan el único que hay: el proceso electoral presidencial. Muchos ni
siquiera creen en las elecciones pero esperan que el pueblo “se
vuelque” en las urnas y que su “gallo” sepa defender el voto,
como si éste contara de verdad, creyendo que en México hay
democracia y el voto se respeta. Es realmente una participación muy
elemental porque, para ganar, se necesita ORGANIZAR PREVIAMENTE la batalla y la
victoria. Más aún, se necesita organizar al próximo
gobierno con base en un PROGRAMA mismo que es inexistente. De ganar,
López nombrará a quien quiera, o le impongan, para hacer lo que
quieran, o le impongan.
¿Hay otras opciones?
Electoralmente, para la presente contienda, NO hay opciones. Esa es la
triste realidad. “De lo perdido lo que aparezca” dice un dicho
mexicano. Bueno, en esas condiciones, el menos peor es López Obrador. Su
política NO es nacionalista, ES socialdemócrata con tintes
populistas y con fondo neoliberal. ¡Nada menos! Sin embargo, no le
podemos pedir peras al olmo y menos enojarnos porque no las da.
Hace
algunos años se repetía con frecuencia, en los medios de la
izquierda, un discurso maniqueo asegurando que los pueblos no se equivocan, son
sabios. Pero eso no es cierto, dos amargos ejemplos son la Nicaragua Sandinista
y la Europa oriental socialista dónde los pueblos se equivocaron de punta
a cabo. De manera que, los pueblos (así en general, la masa informe, la
multitud anónima) SÍ se equivocan pero, también es cierto
que los pueblos NO pueden esperar a que la vanguardia se organice, a que la
izquierda se ponga de acuerdo, a que EL PARTIDO surja espontáneamente, a
que la organización social se haga sola. En eso, procede una
crítica a todos los críticos; nosotros asumimos, en lo que nos
corresponde, la debida autocrítica.
Opciones sí las hay y
rebasan a cualquier contienda electorera. Las propuestas están contenidas
en el Programa Obrero que, en sucesivo batallar, hemos construido los
trabajadores en lucha, principalmente de la energía, en las
últimas 4 décadas. Los antecedentes incluyen una variedad de
luchas previas de los ferrocarrileros, electricistas, petroleros, maestros,
estudiantes, campesinos, colonos y grupos étnicos.
Gracias a esa
luchas, con altas y bajas, avances y retrocesos, pero sostenidas en las
más difíciles circunstancias hasta hoy, es que el Estado mexicano
promovió a principios de los 80s la llamada “reforma
política” para encauzar el descontento popular por la vía
parlamentaria y las elecciones controladas por el propio Estado. Hoy, los
partidos políticos, cuyas burocracias siempre han estado ausentes de
tales luchas, se aprovechan para sacarle partido a la susodicha reforma
política. Desde luego, no son la mejor, ni la única
opción.
El abstencionismo, por su parte, es un rechazo muy
elemental al degradante estado de cosas y es, además, contradictorio y
desmovilizador. En la presente contienda, sin embargo, así como no es
suficiente abstenerse tampoco lo es votar
acríticamente.
¿Qué nos falta más allá
del proceso electoral? Decidirnos para organizarnos social y
políticamente, en todo el país, y vencer no en las urnas sino en
los hechos, construir el poder popular no populista. Esa
construcción no se dice se hace. Pero, eso no se logra con unas
elecciones, se requiere mucho más.
Sería como darle vuelta
al tiempo circular de los mayas y, con más conocimientos y
experiencias, ubicarnos en una situación parecida a la de 1910 o antes,
en el preludio de la Revolución Mexicana, junto a Ricardo Flores
Magón, Francisco Villa y Emiliano Zapata.
¡Viva México!
Apoyo popular al
Peje López Obrador en la ciudad de México, en
la Marcha Silenciada de
2005 contra el intento fallido de desafuero
de Fox al exjefe del
GDF