Apoyado en muchos datos, analizando lo que otros no
quieren ver y con una firme actitud crítica, James Petras escribió
un artículo intitulado “Evo Morales y Bolivia: Gestos populistas y
fondo neoliberal” mismo que fue publicado en enero de 2006 en
www.rebelion.org y
www.lajiribilla.cu Petras critica el
“entusiasmo” de algunos intelectuales que apresurada y
superficialmente se suben al carro sin detenerse a mirar las realidades y
ofrecen solo una visión fragmentada. El sociólogo norteamericano
sugirió un escenario alternativo.
En el artículo se dice que
Evo “No nacionalizará las multinacionales del petróleo o del
gas sino que es probable que renegocie un aumento moderado de sus impuestos, y
“nacionalice” los minerales del
subsuelo, dejando que las
compañías los extraigan libremente, los transporten y
comercialicen. Promoverá tres variantes del capitalismo:
protección de las pequeñas y medianas empresas; invitación
a las inversiones extranjeras y financiación de las
compañías estatales de petróleo y minería como
socios menores de las multinacionales”.
Se menciona un ejemplo
revelador. “Antes incluso de tomar posesión, Morales ha dado luz
verde a la privatización de MUTUN, una de las mayores explotaciones
mineras del mundo (
Econoticias, 25 de diciembre de
2005)”.
Petras ha criticado a los “mal informados
admiradores” de Evo recordando que “no desempeñó papel
alguno en las insurrecciones de octubre de 2003 y de mayo-junio de
2005”.
A Petras, algunos de los aludidos (troskistas) lo han
descalificado llamándolo “stalinista”. Sin embargo, hay
hechos contundentes.
“En la campaña para las elecciones
presidenciales, la candidatura Morales-García-Linera (vicepresidente)
tuvo un “triple discurso”: para las masas urbanas y los sindicatos
hablaron de “socialismo andino”; para los indígenas de las
tierras altas lo hicieron de “capitalismo andino”; para los
dirigentes empresariales afirmaron que el socialismo no estaba previsto en su
programa antes de 50 ó 100 años. En reuniones privadas con el
embajador estadounidense, con los oligarcas bolivianos, con los banqueros y las
multinacionales, Morales y García Linera renunciaron a las intenciones de
nacionalizar y por el contrario anunciaron que las inversiones extranjeras
serían bienvenidas siempre que fueran “transparentes”. Por
transparente querían decir que las multinacionales pagaran sus impuestos
y no sobornaran a los encargados de su regulación. El mensaje para las
masas carecía de concreciones; los discursos para las elites
empresariales se sustentaba en compromisos
concretos”.
Pregunta James Petras en referencia al (los)
discurso(s) de Evo: “¿a qué política sirven esos gestos
y símbolos populistas? Su retórica anti-neoliberal no tiene
sentido alguno cuando invita a más inversores extranjeros a expoliar el
hierro, el gas, el petróleo, el magnesio y otras materias primas. No se
van a producir transformaciones sistemáticas si se mantienen las
privatizaciones ilegales, si se respetan las elites financieras y empresariales
de La Paz y Cochabamba y las oligarquías de Santa
Cruz”.
Culmina diciendo que “Desgraciadamente, la izquierda
continúa reaccionando ante los símbolos, las historias
míticas, la retórica política y los gestos, en lugar de
hacerlo ante el fondo programático, las experiencias históricas y
las políticas socio-económicas específicas”.