¿De qué unidad hablamos y para qué?
Unidad antimperialista
La lucha contra el neoliberalismo es antimperialista.
¿Propiedad privada o propiedad colectiva social?
¿Independencia de clase o colaboracionismo?
Ante la agresión generalizada, la respuesta generalizada.
Es necesario construir al Frente Antiimperialista.
El neoliberalismo es imperialismo
El imperialismo no es solamente una palabra
peyorativa, es ante todo una categoría política, económica
y filosófica. El imperialismo es la fusión del capital financiero
e industrial, fase superior del capitalismo le llamó Lenin. En tal
sentido, el neoliberalismo es solo el término utilizado para referirse a
la actual ofensiva del capitalismo contra el mundo.
Tan es así,
que las políticas neoliberales están basadas en la
apropiación privada de los medios de producción por la vía
legal o ilegal, con la aceptación de los pueblos o su explícito
rechazo, por la vía parlamentaria o mediante la guerra de
agresión. Se pretende usurpar el derecho de los pueblos sobre sus propios
recursos naturales, destruir el patrimonio colectivo social e imponer una nueva
esclavitud.
El neoliberalismo es la actual reestructuración
económica impuesta por los organismos financieros del capitalismo.
¡Privatización! de todo, principalmente de la infraestructura
básica, es la consigna. ¡Desintegrar los procesos de trabajo!
¡Enajenarlos! es la consecuencia práctica. Eliminar al contrario, al
proletariado, es el objetivo estratégico. Como la eliminación no
es posible, al menos se pretende el sometimiento pleno, suprimiendo la lucha
organizada de los trabajadores.
Anticapitalismo es antiimperialismo
La lucha contra el neoliberalismo es contra el
capitalismo, es decir, contra el imperialismo. Debe haber, entonces, coherencia
política y organizativa. La lucha anticapitalista no es solamente contra
los efectos que produce el neoliberalismo, sino contra el origen de esos
efectos, es decir, las causas.
La lucha contra el neoliberalismo
está definida, entonces, por la posición respecto de la propiedad
de los medios de producción. No se puede ser antineoliberal aceptando, al
mismo tiempo, las privatizaciones. Esa incoherencia es típica en
organizaciones pro-imperialistas, como la CIOSL. Con ello, pretenden enajenar la
voluntad de los trabajadores para ser sometidos por el capital.
Tampoco
se puede reducir la lucha contra el neoliberalismo a la simple
reivindicación de derechos sectoriales o de grupo. La lucha contra el
neoliberalismo tiene una dimensión social. Si no se considera así,
esa lucha carece de perspectivas porque, cualquier sector por importante que
sea, NO tiene posibilidades de enfrentar al neoliberalismo ni menos revertir sus
políticas. Más aún, la lucha rebasa las propias fronteras
nacionales.
Enfrentar al capitalismo significa desafiar a las
transnacionales con todo su poderío. Defender el patrimonio de los
pueblos representa formular políticas alternativas coherentes y viables,
en interés general de las Naciones. Esa tarea no la puede hacer
ningún sindicato o sector social aislado. Se requiere de la lucha
generalizada de los pueblos.
Organizar el Frente Antimperialista
El neoliberalismo tiene múltiples
expresiones en las diversas esferas sociales y culturales. Inherente al
capitalismo son las tendencias al fascismo, la pérdida de libertades, la
agresión militarista, la violencia y el crimen.
El fascismo fue
derrotado en 1945 pero ha vuelto a reaparecer en la agresión del
imperialismo contra los pueblos, en la guerra, la violencia de todo tipo y la
exclusión social.
Ante tantas calamidades, la lucha obrera
requiere adoptar un claro y definido carácter antiimperialista. Eso tiene
su expresión en la necesaria construcción de la
organización. La ofensiva neoliberal es generalizada, la invasión
de transnacionales tiende a cubrir el territorio completo de todos los
países. Hace falta, entonces, una respuesta igualmente
generalizada.
La lucha sindical aislada No tiene futuro, se precisa de
una estrategia mayor. El momento actual es de lucha antiimperialista. En varias
partes del mundo, especialmente en los países exsocialistas, casi NO
existe lucha pero, en otras partes, la lucha es intensa y decidida.
En la
medida en que, salvo excepciones, los trabajadores carecemos de nuestro propio
partido político, el Partido Obrero, se hace necesaria una
política de frente unido con los diversos sectores sociales para
enarbolar un Programa de Unidad que exprese las demandas más sentidas por
los trabajadores y los pueblos.
La expresión de esa lucha
antineoliberal, es decir, antiimperialista está en la consecuente
organización del Frente Antiimperialista, o Frente Unico, Frente Popular,
Frente de Liberación o Frente de Soberanía, en todas partes del
mundo. En ese Frente la presencia obrera es crucial para vertebrar el
movimiento. Dicho Frente debe arraigar en todo el territorio de cada país
y actuar concertadamente enarbolando las mismas banderas, ejerciendo acciones
simultaneas y múltiples.
El FTE de México expresa su solidaridad con los pueblos en lucha:
Cuba, Bolivia, Venezuela, Argentina, Ecuador, Perú,
Palestina, Irak y Afganistán, entre otros.