A. Díaz, S. Gómez, A. López-Millán, J. M. Pérez-Vázquez
La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) estalló la huelga por revisión salarial al no haberse logrado un acuerdo satisfactorio previo. Los Sobrecargos de Aeroméxico rechazaron la oferta de 8.5% de aumento salarial y estallaron la huelga al primer minuto del día 1 de junio de 2001, también por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo.
La empresa siempre mantuvo una posición intransigente reconociendo solo parcialmente el Pliego de Peticiones de ASSA. 1500 Sobrecargos, encabezados por la compañera Alejandra Barrales, fueron informados de la situación y decidieron estallar la huelga que es la tercera en cuatro años.
La actitud de la empresa fue calificada por los trabajadores como una abierta provocación. La participación de las autoridades laborales se consideró tardía. Entretanto, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) se manifestó de inmediato en solidaridad con los Sobrecargos afirmando que no volarían con personal que careciera de la acreditación y licencia correspondiente. En 1998 y en 2000, el gobierno aplicó la ilegal requisa para anular el derecho de huelga. De ocurrir nuevamente tal medida sería, por supuesto, inaceptable para todos los trabajadores mexicanos.
La huelga implica que 250 operaciones diarias en 48 destinos nacionales y 20 internacionales de Aeroméxico con una flota de más de 100 unidades, dejen de realizarse. La empresa ha señalado que se encuentra en crisis teniendo importantes pérdidas. Esa es una argumentación simplista para mantener la intransigencia.
El Frente de Trabajadores de la Energía apoyamos la huelga de los Sobrecargos de Aviación y nos solidarizamos con el movimiento. Exigimos del gobierno federal el respeto el derecho de huelga y que, empresa y autoridades, atiendan a las justas peticiones de los trabajadores de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación.
¡Viva la Huelga!
¡Viva la Unidad y Solidaridad!
Frente de Trabajadores de la Energía