D. Bahen, D. E. Cortés, A. Díaz, S. Gómez, P. Mariscal, J. M. Pérez-Vázquez

1. INTRODUCCION.

Las actividades energéticas de México están definidas en la Constitución Política del país. De acuerdo con ésta, corresponde a la Nación el dominio sobre los hicrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos, así como las diversas actividades del proceso de trabajo petrolero, es decir, exploración, explotación, refinación, transporte, petroquímica y comercialización; y, sobre todas las fases del proceso de trabajo eléctrico, a saber, la generación, transmisión, transformación, distribución y comercialización de energía eléctrica.

En el marco de la globalización capitalista neoliberal, se ha propuesto al gobierno federal la privatización de estas importantes industrias. El Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo y otros organismos financieros del imperialismo convinieron con los anteriores y actual regímenes políticos diversos mecanismos para permitir la entrada del capital privado, cuestión expresamente prohibida por la Constitución.

El anterior gobierno propuso a la Cámara de Senadores una iniciativa para modificar los artículos 27 y 28 constitucionales. Los trabajadores y pueblo de México nos hemos opuesto y tal iniciativa se encuentra detenida en el Senado. El actual gobierno, con una argumentación similar a la de Zedillo y Téllez, insiste en hacer modificaciones constitucionales regresivas con un diagnóstico carente de bases.

2. DESARROLLO.

2.1. Medidas Oficiales Ilegales.

Se han venido tomando una serie de medidas al margen de la legalidad que comprometen seriamente al patrimonio nacional.

Primero, por designación presidencial se integró ilegalmente a un Consejo de Administración en PEMEX que incorporó a connotados empresarios, mismos que son contratistas, proveedores y beneficiarios de la principal industria energética nacional. Después, mediante un decreto se creó un Consejo Consultivo externo, integrado al Consejo de Administración, formado por los mismos empresarios designados por Fox. Tal hecho, además de ilegal constituye una burla a los mexicanos.

Con relación a la industria eléctrica nacionalizada, se han otorgado numerosos contratos a inversionistas privados, nacionales y extranjeros, creándose a la fecha una industria eléctrica paralela privada.

También, mediante un decreto, el gobierno federal pretende otorgarle facultades a la iniciativa privada para comercializar la industria eléctrica que actualmente ya genera. Lo anterior se basa en las disposiciones indicadas en la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) modificada regresivamente en 1992 para permitir la inversión privada a través de las figuras de Producción Independiente, Cogeneración y Autoabastecimiento. Sin embargo, existen límites que ahora se pretenden liberar por el gobierno para permitir a los actuales generadores, que tienen la obligación de vender sus excedentes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para venderla directamente a los consumidores.

Asimismo, mediante un decreto se pretende otorgar permisos a los inversionistas privados para participar en la exploración y producción de gas natural no asociado al petróleo crudo. La medida es ilegal porque la constitución prohibe que en la materia se otorguen concesiones o contratos a los particulares.

2.2. El foxismo en la línea del Banco Mundial.

Al gobierno parece no interesarle el cumplimiento de ninguna ley, le importa cumplir los compromisos adquiridos con el gobierno norteamericano. Tan es así, que el mismo Fox ha declarado estar en completo acuerdo con lo señalado por el Banco Mundial que dirige la política económica nacional. Eso, es sabido, sólo que ahora hay una explícita confesión presidencial.

En este sentido, el gobierno ha estado comprometiendo los recursos energéticos de la Nación para atender los requerimientos crecientes de energía del mercado norteamericano. En ningún caso se ha tenido el acuerdo del Congreso de la Unión, sin embargo, se avanza con la negación oficial sobre algún acuerdo al respecto y, al mismo tiempo, la instrumentación de acciones para favorecer los acuerdos de integración energética hemisférica.

3. CONCLUSIONES.

El Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de México considera que debemos rechazar con energía las medidas del gobierno federal tendientes a la privatización de las industrias energéticas.

Estimamos que es preciso avanzar en el desarrollo de una Política Energética Independiente propia, de los trabajadores, independiente de las administraciones de las empresas y del gobierno. En esta política se definen las bases, criterios y planes que la integran. Tal política está en desarrollo y debe actualizarse constantemente. Es preciso levantar las banderas que expresan nuestras alternativas en materia de hidrocarburos, electricidad y energía nuclear. Se tienen varias ideas previas, así como propuestas específicas. En tanto se completa la alternativa, presentamos a la Asamblea del FTE las siguientes:

PROPUESTAS

1. El FTE se manifiesta en contra de la incorporación de empresarios al Consejo de Administración de PEMEX y en desacuerdo con el Consejo Consultivo espurio designado por Fox. Proponemos la integración de un verdadero Consejo Asesor de Pemex integrado por especialistas mexicanos y vigilado adecuadamente por la sociedad.
2. El FTE está en desacuerdo con el otorgamiento anticonstitucional de permisos a inversionistas privados para comercializar energía eléctrica, reservada en forma exclusiva al Estado.
3. El FTE está en contra del otorgamiento de concesiones y contratos para la exploración, explotación y producción de gas natural no asociado, por contravenir a la Constitución.
4. El FTE se manifiesta en contra de los acuerdos del gobierno federal para la integración energética con Norteamérica.
5. El FTE está en contra de cualquier intento de modificación a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales en materia de energía.
6. EL FTE propone una Política Energética Independiente expresada en las bases, criterios y propuestas específicas sobre hidrocarburos, electricidad y energía nuclear indicadas en el documento "Soberanía en Materia de Energía".
7. El FTE llama a los trabajadores de la energía y, en general, a los trabajadores y pueblo mexicano a movilizarse de manera amplia en defensa de las industrias y recursos energéticos de México.