D. Bahen, A. Díaz, P. Mariscal, S. Gómez, J. M. Pérez-Vázquez
1. INTRODUCCION.
El actual gobierno dio a conocer su Plan Nacional de Desarrollo (PND). Se trata de un nuevo rollo que, según algunos son simples buenas intenciones pero en realidad es una propuesta chafa que revela la carencia de un plan coherente de gobierno. Ni la iniciativa privada quedó satisfecha. De hecho, existen varias dudas y, entre otras cuestiones, se carece de los instrumentos necesarios para concretar los planteamientos.
El PND, sin embargo, contiene elementos de seria preocupación. En materia de energía se propone aceptar los lineamientos del Banco Mundial llevados al nivel de programa de gobierno. El gobierno federal asume así la anexión simulada de México a los Estados Unidos.
2. DESARROLLO.
2.1. Integración energética con Norteamérica.
"En el terreno de los energéticos, México participa en el ordenamiento de la oferta y la demanda en los mercados mundiales de energía. Se debe fortalecer la cooperación internacional para concretar acuerdos trilaterales energéticos con América del Norte en 2002, así como los socios del Plan Puebla Panamá (todos los países de América Central), a fin de integrar mercados energéticos regionales que faciliten el intercambio de energía eléctrica e hidrocarburos, y contribuyan al desarrollo económico del país..."
Lo anterior se indica en el Plan de Desarrollo que el gobierno foxista presentó el pasado 29 de mayo. La referencia corresponde a los dictados del Banco Mundial y a los lineamientos planteados por Bush en el programa de energía norteamericano.
Reiteradamente ha dicho el gobierno foxista que no existen acuerdos al respecto. La sociedad mexicana ha señalado que esos "acuerdos" o compromisos del Fox son unilaterales porque se hacen al margen del Congreso de la Unión. Pero, las acciones gubernamentales indican que se están creando las condiciones para esa posible integración de la industria energética de México al mercado norteamericano.
Las acciones que se siguen en Pemex tendientes al incremento de la producción de petróleo crudo, en una proporción muy superior a las necesidades nacionales que muestran las intenciones para extraer más petróleo para su consecuente exportación hacia los EEUU. Otro tanto se plantea en materia de gas y electricidad.
Las medidas administrativas foxistas, son anticonstitucionales y vulneran la soberanía nacional. Son, por lo mismo, inaceptables para los trabajadores y pueblo de México.
2.2. La Línea del Banco Mundial.
El Banco Mundial propone abrir las industrias eléctrica y petrolera al capital privado. Recomienda que las cuatro subsidiarias de Pemex sean convertidas en empresas independientes que operarían bajo las reglas vigentes para cualquier compañía privada e insiste en abrir la industria petrolera a inversionistas nacionales y extranjeros. El mismo esquema se propone en la industria eléctrica para dividir a la Comisión Federal de Electricidad en tres partes que atenderían funciones esenciales, a saber, generación, transmisión y distribución. En este caso, también se insiste en abrir la industria al capital privado.
El Banco se ha dedicado a expresar críticas diversas a Pemex y CFE, sin fundamentos válidos. Sin embargo, para Fox las recomendaciones son "estratégicas" y, por supuesto, está absurdamente convencido de las mismas.
3. CONCLUSIONES.
La Nación requiere de un verdadero Plan Nacional de Desarrollo y de un adecuado Programa Nacional de Energía. Al actual gobierno no le interesa ni lo uno ni lo otro. Su política está subordinada a los organismos financieros imperialistas. Por ello, es que, en materia de energía, adopta simplistamente los planes del gobierno norteamericano al margen de toda legalidad constitucional.
El gobierno federal, con esa política, afecta a todos los mexicanos al comprometer seriamente el patrimonio nacional, los recursos energéticos no renovables y el futuro de la Patria.
Se trata de un atentado a la Nación al promover cínicamente la anexión simulada de México a los Estados Unidos por la vía de sustraerle sus recursos energéticos.
PROPUESTAS
- El FTE rechaza en todos sus términos los planes de integración energética hemisférica auspiciados por el imperialismo y sus subordinados foxistas.
- Llamamos a los trabajadores de la energía y a todos los sectores nacionales a movilizarnos en contra de esta antinacional política del gobierno federal en turno.
