D. Cortés, A. Díaz, S. Gómez, P. Mariscal, J. Navarrete, J. M. Pérez-Vázquez
1. INTRODUCCION.
El Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) es un proyecto de los petroleros, electricistas y nucleares mexicanos en lucha por la democracia sindical y en defensa de las industrias energéticas de México.
El FTE está en construcción con base en sus principios y programa acordados por la Asamblea Constituyente del pasado 24 de febrero. Ahora, con motivo de la I Asamblea presentamos a los integrantes del Frente un conjunto de informes de actividades y diversas propuestas.
Se han realizado varias actividades convencidos de la urgente necesidad de la unidad de los trabajadores del sector para poder enfrentar con éxito las grandes tareas de nuestro movimiento. El FTE es parte de la lucha histórica del pueblo de México en defensa de su soberanía e independencia.
2. DESARROLLO.
2.1. Neoliberalismo Privatizador y Antiobrero.
El presente período se caracteriza por una enorme ofensiva del capitalismo en todos los ámbitos de la vida social, política, económica y cultural.
En el país no hay ningún cambio favorable para los trabajadores. El nuevo gobierno, utilizando los recursos públicos, hace uso de un discurso demagógico y publicitario pero carece de un plan coherente de gobierno.
El foxismo, al igual que sus antecesores, ha renunciado a gobernar para los mexicanos. Sus acciones están subordinadas a lo dispuesto por el imperialismo yanki. Todas las medidas que está proponiendo son adversas al pueblo en general.
Dos vertientes principales caracterizan a la política del gobierno neoliberal. Una, la expropiación de la propiedad social para su entrega al capital privado nacional y extranjero. Dos, la expropiación del salario y bienestar de los trabajadores favoreciendo a banqueros y grandes empresarios.
En el primer caso, se insiste con argumentos falaces en la privatización de las industrias eléctrica y petrolera. En el segundo, se proponen reformas laborales para suprimir las conquistas obreras, una reforma fiscal que pulverizaría los ya exiguos salarios y bajo nivel de vida de los mexicanos, un programa de austeridad con serias implicaciones para el empleo, y la entrega del sistema bancario y financiero al capital extranjero. En todos los casos, el gobierno federal está cínicamente "en línea" con lo dispuesto por el Banco Mundial y otros organismos financieros internacionales.
2.2. Política Energética Subordinada al Imperialismo.
La subordinación al imperialismo ha sido reconocida explícitamente por el gobierno. Por ello es que, sin ningún diagnóstico, con argumentos endebles, omitiendo deliberadamente las experiencias previas, sin reconocer las consecuencias de severas crisis como la de California, ni mucho menos el fracaso del modelo privatizador, se pretende modificar a la Constitución del país para privatizar a la industria eléctrica. Nada hay a favor de esta propuesta. Por el contrario, lo que existen son alternativas propuestas por diversos sectores para el desarrollo de la industria eléctrica nacionalizada sin tener que privatizarla.
En materia de hidrocarburos, el gobierno federal ha decidido unilateralmente, sin consultar al Congreso de la Unión, la anexión a los Estados Unidos por la vía de la integración energética hemisférica. Para el foxismo, la soberanía nacional es un asunto de negocios. Los recursos naturales son solo una mercancía. Esto tiene su expresión en los planes de Pemex para incrementar la producción, no para satisfacer las necesidades internas, sino para ampliar la plataforma de exportación, precisamente al mercado norteamericano.
Frente a esta situación, existen propuestas para el desarrollo integral de Pemex y de la industria eléctrica de México. Enormes esfuerzos se han realizado y esas propuestas de los trabajadores constituyen, ya, banderas a enarbolar por todos los mexicanos.
2.3. El Corporativismo está apoyado pero en declive.
El gobierno panista, como antes los prístas, son regímenes autoritarios y antidemocráticos. Como en las décadas pasadas, su fuerza reside en el apoyo mutuo con el charrismo sindical. Nada parece indicar que las tradicionales y corruptas relaciones de charros, gobierno y patrones tiendan a cambiar. En la mayoría de los sindicatos se siguen viviendo los mismos vicios, con la impunidad del charrismo y la complacencia de las autoridades.
La democratización sindical la lograremos los trabajadores, a partir de nuestras luchas históricas y del persistente batallar en todos los sectores obreros. Ya ahora mismo lo muestran el movimiento de los maestros, petroleros, electricistas y otros.
3. CONCLUSIONES.
Los trabajadores necesitamos forjar una sólida organización basada en un programa común y la unidad de acción. La lucha contra el charrismo sindical, contra las privatizaciones y, en general, contra el neoliberalismo no es posible culminarla con éxito en el aislamiento ni en la dispersión de las fuerzas. Es necesario un proceso de ruptura con el tradicionalismo y, a la vez, de construcción de nuevas alternativas.
PROPUESTAS
- El Frente de Trabajadores de la Energía se manifiesta en contra del neoliberalismo y sus adversas consecuencias para el pueblo de México. En consecuencia rechazamos las propuestas del gobierno federal en materia económica y social.
- Llamamos a todos los trabajadores mexicanos a la unidad de acción y la movilización conjunta. El FTE participará de todos los esfuerzos unitarios democráticos y convocamos a los trabajadores de la energía a fortalecer nuestra organización.
¡Este Puño Sí Se Ve! ¡Unidos Venceremos!
