Triunfo del gobierno sobre los trabajadores
Charros firman la privatización de la seguridad social en México
Cínica traición a los trabajadores del IMSS y sindicatos solidarios.
Los charros priístas del SNTSS contra el interés obrero.
¡Abajo el charrismo sindical en el SNTSS!
El 14 de octubre, apenas unas horas antes de concluir el
periodo para la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), el
gobierno se apuntó un sonado triunfo en contra del Sindicato Nacional de
Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) al imponerles, de manera inconstitucional
e ilegal, una reforma a su Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP). A
cambio de otorgar un incremento salarial del 4% y un 1.5 % en prestaciones. El
IMSS prometió, además, contratar de 65,000 a 70,000 nuevos
trabajadores en un plazo de entre 5 a 6 años.
La
“imposición” fue aceptada y firmada por los charros
sindicales en contra de la voluntad de los propios
trabajadores.
Ahora van por los electricistas, empleados públicos y universitarios
Al siguiente día de esta revisión, Francisco Javier Salazar
Sáenz, Secretario de Trabajo y Previsión Social advirtió
que “se modificarán todos los regímenes de jubilación
y pensión de los sindicatos del país, lo cual incluye a los
trabajadores al servicio del estado, de las empresas paraestatales
y dependencias públicas”.
Dicha modificación
tendría como propósito: “incrementar el tiempo
de servicios y la edad de jubilación de los trabajadores, reducir los
salarios con los que se pensionan y elevar las cuotas de la aportación de
los obreros a los fondos de jubilación”.
El
funcionario advirtió que los actuales sistemas de pensión son
obsoletos, “pues fueron diseñados para un perfil
demográfico que hoy ya no existe, cuando el número de aportantes
era 20 veces mayor o superior al de los
jubilados”.
Continuó diciendo este funcionario
neoliberal que “los sistemas tendrán que ir cambiando para
adecuarse a la nueva realidad demográfica y a las nuevas condiciones de
salud del país, como ya empezó a suceder con algunos sindicatos,
además del Seguro Social”.
Desde luego se trata de un
discurso manipulador y falso, el asunto no es demográfico sino de
política económica.
Que siempre sí había recursos
A su vez, desde Madrid,
España, durante una conferencia de prensa, Fox planteó que
“el acuerdo para reformar el sistema de pensiones de los trabajadores
del IMSS fue histórico” y anunció “la puesta en
marcha de un extraordinario plan de inversiones para mejorar el sistema de salud
público”.
Fox se mostró eufórico ante el
pacto “rubricado con el SNTSS” y a continuación
anunció “grandes inversiones inmediatas en infraestructura
médica, en equipamiento, de medicamentos y en calidad de servicio para
convertir al Instituto Mexicano del Seguro Social en una institución
ejemplar, de calidad total, de excelencia y al servicio de los trabajadores de
México” y finalizó diciendo que “nadie pierde
sus derechos ganados, los jubilados del Seguro Social conservan totalmente sus
derechos, igual todos los trabajadores que están en activo, y lo
único que esto hace es presentar un nuevo sistema de pensiones para
quienes van a integrarse en el futuro a trabajar dentro del Seguro
Social”.
Lo anterior es obvio pues las leyes no se aplican
retroactivamente. Sin embargo, el pacto firmado implica la aceptación
explícita de los charros a la privatización de la seguridad social
impulsada por el foxismo, de ahí su euforia y promesas FALSAS porque las
mencionadas inversiones (serán) inexistentes.
La “democracia sindical” según la UNT y el PRI
Por su parte el
Comité Ejecutivo Nacional del SNTSS, a través de un desplegado de
prensa publicado en el periódico La Jornada del día 16 de
octubre de 2005 y firmado por su Secretario General, el diputado priísta
Roberto Vega Galina, informó que su XLIV congreso
“aprobó” por 603 votos, de un total de 888 delegados
presentes que votaron, los términos de la revisión contractual
2005-2007. Esconde este “charro sindical” que dicha
aprobación, se llevó a cabo sin la más elemental
discusión y violentando su propio Estatuto, al más puro estilo de
los charros y en medio del profundo descontento de los trabajadores, reunidos en
las afueras del Centro de Convenciones de ese Sindicato.
La
discusión tampoco se produjo porque el tal Congreso fue espurio integrado
por delegados sometidos a la cúpula, no por delegados electos
democráticamente por los trabajadores. Esos delegados no votaron de
acuerdo al sentir de las bases sino por mandato de los
charros.
La muestra del retroceso sindical
En el desplegado de prensa, los charros informaron que
los trabajadores activos que reúnan los requisitos para tener derecho a
la jubilación, continuarán jubilándose a los 27 o 28
años de servicio. Cualquiera que sea su edad biológica,
seguirán con todos los beneficios del Régimen de Jubilaciones y
Pensiones y su aportación al financiamiento del mismo, aumentará
en un punto porcentual en el mes de octubre de cada año, hasta llegar al
10% (mientras su obligación contractual era de sólo aportar el
3%).
Los trabajadores que ingresen después del 15 de octubre
de este año, se jubilarán a los 34 años de servicio las
mujeres y a los 35 los varones, con una edad mínima de 60
años, con una cuantía máxima del 100% (antes era
del 130%) del último salario base como se integra en el Artículo 5
del RJP, y aportarán al fondo del RJP iniciando este año 2005 con
el 4%, el cual aumentará en 1% anualmente hasta llegar al 10%.
En
pocas palabras, se aumenta la edad y años de servicio para la
jubilación y, para ejercer ésta hay que comprarla. Es previsible,
como lo fue antes, que al llegar el momento de las siguientes jubilaciones
dirán “que hay un nuevo problema demográfico” y
modificarán otra vez el esquema de seguridad social. Eso en el
hipotético caso de un manejo honrado de los recursos. Lo más
probable es que, “los ahorros” vuelvan a desaparecer y luego, el
gobierno en turno, diga que NO hay recursos.
Mientras tanto, el Fox baila
de gusto porque los charros le obsequiaron más de lo que quería.
Según los mismos charros, ésa fue su propuesta, la que el Fox no
había podido imponer.
El Fox se complace con el charrismo porque
ni en Europa, no obstante que la socialdemocracia sindical es colaboracionista,
se ha retrocedido con tanta facilidad.
Los neoliberales son los trabajadores, según Vega Galina.
Las aportaciones al RJP,
por arriba del 3%, de los trabajadores en activo y las de los trabajadores de
nuevo ingreso, permitirán garantizar las condiciones de jubilación
de los aproximadamente 65,000 trabajadores de base que se habrán de
contratar en un programa que iniciará el próximo 17 de octubre.
Los que van a morir serán contratados. ¡Qué gran conquista!
Concluyó el desplegado charro señalando que “esta
revisión en la que el IMSS aceptó la propuesta aprobada por el LIX
Congreso Nacional Ordinario del SNTSS y ratificada por el XLIV Congreso
Nacional, demostró que la propuesta del Sindicato es la más
completa, viable y sustentable”.
Fantasilandia es poco, los
charros sindicales manipulan el discurso y se vuelven grotescos. Confiesan que,
ellos mismos (no los trabajadores) fueron quienes hicieron la propuesta.
Cínicamente se adornan escudándose en un falso Congreso.
La traición convertida en cinismo
Por su parte, el asesor jurídico del sindicato,
Arturo Alcalde Justiniani señaló que “la solución
del pasado viernes no fue de fondo ni es perfecta, y que el convenio en
sí mismo no da al instituto la viabilidad que requiere; sin embargo, cabe
destacar que con el acuerdo se dejó atrás la estrategia de jugarse
el todo por el todo y, de parte de la autoridad, quedó anulado el
objetivo de arrinconar y acabar con el sindicato”.
El
comentario de Alcalde no es cierto porque NUNCA se propusieron
“jugarse” absolutamente nada. La ÚNICA urgencia que
tenían era pactar la rendición que no habían podido
instrumentar por la protesta de las bases en todo el país. Pero, los
abogados del SNTSS tienen una ineludible responsabilidad. Tanto Alcalde como
Néstor de Buen (abogado patronal) mal asesoraron al sindicato. Su
estrategia legaloide basada en interponer amparos fracasó
estrepitosamente, exactamente como lo señalamos oportunamente. TODOS los
amparos los perdieron dejando, legalmente, la razón en manos del
contrario.
La inconstitucionalidad manifiesta de la reforma al RJP
Pero vayamos por partes, desde el
FTE afirmamos oportunamente que la reforma al Régimen de Pensiones y
Jubilaciones (RPJ) del CCT del SNTSS, es inconstitucional e ilegal.
También dijimos que los charros preparaban la traición y
así lo reiteramos dando seguimiento a sus acciones. Tan era previsible lo
que ahora ocurrió que, también oportunamente, formulamos una
propuesta llamada Sistema Mexicano de Salud y Seguridad Social (SIMSSS) para
enfrentar políticamente la agresión. Obviamente, nadie aprende en
cabeza ajena. Ahora los charros han caído en una nueva ilegalidad, cuyas
pruebas son las siguientes:
1.- En el Artículo 123
Constitucional, fracción XXVII, Inciso h, se establece que
“Serán nulas y no obligarán a los contrayentes, aunque se
expresen en el contrato: todas las demás estipulaciones que impliquen
renuncia de algún derecho consagrado a favor del obrero en las leyes de
protección y auxilio a los trabajadores”.
Es decir,
ningún charro sindical, NINGUNO, tiene facultades legales para pactar
condiciones de trabajo inferiores a las vigentes. Eso lo saben los abogados pero
hacen que “se les olvidó”, seguramente.
2.- En la Ley
Federal del Trabajo en su Artículo 3º se señala que
“No podrán establecerse distinciones entre los trabajadores
por motivo de raza, sexo, edad, credo religioso, doctrina política o
condición social”.
Con el pacto de los charros, se
establecen categorías diferentes teniendo como criterio la edad y el
sexo. Dicho pacto es violatorio de la ley.
3.- En misma Ley Federal del
Trabajo en el Artículo 5º, fracción XIII, se establece que
“Las disposiciones de esta ley son de orden público,
por lo que no producirá efecto legal, ni impedirá el
goce y el ejercicio de los derechos, sea escrita o verbal, la
estipulación que establezca: Renuncia por parte del trabajador de
cualquiera de los derechos o prerrogativas consignadas en las normas de
trabajo”.
Esto es, los derechos obreros son
IRRENUNCIABLES. Lo que han hecho los charros, desde hace casi 60 años, es
reducir las condiciones de trabajo en la total impunidad porque los trabajadores
aceptan pasivamente. Pero, esos hechos del charrismo son totalmente ilegales.
También lo saben sus abogados pero, éstos, prefieren disfrutar la
buena vida que les ofrece el charrismo y se les “olvida” la ley.
Los hechos son contundentes. La reforma al RJP del SNTSS, representa
una renuncia explícita a un derecho consagrado a favor del obrero en lo
que se refiere a su jubilación a los 27 años para las mujeres y a
los 28 años para los varones.
Por otra parte, se
está realizando una clara e inobjetable distinción entre los
trabajadores que ingresaron antes del 15 de octubre y los que ingresen
después de esa fecha.
Finalmente, en ausencia se
está obligando a los trabajadores a renunciar a los derechos y
prerrogativas consignadas en las normas de trabajo, que para los efectos
legales en orden jerárquico son: el Artículo 123
Constitucional y La Ley Federal del Trabajo en vigor.
Por lo
demás, queda claro que, a través de la reforma a una ley
secundaria, como lo es la Ley del Seguro Social, se han disminuido y suprimido
derechos y conquistas de los trabajadores, establecidas en una ley superior o
suprema como lo es nuestra Constitución Política, sentando un
precedente absolutamente negativo para la clase obrera, como lo hemos demostrado
varias veces (ver energía, periódico del FTE de
México).
Además, con dicha reforma se distorsiona
más la Ley Federal del Trabajo (que reglamenta al Artículo 123
Constitucional en lo relativo al trabajo) al restarle conquistas laborales ahora
al trabajador del IMSS y posteriormente al resto de los trabajadores, a
través de reformar una Ley que sólo debe reglamentar lo relativo a
la Seguridad Social (Fracción XXIX de dicho Artículo).
Los pretextos (ridículos) de los patrones y de la derecha neoliberal
Se ha pretextado, por empresarios y gobierno, que la totalidad de los sistemas o
regímenes de pensiones y jubilaciones se encuentran fuera de la realidad,
debido a que fueron diseñados para un perfil demográfico que hoy
ya no existe, puesto que la expectativa de vida de los mexicanos era de 60
años, cuando que para el momento actual estamos hablando de 80
años.
Pero la realidad es que se miente, y se hace de manera
grotesca y grosera, pues lo que verdaderamente se pretende es que sean los
trabajadores los que con su salario financien su propia jubilación, y se
libere de esa obligación legal y constitucional, al gobierno y a los
patrones. Es decir, se trata de profundas y estrictas razones
económicas para beneficio exclusivo del Capital, y en detrimento de los
trabajadores. Desde luego, cubiertas con el ropaje de “argumentos
demográficos y de eficiencia de la seguridad social” como
patéticamente lo expuso el Secretario del Trabajo en turno.
El charrismo sindical, instrumento de los patrones y del neoliberalismo
La política que realiza el Comité Ejecutivo Nacional del SNTSS, por
Roberto Vega Galina y el resto de los charros de la Unión Nacional de
Trabajadores (UNT) deja suficientemente claras las cosas aún para quienes
no creían. Los charros son cómplices de los planes neoliberales
para imponer las Reformas Estructurales. Hace apenas algunas semanas, Francisco
Hernández Juárez, Secretario General del Sindicato de Telefonistas
de la República Mexicana (STRM), declaró en la reciente
Convención Nacional de ese sindicato, y posteriormente a la prensa
nacional, que se encontraba en plena disposición de discutir con Telmex,
la posibilidad de negociar la reforma a su cláusula de jubilación;
ahora Roberto Vega del SNTSS pacta su propia reforma.
Pero hay algo
peor, Hernández Juárez No está dispuesto a pactar en una
acción futura, YA PACTÓ, hace años que en Teléfonos
de México se privatizó la seguridad social. Lo que ahora se
critica a Galina, antes lo hizo Hernández
Juárez.
Recientemente, ambos suscribieron “La
Declaración de Querétaro” durante la realización del
llamado II Dialogo Nacional. Pero, ahora, sin el menor pudor, violaron y
violentaron lo acordado apenas en febrero próximo pasado, y que en su
punto 4 establece que “El Diálogo ratifica su rechazo
absoluto a las llamadas “reformas estructurales” en seguridad
social, electricidad, petróleo, educación y en materia laboral,
por considerarlas lesivas a los derechos del pueblo y contrarias a la
soberanía de la nación”.
Lo anterior quiere
decir, simplemente, que los acuerdos tomados eran simple hipocresía. Es
decir, esos “Diálogos” no sirvieron de NADA. Sus promotores
debían hacerse la correspondiente autocrítica, porque hicieron un
gran esfuerzo para invitar y complacer al charrismo, mientras otras
organizaciones obreras consecuentes fueron, explícitamente,
ignoradas.
El FTE lo advirtió a tiempo y ahora lo reiteramos. El
tal Frentote NO sirvió de NADA, bueno, estuvo peor: sirvió para la
traición del charrismo. El programa “mínimo no
negociable” resulto “supermínimo y SÍ
negociable”. Era previsible. Si queda tantita dignidad lo menos que
habría que hacer es salirse de esa
entelequia.
Necesaria respuesta obrera, ¡Abajo los charros!
Ahora corresponde a todos los
trabajadores, realizar nuestro propio balance y sacar las necesarias
conclusiones, así como un plan de acción de largo y corto plazo,
para enfrentar la furiosa embestida de las fuerzas neoliberales.
Esto
pasa por reconsiderar la política de unidad y alianzas, sobretodo con las
direcciones charras de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT). Ante esta
nueva embestida privatizadora, promovida ahora por los grupos de millonarios
empresarios neoliberales junto a los burócratas sindicales
cómplices, en su “Acuerdo para la Unidad, el Estado de Derecho, el
Desarrollo, la Inversión y el Empleo”, los trabajadores mexicanos
tenemos la necesidad de profundizar nuestra propia
organización.
Lo primero que sugerimos es olvidarse del Frentote y
los Diálogos con charros. Más aún, la tarea inmediata de
los compañeros del IMSS es la que hemos propuesto con anterioridad. Con
el charrismo encima NO hay futuro. Lo que hay que hacer es tirar a los charros,
a nivel nacional y seccional. Se trata de rescatar al SNTSS, por los propios
trabajadores.
En el SNTSS hay descontento y debe haber mucha
vergüenza. Sin embargo, eso no basta. Lo que urge es desarrollar la
organización nacional, y en todas las secciones, para
“tronar” a los charros. No será fácil. Después
de la traición, empresarios y gobierno apoyarán más
decididamente al charrismo porque comparten intereses recíprocos. Pero
tirar al charrismo es una NECESIDAD.
Desde luego que organizar una
alternativa sindical en el SNTSS es un importante punto de acuerdo pero es
necesario ir más a fondo. Es decir, se requiere un Programa
Obrero, como el propuesto por el FTE de México.
Este programa
es NECESARIO para derrotar al charrismo y reorganizar al movimiento obrero, para
la defensa y recuperación de nuestros recursos naturales y
energéticos, de nuestros derechos sociales y de clase; para la
reivindicación de la soberanía nacional y en contra del
Capital.
Derrotar al charrismo NO es tarea de un solo sindicato porque,
sencillamente, así NO se puede. Necesitamos desarrollar un movimiento
generalizado en todos los sectores.
A pesar de tantos retrocesos,
todavía estamos a tiempo. Las siguientes víctimas serán los
trabajadores del ISSSTE, esto incluirá a los universitarios cuyos charros
(también afiliados a la UNT) pactarán la traición. Luego,
serán afectados los electricistas del SUTERM y petroleros del STPRM. Es
el momento de energizarse. A electricistas y petroleros democráticos les
reiteramos el llamado a integrarse combativamente con el FTE de México.
La UNT dice una cosa y hace lo contrario