Pemex en quiebra técnica
El espurio director de Pemex, Luis Ramírez Corzo, lo ha venido
diciendo, incluso lo anunció para 2005. El hecho ya está
consumado. La deuda de Pemex llegó a 96 mil 600 millones de
dólares. Esto representa el 98.7% del valor de los activos de la empresa
de los mexicanos.
Fox está aun paso de cumplir sus promesas. Tanto
se ha endeudado a Pemex que está a punto de la quiebra. Peor aún,
la deuda sigue aumentando.
En un informe sobre su situación
financiera y operativa enviado por Pemex a los inversionistas nacionales y
extranjeros (Rodríguez I., Zúñiga J.A., Cardoso V., en
La Jornada 31 oct 2005) se indica una situación
catastrófica.
Pemex ha venido aumentando las plataformas de
producción y exportación de petróleo crudo como nunca en la
historia de México. Se han dilapidado amplios volúmenes de las
reservas probadas, sin reponerlas adecuadamente. Vendiendo, todas las calidades
de crudos que oferta, a los precios más bajos del mercado internacional
ha obtenido, sin embargo, cuantiosas utilidades.
Pemex argumenta que,
efectivamente, son altos sus ingresos operativos pero, reporta pérdidas.
Eso se debe, a que entrega a la secretaría de Hacienda enormes recursos
por concepto de aprovechamientos e impuestos, en cantidades tales que superan a
sus ganancias. Además, Pemex destina muchos recursos para pagar los
intereses de su cuantiosa deuda.
Este es el resultado de una
Política petrolera ERRÓNEA desde hace al menos 30 años.
Pero, en el gobierno de Fox, la situación ha llegado a extremos
intolerables. Todos los años de su gestión Pemex ha venido
reportando pérdidas netas. En la coyuntura reciente de elevación
de los petroprecios, la industria petrolera mexicana ha roto récord de
ingresos a nivel mundial. Pero, el balance es negativo.
Obviamente, eso
es, precisamente, lo que quieren Fox y Corzo. Presentar la catástrofe
para culminar sus planes. Estos son, entregar Pemex al capital privado
extranjero o destruir a la paraestatal por la vía de la quiebra. En ambos
casos, los beneficiarios serían los mismos capitalistas acreedores de la
paraestatal. De hecho, Pemex al deber lo que vale, ya no nos pertenece. Producir
irracionalmente, día y noche, y exportar a Norteamérica, no sirve
de nada al pueblo de México.
Ante tan grave situación, los
petroleros mexicanos cometemos un error gravísimo que podría tener
consecuencias irreversibles. En vez de luchar, como lo hacen los electricistas
del SME, seguimos dormidos esperando a que el charrismo se caiga solo lo cual
NUNCA ocurrirá. Esto es muy peligroso, cuando despertemos Pemex
podría ya no existir.
Contratos de LFC para General Electric
La norteamericana General Electric International México, la
británica Rolls Royce Energy, así como Pratt and Whitney Power
Systems y Turbinas Solar presentaron ofertas en la licitación de 14
proyectos de generación eléctrica para el Valle de
México.
La ganadora fue General Electric que presentó
“costos de generación a largo plazo en promedio más bajos,
que incluían la inversión inicial en construcción y los
costos de operación y mantenimiento durante la vida de los
proyectos” (BNamericas.com, 17 oct 2005).
Los proyectos
están destinados a generar energía eléctrica mediante
pequeñas unidades a base de gas natural, con una potencia total de 32 Mw.
De los proyectos, 5 serán en el Distrito Federal y 9 en el Estado de
México. Al parecer, Luz y Fuerza del Centro (LFC) ha firmado un contrato
con Petróleos Mexicanos (Pemex) para el suministro del gas.
A la
fecha, se había quedado en los “históricos” 857 Mw de
capacidad instalada. Ahora habrá un incremento supermínimo (3.7%).
Mientras, a las transnacionales se les otorgan más de 1 mil Mw de
capacidad eléctrica instalada en 1 (uno) solo proyecto. Es el caso, por
ejemplo, de Iberdrola de España.
Muy bien que LFC aumente su
capacidad de generación. Sin embargo, sigue pendiente el problema de
fondo. Este no es otro que la INTEGRACIÓN de la industria
eléctrica nacionalizada. La industria integrada ha de ser la responsable
de construir, operar y mantener a TODAS las centrales eléctricas
generadoras, y realizar la transmisión y distribución en TODO el
país.
En la región central, son más de 5 millones
los usuarios. Con 32 Mw de potencia adicional, LFC seguirá comprando la
mayor parte de la energía a la Comisión Federal de Electricidad
(CFE), asimismo revendedora, y no se descartan las mismas transnacionales.