Transnacionalización de la industria energética mexicana
Energía transnacionalizada
Petróleo: fin de las reservas y destrucción de la petroquímica.
Empresas privadas extranjeras controlan el 80% de la producción de petroquímicos.
Tamaulipas convertido en nodo energético de las transnacionales.
Aumenta la importación de gas natural y la concesión de permisos privados.
El FTE de México propone: ¡Nacionalización!, ¡Expropiación sin indemnización!
Programas de gobierno = simple mercadotecnia
El pasado 1º de septiembre Fox “informó” a la
nación mexicana las “envidiables” cifras
macroeconómicas de su gobierno: control de la inflación, mayor
inversión (extranjera), pago de deuda, etc. Ante el reclamo por el
aumento de la pobreza, Fox dijo que, en su gobierno, “6 de cada 10 pesos
del presupuesto del gasto programable van dirigidos al desarrollo humano y
social”, hecho totalmente falso.La política económica de Fox
es un éxito, sí, pero del neoliberalismo considerando que hoy la
nación mexicana está más sometida a los intereses del gran
capital, convertido en el eje del proceso social del país.
Este
año, a la evidente agudización de la crisis económica, Fox
opuso su catálogo de "programas cocacola", que no son más que el
recuento de las campañas mercadotécnicas que implantó en
los pasados cinco años; mismos que opacó días
después, con la presentación del proyecto de presupuesto para el
último año de su gobierno, en el cual prevé destinar
más recursos al pago de deuda que a cualquiera de sus programas
asistencialistas (“Oportunidades”, o el propio “Seguro
Popular” incluidos).
La contradicción foxista más
marcada es, precisamente, en el campo a donde dice haber destinado gran
número de “programas” a cual más descabellado como
irrealizable. Uno llamado “Certificación de Derechos Ejidales y
Titulación de Solares Urbanos” es desmentido por otro denominado
“Joven Emprendedor Rural” (el primero para garantizar la propiedad
de la tierra y el otro para re-comprarla o alquilarla). Otros son:
"Microregiones" e "Infraestructura Básica para la Atención de
Pueblos Indígenas" (ambos para manipular asistencialmente a las
comunidades indígenas); o "Hábitat", para partidizar la
dotación de servicios básicos a zonas marginadas.Pero es en el
tema energético, descrito en el Anexo del V Informe, donde Fox evidencia
el “éxito” de su política neoliberal. Esta vez, hasta
la propia derecha le reprochó su incumplimiento, ya que “en cinco
años no fue capaz de realizar las reformas estructurales y ni siquiera
completó las obras más importantes” (el llamado
“megaproyecto” petroquímico El Fénix; la
modernización del sistema de refinación; y la tristemente
célebre presa hidroeléctrica La Parota, en Guerrero).
Petroquímica y el impacto de la privatización furtiva de Pemex.
El impacto de las
políticas industriales y las estrategias de desarrollo regional de los
años 60, así como la adopción del modelo neoliberal a
partir de los 80, dieron por resultado el establecimiento de “polos de
desarrollo” caracterizados por el suministro barato y garantizado de
materias primas. Para ello se establecieron centros de procesamiento y
distribución de energéticos que, en línea con la estrategia
de fomento a las exportaciones, tuvieran amplio acceso a los principales
mercados locales e internacionales.
Dichos polos se convirtieron en
regiones estratégicas, áreas de mayor potencial altamente
atractivas para la inversión privada (al capital financiero e
industrial). Tal fue el caso del estado de Tamaulipas, por su privilegiada
situación geográfica en el Golfo de México, así como
su cercanía a diversos centros de producción, procesamiento y
distribución, concentrados en solo tres municipios (Tampico, Ciudad
Madero y Altamira); además de su propio desarrollo económico,
históricamente dependiente del petróleo, en toda la cadena
productiva.
No obstante, si algo ejemplifica Tamaulipas hoy, es la voraz
y peligrosa apropiación privada de los hidrocarburos, incluidos los
derivados de su proceso. Particularmente la industria petroquímica, hoy
inconstitucionalmente en manos privadas (por la contra-reforma salinista de
1995-96 a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo
del Petróleo). Tamaulipas es hoy “la región con la
inversión privada concentrada más alta de compañías
petroquímicas y químicas en México” [Martínez
N.,
Oil policies and privatization strategies in Mexico: implications for the
petrochemical sector and its production spaces, Instituto de
Geografía-UNAM,
Energy
Policy 32, Elsevier, 2004].
Lo anterior sucedió luego de la
citada contra-reforma, con la cual, Pemex conservó únicamente el
control de la llamada petroquímica básica, con solo seis plantas
refinadoras importantes, que cubren la primera fase de la transformación
industrial de los hidrocarburos. 36 de los 72 productos petroquímicos
básicos reservados originalmente a la explotación exclusiva del
estado fueron excluidos por decreto (reclasificados como
“no-básicos”) y entregados (“liberados”) al
mercado, autorizando incluso a las empresas privadas a importar aquellos que en
su caso la empresa estatal Pemex no pudiera suministrar “oportunamente y a
precios competitivos”.
Actualmente Pemex conserva el control sobre
la producción de únicamente 9 productos que el capital privado no
tuvo interés en comprar. El resto, la “petroquímica
no-básica”, forma la verdadera industria petroquímica
“mexicana”, que incluye todos los productos petroquímicos
excluidos al control de Pemex, para lo cual la paraestatal se
“reestructuró” en siete compañías y tres
unidades petroquímicas “subsidiarias”, responsables de
suministrar los insumos necesarios a más de 260 empresas privadas, que en
conjunto representan el 83% del total de la producción.
Aunque su
producción de crudo es mucho menos significativa que la de Campeche o
Tabasco (incluso que la de Veracruz y Chiapas), Tamaulipas cuenta con dos de las
plantas refinadoras más importantes de México,
Francisco I.
Madero y
Cadereyta, planeadas para abastecer el Norte y Centro del
País --región que en total genera el 64% del Producto Interno
Bruto nacional--, así como al Norte del Golfo de México a
través de la Red Nacional de Ductos. La reestructuración de Pemex
en Tamaulipas propició, además, el desarrollo de Altamira centro
procesador dotado de toda la infraestructura para convertirse en un nodo
energético (en este caso de gas natural), industrial y manufacturero:
puerto de altura (privado), “corredor petroquímico” y parque
industrial
No obstante, la reestructuración comenzó con el
cierre y desmantelamiento de las refinerías Cadereyta y Madero (con la
esperanza de privatizarlas), para luego “reconfigurarlas” a enorme
costo, ante la falta de interés de los capitalistas que prefirieron
invertir en el sector “liberado”. Actualmente empresas como Dupont,
Hules Mexicanos, Novaquim, Petrocel, Nhumo, Policyd, Negromex, Primex, Finacril,
GE Plastics, Indelpro, Basf, Polioles, PPG Industries, M & G, Temex,
Altaresin, Quimar, Hércules Fibras, Química Fluor, Alfa Celulosa,
pertenecientes a grandes grupos financieros nacionales y a las principales
transnacionales, concentran la producción de buena parte de los
petroquímicos que se producen en el país, 80% de la cual se
exporta, mientras México importa otros productos necesarios para su
consumo local.
Corporaciones energéticas y petroquímicas en Tamaulipas
|
Compañías en el puerto de
Altamira: (π)
1. Primex
2. Papeles del Golfo
3. Basf - Polioles
4. Finderil
5. G.E. Plastics
6. Finacril
7. PPG Industries
8. Minera María
9. CCC Altamira III y IV
10. CCC Altamira V y VI
11. Mitsubishi
12. CFE Subestación
Compañías en el corredor
petroquímico
1. Dupont
2. Cryoinfra
3. Nhumo
4. Uniroyal Chemical
5. Maseca
6. Enertek (Ahora Iberdrola)
7. Petrocel-Temex
8. Indelpro
9. Pecten-Poliéster (Shell)
10. Dyatext
11. Guilford Mills
12. Negromex
13. Policyd
14. McMillan
Basado en datos
del INEGI (1982) |
Fuente:
Martínez N., “Oil policies and privatization strategies in
Mexico: implications
for the
petrochemical sector and its production spaces”,
IG-UNAM,
Energy Policy
32, Elsevier, 2004.
Estos grupos (a través de sus empresas) acaparan además
permisos de generación eléctrica por un total de 4,798 Mw. Seis de
los 17 Productores Independientes (PIE) del país están aposentados
en esa región. En Tamaulipas se asienta un importante centro para el
comercio de gas natural licuado, además de la producción nacional,
por lo cual las principales transnacionales disputaron la posesión de una
planta regasificadora que se construye en la entidad para procesar gas
importado, así como de una importante red de distribución a base
de permisos para Transporte y Distribución del
energético.
Como en el caso de la generación
eléctrica, la supuesta competencia (subsidiada en el caso del capital
privado mediante insumos de bajo costo y exenciones fiscales) provocó el
cierre de diversas plantas petroquímicas y una mayor dependencia de
refinados del extranjero.
Para reactivar la industria petroquímica
y reducir importaciones, Fox propuso construir un complejo petroquímico
en alianza con el sector privado para elaborar, entre otros productos, 1,5
millones de toneladas de etileno. Sin embargo, el llamado Proyecto Fénix
“quebró” antes de alzar el vuelo porque los inversionistas
deseaban, además de los bajos salarios (disponibles en México,
como en cualquier otro país subdesarrollado), que se les entregaran los
insumos más baratos (hidrocarburos, energía, instalaciones, etc.)
y, por supuesto, la garantía absoluta de su
inversión.Inútil mencionar que, ante tal poder de
acumulación del capital por la sumisión del Estado y su
política neoliberal, las ventajas del dicho modelo “de
desarrollo” no se traducen en mejores condiciones de vida y trabajo para
los tamaulipecos, ya que predomina el paradigma de la competencia salvaje, con
su oferta de empleo precario.
GAS
NATURAL
En cuanto al gas natural, éste sigue
importándose a razón de 609.5 millones de pies cúbicos
diarios (Mmpcd). Pese a ello (o tal vez por ello), este energético
representa un redituable negocio para los privados, asegurado mediante permisos
de transporte y distribución otorgados por la Comisión Reguladora
de Energía (CRE).
Solo este año, dicha Comisión ha
otorgado 5 permisos que se suman a los 21 ya existentes. La red privada
--poseída y operada por particulares-- tiene actualmente una longitud de
2,273 Km de ductos con lo cual el 20.1% de la infraestructura de transporte de
gas natural del país es privada.
Para transporte (usos propios),
la CRE ha otorgado 108 permisos, de los cuales 8 son para CFE (centrales Tuxpan,
San Lorenzo, Valle de México, El Sauz, Hermosillo, Río Bravo,
Pesquería, y Chihuahua). Los generadores privados tienen otros 9:
Electricidad Aguila de Altamira, Electricidad Aguila de Tuxpan, Energía
Azteca VIII, Fuerza y Energía de Hermosillo, Fuerza y Energía de
Tuxpan, Iberdrola Energía Altamira, Iberdrola Energía La Laguna,
Central Saltillo, y TransAlta Chihuahua.
Algunas filiales de las transnacionales que invaden a México
Concesionario |
Zona
geográfica |
Cía. Mexicana de Gas, S.A. de
C.V. (Grupo DIAVAZ) |
Monterrey |
Piedras Negras |
Comercializadora Metrogas, S.A. de C.V.
|
Distrito Federal |
Consorcio Mexi-Gas, S.A. de C.V.
(Gaz de France, Francia) |
Valle Cuautitlán-Texcoco |
DGN ó Distribuidora de Gas Natural
(Grupo DIAVAZ) |
Chihuahua |
Mexicali |
La Laguna-Durango |
Cananea |
Querétaro |
Guadalajara |
Gas Natural
(España) |
Ciudad Juárez |
Hermosillo |
Río Pánuco |
Bajío Norte |
El Bajío |
Monterrey |
Nuevo Laredo |
Saltillo-Ramos Arizpe-Arteaga |
Toluca |
NATGASMEX, S. A. de C.V.
(Gaz de France, Francia) |
Puebla-Tlaxcala |
Tamauligas, S.A. de C.V.
(Gaz de France, Francia) |
Norte de Tamaulipas |
Fuente: Comisión Reguladora de Energía.
Algunas de las falsas sociedades de
autoabastecimiento o cogeneración también han obtenido permisos:
Ital-Gres, Proveedora Energética de Anáhuac, S. de R.L. de C.V.,
Proveedora Energética de Naica, S. de R.L. de C.V., Termoeléctrica
de Mexicali, Tractebel Energía de Monterrey (antes Enron Energía
Industrial de México).
Los demás permisos han sido
concedidos a revendedores de gas, como Transportadora Industrial de Gas, Gas
Industrial de Monterrey (GIMSA), Servicios Industriales y Administrativos del
Noreste (para la zona industrial de Altamira) o Gasoducto la Rosita. El resto se
ha concedido a industriales del acero, papeleras y otras. El colmo es que la CRE
“autorizó” a Pemex 3 permisos (para la planta de
refinación Tula, para el campo Edén y para la petroquímica
Escolín).
Los permisos más importantes, los de Acceso
Abierto, pertenecen a empresas transnacionales como Kinder Morgan, Gas Natural
México (antes Midcon de México), Gasoductos del Bajío
(antes TransCanada del Bajío, hoy propiedad de Gaz de France), Gasoducto
Bajanorte (antes Sempra Energy México), Transportadora de Gas Natural y
Tejas Gas. Varios de estos ductos interconectan con EU, como el caso de la
concesión a Gasoductos del Río, que suministra el combustible a
las centrales de ciclo combinado Río Bravo II, III y IV y Portes Gil
(CFE) en Tamaulipas. Otro caso es el de El Paso Gas Transmission de
México, que trae el gas de EU para la planta de U. Fenosa ubicada en
Naco, Sonora.
Con estos permisos se construyeron importantes redes de
ductos: Algodones-Tijuana, en Baja California (217 km.); Cd. Mier-Monterrey
(137.2 km.); Ciudad Pemex, Tabasco-Valladolid, Yucatán (710 km.); Puebla,
Puebla-Cuernavaca, Morelos (164.2 km.); Valtierrilla, Guanajuato-Aguascalientes
(203 km.) y Naco-Hermosillo en Sonora (339 km.), entre otros.
Como en el
caso anterior, la CRE “autorizó” a Pemex la
construcción del Sistema Nacional de Gasoductos (SNG), una red de 8,704
Km, para transportar el gas producido en Pemex-Gas a las plantas de
Pemex-Petroquímica Básica.
Plantas privadas de almacenamiento y regasificación de gas natural
Fuente: Secretaría de
Energía.
Débil respuesta obrera
Hasta ahora, los sindicatos del sector (Sindicato de Trabajadores
Petroleros de la República Mexicana, STPRM, y Sindicato de Trabajadores
de la Química, Petroquímica y Carboquímica de la
República Mexicana, STQPCRM, ambos en manos del charrismo sindical
afiliados a la CTM) no han realizado NINGUNA denuncia ante la opinión
publica, los tribunales y el Congreso de la Unión, respecto de la
política depredadora del gobierno Foxista, y menos aún, han
realizado las movilizaciones de masas que hoy se requieren para detener de una
vez por todas, a la infamia que están realizando los neoliberales, tanto
del Partido Revolucionario Institucional (Dionisio Pérez Jácome
–director de la CRE- y otros) como del Partido Acción Nacional (V.
Fox y otros). Por el contrario, lo hemos reiterado, los charros sindicales son
el pilar número uno del gobierno neoliberal para privatizar el patrimonio
colectivo de los mexicanos. Obviamente, es inútil esperar alguna
respuesta del charrismo. Lo que debemos hacer los trabajadores es organizar la
lucha consistentemente para expulsar al charrismo de los sindicatos mexicanos.En
el sector petrolero el descontento de los trabajadores es mucho pero no hay
coherencia. Habemos innumerables grupos luchando aisladamente y a nivel local.
Eso es importante pero, a la vez, muy limitado. Se requiere de mayor
organización y coordinación de los grupos progresistas y
democráticos del sector petrolero, nuclear y electricista, sobre la base
de una auténtica defensa de nuestros recursos naturales y con una verdadera
Política Energética Independiente.
En estas tareas los
petroleros agrupados en el Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de
México estamos luchando denodadamente en condiciones adversas. Hemos
propuesto la unificación en un solo Frente Unido a nivel nacional.
La respuesta ha sido débil pero sigue vigente la propuesta. Tenemos el
deber de revertir la Privatización Petrolera Furtiva y crear las
condiciones para la Re-nacionalización de la industria energética
de México.
¡Unidos Venceremos!
¡No
volverán!, dijeron los mexicanos aquel 18 de marzo de 1938 cuando se
expropió la industria petrolera. Hoy, las transnacionales expulsadas
están de regreso. Peor aún, estamos a punto de perder a Pemex por
la vía de su privatización y/o destrucción y, sin embargo,
nuestra respuesta es para dar pena por ser tan tibia.