La lucha por la salud obrera
Especialista en medicina del trabajo o, como el mismo se define,
trabajador de la salud, el doctor Jorge Fernández Osorio, incansable
impulsor por más de 50 años de la lucha de los trabajadores por su
salud, se presentó en el Taller de Construcción del Socialismo el
pasado 16 de julio con una tesis interesante: la salud como elemento aglutinador
de las luchas de los trabajadores, en tanto es absoluta: se tiene o no se tiene,
y no hay otro parámetro similar, que no esté sujeto a
categorías.
Para el doctor Fernández, la salud no es
simplemente la aparente ausencia de enfermedad, puesto que en el modo de
producción capitalista, la explotación de la fuerza de trabajo
(mayor intensidad y/o duración, horas extra, flexibilidad, etc.) provoca
un desgaste continuo en detrimento de la salud. Adicionalmente la productividad
y tecnologización capitalistas (hacer más con menos) producen
desempleo e inseguridad y, con ello nuevas formas de desgaste que pueden derivar
en patologías adicionales (alcoholismo, drogadicción, etc.) que
trascienden incluso al núcleo familiar.
Un objetivo central, como
es modificar los modos de producción, puede fundarse en la lucha por la
salud, ya que al aumentar el conocimiento de los trabajadores en cuanto a sus
condiciones y riegos de trabajo, les permite superar su propia debilidad para
organizarse, inclusive más allá de lo laboral. Finalmente "la
lucha por la salud ES la lucha de clases", --remató el doctor
Fernández.
Luego criticó las reformas en curso a la
seguridad social, que precisamente conducen a un régimen diferenciado,
ajeno a los principios que dieron origen a las instituciones de Seguridad Social
en México y el mundo. Según comentó, el artículo 123
de la Ley Federal del Trabajo (LFT), producto de la lucha de los trabajadores,
estableció derechos sociales que influyeron en el tratado de Versalles y
en la Organización Internacional del Trabajo.
Las instituciones de
Seguridad Social, dijo, fueron creadas para proteger a la clase trabajadora, a
sus familias y a la comunidad misma contra los riesgos y enfermedades derivados
del trabajo y de la existencia en general. Por ello se integran la Seguridad
Social y el Derecho del Trabajo, dos disciplinas dinámicas en el derecho
social y de la consideración y reconocimiento del hombre, integrante de
la sociedad, y no como sujeto abstracto de relaciones de contenido estrictamente
jurídico.
El doctor Fernández planteó que la salud
no es un proyecto biológico o técnico, sino político y como
tal reclama acciones consecuentes. "Tomar las demandas por cuenta propia y
construir la fuerza propia para lograrlas" --concluyó.
Para
finalizar, el doctor respondió algunas preguntas y aclaró dudas:
sobre lo que ahora se denomina "esperanza de vida" y que se emplea para
justificar el aumento en los plazos de jubilación; sobre los conceptos
accidente/riesgo/enfermedad (e incidente) de trabajo, que contienen fallas
legales que contravienen el aspecto tutelar de la LFT; sobre la pensión
general obligatoria y la jubilación como conquista gremial.
El
doctor Fernández también habló sobre el trabajo informal y
las patologías del desempleo (violencia y otras) que derivan en problemas
sociales; así como de la necesidad de que los sindicatos desarrollen los
aspectos jurídicos de la lucha colectiva por la salud (acumulando casos
para sentar jurisprudencia, por ejemplo).
Terminó planteando que
resulta paradójico que en México la salud esté legalmente
conceptualizada como propiedad privada (del trabajador) en la legislación
vigente.
Se formó y dividió el Frente Socialista
21 organizaciones de izquierda anunciaron la formación del
Frente Socialista (FS). La nueva organización se pronunció por la
lucha contra el neoliberalismo y la unión de la lucha de zapatistas y
socialistas
En materia electoral hay dos posiciones: una, de quienes
llaman a ejercer un voto crítico en favor de Andrés Manuel
López Obrador, y otra, de los que están por impulsar una
candidatura independiente y socialista.
Previamente hubo esfuerzos de
unidad. Luego, se citó a una reunión intitulada Asamblea Nacional
de las Izquierdas Socialistas (ANIS). Varias organizaciones interesadas
acudimos. Desde la primera reunión hubo conflictos con el tema electoral,
en cambio los asuntos importantes ni se discutieron. Se citó a una
segunda reunión y, como ya se conocía la Sexta Declaración
de la Selva Lacandona emitida por Marcos, la discusión sobre el proceso
electoral fue central.
“Hubo empujones, imprecaciones e inusitadas
denuncias, ora sobre el dogmatismo de unos, ora sobre el oportunismo de otros;
llegó incluso el momento en que la mesa fue asaltada”.
El
Frente se constituyó formalmente pero cada quien se dedica a lo que
quiere: “Unos a buscar la manera de quedar posicionados en la
campaña de Obrador y otros a aliarse a Marcos, para juntos intentar
destruir al PRD”.
Así, el Frente, el mismo día que se
fundó ese mismo día se dividió.
“Mientras
tanto la derecha mexicana, ante la dispersión de la izquierda toma un
respiro, pues están consiguiendo lo más importante: Que las
fuerzas de izquierda decidan enfrentarse entre sí antes que enfrentar al
enemigo común”.
Los (dos) Frentes (o sub-Frentes) amenazaron
con realizar un tercer encuentro.
Fuentes: Agrupación
Universitaria Tiempos Modernos (
www.tiempos-modernos.org) y Grupo de
Acción Revolucionaria, organizaciones universitarias de la
UNAM.
Sindicatos falsos
De cada 100 sindicatos que hay en México, 92 son falsos dijo
Arturo Alcalde, asesor de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), en
entrevista para La Jornada del día 28 de agosto de 2005. La
noticia recorrió el mundo, sindicalistas interesados la hicieron circular
en los cinco continentes. El hecho parece increíble pero se trata de una
trágica realidad. El fenómeno No es nuevo, lleva décadas y
crece día a día.
En el medio obrero mexicano estimamos que
en el país “operan” alrededor de 12 mil sindicatos
(podrían ser más), de los cuales, menos del 10% están
constituidos legalmente. La gran mayoría no existen ni en el papel, son
solo membretes que explotan varios abogados gángster y otros criminales
que supuestamente representan a trabajadores y pactan con empresarios mediante
falsos contratos de trabajo.
Se trata de los llamados “contratos de
protección” según los cuales, los
“líderes” falsos de los falsos sindicatos VENDEN
protección a empresarios sin escrúpulos, ignorantes o temerosos.
El hecho es que el chantaje les funciona a tales individuos. Lo peor es que las
autoridades laborales, a todos los niveles, los solapan tanto en la capital como
en el interior del país.
Los trabajadores NO conocen cuál
es su sindicato pues NO existe; tampoco conocen su Contrato porque No hay tal,
todo es ilegal. Por supuesto, JAMAS se revisa ningún contrato, ni
siquiera se cumple la ley en materia laboral. Todo queda en los arreglos de
quienes ostentan la “titularidad” de dichos contratos de
protección. Eso ha servido para que los vivales se enriquezcan
ilícitamente. Han creado hasta FRANQUICIAS sindicales que venden a otros
traficantes para que se amplíe ese negocio.
Lo peor es que,
el 8% restante de sindicatos mexicanos también está en manos de
criminales, es decir, los charros sindicales. Las excepciones se cuentan con los
dedos de una mano y sobran dedos.
El sindicalismo mexicano, visto de
conjunto, tiene una imagen deplorable que se remonta a 50 años
atrás. Se trata de una verdadera TRAGEDIA pues una ínfima parte de
trabajadores está sindicalizada y, quienes están sindicalizados,
en un 99.9% están secuestrados por el charrismo en sus propias
organizaciones.
Por supuesto que, todo esto NO es casual, es el resultado
de una deliberada política trazad por el imperialismo hace
décadas, apoyada por los empresarios y gobiernos en turno. Hoy el
charrismo sindical es el principal valladar del imperialismo en México
que impide, violentamente, cualquier tipo de lucha y protesta obrera por mínima
que sea.
Hay también responsabilidad, nunca reconocida, de la
izquierda mexicana. En preparación al 15 Congreso Sindical Mundial a
realizarse en La Habana, Cuba, el FTE de México prepara un informe para
presentarlo en tal evento. El sindicalismo mexicano está destruido, NO
existe. Es nuestra propuesta y reto de casi 4 décadas, reorganizarlo,
democratizarlo y dinamizarlo, entre todos los que estemos dispuestos a luchar y
a vencer en las peores circunstancias.