Corrupción y entreguismo de Fox y charros sindicales
400 millones de dólares a charros petroleros
Acuerdos mafiosos de gobierno y charros petroleros.
En el contexto de la revisión contractual “legitiman” la entrega de dinero al charrismo.
El objetivo es la privatización de Pemex y su entrega a las corporaciones imperialistas.
Extraer todo el crudo posible y enviarlo a Estados Unidos es el plan.
Con celeridad se preparan los Contratos de Servicios Integrados para la exploración y explotación de petróleo y gas en la plataforma marina del Golfo de México.
Foxismo y charrismo contra la legalidad constitucional.
Revisión contractual con Pemex
Como empezó terminó, es decir, sin que los
trabajadores petroleros supieran nada. Todo se manejó en la
“discreción” entre la burocracia de Pemex y los charros del
sindicato petrolero.
Oficialmente, los charros del Sindicato de
Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) emplazaron a
huelga a Petróleos Mexicanos (Pemex) para el 31 de agosto. El motivo fue
la revisión ordinaria del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) en sus 256
cláusulas.
Antes de concluir la vigencia del CCT se llegó a
un arreglo. De acuerdo al convenio de revisión, los salarios de los
petroleros se incrementarán en un 4.1% más 1.9% en prestaciones
sociales. La entrega de recursos al sindicato en apoyo a vivienda, servicios
médicos, recreación y deportes será de 4 mil 781 millones
de pesos. Esto es, Pemex entregará a los charros del sindicato petrolero la
cantidad de casi 435 millones de dólares.
Por la tercera parte de
esa cantidad, hace 4 años se produjo un escándalo auspiciado por
Fox con el llamado Pemexgate. Esa vez, se dijo que Pemex había
entregado al sindicato 1 mil 800 millones de pesos mismos que los charros
desviaron para apoyar la campaña presidencial del candidato del PRI. Se
amenazó con “desaforar” al diputado priísta Carlos
Romero, secretario general del STPRM, y se simuló un juicio en su contra
pero NO pasó NADA. El charro es un delincuente, jurídicamente NO
es individuo de fe, sin embargo ejerce impunemente la representación
sindical con la total complacencia de las autoridades. No nadamás, sigue
recibiendo cuantiosas prebendas a nombre del sindicato.
Hace algunos
meses, en 2004, cuando renunció Raúl Muñoz Leos a la
dirección de Pemex se dijo que el motivo había sido haber acordado
entregar una cuantiosa suma a los charros petroleros. El foxismo expresó
que tal entrega era improcedente. Cuando Luis Ramírez Corzo arribó
a la dirección de Pemex lo primero que declaró fue que
asumiría los compromisos contraídos con los charros sindicales.
Aprovechando la revisión contractual, el charrismo petrolero logró
su objetivo y la administración foxista los complació.
Para
Fernando Elizondo, secretario de energía de Fox todo quedó
“dentro del marco legal”. Para ese individuo, el chantaje y la
corrupción en Pemex son “legales”. Los charros habían
hecho una petición de 7 mil 781 millones de pesos (Carrizales D., en
La Jornada 27 agosto 2005), casi 700 millones de dólares, pero el
acuerdo quedó en menos. Pero, la suma no es nada
despreciable.
Engaño y falsedad
Charros, empresa y gobierno adornaron el acuerdo con
falsedades y engaños. Dijeron que a los charros NO se les
entregaría nada. Los 4 mil millones de pesos serán en apoyo a la
vivienda de los trabajadores, dicen. Aclararon que de acuerdo al convenio de
2004, esto no significa “de forma alguna” que los recursos
serán entregados al sindicato, ni siquiera los tendrá que erogar
Pemex, sino que van a servir de aval para que los bancos apoyen con
créditos para la construcción de vivienda.
“En este
programa de vivienda el sindicato compra los terrenos y Pemex otorga el aval a
los bancos para que constructoras independientes entreguen casas a los
petroleros. Bajo este esquema se han dado inmuebles a más de 8 mil
trabajadores. Se tenía previsto utilizarlo este año para edificar
10 mil más; empero, la paraestatal no otorgó el aval y ahora ya
hay acuerdo para destrabar el punto” (Muñoz P., en La
Jornada 24 ago 2005).
También se logró un acuerdo en
lo referente a los 2 mil 400 millones de pesos que Pemex se comprometió a
canalizar para sus hospitales. Según el acuerdo de 2004 se dijo que,
“Ese dinero tampoco se iba a entregar al sindicato, sino directamente a
las unidades médicas para equipamiento, ropa y compra de material
médico y medicinas”. Con ese rollo, lo que hace la burocracia de
Pemex es justificar la entrega de recursos al charrismo
“legitimando” la ilegalidad.
El discurso no es nuevo, siempre
lo manejan los charros, se trata de un discurso engañoso y falso. El
dinero SÍ se entrega al charrismo y, con ese dinero, dicen que compran
los terrenos. Allí empieza el negocio privado de los charros convertidos
en dueños y/o accionistas de inmobiliarias. Pero no utilizan todo el
dinero en la compra de terrenos porque las viviendas siempre son escasas, miles
de trabajadores simplemente NO reciben ninguna casa. Más aún, las
que se reciben NO son gratuitas, el trabajador se ve obligado a pagar al banco
respectivo.
Respecto al dinero para los hospitales de Pemex, la
situación es risible. Se disfraza la entrega de dinero a los charros para
la supuesta compra de ropa, medicinas y material médico, cuestión
que es responsabilidad elemental de Pemex. Eso, ni siquiera es motivo de la
revisión del CCT ni debiera discutirse. Si el asunto se trata en la
negociación no es para mejorar el servicio ni para superar las carencias
sino para “justificar” los arreglos con el charrismo.
El objetivo es privatizar a Pemex
¿Por qué se producen estos turbios acuerdos con
los charros petroleros? Porque son las migajas que el foxismo les paga por sus
“apreciables servicios”. Los charros sindicales son el principal
apoyo para que Fox siga adelante en su plan de destrucción de Pemex y su
entrega a las corporaciones transnacionales.
Luis Ramírez Corzo,
espurio director de Pemex insiste, día y noche, en destruir a la
industria que supuestamente dirige pero en la cual JAMAS ha trabajado. Su
objetivo es muy claro: al margen de la Constitución Política del
país, pretende la intervención privada extranjera en la
explotación de petróleo y gas en las aguas profundas del Golfo de
México. El 23 de agosto volvió a repetir el rollo, ahora en el
Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), al que propuso también
“modernizarse” por la vía de la
privatización.
Reiteradas y alarmantes son las quejas de la
burocracia foxista sobre la industria petrolera nacionalizada. Todos los
días anuncian la “quiebra” técnica de la paraestatal.
No obstante las enormes sumas adicionales recibidas por la elevación en
los precios de exportación de petróleo crudo, dicen que Pemex NO
tiene recursos ni para el mantenimiento. Se argumenta que la carga fiscal es muy
grande y la mayor parte de los ingresos se entregan a la secretaría de
Hacienda. Eso es cierto, lo peor es que los petrodólares de la
exportación de crudo son destinados por el foxismo al pago de los
intereses de la deuda externa y a la corrupción. Se trata de una
“política petrolera” traidora a la patria.
Petróleos
Mexicanos es una de las empresas que mayores ventas tiene a nivel mundial. En
los últimos 5 años, precisamente, el ritmo de explotación
(y exportación) de petróleo crudo ha sido altísimo. El
foxismo arrasó ya, innecesaria e inútilmente, casi el 50% de las
reservas probadas de petróleo crudo. Pero Pemex NO realiza inversiones
propias, se ha preferido el endeudamiento creciente, la colocación de
bonos en el mercado bursátil, el aumento del contratismo nacional y
extranjero, y la entrega de funciones constitucionales estratégicas a las
corporaciones transnacionales.
Después de proceder contra la ley
en la licitación de los Contratos de Servicios Múltiples (CSM)
para la exploración y explotación de gas seco no asociado, ahora
Pemex prepara un paquete de Contratos de Servicios Integrados (CSI) que incluyen
la exploración y explotación de hidrocarburos, especialmente en la
plataforma marina del Golfo de México.
La construcción de
varias plataformas marinas está en marcha y, ahora, Luis Ramírez
Corzo está urgido de cumplir los compromisos con el capital extranjero.
Ya “quemaron” una parte de las reservas probadas disponibles, ya
“quebraron” a multitud de pozos petroleros en la plataforma
terrestre, siguen aumentando las plataformas de producción y
exportación de crudo y se proponen llegar a niveles inauditos antes de
que termine el gobierno foxista, ahora van por el crudo que está en el
mar.
En una de las revisiones contractuales anteriores los charros
petroleros aceptaron modificar las cláusulas relacionadas con la Materia
de Trabajo cediendo el ejercicio de las funciones relativas al transporte de
hidrocarburos y petrolíferos. La consecuencia inmediata fue el
otorgamiento, a través de la Comisión Reguladora de
Energía, de multitud de permisos privados a empresas transnacionales para
la distribución, transporte y almacenamiento de gas natural. A estos
momentos, en solo 5 años, casi todo el territorio nacional está
invadido de transnacionales.
En materia de contratos los charros
petroleros han apoyado la presencia en Pemex de más de 10 mil
contratistas de todo tipo. Esto ocurre al margen de la Ley. ¿Por qué
lo hacen? Porque son beneficiados por el contratismo y porque los propios
charros SON contratistas de Pemex y no de ahora.
La nueva entrega de
recursos, patrimonio de la Nación, al charrismo petrolero es solo un
mínimo pago a sus servicios. A cambio, seguramente aceptaron que Luis
Ramírez Corzo proceda con los Contratos de Servicios Integrales. Esos
contratos NO son nuevos ya operan en la práctica. Es así como
están ya dentro de Pemex, en la total ilegalidad, Schulemburg, Kellog,
Halliburton y Fluor Daniel, entre otras corporaciones imperialistas.
Los
nuevos acuerdos de Corzo y Fox con el charrismo petrolero se han producido a
cambio de que los charros apoyen la creciente privatización de Pemex. Los
charros lo harán, son parte de la misma mafia vendepatrias que encabeza
Fox.
¡Abajo la “política” petrolera imperialista de Fox y charros sindicales!
¡PeMex Sí PeUSA No!
Petroleros mexicanos con una importante fuerza social pero,
políticamente, neutralizados por el secuestro del charrismo sindical.