Transnacionales se apropian del patrimonio nacional
Transnacionales
escandalosamente
prósperas
Iberdrola y Schlumberger monopolios líderes en ganancias ilícitas.
En materia de electricidad y petróleo ambas operan en la ilegalidad.
La eléctrica española Iberdrola y la petrolera
gringa Schlumberger declararon enormes ganancias en América Latina (AL),
durante el primer semestre de 2005, mientras el resto de las economías de
la región apenas se sostiene.
Según su último
informe financiero, Iberdrola vendió un 15,5% más de
generación en AL durante el primer semestre del año, 92,5% de esas
operaciones fueron realizadas en México y Brasil [BNamericas.com,
22.07.05], y le representaron un aumento neto en sus ingresos totales por 30.7%,
lo que da idea de que Iberdrola no solo vendió más electricidad,
sino más cara. Las operaciones en México, según el mismo
informe, representan el 60,8% de las ventas internacionales de
Iberdrola.
Por su parte, Schlumberger dio a conocer que sus ingresos en
AL se elevaron un 18% en el primer semestre del año. Como Iberdrola,
Schlumberger informa que su “utilidad operacional” fue aún
mayor, del 30%, y que proviene principalmente de los contratos que
suscribió en México para la construcción de una serie de
pozos en la cuenca Burgos (directamente vía los Contratos de Servicios
Múltiples; o mediante terceros a través de la
“administración” de contratos que le permiten realizar otras
obras para Pemex, asociada con otras empresas o con sus propias
subsidiarias).
Iberdrola ha acaparado obras de generación,
transmisión y distribución de electricidad en México,
cuyo importe, solo en los primeros seis meses de 2005, alcanzó los 993
millones de euros, con las plantas termoeléctricas Altamira V y VII y
Tamazunchale, y la hidroeléctrica La Laguna II, todas en
construcción y que habrán de duplicar la capacidad instalada de Iberdrola en
México, cuya generación actual, instalada y en operación,
es de 2,696 Mw: Altamira IV (1,036 Mw), Monterrey (1,000 Mw), Enertek (120 Mw) y
Femsa-Titán (37 Mw).
Según la revista Fortune (la
misma que dio a conocer que el mexicano Carlos Slim es ya el 4º hombre
más rico del mundo) los productos netos de Iberdrola (y sus subsidiarias)
son ya equiparables a los de la CFE, en la misma clasificación en la que
Pemex aún se mantiene como la empresa más grande de
AL.
Esta escandalosa jauja de las transnacionales en México, de la
cual Iberdrola y Schlumberger no son más que un ejemplo, no es producto
de la supuesta eficiencia de la empresa privada, sino de escandalosas
concesiones, baja calidad en obras y servicios, que casi nunca cumplen con la
normatividad mínima aplicable, la explotación de la fuerza de
trabajo y la depredación de los recursos en perjuicio del ambiente, todo
ello solapado por la ignominiosa sumisión del gobierno, que poco a poco
ha venido allanando los obstáculos legales que la oposición
reformista ha opuesto a las transnacionales, el último de ellos, al
desechar la demanda que un grupo de legisladores encabezados por Manuel Bartlett
interpuso, buscando anular los llamados Contratos de Servicios
Múltiples.
Para los trabajadores, esto no demuestra sino que la
respuesta a este despojo no está ya en la vía institucional, y
menos aún en los calendarios electoreros del 2006 o incluso del 2012, sino
en un calendario más profundo, que tiene que ver con las grandes luchas
populares del pueblo mexicano: 1810, 1910... ¿2010?.