Alstom se asocia con Slim y Hank
Transnacionales Corruptas
Asociadas con vendepatrias locales las transnacionales incurren en prácticas ilícitas.
El objetivo de las corporaciones es apoderarse a plenitud de la infraestructura energética.
Fraudes en la apropiación, los suministros y servicios en que participan.
A principio de 2005, el consorcio francés Alstom se
asoció con la nueva “joya” de la oligarquía dizque
mexicana, ICA (“revitalizada” por el millonario Carlos Slim),
concesionaria a su vez de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para
la construcción de la hidroeléctrica El Cajón, y que busca
adjudicarse otros dos proyectos de igual envergadura (La Parota, en Guerrero, y
La Yesca, en Nayarit), así como la construcción de otras plantas
generadoras de ciclo combinado de CFE. El propósito de tal alianza fue
disputar el contrato para la construcción (y operación) del tren
suburbano que uniría a la ciudad de México con el área
conurbada del Estado de México (Buenavista-Cuautitlán). En la
alianza, que efectivamente resultó ganadora en primera instancia,
participa otro no menos turbio personaje, como es Carlos Hank Rhon.
Sin
embargo, dicha licitación debió repetirse, porque las autoridades
de la Secretaría de Comunicaciones “olvidaron” --antes de
declarar vencedor-- que Alstom se encontraba suspendida para realizar operaciones
con el gobierno (por las propias autoridades mexicanas), por ejercer
prácticas corruptas (a través de Alstom T&D, hoy Areva
T&D) en la obtención de diversos contratos para la compra de equipo y
materiales para la otra empresa eléctrica mexicana, Luz y Fuerza del
Centro (LyFC). Lo “curioso” del asunto es que al nuevo concurso
del tren suburbano acudió nuevamente la sociedad Alstom-Slim-Hank Rhon,
ya que Alstom solicitó y obtuvo de “la justicia mexicana” un
amparo en contra de la Secretaría de la Función Pública
(SFP), que le otorga la suspensión del fallo de ésta, en tanto
se resolvía la acusación judicial.
Lo que Alstom buscaba no era
demostrar su inocencia, sino dilatar judicialmente la licitación el
tiempo suficiente para que transcurriera la suspensión que le fue aplicada
en julio de 2004, que es de dos años (más otros tres meses que le
adicionó en junio pasado la SFP, a solicitud de la CFE por un caso de
corrupción similar). Hace un año la transnacional francesa fue
inhabilitada por la SFP cuando se demostró que sobornó al entonces
director de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC),
Alfonso Caso, quien jamás ha pisado la cárcel, puesto que la SFP
solo puede aplicar sanciones administrativas. Otro nombre “ilustre” asociado a
Alstom para la licitación del suburbano es el de José
Córdoba Montoya, oscuro asesor del ejecutivo en tiempos del nefasto
Carlos Salinas de Gortari. Finalmente el Buenavista-Cuautitlán fue adjudicado
por 30 años al grupo español Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles
(CAF).
No es el único caso, un grupo de transnacionales
(españolas, italianas, inglesas, francesas, suecas, holandesas,
estadounidenses y japonesas) tienen en la mira a LyFC,
acusándola de “licitar fuera de norma” 14 plantas de
generación, destinadas a reforzar la capacidad de generación de la
paraestatal, ante la posibilidad de un colapso de voltaje en el centro del
país (la capital y los estados de Morelos, México, Hidalgo,
Tlaxcala y parte de Puebla). Y es que LyFC intenta que el ganador de la
licitación sea algún fabricante reconocido en la
fabricación de motores o turbinas (Rolls Royce, Mitsubishi, General
Electric, etc.) y no un simple integrador oportunista, incapaz de suministrar
los repuestos y proporcionar el soporte necesario para el mantenimiento de las
plantas [según establece la
licitación18500001-034-05].
Este es precisamente el caso de Alstom, cuyas
turbinas (diseñadas originalmente por ABB) han demostrado que no cumplen
algunas de las especificaciones típicas de este tipo de proyectos,
según se menciona en su propio informe de operaciones 2003 [disponible
aún en http://www.tde.alstom.com/], razón por la que Alstom viene
perdiendo contratos de operación y mantenimiento. En México
todavía está asociada con algunas plantas privadas, como Monterrey
III de Iberdrola. Alstom instala y mantiene además diversas subestaciones
de distribución de CFE.
Es indudable que la supuesta
“transparencia” en los procesos de licitación,
“garantizada” por la administración pública y la
“sociedad civil” representada por inútiles organismos
burocráticos, no es más que otra quimera neoliberal, creada para
ocultar la terrible corrupción que acompaña el proceso de
“desregulación” de las áreas estratégicas de la
economía, y que es imposible de frenar mediante la ridícula
promoción de valores éticos.
Lo que se requiere para
detener el avance de las transnacionales y conservar el carácter social
de los servicios públicos, es la participación conciente y
organizada de los trabajadores y del pueblo.
Central Termoeléctrica Altamira III, en el estado de Tamaulipas.
La central es propiedad PRIVADA de Iberdrola de España a través de un
permiso INCONSTITUCIONAL otorgado por la Comisión Reguladora de Energía,
a propuesta de la burocracia foxista en la Comisión Federal de Electricidad
y en la Secretaría de Energía.
Iberdrola es ya la segunda empresa eléctrica en México, después de la CFE.
El negocio de esos españoles incluye hasta centrales eoloeléctricas y permisos
de falso Autoabastecimiento. Las ganancias de Iberdrola son cuantiosas
e ilegítimas, se trata de un robo a la Nación mexicana.
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