La transformación del mundo es posible
Por un futuro energético viable
Según la AIE, para el 2030 la demanda mundial de
electricidad se duplicará. La mayor parte del aumento se
registrará en los países en vías de desarrollo. 50% del
consumo de gas natural será destinado a la generación
eléctrica. Pese al elevado impacto ambiental, el carbón y la
energía nuclear de fisión seguirán siendo fuentes
importantes de energía eléctrica. Economías en ascenso como
la China, pero también adelantadas como la gringa, basan su desarrollo en
la disponibilidad de estos energéticos. México adopta un modelo de
desarrollo privado totalmente dependiente.
México, sin una política energética propia
La demanda eléctrica depende del nivel de desarrollo
económico. La planificación de los sistemas eléctricos de
potencia depende, entre otros factores, del crecimiento económico
esperado, más un extra que se relaciona con la previsión de
energía de reserva para la correcta operación del sistema. Otro
factor importante es la diversificación de las fuentes primarias de
energía para reducir la dependencia.
A nivel mundial el ideal
desarrollista del capitalismo involucra la necesidad de acelerar el crecimiento
económico para disparar las fuerzas productivas y eventualmente
“alcanzar” el nivel de bienestar de las economías más
avanzadas. No obstante, proyecciones de la Agencia Internacional de
Energía (IEA, por sus siglas en inglés), reconocen que los 1 mil
300 millones de pobladores que habitan los países miembros de la OCDE
seguirán consumiendo en el 2030 más energía que los 6 mil
500 millones que habitan el mundo en desarrollo y, peor aún, que otros 1
mil 400 millones de personas, a escala mundial, no tendrán acceso a la
energía eléctrica.
Se trata de los límites de un
modelo que ha buscado resolver la cada vez más inminente crisis
energética mundial, aumentando la sobreexplotación irracional de
los recursos disponibles, principalmente los hidrocarburos.
La llamada
liberalización del sector eléctrico, determinada por los
organismos financieros mundiales, impuso el uso abusivo de tecnologías
como el gas natural, no solo a pequeña escala, sino también
mediante grandes plantas de ciclo combinado, fundamentalmente como una
estrategia de privatización.
Primeros diez países consumidores de electricidad en 2002.
Fuente: Agencia Internacional de Energía, World Energy Outlook, 2004.
Generación eléctrica por fuente primaria. Prospectiva 2002-2030.
Fuente: Agencia Internacional de Energía, World Energy Outlook, 2004.
En México, casi al inicio de su último año de
gobierno, Vicente Fox inauguró en Tamaulipas las centrales de ciclo
combinado Altamira III y IV (1,036 MW) de la empresa española Iberdrola.
Además fue invitado a “supervisar” la construcción de
la Terminal de Gas Natural Licuado que construyen la transnacional Shell
(alemana, en asociación con la japonesa Mitsui y la francesa Total) y que
habrá de ponerse en servicio el año entrante [
según
la presidencia]. En Gómez Palacio, Durango, Fox puso en servicio la
central de ciclo combinado Laguna II (500 MW) también de Iberdrola, con
la que esta empresa se convierte en el productor privado de energía
más importante en México. Días más tarde el gobierno
foxista anunciaría la adjudicación a otra empresa española,
Gamesa Eólica, del proyecto eoloeléctrico La Venta II (85 MW) en
el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
En Tamaulipas Fox aprovechó para
animar a los inversionistas petroleros, con el anuncio de que el llamado
proyecto Fénix no está muerto y que mientras, a modo de
“premio de consolación”, ofrecía los casi 500 mil
millones de pesos que el aumento en el consumo de energía (estimado por
él en 65%) se requerirán para los próximos 10 años.
Se trata, dijo, de un monto equivalente a 15 veces el presupuesto del programa
Oportunidades.
En materia de hidrocarburos también hay prisa de
los foxistas por aumentar la producción y exportación de
petróleo, lo que ha creado un caos en materia de cuantificación de
reservas. Según el análisis de las cifras oficiales del maestro
Fabio Barbosa [Petróleo y Electricidad, num. 99, julio-agosto de 2005],
Fox ha exagerado al afirmar que la tasa de reposición de reservas
petroleras se acerca actualmente al 100%, contabilizando las prospectivas en
aguas profundas del Golfo de México (estimadas el año pasado en 54
mil millones de barriles de petróleo equivalente, bpe). El foxismo ha
recurrido incluso al ocultamiento de cifras, que se revela en evidentes
contradicciones estadísticas en los informes oficiales según
determina Barbosa, para privilegiar la exploración y producción, e
incrementar la exportación de crudo. No existe una reposición real
de reservas.
Al poner en servicio Ku-Maloob-Zaap “el segundo
complejo petrolero más grande del país después de
Cantarell”, que producirá 800 mil barriles diarios de
petróleo crudo y 330 millones de pies cúbicos diarios de gas
(mpcd) en 2009, Fox aseveró ante los medios que “tonto sería
pensar en privatizar la industria petrolera” [6.8.2005], sin explicar el
destino de la producción diaria de Ku-Maloob-Zaap, que se elevará
de 350 mil a 800 mil barriles de crudo (y de 180 millones a 330 mpcd de gas) que
en los próximos cinco años será depredado, como antes lo
fue Cantarell, simplemente para entregar la renta petrolera al gran
capital.
Así,
mientras el resto del mundo se prepara para afrontar una etapa de menor
disponibilidad de energéticos, pensando incluso en recuperar el control
total del estado en las empresas estratégicas (caso de el Reino Unido),
el foxismo sigue en la luna, entregando al gran capital los recursos
energéticos del país. En EU, Bush acaba de promulgar una Ley de
Política Energética Nacional (de aquel país), destinada a
resolver a largo plazo su problema de dependencia sobre el petróleo
extranjero.
Energías renovables, “alternativa” privatizadora
Hasta la recientemente vetada Ley Cañera, según el
diputado Guillermo Velasco Rodríguez (PVEM), permitiría la
diversificación y aprovechamiento integral del producto, con la
utilización del bagazo de caña para la cogeneración de
energía eléctrica y la fabricación de etanol, “que es
un biocombustible más limpio que los que actualmente se
utilizan”. Efectivamente, pero la idea no es nueva y además ha
resultado poco práctica en manos de los generadores privados,
acostumbrados a obtener ganancia inmediata de cualquier inversión que
realizan.
No resulta gratuito que el Banco Mundial impulse y promocione
directamente proyectos cuya viabilidad económica comercial es improbable,
como las dos plantas a base de gas metano obtenido a partir de la basura que la
Secretaría de Energía (sener) autorizara en Querétaro y
Chihuahua respectivamente, con una capacidad conjunta de casi 20 MW (se trata de
capacidad instalada, lo cual no quiere decir capacidad firme)
El plan
para producir energía a partir de rellenos sanitarios abandonados y
ayudar a reducir de paso el efecto invernadero, mediante el aprovechamiento del
gas metano que allí se genera, tampoco es nueva, pero una vez mas, en
manos privadas, el proyecto difícilmente será viable, por la
enorme inversión que requiere y la baja tasa de recuperación.
Sener participa involucrando a los gobiernos municipales y estatales,
convenciéndolos que este tipo de energía es la solución
moderna para (auto)abastecer de electricidad “barata” las grandes
ciudades del país y cubrir servicios prioritarios como el alumbrado
público.
El BM anunció que esta dispuesto incluso a otorgar
“bonos verdes” a México (a los productores privados), una
especie de certificados por la reducción de emisiones de bióxido
de carbono (por el que el organismo bonificaría hasta seis dólares
por tonelada de CO2 no emitida). A este plan se acoge la empresa Comexhidro que
anunció la reducción de hasta 149 mil toneladas anuales de CO2
mediante la instalación de tres minicentrales hidroeléctricas
(cuyas concesiones ya le fueron otorgadas y que están ubicadas en
Guerrero, Michoacán y Jalisco), con las que dicha empresa ha creado un
verdadero mercado eléctrico paralelo, entre cuyos clientes están
empresas como General Motors, Comex, y gobiernos municipales como Zapopan,
Jalisco y Apatzingán Michoacán.
Comexhidro tiene una
capacidad conjunta de generación de 52 MW y su planta El Gallo (ubicada
en Guerrero), ya fue aprobada por la Junta de Cambio Climático
(dependiente de la ONU), por lo que comenzará a recibir los bonos de
carbono. Las otras dos plantas, Las Trojes, en Jalisco, y Chilatán, en
Michoacán, están en el trámite para recibir su certificado
de reducción de bajas emisiones de bióxido de carbono.
El “revival” de la hidroelectricidad
Sin embargo, el mayor negocio privado durante el período foxista
lo representa la hidroelectricidad, con los controvertidos proyectos El
Cajón (750Mw) en el estado de Nayarit (aún en construcción)
y la recientemente “aprobada” presa de La Parota (900Mw), en
Guerrero.
Llama la atención que en este último caso, la
“aprobación” popular, haya tenido que ser respaldada por una
costosísima campaña mediática (hasta el exfutbolista Jorge
Campos apareció en los medios promocionado el sí a La Parota,
induciendo al conformismo social en un franco desafío a toda racionalidad
política) pero, sobretodo, mediante el uso de un fuerte dispositivo de
represión el día de la asamblea de comuneros, ordenada por el
gobierno estatal perredista de Zeferino Torreblanca.
Independientemente
de que el problema no está zanjado, puesto que la resistencia popular al
proyecto sigue intacta (y se amplificará cuando la ciudadanía
cobre conciencia del papel de este tipo de proyectos en la privatización
de otro recurso fundamental para la vida como es el agua), el impacto ambiental
de la obra no está suficientemente estudiado ni previsto, tanto por la
CFE, como por la constructora (ICA).
Incluso los pobladores de algunos
municipios han denunciado que desde los estudios preliminares para el proyecto
se provocó la muerte de miles de peces en el río Papagayo, por lo
que el proyecto se impuso violando inclusive una resolución del
magistrado del Tribunal Unitario Agrario (TUA) número 41, Juan Rodolfo
Lara Orozco, quien en dos ocasiones decretó una medida cautelar para que
la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no realizara los estudios en la
zona comunal del pueblo de Cacahuatepec [Karina Contreras y Mónica
Martínez en El Sur, 3 al 8,8.2005].
40 años más
tarde se reviven los mismos problemas de pobreza y marginación que
causó la primera generación de grandes plantas
hidroeléctricas de México, con el desplazamiento de comunidades
enteras y la falta de compensaciones adecuadas para asegurarles un modo de vida
digno a los pobladores de estados “ricos” --energéticamente
hablando-- como fue Chiapas, Campeche o Tabasco; solo que esta vez el beneficio
no será social, sino 100% privado.
El incierto futuro
En el modelo capitalista de desarrollo energético mundial, las
energías renovables no serán factor determinante, al menos para
los 25 años siguientes, ya que pese a su aumento, la planeación
energética imperialista descansa principalmente en la disponibilidad de
carbón y gas natural. La energía nuclear sigue siendo un enigma,
ya que entre los principales consumidores, destaca China, con tasas de consumo
en ascenso, con porcentajes superiores al 10%, que obligaron al diseño
de un proyecto para instalar hasta 40 GW anuales mediante 30 nuevas centrales
nucleares, a instalarse en los próximos 15 años (actualmente
cuenta con 9)
17 de los 30 países miembros de la OCDE disponen de
plantas nucleares, aunque su participación es muy variable: de un 79% en
el 2002 en Francia, a un 4% en Holanda. Varios de estos países han
anunciado que retirarán del servicio sus plantas generadoras, que en
ciertos casos cuentan con más de 30 (y hasta 40) años en servicio
(Alemania y Bélgica). No obstante Francia, Finlandia, Japón y
Corea anunciaron que se reservan la posibilidad de incrementar su potencial
nucleoeléctrico.
En 2030, casi dos tercios de la electricidad a
nivel mundial serán generados a partir de combustibles fósiles
(carbón y gas natural), mientras las demás fuentes primarias se
reducirán. El aporte de las energías renovables y alternativas
será mínimo. Por bloques, los países del mundo “en
desarrollo” encabezan la lista de requerimientos de capacidad,
sobresaliendo China, Norteamérica y Europa, en ese
orden.
Algunas conclusiones
En este escenario, podemos concluir que la
participación de energías alternas para satisfacer la nueva
demanda seguirá siendo mínima: minihidráulica,
eoloeléctrica e incluso la generación de electricidad a partir de
biomasa son proyectos que crecerán, pero no a los niveles masivos que
requiere el crecimiento de la demanda mundial.
Otras formas de
energía como la solar, la geotérmica e incluso las corrientes
marinas o las olas, tienen menor aplicación de la que podría
esperarse ante un escenario tan crítico, aunque por sus elevados costos
de inversión es perfectamente comprensible. Alemania, por ejemplo, acaba
de inaugurar la mayor planta solar del mundo, "Bavaria solarpark" en Baviera, al
sur de aquel país, que ocupa una superficie de 250 mil m2 (equivalente a
56 campos de fútbol) para generar apenas 10 Mw. El proyecto
energético alemán viene respaldado además por una
inversión en ciencia y tecnología de cerca de 800 millones de
euros.
Paradójicamente, una de las formas más efectivas de
abastecer la demanda futura consistirá en reducir el consumo. De hecho,
el propio Banco Mundial está ajustando su modelo de mercado
eléctrico a partir de estrategias para compensar los problemas de un
mercado imperfecto (escasez o franco desabasto), bajo el principio de la
“autorregulación” en base a la oferta y la demanda, y su
impacto en los precios [Saving Electricity in a hurry: dealing with temporary
shortfalls in electricity supplies. IEA, 2005], que en términos del
consumidor se reduce a que a mayor escasez, mayor precio.
En este
escenario, llama la atención que ningún suspirante
presidencial mexicano tenga una propuesta viable en materia energética,
base para cualquier proyecto de nación. Prácticamente todos
guardan un convenenciero silencio ante la privatización furtiva del
petróleo y la electricidad, asegurando --eso sí-- que ellos no
privatizarán. Empero, ninguno propone soluciones concretas a la
problemática del sector, que garanticen el desarrollo económico
del país y su acceso a mejores condiciones de vida y de trabajo para los
mexicanos. Los candidatos, cuando más, gustan de repetir vaguedades como
“autonomía de gestión” (y financiera), “o
apertura del sector a la inversión privada”, dentro de los
límites constitucionales ¿Cuáles?.
No hay
más. Los trabajadores tenemos la tarea histórica de elaborar un
programa de lucha que incluya la transformación de la sociedad, y en el
que se asegure el futuro energético de México y el resto de los
países subdesarrollados, de América y del Mundo, como alternativa
obrera internacional a las condiciones impuestas por el capitalismo global. Nada
más, pero tampoco menos.
Generación mundial de electricidad al 2030.
Fuente: Agencia Internacional de Energía, World Energy Outlook, 2004.
Nueva capacidad de generación mundial de electricidad al 2030.
Fuente: Agencia Internacional de Energía, World Energy Outlook, 2004.
Marcha del Sindicato Mexicano de Electricistas