Pernicioso “charrismo” sindical petrolero en México
Empieza revisión petrolera
Pemex-STPRM
¿Cuáles son las peticiones? ¡Nadie sabe y nadie sabrá, solo las mafias!
¿Quién autorizó a los charros petroleros para revisar el Contrato Colectivo? ¡Nadie, nunca hay asambleas!
¿Qué harán charros y patrones? ¡Profundizar la privatización petrolera en marcha! A los charros les entregarán un nuevo “préstamo” por casi 1 mil millones de dólares.
Se reunieron para
intercambiar elogios. Luis Ramírez Corzo, individuo ajeno a la industria
petrolera, quien funge como director de Petróleos Mexicanos (Pemex) y
Carlos Ramírez Deschamps, espurio secretario general del sindicato
petrolero mexicano, se hicieron acompañar de sus respectivas mafias para
declarar iniciadas las conversaciones relativas a la revisión ordinaria
del Contrato Colectivo de Trabajo que rige las condiciones laborales entre Pemex
y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana
(STPRM).
Durante el evento de instalación de la Comisión
Mixta de Contratación Revisora del Contrato Colectivo de Trabajo, para el
periodo 2005-2007, ocurrido el 14 de junio de 2005, las mafias designaron como
representantes para encabezar las negociaciones a dos individuos privatizadores.
Por la empresa, será el director corporativo de Administración
Rosendo Villareal Dávila y, por los charros sindicales, nadamenos que
Leocadio Mendoza Olivares.
Corzo dijo que “la empresa requiere
atender de manera eficaz las necesidades de sus trabajadores y colocar
eficientemente sus recursos humanos en los proyectos petroleros más
importantes del país”. Más aún, expresó que
“el propósito es lograr que se retribuya justamente a los
trabajadores”. Esa es la demagogia que gusta repetir siempre que se
refiere a los trabajadores.
Pero, el momento fue otro pretexto para
seguir avanzando en la privatización de Pemex. Para ello, dijo,
“debemos superar los factores que afectan su desarrollo, y por eso, hemos
insistido en la modificación del régimen fiscal y la
autonomía de gestión que nos permitan ubicarnos en la
posición de liderazgo que nos corresponde”. Ambas propuestas
(privatizadoras) son las que interesan a esos privatizadores; los trabajadores
¡No!. Señaló que “modernizar la relación laboral
implica lograr tanto mejores condiciones contractuales para los trabajadores
como mejores resultados para la paraestatal”.
Por su parte,
Deschamps dijo, confusamente sin entender cabalmente lo que decía, que
"Vamos en el mismo barco y no podemos remar hacia rumbos opuestos".
Agregó que “si bien la administración es nuestra contraparte
por razones de ley, precisó, no somos de ninguna manera
adversarios” (sic). Por supuesto, el charro petrolero hizo “un
especial reconocimiento al director general de Pemex, Luis Ramírez Corzo,
por su interés en atender las demandas de los
trabajadores”.
Lo anterior es “casi exactamente” lo
mismo que siempre ocurre. Al final, la empresa (y gobierno en turno) deciden
“sacrificar” a los petroleros imponiéndoles el tope salarial,
es decir el nivel más bajo de la coyuntura adoptado como política
salarial gubernamental.
No nadamás, aún está
presente la revisión de 2001-2003. En esa ocasión, los charros
petroleros aceptaron “modificar” las cláusulas del Contrato
Colectivo de Trabajo referidas a la Materia de Trabajo, para permitir la
privatización de Pemex.
Hoy, la industria petrolera nacionalizada
de México está plagada de contratistas nacionales y extranjeros.
De estos últimos, las mismas transnacionales que invaden a Irak
también están invadiendo a México al intervenir en
actividades estratégicas reservadas constitucionalmente al Estado como
son la exploración de hidrocarburos (petróleo y gas) y la
perforación de pozos petroleros en las plataformas continental y
marítima.
El transporte, la distribución, almacenamiento y
comercialización de gas natural son actividades realizadas por más
de 300 transnacionales en prácticamente todo el territorio nacional.
Estas actividades empezaron con la anuencia de los charros sindicales y, luego
los permisos privados otorgados unilateralmente por la Comisión
Reguladora de Energía (CRE), siempre al margen de la
ley.
Respecto a las condiciones salariales, el trato oficial a los
petroleros ha sido de los más bajos, es decir, los aumentos salariales
han sido los peores del sector energético. Para este año se
aplicará, simplemente, el nuevo tope y se disfrazarán como
“prestaciones” un conjunto de ayudas al charrismo sindical. Esas
ayudas, por supuesto, JAMAS llegarán a NINGUN trabajador.
¿Qué hace decir a Corzo que “atenderá”
las necesidades de los petroleros? ¡Simple demagogia! Si así fuera,
debiera reinstalar a los casi 20 mil petroleros actualmente despedidos sin
justificación, varios de ellos ya con varios años en el desempleo.
De eso, empresa y charros ni se acuerdan.
Lo que le interesa a esa
“comisión revisora” es el fortalecimiento mutuo de las
mafias. Sabido es que, tanto Corzo como Deschamps, son vulgares delincuentes,
individuos carentes de moral. “Debajo del agua” está el nuevo
“préstamo” por casi 1 mil millones de dólares que
Corzo ha ofrecido a los charros petroleros y que hemos reiteradamente
denunciado. A cambio, Corzo tendrá “manos libres” para seguir
adelante con la destrucción de Pemex.
¡Fuera Ramírez Corzo de Pemex!
¡Fuera charros del sindicato petrolero!
¡La Patria no se vende!
La industria petrolera de México es de la nación
no del gobierno ni del charrismo sindical