15 Congreso Sindical Mundial, 1-4 de noviembre de 2005,
La Habana-Cuba.
FEDERACION SINDICAL MUNDIAL (FSM)
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MENSAJE DEL PRIMERO DE MAYO
La Federación Sindical
Mundial (FSM) saluda calurosamente a los trabajadores y los sindicatos del mundo
entero con motivo del Primero de Mayo de 2005 y manifiesta su solidaridad
internacional con las luchas por las reivindicaciones económicas y
sociales, por la paz, por el fin a todas las guerras, la ocupación, las
amenazas, las presiones económicas, la opresión y la
explotación, y por construir una vida mejor para todas las naciones y
pueblos.
Este Primero de Mayo
tiene un significado especial para la FSM y sus organizaciones afiliadas y
amigas y para el movimiento sindical en el mundo entero ya que nos estamos
preparando para celebrar el 60o aniversario de la
fundación de la FSM el 3 de octubre de 2005 y para el XV Congreso de la
FSM que tendrá lugar en La Habana, Cuba, del 1 al 4 de noviembre de
2005.
Con motivo del Primero de
Mayo los sindicalistas del mundo condenan enérgicamente el hecho de que
hoy los ideólogos neo-conservadores y neo-liberales de la
globalización imponen sus políticas globales que socavan los
ideales que defienden la Carta de la ONU, la Declaración de Filadelfia de
la OIT, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y las leyes y
convenios internacionales que fueron adoptados para defender los derechos de las
naciones de los trabajadores en aras de lograr el progreso
social.
Condenamos el hecho de que
los círculos gobernantes que intentan imponer sus políticas
neoliberales en nombre de la “globalización” pretenden acabar
con las conquistas que el movimiento sindical mundial logró a lo largo de
más de un siglo. También condenamos el hecho de que, en lugar de
defender los derechos sindicales y reconocer a los sindicatos, la mayoría
de las corporaciones internacionales y la gran patronal hacen todo por imponer
un ambiente libre de sindicatos. Tienen la ambición de destruir el
movimiento sindical y que, en lugar de acuerdos colectivos hay cada vez
más contratos individuales, con lo cual la seguridad del empleo y otros
derechos logrados por el movimiento sindical vienen siendo liquidados en muchos
casos.
Los sindicatos del mundo
llaman a emprender una lucha sostenida contra la creciente pobreza y el
desempleo, contra el hambre y la desnutrición, contra el SIDA y otras
enfermedades, contra la omisión de los niveles de seguridad en el trabajo
y contra la falta de cuidados médicos para los grupos con bajos ingresos.
La FSM reitera su condena al hecho
de que las estrategias de desarrollo y los programas adoptados por la Cumbre de
la ONU en Copenhague (1995) y sostenidos por los Objetivos del Milenio de la ONU
(2000) son textualmente ignorados y que los Gobiernos y los monopolios
transnacionales despilfarran los preciosos recursos para el desarrollo en la
continua carrera en pos de armas de nucleares y otras de destrucción de
masas. Las corporaciones transnacionales elevan al máximo sus
super-beneficios aumentando la explotación de los trabajadores en todos
los países, especialmente los países en vías de desarrollo.
Los sindicatos denuncian
fuertemente el hecho de que la potencia militar dominante, los Estados Unidos de
América, interfieren brutalmente en los asuntos internos de países
soberanos, violando el sentido de las palabras democracia y libertad, ignorando
el derecho internacional y la Carta de la ONU. En lugar del Nuevo Orden
Económico Internacional, adoptado por la Asamblea General de la ONU, que
defiende a independencia nacional y la soberanía, los círculos
gobernantes estadounidenses intentan imponer su hegemonía lanzando
ataques militares y amenazas contra los Estados Miembros de la ONU. Irak y
Afganistán, víctimas de las guerras de agresión viven bajo
la ocupación militar. Israel sigue ocupando las tierras palestinas y
Arabes en Siria y Líbano.
A
Las estrategias de guerra fría siguen en pie bajo el disfraz de la
globalización como suele aconsejar el Banco Mundial y el FMI con miras a
destruir los países involucrados en la construcción de alternativa
social. Uno de los grandes aspectos de esta continua ofensiva en la OIT y en
otros foros internacionales son los países como China, Cuba, Siria, la
República Democrática Popular de Corea, Venezuela, Bielorrusia y
otros que se niegan a aceptar la hegemónica y las políticas
económicas y sociales que abogan el Banco Mundial y el FMI desde sus
cuarteles generales en Washington.
En este Primero de Mayo declaramos
que ya es hora de detener y eliminar estas peligrosas políticas
imperialistas y empezar el proceso orientado a formular e implementar una
alternativa democrática. La FSM es parte integrante de este proceso. El
recientemente establecido Foro Sindical Internacional, bajo el
Consenso de Beijing, es un esfuerzo realista de crear una
auténtica cooperación y unidad sindical.
La FSM reitera que las divisiones
que han sido creadas y que se mantienen artificialmente deben de eliminarse. Hay
que acabar con los intentos de abusar de las agencias especializadas de la ONU,
tales como la OIT. El Grupo de los Trabajadores de la OIT debe representar a
todas las tendencias en el  movimiento sindical mundial. Todas las
tentativas de discriminación contra ciertos países y
organizaciones sindicales deben ser superadas promoviendo el diálogo y la
unidad en el movimiento sindical dentro de la
OIT.
Con motivo de este Primero de
Mayo los sindicatos del mundo entero intensifican sus luchas unitarias contra
las políticas de globalización neoliberal. En América
Latina y en otros continentes hay una situación nueva, y las
movilizaciones de masa de las fuerzas sindicales y democráticas han
conducido a grandes cambios políticos. Se han intensificado las acciones
sindicales masivas organizadas en todos los continentes contra las
políticas y los ataques contra los derechos de los trabajadores y
contra el ALCA.
Los Objetivos del
Milenio de la ONU pueden ser y deben ser cumplidos. Esto se puede llevar a cabo
siempre y cuando la comunidad internacional adopte medidas firmes para acabar
con el despilfarro de los recursos en colosales gastos militares y los ataques
militares contra países soberanos, tales como Afghanistán e Irak y
contra otros planes de guerra y siempre y cuando se ponga fin a la
ocupación de países y se elimine la explotación de
países y pueblos por parte de las corporaciones transnacionales. Todo
esto se puede lograr siempre y cuando todos los Estados Miembros respeten el
derecho internacional y la carta de la ONU.
La globalización
deberá corresponder a la cooperación global entre los Estados
Miembros de la ONU basada en la igualdad, el beneficio mutuo y la no ingerencia
en los asuntos internos de los países, defendiendo el derecho
internacional y las normas internacionales del trabajo definidas por la OIT. Hay
que promulgar e desarme para el desarrollo y la destrucción de todas las
armas de destrucción en
masa.
En este Primero de Mayo
debemos exigir fuertemente e insistir en que todas las naciones vinculadas por
el derecho internacional y la Carta de la ONU denuncien las políticas
persistentes del militarismo, Guerra, amenazas, presiones e interferencias en
los asuntos internos de los países, tal y como los persiguen la
Administración del presidente Bush y los estados Unidos de América
con sus aliados: el régimen israelí que ocupa ilegalmente las
tierras en Palestina y en los Altos del Golán de Siria, así como
partes del Sur de Líbano y que ene crasa violación de los derechos
humanos y el derecho
internacional.
Exijamos juntos que
los Estados Miembros de la OIT implementen las normas internacionales del
trabajo y adopten firmes acciones contra todos los que perpetran ataques y
asesinatos con los sindicalistas.
Exijamos juntos la
implementación de las recomendaciones de la Comisión de
Globalización de la
OIT.
Exijamos juntos que la ONU
vuelva a iniciar sus labores en el Código de Conducta para regular las
actividades de las corporaciones internacionales, asegurando de dichas
corporaciones apliquen las normas internacionales del trabajo y especialmente el
derecho de asociación de sus trabajadores, así como el derecho a
la negociación
colectiva.
Exijamos juntos una
revisión seria de las políticas de globalización y el fin
de las denominadas liberalización y privatización y exijamos que
los estados Miembros de la ONU tomen medidas para aplicar las políticas
esbozadas en los Objetivos del Milenio de la
ONU.
Exijamos juntos la
adopción de medidas para cancelar la impagable deuda externa de los
países en vías de desarrollo.
Exijamos juntos el fin inmediato
de todas las formas de agresión y ocupación. Embargos y amenazas
contra países soberanos, tales como Cuba, Irán, Siria, RDP de
Corea y otros países. y todas las formas de supresión de los
derechos humanos.
En este Primero
de Mayo, aunemos nos todos para preparar el XV Congreso de la FSM y para
promover la unidad del movimiento sindical mundial en la lucha por construir
Un Mundo Mejor, que, desde luego, es posible y
necesario.
Praga, 21 de
abril de 2005
FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL
Trabajadores
cubanos el 1º de mayo de 2005 en La Habana