Pueblo y trabajadores definirán el rumbo de la nación andina
¡Nacionalización SIN Indemnización!
Nacionalización de los hidrocarburos, cierre del parlamento, las demandas del pueblo.
La lucha de clases en Bolivia, enmarcada en división social y política.
Apoyamos a los trabajadores y pueblo boliviano.
Movilización obrera, campesina y popular
Campesinos, trabajadores y pueblo de Bolivia
siguen movilizados reclamando la nacionalización de los hidrocarburos.
Convocados por la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, realizaron
una marcha de 12 km hasta La Paz y tomaron simbólicamente la planta de
almacenamiento de combustibles de Senkata sobre la carretera de La Paz a Oruro.
El 16 de mayo, en la capital boliviana, se realizó un combativo mitin.
Empleando fulminantes de dinamita un grupo de mineros y campesinos intentaron
tomar la sede del Poder legislativo en La Paz. Pueblo y trabajadores expresaron
una sola consiga: ¡Nacionalización sin
indemnización!
Entretanto, la Federación Unica de
Campesinos mantenía bloqueados los caminos en Cochabamba, Potosí y
Chuquisaca. La Central Obrera Boliviana (COB) propuso coordinar las movilizaciones
por objetivos centrales, que incluyen la recuperación estatal de la
industria petrolera y del gas, así como la nulidad de los contratos
petroleros privados. Se planteó también el llamado a una huelga
general y al bloqueo nacional de caminos. En La Paz, los manifestantes
reclamaron la renuncia del presidente Carlos Mesa y el cierre del Congreso por
haber aprobado una Ley que NO nacionaliza los hidrocarburos.
Ley de hidrocarburos objetada
El 6 de mayo, luego de 9 meses de intensos debates, el
Congreso boliviano aprobó la llamada Ley de Hidrocarburos misma que fue
turnada al presidente Carlos Mesa para su promulgación. La
votación en el Parlamento fue muy dividida: 59 votos a favor, 46 en
contra y 3 abstenciones. El 10 de mayo, Mesa devolvió la ley al Congreso
negándose a firmarla. Primero, dijo que tenía objeciones
conceptuales que no explicó, luego la califico de “suicida”.
Entonces, la controvertida ley fue firmada por el presidente del Congreso,
Hormando Vaca Díez.
Apenas la había firmado, varios
partidos políticos objetaron esa ley. El Movimiento al Socialismo (MAS)
propuso modificar el régimen tributario para que las transnacionales no
puedan evadir el pago al fisco del 50 por ciento sobre la producción. La
ley aprobada estableció el 18 por ciento de regalías y 32 por
ciento de impuestos. El MAS también planteó modificar un
artículo que reconoce tácitamente la validez de los actuales 76
contratos privados otorgados por el gobierno al margen del Congreso. Para apoyar
sus propuestas, el 18 de mayo partió de Caracollo una marcha de 200 km
hacia La Paz bloqueando la carretera La Paz-Oruro y
Oruro-Cochabamba.
Esta acción fue afectada por el bloqueo de
caminos y Evo Morales, líder del MAS, acusó a los mineros de
sabotear su marcha y se deslindó de los bloqueos de caminos y de quienes
exigen el cierre del Congreso. “Están buscando una dictadura, creo
que sería un error político”, declaró (AFP, DPA y
Reuters en La Jornada 17 mayo 2005).
Para
la Cámara de Hidrocarburos, que agrupa a las 20 transnacionales, la ley
es confiscatoria y vulnera supuestos derechos.
La ley también fue
rechazada por sectores de Tarija, lugar donde se concentran importantes reservas
de gas. Gremios civiles y empresariales exigieron que la sede de Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se traslade a ese
lugar.
En Santa Cruz, un Comité Cívico pidió a las
autoridades locales que convoquen a un referéndum sobre autonomía
para el 12 de agosto. El 21 de mayo, una Asamblea Provisional Autonómica
emitió unilateralmente la convocatoria. Luego, un Comité
Cívico pro-defensa de los intereses de Tarija también
anunció un referendo unilateral.
Lucha social y política
El 23 de mayo, la marcha del MAS se aproximaba a
la capital. En El Alto, la Federación de Juntas Vecinales convocó
a una huelga general indefinida exigiendo la plena nacionalización de los
hidrocarburos. En ambos casos, se expresó el rechazo a las falsas
autonomías que reclaman algunos sectores. También, se empezaron a
propagar rumores sobre un golpe de estado militar. El MAS lo rechazó de
inmediato.
La marcha del MAS llegó a La Paz. En el mitin Evo
Morales dio un plazo de 4 días a Mesa para convocar a un Congreso
Constituyente pero indicó que el MAS no busca el cierre del Parlamento,
“símbolo de la democracia” (AFP, DPA y Reuters 24 mayo 2005).
También rechazó cualquier golpe militar.
Al siguiente
día, miles de mineros, campesinos y pueblo en general ocuparon otra vez
el centro de la capital andina exigiendo la nacionalización de los
hidrocarburos.
La división del movimiento ha provocado
enfrentamientos e intercambio de insultos fuertes. Evo acusó a Jaime
Solares, secretario general de la COB, de alentar un golpe militar. Este
declaró estar dispuesto a apoyar a “un coronel o un general”
al estilo de Hugo Chávez en Venezuela y que ha hablado con militares de
bajo rango pero no está buscando ningún golpe
militar.
Mientras varios gobernadores y miembros del gobierno de Mesa
renunciaban, el 25 de mayo, un grupo de militares de rango intermedio pidieron
la renuncia de Mesa y el cierre del Congreso. Los tenientes coroneles Julio
Herrera y Julio César Galindo, a nombre de un Movimiento Militar
Generacional, emitió un pronunciamiento en que señalaron que para
salvar la democracia se debe convocar a una Asamblea Constituyente" y "se debe
recuperar el control total de nuestros hidrocarburos" (AFP, DPA y Reuters 26
mayo 2004). Evo Morales rechazó la proclama “venga de donde venga”
porque el golpe de Estado “no es democracia”.
Realismo político de la socialdemocracia
Los hidrocarburos
bolivianos son de propiedad pública, declaró Evo Morales en La
Habana (Juventud Rebelde 7 de mayo 2005). El 15 de mayo, Evo pidió
a Mesa que ordene la ocupación de los pozos petroleros sin expulsar a las
transnacionales. "No estamos diciendo fuera trasnacionales, sino que el Estado
boliviano tiene que tomar posesión de los recursos naturales y que haya
nuevos contratos legales" (Arreola G., en La Jornada 7 mayo
2005).
Evo exige la nacionalización de los hidrocarburos pero
entiende otra cosa o la entiende a medias. Le llama
“nacionalización de hecho” a lo acordado por el
Parlamento.
Antonio Peredo, diputado del MAS, ha sido más preciso.
“Todos saben que no tenemos posibilidad de nacionalizar en estos momentos,
y queremos ser muy claros. El neoliberalismo destruyó las
infraestructuras, no existe capacidad de endeudamiento para hacer frente a la
situación y, como están las cosas, luego vamos a tener que
negociar con las mismas empresas" (Calloni S., en La Jornada 28 mayo
2005).
En el MAS hay evidentes dudas e inseguridad política. Su
pragmatismo los conduce por la vía parlamentaria y la conciliación
con las transnacionales. Pero sería muy riesgoso que Evo ganara unas
elecciones presidenciales sin el consenso político y con la
oposición de la COB. ¿Cómo podría garantizarse
cualquier nacionalización sin la participación organizada de los
petroleros de la COB? Evo, simplemente, no podría
gobernar.
Nacionalización y lucha de clases
En Bolivia se enfrentan, por un lado, el pueblo
empobrecido formado por obreros, campesinos, grupos étnicos (quechuas,
aymaras, guaraníes) y, por otro, la oligarquía representada por
las transnacionales y burguesía local acompañada de la
pequeña burguesía reaccionaria.
En Bolivia,
también, se vive en estos momentos la lucha energética más
importante del mundo. Para el FTE de México, no hay ninguna duda:
apoyamos resueltamente la lucha de los trabajadores y pueblo bolivianos.
En 1937 primero y, luego, en 1969 ya ocurrió la
nacionalización de los hidrocarburos de Bolivia. En ambos casos, los
gobiernos en turno pagaron enormes indemnizaciones. Como consecuencia de la
privatización, la estatal YPFB fue prácticamente destruida, reducida a
la distribución de combustibles. Las fases importantes del proceso de
trabajo están en poder de las transnacionales.
En este
contexto, la propuesta de la COB es correcta. ¡Nacionalización sin
indemnización! ¿Porqué preocuparse de indemnizar por tercera
vez a los ladrones? Son las transnacionales las que deben indemnizar a Bolivia,
incluyendo la estatal-transnacional brasileña Petrobras.
Nacionalización, hecho político
La Nacionalización NO se reduce a una
ley, a un simple decreto expropiatorio administrativo. Se trata de un hecho
eminentemente político. Lo hemos desarrollado y ahora lo reiteramos.
La Nacionalización energética tiene 3 banderas esenciales:
1- El derecho de propiedad colectiva social expresado en la
nacionalización mediante un decreto de ley elevado a rango
constitucional, 2- El ejercicio de una Política
Energética Independiente, en materia de petróleo,
gas, energía eléctrica y ciencia, orientada al desarrollo social
y, 3- La integración del proceso de trabajo
energético, incluyendo TODAS las fases del proceso desde la
planeación, investigación, exploración, producción,
transformación, transporte, distribución y
comercialización, realizadas a través de un organismo
único y bajo el control obrero de la producción y la
vigilancia social organizada.
La Nacionalización, así
entendida, NO es tan radical (como creen los medios y políticos
socialdemócratas) es apenas lo decoroso y digno para nuestros
pueblos.
¿Qué nosotros no podemos sino solo las
transnacionales que tienen la tecnología, los recursos humanos y el
dinero? ¡Eso es exagerado y conformista! Las transnacionales NO son las
únicas que saben y que pueden, hay otras alternativas. Lo mismo que ahora
dicen en Bolivia lo dijeron en México en 1938 cuando se logró la
expropiación petrolera. Sin embargo, en epopéyicas jornadas,
pueblo y trabajadores salimos adelante construyendo a la industria de vanguardia
hoy nuevamente expropiada por el capital extranjero y sus gobiernos
entreguistas. No obstante, ¡Trabajadores y pueblo de México
volveremos a rescatar el patrimonio energético
nacional!
¿Quiénes podrán rescatar y reconstruir la
industria energética boliviana o mexicana? Los únicos que
SÍ pueden: los trabajadores, campesinos e indígenas organizados y
correctamente dirigidos. Para eso no se necesita de parlamentarios sino de
organización social y política coherente.
¡Viva la lucha de los trabajadores y pueblo de Bolivia!