El Poder Judicial comprado por foxismo y transnacionales
La Suprema Corte avala
a transnacionales
La Auditoría Superior de la Federación (ASF)
detectó en 2004 irrefutables ilegalidades en los permisos privados de
generación eléctrica e hizo “recomendaciones” para
corregir. Fox interpuso una controversia para impedir cualquier acción.
Ahora la Suprema Corte descalificó a la ASF por “excederse en sus
facultades”. La Corte avala el camino para “legalizar” los
permisos fraudulentos como los calificó en su propio dictamen de abril de
2002.
La Corte ignora, deliberadamente, la Inconstitucionalidad
Resolvió la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que las concesiones en
materia de generación eléctrica sí son legales, aunque
mañosamente se ahorró dictaminar si son constitucionales, que es
el centro de la discusión. Con esa determinación de la SCJN,
resultan “legales” también los contratos otorgados por CFE a
particulares para la compra de electricidad y, de paso, elimina cualquier
atribución de la Auditoría Superior de la Federación (ASF A
esto se reduce el estado de derecho en México A esto se reduce el estado
de derecho en México.
El aberrante fallo de la Corte representa
un triunfo para Vicente Fox y su estrategia para, a través de la
vía “litigiosa”, seguir entregando al gran capital la
generación de electricidad (aunque, una vez despejada “la
vía legal”, entregará también los hidrocarburos, los
servicios públicos, etc.).
No disponemos aún de la
transcripción del debate, pero la prensa ya da cuenta de cómo, al
resolver la controversia constitucional que presentó hace un año
Vicente Fox -para defender “su derecho" a concesionar la generación
de electricidad a empresas particulares (contrario a la Constitución,
según había determinado la ASF) la Corte- deja definitivamente sin
efecto las recomendaciones que dicha Auditoría emitió a las
distintas entidades, Comisión Reguladora de Energía (CRE) y
Secretaría de Energía (sener) y, a través de ésta,
la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dependientes todas del poder
Ejecutivo, para que modificaran "la forma y condiciones, conforme a las cuales
la CRE ha venido expidiendo permisos para la generación de
energía".
En su oportunidad, la ASF puso en entredicho la
legalidad (pero también cuestionó la constitucionalidad misma) de
los contratos de CFE con los productores independientes, a partir de las muchas
irregularidades detectadas por dicho organismo, en la revisión de la
cuenta pública del 2002. Cabe recordar que las indicaciones de la
Auditoría al Ejecutivo, contenidas en tres oficios (OASF/763/04,
OASF/692/04 y OASF/505/04) ya habían sido suspendidas por la SCJN, al
momento de dar entrada a la controversia, con lo cuál jamás
tuvieron efecto, fueron “letra muerta”.
Fue el ministro Juan
Díaz Romero, responsable de la instrucción del juicio, quien
propuso declarar fundada la demanda de Fox y anular en consecuencia las
recomendaciones de la Auditoría "por considerar que excedió sus
atribuciones". Tal propuesta se aprobó en pleno con seis votos en favor y
cinco en contra. Fox se apunta así un triunfo “legal”, que
sienta además un grave antecedente jurídico, con el que
seguramente buscará impulsar la aprobación en el Legislativo de
alguna iniciativa que "alinee la Constitución" a la realidad
jurídica fabricada con esta resolución de la Corte.
Los
ministros que votaron a favor fueron: Sergio Aguirre Anguiano, Margarita Luna
Ramos, Juan Díaz Romero, José de Jesús Gudiño
Pelayo, Guillermo Ortiz Mayagoitia y Mariano Azuela. Quienes votaron en contra
fueron José Ramón Cossío, Genaro Góngora Pimentel,
Sergio Valls Hernández, Olga Sánchez Cordero y Juan Silva
Meza.
La Corte sirve a las transnacionales
Como lo señalamos hace meses en
energía, la base "moral" del alegato de Fox era la defensa a
realizar "lo que le venga en gana", sin que nadie le contradiga o le pida
cuentas. Hoy la SCJN le concede razón, con el beneplácito de las
transnacionales: "La ASF no tiene las facultades para cuestionar la
situación jurídica de los permisos privados", ha declarado de
inmediato Eduardo Andrade, presidente de la Asociación Mexicana de
Energía Eléctrica, organismo empresarial que agrupa a los
productores externos de energía, únicos beneficiarios de ese
dictamen.
Por supuesto, la justicia nada tuvo que ver en este asunto,
dado que la situación de fondo no fue resuelta por la SCJN, que
convenencieramente omitió resolver respecto de la constitucionalidad de
los permisos privados, provocando así mayor ambigüedad. La SCJN se
comportó en este caso como oficialía de partes de la presidencia;
pero el foxismo no puede cantar victoria; el asunto de fondo sigue sin
resolverse, aunque Fox cuenta con que por la vía institucional va a estar
difícil que en algún momento se resuelva (tal vez cuando toda la
generación sea privada y resulte inútil seguir clamando por el
respeto a la legalidad constitucional).
Ojalá y los
recientes llamados histéricos a la “resistencia civil” y la
“no violencia” no sean parte de una misma estrategia destinada a la
desmovilización popular, porque eso lo único que
garantizaría, sería un conflicto de mayor envergadura en los
años por venir ¿1810, 1910... 2010?. Porque No se trata solo de la
electricidad y el petróleo; ahí están ya las otras reformas
estructurales, imponiéndose todos los días. Nadamenos la Ley
Abascal está lista para su aprobación inmediata y estamos
estrenando nuevas reformas --inconstitucionales para variar-- a la Ley del IMSS
que afectan a los jornaleros agrícolas al suprimirles toda seguridad
social.
La lista de agravios neoliberales crece cada día y va
más allá de los derechos democráticos de Andrés
Manuel (y difícilmente se resolverán con un proyecto alternativo
como el suyo). Es todo un sistema el que hoy fuerza una crisis, con tal de
llevar adelante su propio proyecto. Por ello es que, para enfrentarlo, se
requiere de una verdadera organización social de carácter nacional
no con improvisación ni por la buena voluntad de "coordinadoras de la
voluntad popular".
El poder judicial al margen del derecho
La Suprema Corte de Justicia de la
Nación no escapa a la corrupción neoliberal. Debiendo ser garante
del Estado de Derecho, en manos del tal “Marianito” Azuela se ha
vuelto comparsa del foxismo. Nada ha hecho por hacer cumplir la
Constitución, al contrario avala la ilegalidad. Se está en
vías de preparar el camino para trastocar “legalmente”, de
una vez por todas, el orden constitucional de México.
Al senador
Barttlet le ha dado por leer solamente la parte positiva. La Corte no se
pronunció sobre la inconstitucionalidad, dijo. Por tanto, interpreta el
senador, la Corte no ha resuelto el problema de fondo. Eso es cierto,
aparentemente. Sin embargo, la misma “Corte” rechaza
explícitamente el cúmulo de irregularidades presentado por
la ASF. Las “recomendaciones” de ésta JAMAS fueron tomadas en
cuenta por el foxismo, con el dictamen de la Corte MENOS. Peor aún, se
pondrán más agresivos siempre en la ilegalidad pero con el
consentimiento de la “justicia” mal representada por unos cuantos
ministros en su mayoría vendepatrias.
Los trabajadores estamos en
total desacuerdo con el dictamen de “la tremenda” Corte porque,
aparentemente, sin pronunciarse sobre el fondo del asunto se contradice a
sí misma al avalar explícitamente las acciones
inconstitucionales del foxismo. La misma Corte dictaminó el 22 de abril
de 2002 que los permisos privados de generación eléctrica SON
INCONSTITUCIONALES.
Nosotros, el FTE de México, lo
señalamos desde el principio pero la Auditoría Superior de la
Federación lo hizo formalmente al comprobar el exceso de irregularidades.
Pero, ahora que las acciones concretas CONFIRMAN el dictamen previo de la Corte,
ésta dictamina que no ha lugar a las simples
“recomendaciones” de la ASF.
La Suprema Corte de Justicia de
la Nación está contra la Nación, se ha puesto en manos de
las transnacionales. Si no es así, que corrija de inmediato y respete, y
haga respetar, la Constitución. Lo dudamos, Marianito es juez de
“los de arriba”. La Corte le ha dado la espalda a la
Nación.
La industria eléctrica de México ha sido construida, desarrollada
y operada por los trabajadores jamás por las burocracias corruptas,
ni gobiernos en turno ni charros sindicales.
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