Corrupción de funcionarios y magnates despoja la...
Energía: riqueza de México,
¿o riqueza de Slim?
La oligarquía nacional
en alianza con el gran capital transnacional usurpa la riqueza del pueblo
de México. Individuos como Carlos Slim Heliú, 4º hombre
más rico del mundo (según Fortune), así como
funcionarios y ex-funcionarios corruptos al servicio de las grandes
transnacionales, se apoderan de recursos estratégicos a instancias del
propio “Presidente de la Nación”. Esta vez, el “negocio
del año” (para los capitalistas) corresponde al proyecto
hidroeléctrico El Cajón. Fox anuncia que otorgará
más concesiones de ese tipo, ofertando incluso energías
renovables.
Slim se apropia de los recursos de la Nación
La “puntada” del presidente Vicente Fox para designar a
Carlos Slim Heliú miembro del Consejo de Administración de Pemex,
sirvió para que éste descubriera la forma de acrecentar su
riqueza, apropiándose de los recursos energéticos de la
Nación. Desde que “asociado” con
Ingenieros Civiles
Asociados (ICA) se adjudicó la construcción del proyecto
hidroeléctrico El Cajón, que acaba de ser nombrado por la revista
inglesa Project Finance International (febrero de 2005) “Deal of the
Year” (negocio del año) –para ICA (Slim) y los bancos
Citibank y West LB’s, pero no para el pueblo–, la “buena
racha” de Slim no cesa. El Cajón representa una inversión
estimada en 684 millones de dólares y fue evaluada por dicha revista como
uno de los proyectos financieros más importantes.
Pero, como lo
señalamos en
energía 55, la
“milagrosa” recuperación del Grupo ICA no se debió a
un golpe de suerte (menos aún a la habilidad financiera de Slim), sino a
la adjudicación por parte del gobierno de obras que el pueblo de
México financia mediante el pago de costosos créditos privados.
Para Slim esto no es nuevo, así se apropió de Teléfonos de
México (a través de un préstamo que el propio gobierno
respaldó, pagado además a plazos y con las misma ganancias de
Telmex) durante el sexenio de su tocayo Salinas de Gortari.
Igual, ICA
se consolida del erario nacional, a través de dos docenas de contratos
más, que le fueron concedidos para realizar obra pública (como el
sistema de saneamiento del Valle de México, la construcción del
Hospital de la Mujer en Tabasco, o las autopistas Tejocotal-Nuevo Necaxa y
Tepic-Villa Unión, así como la expansión del aeropuerto
Benito Juárez de la Ciudad de México, un
“acuaférico” en Querétaro y las presas El Arcediano en
Jalisco y El Extérax en Querétaro).
En el sector
eléctrico ICA “amarró” además la
construcción de las hidroeléctricas La Parota y La Yesca y cuenta
con la promesa de “una megaobra” hidroeléctrica (similar a El
Cajón) que, según Fox, se ubicará en Veracruz. Pemex
otorgó a ICA otro contrato, éste por 690 millones de
dólares, para la construcción del segundo paquete para la
reconfiguración de la Refinería Lázaro Cárdenas (en
Minatitlán, Veracruz). A través de Swecomex y Pc Constructores
(parte del Grupo Condumex), Slim desarrolla además otras obras para la
petrolera estatal.
ICA (Slim) recibe además todo el respaldo
oficial para eludir el descontento popular (no sea que ocurra como en el
proyecto hidroeléctrico La Parota, al cual los guerrerenses han
presentado feroz resistencia, al verse despojados de su único
patrimonio). El pasado 18 de febrero (2005), por ejemplo, Fox entregó
obras sociales “asociadas” a la construcción de la presa El
Cajón: una clínica del IMSS “que proporciona atención
médica a cinco mil trabajadores de la obra y a sus familias”.
Claro, mientras dura la obra (o duren las indemnizaciones de los ejidatarios)
¿Y después?.
Ex-“servidores públicos” sinvergüenzas
Otros, cuyas fortunas no dan para colarse en los listados de los ricos
más ricos -pero de igual manera proceden del desfalco al erario
nacional-, son los corruptos ex-funcionarios, testaferros del gran capital, que
siempre han operado en favor de las grandes transnacionales y que en su momento
utilizaron su posición en el gobierno para negociar (torciendo la
legislación) la privatización de gran parte de la infraestructura
productiva y de servicios propiedad de la nación, y que hoy han vuelto a
su verdadera condición, como servidores de dichas transnacionales (o
cabildean descaradamente para ellas).
Son los mismos que ayer
"renegociaban" ¿a nombre de México? la deuda externa o autorizaban
el "rescate" de bancos, carreteras, ingenios o líneas aéreas; o
abrían las puertas al capital foráneo aún donde la
Constitución expresamente lo prohibía [Ver columna de Carlos
Fernández-Vega, en La Jornada, 12.02.2005].
El caso
más reciente es el del ex-secretario de Hacienda (durante el sexenio de
Carlos Salinas de Gortari), Pedro Aspe Armella (aquél que aseguró
que la pobreza en México era "un mito genial"), cuya empresa, Protego
Consultores Financieros, “asesora” lo mismo al gobierno de
Michoacán (sí, el de Cárdenas nieto), que al del Estado de
México, en proyectos relacionados con el sector
energético.
Protego presume que desde su creación ha
manejado inversiones por más de mil millones de dólares y que son
requeridos desde el extranjero para dar asesoría a los Productores
Independientes de Energía y en proyectos relacionados con el gas natural
(contratos de servicios múltiples, gasoductos, etc.), así como
para estructurar proyectos en Pidiregas, para la colocación de capital
privado, y para buscar apoyos en fusiones y adquisiciones en el sector
energético mexicano.
Aspe se ufana de haber sido alumno
aventajado de Jaime Serra Puche en el ITAM, quien no obstante su fugaz paso como
responsable de las finanzas públicas, a su salida fundó SAI
Consultores, que preside junto con su ex-subsecretario Pedro Loyola, empresa
con la que se especializa en “asesorar” negocios en el marco del
Tratado de Libre Comercio. Serra Puche es miembro además de los consejos
de administración de importantes empresas, como Grupo Ferroviario
Mexicano, Tamsa, Vitro, Bardahl, PVI, Regional Market Makers y Southern Peru
Copper.
Hay otros ex-funcionarios que descaradamente cobran en las
empresas imperiales, como es el caso de Luis Tellez Kuenzler, ex-secretario de
energía durante el gobierno de Ernesto Zedillo, que luego asesoró
a The Carlyle Group (Energy Oil Company), en sucios negocios petroleros.
Otro, caso, el de Héctor Olea, ex-presidente de la CRE, quién tuvo
la desfachatez de otorgar algunas concesiones a “su representada”,
Tractebel, antes de reintegrase a su despacho en dicha transnacional. El
ex-presidente Zedillo es hoy alto ejecutivo de la empresa ferroviaria que
adquirió, durante su gobierno, parte de Ferrocarriles Nacionales de
México.
De los mencionados, solo Olea recibió como
sanción una ridícula “inhabilitación” temporal
para ocupar puestos públicos. Antes al contrario, la mayoría cobra
jugosas pensiones del Estado (muchas veces a través de las mismas
empresas que ayudaron a destruir).
La descarada venta de México, desde los más altos niveles
Y cómo detener esta corrupción, cuando desde la propia
presidencia se propicia. De gira por España, Fox dijo acudir para
“seguir empujando a mayor altura lo que ya es muy extraordinario: la
inversión española en México, las inversiones mexicanas en
España y el comercio entre nuestros dos países”. Fox se
refería al ofrecimiento (con dedicatoria de exclusividad) para dar a
Repsol YPF e Iberdrola mayores garantías (mismas que no
especificó) para que sigan invirtiendo en generación de
electricidad y perforación de gas natural.
Además, del 27
al 29 de abril de 2005, en el hotel Omni Houston (EU), y bajo el patrocinio de
Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Comisión Reguladora de
Energía (CRE) y el Estado de Baja California, se llevará a cabo
–como cada año–, la “venta de garage” de los
recursos energéticos de México. Se trata de la exhibición
Mexican Energy 2005, una auténtica “vendimia” para
ofertar 24 GW de capacidad adicional para CFE (que abarcan proyectos de
energías renovables, termo e hidroeléctricos) a corto y mediano
plazo y diversos proyectos de gas natural (con su respectiva infraestructura de
transporte). De paso, buscarán la forma de lucrar con las oportunidades
que propicia el recientemente ratificado protocolo de Kyoto.
Esta vez,
representando a México, acudirán los pomadosos abogánsters
de la burguesía nacional (distinguidos por su capacidad para violar
impunemente la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos) entre los que estarán “distinguidos” bufetes de
leguleyos: Creel, García-Cuéllar y Müggenburg SC
(“popular” por su participación en el caso de la
licitación del Renave), Galicia y Robles, S.C., González
Calvillo, S.C., López, Velarde, Heftye y Soria, S.C. y
Vera, Carvajal & Sosa, S.C., así como una que otra
transnacional “exitosa” (Tractebel y TransAlta).
El modelo neoliberal, fuente de acumulación capitalista.
Las privatizaciones (de Ferrocarriles, Bancos, Mineras,
Siderúrgicas, etc.), que significaron la separación de gran parte
de sus trabajadores y la reducción de salarios para los que mantuvieron
la plaza, solo sirvió para aumentar la riqueza de 20 familias de
potentados, mientras millones de trabajadores (activos y pensionados) ven
reducido cada día más su ingreso real. ¡Otra mentira del
neoliberalismo! ¿Por qué en el “mercado laboral” los
salarios sí están fuertemente controlados por el estado, al gusto
de los empresarios y capitalistas, mientras en todo lo demás el Estado se
mantiene al margen?
Los recursos obtenidos mediante la venta desaseada
de estratégicas empresas estatales nisiquiera sirvieron para reducir la
enorme deuda externa o paliar al menos el inhumano pago de intereses. Mucho
menos sirvieron para aumentar el gasto social. Sirvieron, sí, para
acrecentar a niveles escandalosos la riqueza de unos cuantos, que figuran en las
listas de la burguesía internacional, como ricos entre los más
ricos del mundo.
Ante tanto cinismo, no hay otra salida que la lucha
organizada. Los obreros hemos sufrido ya muchas derrotas. Necesitamos organizar
la respuesta unitaria. Sin ésta, el Estado reprimió (acabando en
algunos casos con la fuente de empleo) los movimientos de los trabajadores en la
Siderúrgica Lázaro Cárdenas, Cervecería Modelo,
Minera Cananea, la huelga de los obreros textiles de Veracruz, la de automotriz
Ford, la de llantera Tornell, o la de los transportistas de Ruta-100 así
como las de cientos de empresas, más pequeñas.
Muchos
contratos colectivos se han perdido ya, y la mínima seguridad social que
ofrecen IMSS e ISSSTE está en peligro de privatizarse. Cientos de miles
de jóvenes (estudiantes y marginados) que llegan a la edad laboral
carecen de la mínima esperanza para conseguir un empleo fijo,
carecerán de las prestaciones sociales o seguridad social mínima.
No hay nada que justifique la pulverización del movimiento obrero. La
organización de los trabajadores es hoy una demanda prioritaria.
Electricistas mexicanos del SME en el Zócalo de la capital.