La fantasía despojada de la razón puede producir monstruos
increíbles. Fox, caso patológico.Entrevistado en Roma, luego de asistir a los funerales de Juan Pablo II,
Fox fue entrevistado por la prensa. En breves declaraciones dijo: "Creo que hoy,
México da un ejemplo al mundo de legalidad, de apego a la ley y da
también una clara señal de la fortaleza de nuestras
instituciones” (Vargas R.E., en La Jornada 9 abril
2005).
Se trata de una visión fantasiosa, el mundo visto al revés. Pero no es esta la primera vez ni la única declaración. Sobre cualquier aspecto de la vida nacional, las respuestas de Fox rayan en la desfachatez y el cinismo.
Se trata de una visión fantasiosa, el mundo visto al revés. Pero no es esta la primera vez ni la única declaración. Sobre cualquier aspecto de la vida nacional, las respuestas de Fox rayan en la desfachatez y el cinismo.
Durante décadas, el PRI desarrolló un discurso basado en la
mentira. Decía que en México había democracia y esta era
inexistente. Se anunciaba que el peso no se devaluaría frente al
dólar y la moneda mexicana se devaluaba enseguida. Afirmaba que
acabaría con la corrupción y la misma aumentaba escandalosamente.
Con Fox la situación ha empeorado. Afirma que el crecimiento económico ha aumentado cuando se han alcanzado los índices más bajos de la historia, dice que se han creado empleos cuando el desempleo aumenta a diario. Fox ha dicho que su gobierno es de leyes y las viola cotidianamente, afirma que gobierna con la Constitución y la legalidad constitucional está rota precisamente por él mismo.
Con esas mentiras como cliché ha entregado ya la tercera parte de las industrias eléctrica y petrolera a las transnacionales, prepara una legislación laboral regresiva, ha privatizado la seguridad social del IMSS para el caso de trabajadores de la ciudad y jornaleros agrícolas, está sometido a los dictados del gobierno norteamericano y ha ensuciado las próximas elecciones presidenciales hasta hacerlas ilegítimas.
Con Fox la situación ha empeorado. Afirma que el crecimiento económico ha aumentado cuando se han alcanzado los índices más bajos de la historia, dice que se han creado empleos cuando el desempleo aumenta a diario. Fox ha dicho que su gobierno es de leyes y las viola cotidianamente, afirma que gobierna con la Constitución y la legalidad constitucional está rota precisamente por él mismo.
Con esas mentiras como cliché ha entregado ya la tercera parte de las industrias eléctrica y petrolera a las transnacionales, prepara una legislación laboral regresiva, ha privatizado la seguridad social del IMSS para el caso de trabajadores de la ciudad y jornaleros agrícolas, está sometido a los dictados del gobierno norteamericano y ha ensuciado las próximas elecciones presidenciales hasta hacerlas ilegítimas.
Marianito es muy corrupto
Recibe un “salario” de 650 mil pesos (casi 60 mil dólares) mensuales y goza de prestaciones sociales privilegiadas. Todo en pago por incumplir su deber y solapar la ruptura de la legalidad constitucional.
De acuerdo a la información publicada por la prensa (Méndez E., en La Jornada 19 abr 2005), con base a la revisión de la cuenta pública 2003 que realizó la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Mariano Azuela Güitrón, quien funge como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) percibe una remuneración mensual de 643 mil 433.41 pesos. Los demás 10 ministros reciben 563 mil 63.35 pesos.
Las prestaciones que recibe el Marianito son enormes e incluyen: aguinaldos de fin de año, 4 seguros (institucional, colectivo de retiro, gastos médicos mayores y separación individual), fondo de ahorro, prima vacacional, gastos de alimentación, ayuda para el desarrollo personal y profesional, ayuda para publicaciones, pago de teléfono celular y “apoyo para el fomento la cultura de la legalidad” (sic). Por si fuera poco, también recibe una compensación “por hacernos el favor” de ser presidente de la Suprema Corte.
La situación es bochornosa, pero ¿qué hace el tal Marianito para merecer ese “salario”? ¡Nada! La justicia en México, el estado de derecho, están literalmente en la calle. Azuela es un simple corrupto amafiado con Fox y las transnacionales.
La SCJN incumple sus funciones, con su complicidad el foxismo ha roto la legalidad constitucional al privatizar, de manera furtiva, las industrias eléctrica y petrolera. La misma Corte lo dictaminó en 2002, bajo la presidencia del ministro Genaro D. Góngora. Sin embargo, con Marianito la situación está al revés, ni él mismo respeta la Constitución.