La agresión no es personal es a la Nación
¡Abajo el golpe traidor!
Rota la legalidad en México, NO hay Estado de derecho.
Gobierno mafioso e ILEGITIMAS elecciones presidenciales.
Movilización y organización social para rescatar a la Nación.
¡Destitución de Fox! ¡Viva Tierra y Libertad!
Desafuero de López
Tras 11 meses de asedio, costosa campaña de
medios, acuerdos cupulares y ejercicio faccioso del poder, el Foxismo
ejecutó la acción largamente anunciada. El 7 de abril de 2005, Fox
culminó el Golpe de Estado iniciado el 6 de julio de 2000. Al mismo
tiempo, adelantó otro golpe, ensuciando las próximas elecciones
presidenciales mismas que desde ahora son
ilegítimas.
Pero Fox no actuó solo,
contó formalmente con la ayuda de la diputación priísta y
del charrismo sindical. Detrás, por supuesto, operaron las
transnacionales que han invadido a la Nación.
Previamente, fue
constituida la Coalición mafiosa de diputados del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN), luego de acuerdos
previos en las cúpulas. Esta Coalición debutó en 2004
privatizando la seguridad social vía las modificaciones a la Ley del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); también tiene preparados los
dictámenes para aprobar la privatización de la seguridad social
vía las reformas a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales
de los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE), y las reformas neoliberales
regresivas a la Ley Federal del Trabajo. En cualquier momento pueden dar el
“albazo”.
El antecedente inmediato al crimen fue la 19
Asamblea del PRI la que acordó retirar de los principios y programa de
acción del partido toda referencia a los artículos 27 y 28
constitucionales para permitir a Fox que “legalice” la
privatización energética furtiva actualmente en marcha
desenfrenada.
Muchos pensaban que “no se atreverían”
pero, en los días previos, la situación se tornó
irreversible. No solo se atrevieron, pasaron por sobre todos los procedimientos
legales y administrativos. En estos momentos todo está muy claro.
Mediante una decisión política de las cúpulas tomada en los
sótanos de la Presidencia, se elimina suciamente a un posible
contendiente a la Presidencia de la República. Andrés Manuel
López Obrador fue desaforado por la Cámara de Diputados, misma que
sin cuidar las formas “lo destituyó” para encaminar el caso
por la vía penal.
Ni una razón fue escuchada, ni siquiera
las advertencias de corredurías empresariales o medios extranjeros como
el Washington Post. Las “amenazas” de resistencia a la
agresión, enarboladas por López, no preocuparon a las
cúpulas golpistas.
Transnacionales mandan
La agresión está personificada en AMLO,
legítimo Jefe de Gobierno del Distrito Federal, electo
democráticamente por millones de mexicanos. Sin embargo, la acción
política representa una agresión a toda la Nación. El voto
popular por López fue ANULADO con violencia “incruenta”, y
unilateralmente, mediante el ejercicio indebido de facultades
parlamentarias.
Detrás del desafuero de López están
las corporaciones transnacionales. Estas son las que mandan en México.
Primero, se han apropiado de la tercera parte de la industria eléctrica y
otro tanto de la industria petrolera, luego, han invadido ya más del 90
por ciento del territorio nacional; y siguen avanzando por la vía de
concesiones y contratos otorgados por el gobierno a sabiendas que la
Constitución del país lo prohíbe.
Las
transnacionales están organizadas y disponen de muchos prestanombres y
vendepatrias a su servicio. La Asociación Mejicana de la Industria
Eléctrica, la Mexican Oil Industry, la Asociación de Gas Natural
no son solo membretes. Con el poder económico y la propiedad privada
ilegítima adquirida, ya se sienten dueños de la Nación.
Ahora lo están demostrado con su accionar
político.
López Obrador jamás ha criticado la
apropiación privada de tan importantes medios de producción, ni
siquiera ha criticado la privatización energética furtiva.
¿Por qué se le suprimen, entonces, sus derechos políticos?
Porque lo mismo harían las mafias con cualquier otro posible candidato
que no milite en sus filas, así sea la más descolorida de las
socialdemocracias.
La agresión del foxismo, apoyado por el PRI,
es parte del guión diseñado por el imperialismo. Se trata de
apoderarse a plenitud de la Nación. El golpe está petrolizado,
más aún, energizado.
Fox y las transnacionales ya
decidieron que NO habrá elecciones legítimas en México.
Decir lo contrario sería una flagrante mentira. Ni siquiera hay
condiciones para el voto libre.
Cuando arribó Fox a la
presidencia, Carlos Fuentes, escritor al servicio de los yankis declaró
desde Paris que se trataba de una “revolución
democrática”. Porfirio Muños Ledo, insistió que era
la “transición a la democracia”. ¡Pura basura!
La llamada “democracia mexicana” NO existe, ni ha existido,
lo que hay es Dictadura neoliberal y mafiosa. Esa dictadura está
patrocinada por las transnacionales de la energía mismas que compraron la
Presidencia de México en 2000 y harán lo mismo en 2006.
Apoyo popular
El pueblo de México, noble, sencillo y solidario sabe reconocer el
significado de la acción foxista. Al llamado para repudiar el Golpe,
cientos de miles acudimos al Zócalo de la capital mexicana. Momentos
antes de la sesión en el Parlamento, la multitud expresó el
rechazo.
La indignación del pueblo mexicano es mucha y de varias
partes del país, principalmente del centro, acudieron muchos mexicanos
haciendo múltiples sacrificios porque la asistencia fue voluntaria y por
propios medios. El Partido de la Revolución Democrática (PRD)
interpretó que fue a su llamado. Muchos, en efecto, son militantes de
base pero, muchos otros, la mayoría, no lo son.
La
política no es propiedad privada de nadie y el PRD no se debiera apropiar
de lo que NO ha organizado, muchos de los asistente no están organizados,
ni social ni políticamente.
En el mitin, después de pedir
un minuto de silencio en recuerdo del Papa (sic), López convocó a
la “resistencia pacífica” en los términos que
él la entiende. Pareciera que ve nubarrones provocados por sus propios
agresores y, en plan “pacifista” presentó un Plan simplista e
ingenuo. Los mercados reaccionaron con tranquilidad, se publicó al
siguiente día. “Excepcional” discurso dijo cierta
intelectualidad. “Manejó el mitin con manos de seda”, la
gente aprobó todo “sin chistar”, escribieron voceros
oficiosos.
Los trabajadores del FTE no lo vimos así. No estamos
de acuerdo con cierta intelectualidad de moda. Pareciera que el Zócalo
fue un Retablo compuesto por el sabio Tontonelo, en el que todos ven lo que
nosotros no; pero aceptan que ven lo que no se vio por temor a ser tachados de
herejes o bastardos, como escribió Cervantes 400 años ha.
El 7 de abril nosotros escuchamos, y leímos, un discurso
habilidoso pero políticamente muy DEBIL. El pueblo apoya pero no se
“chupa el dedo”, el pueblo no es menor de edad. Después, el
trato y papel que los “Lopistas” le han “dispensado” al
pueblo es el de simple “apoyador, impensante y mudo”, así les
gusta más. Eso no solo es inaceptable sino
erróneo.
Mucho apoyo, poca política
Resistir al foxismo, que significa imperialismo,
no es un asunto para “comentarlo en corto” con los amigos o la
familia, ni para “portar distintivos” en el pecho. Protestar las
tardes libres de los domingos, formar “comités ciudadanos”, o
informar sobre los “intentos” (sic) de retroceso de la
“democracia mexicana” NO es suficiente.
En el mitin
López “impuso” a un comité de 3 ciudadanos
dizque independientes como “dirección” según
López, “confiemos en esa dirección nacional” dijo,
luego hablaron de representación (sic) y, después, le pusieron
Coordinación Nacional en Defensa de la Voluntad Popular.
¿Quién los eligió? ¿A quién representan?
¿Cuál es su política? A eso, en el medio obrero, se le conoce
como manipulación charra.
Los mismos “ciudadanos” lo
han expresado, uno de ellos dijo que se habían constituido para organizar
las Redes Ciudadanas y difundir el libro (proyecto de nación) de
López. Ante las circunstancias, agregó, se dedicarían a
defender los derechos políticos de López. Ahora,
súbitamente, son la “cabeza” del movimiento para
“coordinarlo” y para vigilar que todo sea
“pacífico”.
López insistió, fue
reiterativo, en su llamado a “no bloquear carreteras ni tomar
oficinas” como si alguien hubiera hecho esa propuesta, sabiendo que el
PRD, en general, es “incapaz”. De entrada descalificó a quien
pudiera tener propuestas diferentes, considerando que no son pacifistas pues
dijo que “no comparte” otras acciones.
Los trabajadores del
FTE tampoco compartimos la política de López.
¡Organización social!
En la Cámara de Diputados López se vio
combativo y, vehemente, acusó a Fox como autor visible del complot. Lo
mismo hizo contra “Marianito” Azuela, presidente faccioso de la
Suprema Corte de Justicia. Salinas de Gortari, uno de los jefes de la mafia, fue
enfrentado. López dejó al descubierto lo endeble de la maniobra
desde el punto de vista jurídico pues NO existe ningún delito.
Hábilmente se refirió a la política y señaló
los objetivos del foxismo que no son otros sino usurpar las próximas
elecciones presidenciales, aparentemente a favor del PRI y las transnacionales,
por supuesto.
Algo que López jamás ha dicho, ni
dirá, es la necesidad de construir organización social. En
México, necesitamos de la organización social como oxígeno
para la vida, pero la socialdemocracia desdeña explícitamente a la
organización social. La intelectualidad socialdemócrata cree, es
su “credo”, que la lucha de clases sociales ya no existe, que todo
es cuestión de la sociedad civil (¿?), “la multitud”,
los ciudadanos. Esa visión simplista es la moda impuesta por los
filósofos del posmodernismo, pero es irreal. Con esa asesoría, la
acción política de López es empírica y voluntarista
con grado de miedo.
Como los asesores ya le dijeron ¡Adiós!
al proletariado, para ellos éste no tiene nada que hacer en el movimiento
y, sus propuestas, menos. Pero no es así. Los trabajadores de la
energía tenemos política, propuestas y proyecto.
La
acción de los trabajadores NO se limita a la acción sindical
interna ni a la “lucha laboral”. Eso es parte del corporativismo que
López ni menciona. Los trabajadores y los sindicatos tenemos tareas
adicionales más importantes que cumplir. Si ahora muchos no lo hacen es
por tener encima un valladar que supera cualquier fuerza.
Esa
superestructura, violenta y criminal, es el charrismo sindical al que debemos
vencer por necesidad. Pero, eso no lo podemos hacer solos, se requiere de la
lucha social conciente y generalizada. El charrismo es la principal estrategia
del imperialismo para impedir la acción organizada del pueblo, no solo de
los trabajadores.
Con tan alto grado de improvisación y empirismo
ingenuo de la socialdemocracia, es muy difícil vencer al charrismo
sindical, como es difícil ganar las elecciones presidenciales y gobernar
decentemente. Sin organización social verdadera el charrismo y las
transnacionales se encargan, solitos, de “tronar” a cualquier
gobierno. Esas amargas experiencias no son de ahora ni exclusivas de
México, van décadas de amargor en toda Latinoamérica.
Movimiento alternativo
En México necesitamos de un movimiento
alternativo, de un movimiento social que INTEGRE (no basta sumar, ni es lo
mismo) a la mayoría de los mexicanos en todo el territorio nacional, con
una organización debidamente estructurada en todos los rincones de la
Patria.
En esa organización, constituida en términos de
Frente único, con un necesario carácter antiimperialista, los
trabajadores asimismo organizados tenemos una importante tarea que cumplir con
nuestro propio programa.
El movimiento alternativo no excluye a los
partidos políticos, caso específico al PRD, pero no se subordina a
éstos por razones políticas evidentes. Esos partidos no han sabido
estar a la altura de sus deberes. Pero, peor aún, con un Estado de
derecho inexistente por haber sido rota la legalidad constitucional, el papel de
esos partidos debe al menos replantearse.
Construir al Frente de
Soberanía Nacional (FSN) es nuestra propuesta. La lucha es, precisamente,
por la defensa de la soberanía nacional que incluye, los derechos de
propiedad colectiva social de la tierra y sus recursos naturales, los derechos
sociales de los trabajadores y pueblo de México, y los correspondientes
derechos políticos democráticos de los mexicanos. Todo esto
implica Restablecer la legalidad constitucional rota por el PRI y el
PAN.
No hay movimiento alternativo sin banderas, expresadas en el
Programa; No hay resistencia triunfante sin movilización múltiple.
Para ello, es crucial la ORGANIZACIÓN social. De otro modo, NO se puede
enfrentar a las corporaciones imperialistas, ni al charrismo sindical, ni a las
mafias políticas; tampoco se puede gobernar adecuadamente a ningún
país.
¡Viva México!
¡Viva Tierra y Libertad!
¡La Patria NO se Vende, la Patria se Defiende!