Volumen 5, Número 61, abril 25 de 2005

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La agresión no es personal es a la Nación

¡Abajo el golpe traidor!

Rota la legalidad en México, NO hay Estado de derecho.
Gobierno mafioso e ILEGITIMAS elecciones presidenciales.
Movilización y organización social para rescatar a la Nación.
¡Destitución de Fox! ¡Viva Tierra y Libertad!



Desafuero de López

Tras 11 meses de asedio, costosa campaña de medios, acuerdos cupulares y ejercicio faccioso del poder, el Foxismo ejecutó la acción largamente anunciada. El 7 de abril de 2005, Fox culminó el Golpe de Estado iniciado el 6 de julio de 2000. Al mismo tiempo, adelantó otro golpe, ensuciando las próximas elecciones presidenciales mismas que desde ahora son ilegítimas.

Pero Fox no actuó solo, contó formalmente con la ayuda de la diputación priísta y del charrismo sindical. Detrás, por supuesto, operaron las transnacionales que han invadido a la Nación.

Previamente, fue constituida la Coalición mafiosa de diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN), luego de acuerdos previos en las cúpulas. Esta Coalición debutó en 2004 privatizando la seguridad social vía las modificaciones a la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); también tiene preparados los dictámenes para aprobar la privatización de la seguridad social vía las reformas a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE), y las reformas neoliberales regresivas a la Ley Federal del Trabajo. En cualquier momento pueden dar el “albazo”.

El antecedente inmediato al crimen fue la 19 Asamblea del PRI la que acordó retirar de los principios y programa de acción del partido toda referencia a los artículos 27 y 28 constitucionales para permitir a Fox que “legalice” la privatización energética furtiva actualmente en marcha desenfrenada.

Muchos pensaban que “no se atreverían” pero, en los días previos, la situación se tornó irreversible. No solo se atrevieron, pasaron por sobre todos los procedimientos legales y administrativos. En estos momentos todo está muy claro. Mediante una decisión política de las cúpulas tomada en los sótanos de la Presidencia, se elimina suciamente a un posible contendiente a la Presidencia de la República. Andrés Manuel López Obrador fue desaforado por la Cámara de Diputados, misma que sin cuidar las formas “lo destituyó” para encaminar el caso por la vía penal.

Ni una razón fue escuchada, ni siquiera las advertencias de corredurías empresariales o medios extranjeros como el Washington Post. Las “amenazas” de resistencia a la agresión, enarboladas por López, no preocuparon a las cúpulas golpistas.

Transnacionales mandan

La agresión está personificada en AMLO, legítimo Jefe de Gobierno del Distrito Federal, electo democráticamente por millones de mexicanos. Sin embargo, la acción política representa una agresión a toda la Nación. El voto popular por López fue ANULADO con violencia “incruenta”, y unilateralmente, mediante el ejercicio indebido de facultades parlamentarias.

Detrás del desafuero de López están las corporaciones transnacionales. Estas son las que mandan en México. Primero, se han apropiado de la tercera parte de la industria eléctrica y otro tanto de la industria petrolera, luego, han invadido ya más del 90 por ciento del territorio nacional; y siguen avanzando por la vía de concesiones y contratos otorgados por el gobierno a sabiendas que la Constitución del país lo prohíbe.

Las transnacionales están organizadas y disponen de muchos prestanombres y vendepatrias a su servicio. La Asociación Mejicana de la Industria Eléctrica, la Mexican Oil Industry, la Asociación de Gas Natural no son solo membretes. Con el poder económico y la propiedad privada ilegítima adquirida, ya se sienten dueños de la Nación. Ahora lo están demostrado con su accionar político.

López Obrador jamás ha criticado la apropiación privada de tan importantes medios de producción, ni siquiera ha criticado la privatización energética furtiva. ¿Por qué se le suprimen, entonces, sus derechos políticos? Porque lo mismo harían las mafias con cualquier otro posible candidato que no milite en sus filas, así sea la más descolorida de las socialdemocracias.

La agresión del foxismo, apoyado por el PRI, es parte del guión diseñado por el imperialismo. Se trata de apoderarse a plenitud de la Nación. El golpe está petrolizado, más aún, energizado.

Fox y las transnacionales ya decidieron que NO habrá elecciones legítimas en México. Decir lo contrario sería una flagrante mentira. Ni siquiera hay condiciones para el voto libre.

Cuando arribó Fox a la presidencia, Carlos Fuentes, escritor al servicio de los yankis declaró desde Paris que se trataba de una “revolución democrática”. Porfirio Muños Ledo, insistió que era la “transición a la democracia”. ¡Pura basura!

La llamada “democracia mexicana” NO existe, ni ha existido, lo que hay es Dictadura neoliberal y mafiosa. Esa dictadura está patrocinada por las transnacionales de la energía mismas que compraron la Presidencia de México en 2000 y harán lo mismo en 2006.

Apoyo popular

El pueblo de México, noble, sencillo y solidario sabe reconocer el significado de la acción foxista. Al llamado para repudiar el Golpe, cientos de miles acudimos al Zócalo de la capital mexicana. Momentos antes de la sesión en el Parlamento, la multitud expresó el rechazo.

La indignación del pueblo mexicano es mucha y de varias partes del país, principalmente del centro, acudieron muchos mexicanos haciendo múltiples sacrificios porque la asistencia fue voluntaria y por propios medios. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) interpretó que fue a su llamado. Muchos, en efecto, son militantes de base pero, muchos otros, la mayoría, no lo son.

La política no es propiedad privada de nadie y el PRD no se debiera apropiar de lo que NO ha organizado, muchos de los asistente no están organizados, ni social ni políticamente.

En el mitin, después de pedir un minuto de silencio en recuerdo del Papa (sic), López convocó a la “resistencia pacífica” en los términos que él la entiende. Pareciera que ve nubarrones provocados por sus propios agresores y, en plan “pacifista” presentó un Plan simplista e ingenuo. Los mercados reaccionaron con tranquilidad, se publicó al siguiente día. “Excepcional” discurso dijo cierta intelectualidad. “Manejó el mitin con manos de seda”, la gente aprobó todo “sin chistar”, escribieron voceros oficiosos.

Los trabajadores del FTE no lo vimos así. No estamos de acuerdo con cierta intelectualidad de moda. Pareciera que el Zócalo fue un Retablo compuesto por el sabio Tontonelo, en el que todos ven lo que nosotros no; pero aceptan que ven lo que no se vio por temor a ser tachados de herejes o bastardos, como escribió Cervantes 400 años ha.

El 7 de abril nosotros escuchamos, y leímos, un discurso habilidoso pero políticamente muy DEBIL. El pueblo apoya pero no se “chupa el dedo”, el pueblo no es menor de edad. Después, el trato y papel que los “Lopistas” le han “dispensado” al pueblo es el de simple “apoyador, impensante y mudo”, así les gusta más. Eso no solo es inaceptable sino erróneo.

Mucho apoyo, poca política

Resistir al foxismo, que significa imperialismo, no es un asunto para “comentarlo en corto” con los amigos o la familia, ni para “portar distintivos” en el pecho. Protestar las tardes libres de los domingos, formar “comités ciudadanos”, o informar sobre los “intentos” (sic) de retroceso de la “democracia mexicana” NO es suficiente.

En el mitin López “impuso” a un comité de 3 ciudadanos dizque independientes como “dirección” según López, “confiemos en esa dirección nacional” dijo, luego hablaron de representación (sic) y, después, le pusieron Coordinación Nacional en Defensa de la Voluntad Popular. ¿Quién los eligió? ¿A quién representan? ¿Cuál es su política? A eso, en el medio obrero, se le conoce como manipulación charra.

Los mismos “ciudadanos” lo han expresado, uno de ellos dijo que se habían constituido para organizar las Redes Ciudadanas y difundir el libro (proyecto de nación) de López. Ante las circunstancias, agregó, se dedicarían a defender los derechos políticos de López. Ahora, súbitamente, son la “cabeza” del movimiento para “coordinarlo” y para vigilar que todo sea “pacífico”.

López insistió, fue reiterativo, en su llamado a “no bloquear carreteras ni tomar oficinas” como si alguien hubiera hecho esa propuesta, sabiendo que el PRD, en general, es “incapaz”. De entrada descalificó a quien pudiera tener propuestas diferentes, considerando que no son pacifistas pues dijo que “no comparte” otras acciones.

Los trabajadores del FTE tampoco compartimos la política de López.

¡Organización social!

En la Cámara de Diputados López se vio combativo y, vehemente, acusó a Fox como autor visible del complot. Lo mismo hizo contra “Marianito” Azuela, presidente faccioso de la Suprema Corte de Justicia. Salinas de Gortari, uno de los jefes de la mafia, fue enfrentado. López dejó al descubierto lo endeble de la maniobra desde el punto de vista jurídico pues NO existe ningún delito. Hábilmente se refirió a la política y señaló los objetivos del foxismo que no son otros sino usurpar las próximas elecciones presidenciales, aparentemente a favor del PRI y las transnacionales, por supuesto.

Algo que López jamás ha dicho, ni dirá, es la necesidad de construir organización social. En México, necesitamos de la organización social como oxígeno para la vida, pero la socialdemocracia desdeña explícitamente a la organización social. La intelectualidad socialdemócrata cree, es su “credo”, que la lucha de clases sociales ya no existe, que todo es cuestión de la sociedad civil (¿?), “la multitud”, los ciudadanos. Esa visión simplista es la moda impuesta por los filósofos del posmodernismo, pero es irreal. Con esa asesoría, la acción política de López es empírica y voluntarista con grado de miedo.

Como los asesores ya le dijeron ¡Adiós! al proletariado, para ellos éste no tiene nada que hacer en el movimiento y, sus propuestas, menos. Pero no es así. Los trabajadores de la energía tenemos política, propuestas y proyecto.

La acción de los trabajadores NO se limita a la acción sindical interna ni a la “lucha laboral”. Eso es parte del corporativismo que López ni menciona. Los trabajadores y los sindicatos tenemos tareas adicionales más importantes que cumplir. Si ahora muchos no lo hacen es por tener encima un valladar que supera cualquier fuerza.

Esa superestructura, violenta y criminal, es el charrismo sindical al que debemos vencer por necesidad. Pero, eso no lo podemos hacer solos, se requiere de la lucha social conciente y generalizada. El charrismo es la principal estrategia del imperialismo para impedir la acción organizada del pueblo, no solo de los trabajadores.

Con tan alto grado de improvisación y empirismo ingenuo de la socialdemocracia, es muy difícil vencer al charrismo sindical, como es difícil ganar las elecciones presidenciales y gobernar decentemente. Sin organización social verdadera el charrismo y las transnacionales se encargan, solitos, de “tronar” a cualquier gobierno. Esas amargas experiencias no son de ahora ni exclusivas de México, van décadas de amargor en toda Latinoamérica.

Movimiento alternativo

En México necesitamos de un movimiento alternativo, de un movimiento social que INTEGRE (no basta sumar, ni es lo mismo) a la mayoría de los mexicanos en todo el territorio nacional, con una organización debidamente estructurada en todos los rincones de la Patria.

En esa organización, constituida en términos de Frente único, con un necesario carácter antiimperialista, los trabajadores asimismo organizados tenemos una importante tarea que cumplir con nuestro propio programa.

El movimiento alternativo no excluye a los partidos políticos, caso específico al PRD, pero no se subordina a éstos por razones políticas evidentes. Esos partidos no han sabido estar a la altura de sus deberes. Pero, peor aún, con un Estado de derecho inexistente por haber sido rota la legalidad constitucional, el papel de esos partidos debe al menos replantearse.

Construir al Frente de Soberanía Nacional (FSN) es nuestra propuesta. La lucha es, precisamente, por la defensa de la soberanía nacional que incluye, los derechos de propiedad colectiva social de la tierra y sus recursos naturales, los derechos sociales de los trabajadores y pueblo de México, y los correspondientes derechos políticos democráticos de los mexicanos. Todo esto implica Restablecer la legalidad constitucional rota por el PRI y el PAN.

No hay movimiento alternativo sin banderas, expresadas en el Programa; No hay resistencia triunfante sin movilización múltiple. Para ello, es crucial la ORGANIZACIÓN social. De otro modo, NO se puede enfrentar a las corporaciones imperialistas, ni al charrismo sindical, ni a las mafias políticas; tampoco se puede gobernar adecuadamente a ningún país.


¡Viva México!
¡Viva Tierra y Libertad!



¡La Patria NO se Vende, la Patria se Defiende!
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