Los electricistas del Sindicato Mexicano de Electricistas volvieron a
llenar el Zócalo de la capital mexicana. El 10 de marzo se realizó
una marcha en respuesta a la ofensiva privatizadora del PRI y el PAN. Un
contingente salió del Monumento a la Revolución y, otro, del
edificio nacional del PRI luego de efectuar un recio mitin contra la
política privatizadora de ese partido.
La marcha fue intensa,
muchos contingentes iban realmente molestos contra la Coalición PRI-PAN.
A su paso por las avenidas del centro histórico de la capital los
compañeros ratificaron, también, las críticas a la
política eléctrica del gobierno enfatizando las propuestas que
hemos enarbolado durante ya varios años.
En el Zócalo, el sindicato llamó a una “Alianza
patriótica” para enfrentar la política gubernamental en
materia de energía. Fox y Madrazo fueron duramente criticados por los
asistentes. En el mitin se denunció el acelerado proceso de
privatización energética furtiva.
La tercera parte de la
capacidad eléctrica instalada total a nivel nacional está en manos
privadas. Algo similar ocurre en materia de hidrocarburos, tratándose del
gas natural y, también, de la exploración y perforación de
petróleo crudo.
En el mitin Rosendo Flores, secretario general del
SME, se refirió a los intentos de Fox para eliminar de la contienda
electoral presidencial a Andrés Manuel López Obrador, actual Jefe
de Gobierno del Distrito Federal. “Golpe de Estado a los derechos
democráticos más elementales”, le llamó Flores a la
propuesta foxista apoyada por la diputación del PRI-AN para el desafuero
de López.
A la marcha asistieron pequeños contingentes de
otros sindicatos, entre otros, los maestros de la CNTE, del seguro social y
universitarios.
Revisión salarial del SME
En la madrugada del 16 de marzo, la asamblea general del Sindicato
Mexicano de Electricistas (SME) aprobó los términos de la
revisión salarial anual: 4% de incremento al salario de nómina, y
cuota diaria de jubilación, así como 2.5% de aumento para la
prestación de despensa. La revisión estuvo arriba del tope
salarial impuesto por el foxismo (3.5% al salario y 0% en
prestaciones).
Previamente, el gobierno federal había insistido
en su “última y definitiva propuesta salarial” del 3.5%,
cuestión que fue rechazada por la asamblea ratificando el estallido de la
huelga de no haber una oportuna solución satisfactoria.
Al
final, la administración de LFC y la secretaría del trabajo
hicieron una nueva propuesta, misma que fue aceptada por el sindicato.
Esta revisión salarial es importante no solamente para resarcir,
al menos en parte, la pérdida del poder adquisitivo. Fue importante,
también, el aspecto político. Internamente el sindicato
resolvió un asunto de interés para el conjunto de trabajadores
manteniendo la integridad sindical. Eso tiene mucho significado ya que el SME se
ha mantenido al frente de la lucha contra la privatización
eléctrica durante los últimos 5 años. Más
aún, el SME ha sido la excepción en medio de un
“movimiento” sindical adormilado y casi inexistente dominado por el
“charrismo sindical”.
Dibujo de Rini