En todo el mundo, la Jornada Internacional de los Trabajadores fue de protesta contra la globalización capitalista neoliberal. Lo que se requiere es la globalización de la solidaridad se dijo en Cuba. Con diversas formas el grito mundial fue similar en todas partes.
Derecho al empleo fue la reivindicación característica en Alemania, Inglaterra, Suiza, Italia, Francia, Bélgica, España y Grecia. En Rusia también hubo manifestaciones y mítines, lo mismo que en la República Checa y en Bulgaria. En Noruega, Turquía, Camboya, Zimbabwe, Taiwán, Irán y Filipinas los trabajadores realizaron movilizaciones. En Japón la movilización rebasó al millón de manifestantes.
En Corea del Sur, los trabajadores se manifestaron desafiando la prohibición del gobierno. En Pakistán no hubo manifestación debido a los arrestos masivos de la policía y fuerzas paramilitares para impedirla. En Zurich hubo violencia, lo mismo en Sydney, Londres, Berlín, Hamburgo y Francfort. Grupos de izquierda, anarquistas y desempleados rechazaron la globalización y enfrentaron a la policía con un saldo de varios heridos y detenidos.
En América Latina, la Jornada fue de lucha contra las políticas neoliberales, el desempleo, las privatizaciones, el ALCA y el Fondo Monetario Internacional. Así ocurrió en Honduras, Venezuela, Ecuador, Colombia, Chile, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Bolivia, Guatemala, Brasil y, especialmente, Cuba.
Estados Unidos se anexará a América Latina con el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), pronosticó Fidel Castro y, agregó, que la sembrarán de Disneylandias y MacDonalds. En la multitudinaria concentración en la Plaza de la Revolución de La Habana, realizada con motivo del 1º. de mayo, Fidel instó a realizar un plebiscito para consultar al pueblo latinoamericano sobre si desea formar parte del ALCA. Dijo: "evitemos la anexión, exijamos resueltamente y desde ahora que ningún gobierno pueda vender una nación a espaldas del pueblo". Indicó, además, que los pueblos latinoamericanos no permitirán "ser vendidos como esclavos en subasta"
Más de un millón de cubanos participó en la marcha que partió de la Sección de Intereses de Estados Unidos hacia la Plaza de la Revolución. Aquí dijo Fidel: "Es claro que el ALCA en las condiciones, objetivos y procedimientos impuestos por Estados Unidos conduce inexorablemente a la anexión de América Latina", mediante el "entreguismo y traición de las burguesías y oligarquías latinoamericanas" El ALCA, afirmó, pretende que latinoamericanos y caribeños sean "fundamentalmente productores de materia prima y creadores de colosales ganancias para las transnacionales", con sus secuelas de desempleo y problemas sociales. ¡Anexión, No! ¡Plebiscito, Sí! coreó la multitud siguiendo a Fidel quien concluyó diciendo ¡Independencia de América Latina y el Caribe o Muerte!
Los cubanos mantienen en alto las banderas, a pesar de las enormes dificultades que enfrentan, consecuencia del criminal bloqueo norteamericano. La Revolución "ha tenido que aplicar" determinadas reformas para sobrevivir, mantener el "rumbo socialista" y disponer de los recursos indispensables para la población. En el XVIII Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), realizado previamente al 1º. de mayo, los trabajadores cubanos señalaron que "no desconocemos que en ese camino hubo medidas que fueron inevitables y hasta necesarias aplicar y que, por ser portadoras de gérmenes de la economía de mercado, han generado contradicciones y desigualdades que no teníamos antes" (de 1990). Ambas situaciones, dijeron, "son ajenas a los valores que defendemos y hemos cultivado a lo largo de estos años"
Pero, los trabajadores del mundo están en lucha, a pesar de todo. Con diversas formas protestaron con un alto sentimiento antimperialista. Como expresaron los ecuatorianos: "No queremos, no nos da la gana, ser colonia norteamericana"
¡Yankis abajo, el ALCA pa´l carajo! subrayaron los trabajadores cubanos. El ALCA "no es para aislar a Cuba, sino para liquidar la soberanía, impedir la integración y devorar a los recursos de América Latina". Las monedas nacionales desaparecerán, desde los bancos a las telecomunicaciones, pasando por hoteles, centros de investigación y pequeños comercios. Al final, en La Habana, Praga, Moscú y Sofía, los trabajadores cantaron la Internacional.
