Volumen4, Número 54, Octubre 2 de 2004

Generación 51 de la Escuela Nacional de Ingeniería de la UNAM

Privatización
Eléctrica Furtiva

Invitados por la Generación 51 de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), integrantes del FTE estuvieron en el desayuno mensual que organizan los egresados universitarios. En un Sanborns por el rumbo de Insurgentes Sur se realizó el evento enfrentando una dura, aunque visceral, oposición. Por nuestra parte, reiteramos nuestra firme argumentación, integridad y coherencia. Fuimos reconocidos y volvieron a invitarnos. ¡Ya veremos!

Privatización eléctrica furtiva en México, fue el tema de nuestra intervención. La asistencia mayoritaria fue de personas convencidas de una política abiertamente reaccionaria y de derecha. En la intervención nuestra se hizo referencia a la errónea política del foxismo que, al igual que sus antecesores, se caracteriza por la sumisión total a los dictámenes de los organismos financieros internacionales.

Del mismo calibre fue la respuesta panista pues, varios de los presentes, son miembros del Partido Acción Nacional al cual (y del cual) se sirve Fox.

“Fox presidente de excepción”, dijo uno. “Bartlett, corrupto y privatizador”, dijo otro y señaló que, en Puebla había autorizado una de las primeras plantas privadas cuando fue Gobernador.

“¿Porqué los electricistas sacan hasta ahora su pseudo nacionalismo y no cuando se reformó la ley?” preguntaron en plan insultante y provocador. “El país está en quiebra por el sindicalismo corrupto” que nosotros ejemplificamos. Más aún, dijeron que, “Hay que terminar con los sindicatos por protectores de zánganos, el sindicalismo es pura corrupción”.

No satisfechos, se lanzaron contra César Torroella simplemente porque, en su trayectoria, incluye haber sido dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Los viejitos estaban enardecidos.

Dimos respuesta, por supuesto, a tales barbaridades. César, centrándose siempre en las anomalías documentadas evidenciadas oficialmente, se refirió a ejemplos de corrupción privada como un efecto directo del “paradigma” del mercado. “La economía nacional está en quiebra, dijo, pero por la ineficiencia de la política fiscal del Estado que reduce impuestos al sector privado mientras a los asalariados les carga el costo de esa especie de subsidio”. Lo demás, son simples descalificaciones, agregó.

Entre los cuestionamientos medianamente razonables, de los menos ignorantes de la derecha (entre quienes estaba un hermano de Nicéforo Guerrero) se indicó: ¿Dé dónde va a salir la energía sin la inversión privada? Si hoy se terminaran los permisos y los privados decidieran “apagar” sus plantas, ¿qué va a pasar? Considerando que la tercera parte ya la generan ellos. ¿Conservando el control del CENACE se garantiza el dominio de la Nación?

Todo esto lo ha respondido la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de la Cámara de Diputados y, nosotros (el FTE) lo hemos repetido muchas veces. El problema es que, en la mentalidad de los profoxistas no cabe la racionalidad, se trata de mentalidades muy sencillas.

Un “ex” de la CFE intervino y terminó de “barrerlos”, ratificando cada uno de nuestros dichos, utilizando cifras internas ya que estuvo en las áreas de planeación tanto en CFE como en LFC. Mencionó estudios internos de CFE que, desde hace varios años, advertían que el financiamiento del sector descansaba indebidamente en un 50% del endeudamiento externo y se complementaba en 25% a partir de recursos propios y, el restante 25% era absorbido por el gobierno federal.

Eso no solo no se remedió, dijo, sino que derivó en los actuales PIDIREGAS que, como quiera que sea, permiten mantener la propiedad de la Nación respecto de las instalaciones construidas, a diferencia de los PIEs con los cuales se privatiza el sector eléctrico.

Criticó la inconsistencia de cargar a las empresas estatales el costo del esquema tarifario, determinado más en función de una política social (que en todo caso el Estado debe financiar), que en las necesidades de desarrollo. Asimismo, ratificó que los contratos privados efectivamente contemplan el pago por capacidad (se consuma o no) y encima el combustible se les subsidia (con cargo a la CFE).

La sesión terminó con preguntas a modo, algunas hasta ingenuas, por parte del ala moderada respecto de la corrupción y el combate a las pérdidas, principalmente. Ya sin la hostilidad inicial, esa parte resultó insulsa, inclusive.

Se esperaba una oposición más inteligente y argumentativa. No la hubo. Ahora quieren que se les presente algo sobre petróleo. Ya veremos. Por lo pronto, no deseamos dejar pasar ninguna oportunidad para reiterar, con bases suficientes y argumentos irrebatibles, nuestra firme defensa de la Patria, independiente, soberana y solidaria.