Volumen4, Número 52, Julio 31 de 2004

Andrés Manuel, parece neoliberal

Obrador ¿privatizador?

"Escuchen bien", dijo. "Nadie está planteando estatismo; eso ya no puede ser". Contradictorio, planteó “Convergencia pública y privada en energía”. Esta vez, no fue Fox quien lo dijo sino su supuesto oponente de la izquierda socialdemócrata. Andrés Manuel López Obrador asumió a las corporaciones transnacionales y, ante representantes empresariales nacionales y extranjeros, anunció un “proyecto económico” cuestionable. Sobre la privatización energética sigue sin decir NADA; eso, también es una respuesta.

De la “esperanza” al simple cobre

“Ciudad de la esperanza” decía para referirse a la Ciudad de México. Le dio por hacer declaraciones diarias en conferencias de prensa matutinas. Tomó medidas plausibles como otorgar una pequeña ayuda económica mensual a hombres y mujeres de la tercera edad. Las encuestas lo pusieron por las nubes. Hoy, López Obrador representa la “des-esperanza” y la demagogia.

Hace un poco más de 100 días el foxismo usando métodos facciosos lo puso en evidencia. Diversos videos proyectados en la televisión privada mostraron al Jefe de las Finanzas del GDF apostando fuertes sumas en Las Vegas. ¡Complot!, dijo hábilmente AMLO. Luego, burócratas del PRD fueron mostrados en el momento en que recibían importantes cantidades de dólares de parte de Carlos Ahumada, empresario argentino corruptor. Actualmente, Ahumada está en prisión y varios perredistas están sujetos a proceso penal.

En los primeros días, los perredistas se defendieron añadiendo más barbaridades. AMLO se decía complacido al confirmarse, paso a paso, la tesis del complot. Fox, acorralado, reviró utilizando a la Procuraduría General de la República, cuyo titular es un General del ejército federal encargado de hacer el juego sucio a Fox y Bush. En la Cámara de Diputados el foxismo interpuso un recurso legal para destituir a Obrador. El procedimiento está en marcha.

El 27 de agosto, las cúpulas empresariales y organizaciones fascistoides ligadas al PAN y a Fox, tales como “El Yunque”, convocaron a una marcha en la capital del país y otras ciudades del interior para manifestarse contra la inseguridad. Promovida ampliamente por la radio y televisión privadas, la idea subyacente era atacar a Obrador.

El DF es el lugar donde hay más criminalidad, había dicho Fox. No es plenamente cierto, si bien la situación es grave. La marcha fue rebasada por miles de asistentes que la derecha no pudo capitalizar. Sin embargo, ensayaron su poder cacerolista de convocatoria manipuladora vía los medios privados de comunicación. Días después, las mismas cúpulas dirían que su objetivo NO estaba dirigido contra Obrador.

¡No había necesidad de más! AMLO había dicho que la marcha tenía objetivos políticos de la ultraderecha y la desdeñó. Estaba en lo cierto pero procedió reculando ante los agresores. Consecuentemente, sería uno de los primeros damnificados. Dos días después (menos de 48 horas), el 29 de junio, Obrador confesó a la Nación su capitulación política y anunció un supuesto programa digno de cualquier vulgar neoliberal.

No hay NINGUN proyecto “alternativo” de Andrés Manuel, como el gusta decir. Ante los reclamos por la inseguridad, Obrador contestó a las cúpulas empresariales y clericales otorgándoles Seguridad Neoliberal según se deduce de sus dichos haciendo equivalente profesión de fe.

Sugiere privatización energética

La prensa publicó que Andrés Manuel López Obrador, “aprovechó este martes un foro empresarial para ''delinear'' una propuesta ''general de política económica'', sustentada en ''una convergencia de inversión pública y privada'' que permita la modernización del sector energético del país” (González R, en La Jornada 300604).

En el foro The Economist Conference, organizado por la revista especializada The Economist, dijo “que el proyecto económico presentado ayer plantea la construcción en México de un modelo de desarrollo propio, sin renunciar a los procesos de globalización de la economía, como ocurre ahora en otras naciones latinoamericanas, en particular Brasil y Argentina”.

¿Modelo de desarrollo propio? ¡Falso! El neoliberalismo NO es el camino de México. ¿Sin renunciar a la globalización? Esa globalización es la palabra favorita del imperialismo y sus gobiernos para referirse al ejercicio de su dominio unilateral. Una de las características esenciales de la “globalización” es la PRIVATIZACION. ¿Eso quiere Obrador? ¡Nada menos!, especialmente, del sector energético que sería, “palanca del desarrollo nacional”, dijo.

Igual que Fox, la “modernización” es entendida por Obrador como la “privatización”. Es evidente que Obrador está, literalmente, secuestrado por asesores y secretarios particulares que repiten el consabido discurso. Lo grave es que, Obrador se muestra absurdamente convencido.

Estatismo No, dice Obrador, ¿Constitución, tampoco?

No se propone un regreso al estatismo de hace tres décadas, señaló AMLO. ¿A qué estatismo se refiere? Hace casi 3 décadas, justamente, empezó la onda larga de crisis económica persistente en México, con la represión política-militar a la Tendencia Democrática de Electricistas en 1976. ¿Por estatismo se refiere Obrador a la existencia del sector estatal de la economía destruido por De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox? Porque, la nacionalización eléctrica fue en 1960 (hace más de 40 años) y, la nacionalización de la banca ocurrió con López Portillo en 1982 y fue efímera. ¿Cuál estatismo? Ahora bien, ¿si no hay regreso al “estatismo”, entonces, qué habría? ¿Neoliberalismo?

¡Noooo! dirá Obrador, pero no lo puede explicar convincentemente, su pensamiento y corazón dejaron de ser suyos, ya los entregó a las transnacionales. La convergencia pública y privada, simplemente, NO es posible, ambas son mutuamente antítesis.

Siempre ha eludido pronunciarse con claridad, en sus conferencia de prensa diarias se anda “por las ramas”, sus declaraciones son “muy” generales. Ahora, Obrador presentó ante empresarios un supuesto proyecto de Nación, por el que dice luchar, que niega la legalidad Constitucional atropellada al extremo por Fox.

Pero, a pesar de todo, existe todavía un artículo 27 Constitucional y, especialmente, los párrafos cuarto, sexto y séptimo, que reservan de manera exclusiva para la Nación el dominio sobre sus recursos y patrimonio energético en materia de hidrocarburos (petróleo y gas), electricidad y energía nuclear.

Obrador dice que no quiere estatismo. ¿Eso quiere decir que, en el sector energético nacionalizado, tiene cabida la inversión privada? Obrador sugiere que sí. ¡Eso, es anticonstitucional!

Eso es lo que actualmente ocurre, ¡se ha violentado la legalidad Constitucional! Con sus propuestas ligeras, Obrador lanza el mensaje a las transnacionales de “respetar” la actual desnacionalización y apropiación privada que realizan de la industria energética de México. Les informa que daría por “legalizada” tal desnacionalización.

Es decir, la apropiación PRIVADA de la industria eléctrica nacionalizada (actualmente casi el 40% de la capacidad instalada total a nivel nacional) y de la industria petrolera (en exploración de petróleo y gas seco, y su entrega diaria a los Estados Unidos) significan (casi) NADA para Andrés Manuel.

“Ya nos invadieron, entonces... ya que se queden”, es la fórmula del PRD. Esos políticos no proponen ejercer la nulidad de los permisos fraudulentos y menos la Expropiación SIN INDEMNIZACIÓN. Entreguistas por definición, prefieren el Síndrome de Estocolmo. Ya violaron la Constitución y, como no podemos hacer nada porque ni dinero tenemos, entonces, mejor enamorarse del violador. Por ello, para Obrador, la INVASIÓN de esas corporaciones imperialistas, la violación de la legalidad constitucional, sería bienvenida para sustituir al supuesto “estatismo”. ¡Eso es totalmente inaceptable!

Discurso al gusto de las transnacionales

Aparentemente contradictorio, expresó que ''A diferencia de quienes fincan todas las expectativas de crecimiento en factores externos y esperan a que el mercado reaccione por sí mismo, nosotros creemos que es fundamental la intervención pública para reactivar la economía y generar empleos, sobre todo en épocas de recesión''.

“Luego pidió a su auditorio que ''escuche bien'' y no entendiera su propuesta como un regreso al estatismo de hace tres décadas. ''Nadie está planteando estatismo; eso ya no puede ser''.

López Obrador dijo lo que las transnacionales y sus prestanombres locales querían escuchar pero, ¿para qué agradarlos? ¿Acaso es parte de una táctica habilidosa? ¡Nada, esa táctica serviría solo para engañar bobos! Lo que Obrador hizo fue una toma de posición política, reiteramos, INACEPTABLE.

Obrador escogió un foro “apropiado”, despreciando al pueblo igual que Fox y a los trabajadores, principalmente del sector energético, creyendo que “nadie” sabemos leer lo que dice en español tabasqueño. Pero, no es así.

Propuesta privatizadora INACEPTABLE

López Obrador dijo que, “el primer paso para propiciar mejores condiciones de crecimiento es el sector energético, ''que tiene un gran potencial económico desaprovechado'', y que ha estado abandonado por completo en las últimas dos décadas”.

No dijo NADA sobre la Privatización furtiva de las industrias eléctrica y petrolera. Se sigue negando a ver la expropiación energética extranjera que llevan a cabo las transnacionales. ¿Alguna crítica siquiera? ¡Nada! Para AMLO la privatización furtiva, y sus graves y nefastas consecuencias para la Nación, parecen no existir.

“Consideró ''fundamental'' que desde un nuevo gobierno se impulse la petroquímica, dado que ahora Petróleos Mexicanos se dedica principalmente a la extracción y exportación de petróleo crudo, así como a mayores esfuerzos en la extracción de gas, proyectos que ahora están detenidos por falta de recursos para inversión. ''Hemos llegado al absurdo de importar gas y gasolinas'', dijo.

Ese preludio, aparentemente lógico perdió la lógica al señalar que, “la transformación del sector energético se encuentra en una suerte de trampa. Por un lado, abundó, se insiste en la privatización y como esa reforma no prospera, entonces el Estado contrata deuda para financiar a las dos empresas estatales. Por ello, planteó la necesidad de buscar un ''mecanismo para financiar al sector energético, que no caiga en posiciones extremas, y logre una convergencia entre inversión pública y privada''.

Obrador parece novato, se siente acorralado por la derecha, carece de información, está muy mal asesorado en materia de energía, repite como el perico ¿o se trata de una política concientemente elaborada? Pueden ser todos los factores juntos. El hecho es que, se equivoca de punta a punta.

¡SIN organización propia, SIN lucha de masas y SIN programa propio NO es posible gobernar para el pueblo! Entregarse a las transnacionales antes de siquiera ser postulado es un error político, un engaño y una traición al pueblo.

Obrador NO tiene partido, desdeña la organización y la movilización social, y hace propuestas inaceptables. Con su “proyecto” podrá convencer a Slim y otros empresarios pero No a los trabajadores y pueblo de México.

López Obrador, solito, políticamente, se está liquidando. Ningún mexicano, defensor de la industria energética nacionalizada, de la soberanía nacional, de la Patria independiente y solidaria, votará por las barbaridades de Andrés Manuel y asesores.

¡Abajo la Privatización Furtiva!