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La cárcel de Guadalajara, sucursal de Abhu
Ghraib le llamaron algunos. El gobierno derechista del PAN en Jalisco
organizó la represión policíaca luego de infiltrar la
marcha de protesta contra la Cumbre Unión Europea - América Latina
y el Caribe. Vejaciones y torturas al estilo de la guerra sucia contra
jóvenes, estudiantes y altermundistas. Esta es parte de la ofensiva del
foxismo tendiente a imponer compulsivamente la prolongación de su
tiranía. Toque de queda en Tlalnepantla, persecución
policíaca contra el Jefe de Gobierno del DF, mayor entrega de recursos
naturales y patrimonio nacional a las transnacionales e intentos
explícitos para borrar la historia de México, son expresiones
fascistoides del foxismo que los trabajadores mexicanos repudiamos. ¡Abajo
el fascismo! ¡Abajo el foxismo!
Cumbre sin contenido
Mucho rollo, protocolo, fotos, brindis con tequila, discursos, debates
secretos y nada de resultados. Así transcurrió y terminó la
III Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea realizada el
4-7 de junio en Guadalajara, importante ciudad del occidente de
México. La vieja Europa integrada en la (des)Unión Europea
acudió dividida como está y sometida acríticamente al
gobierno norteamericano. Tal es su sumisión que, hicieron todo para
impedir que en la declaración del evento se condenara a los EU por las
torturas en Irak, ni siquiera permitieron que se le mencionara. No nada
más, también se opusieron a manifestarse contra el bloqueo yanki a
Cuba. Fidel Castro, ausente en la reunión, había dicho que,
ésa, era “una cumbre carente de contenido alguno”.
Obviamente, Latinoamérica no representa ninguna prioridad para Europa.
Pero, esos gobiernos europeos sufrieron una derrota moral al ser exhibidos ante
el mundo como cómplices de las atrocidades imperiales.
Pronunciamiento social
Diversas organizaciones sindicales, políticas, estudiantiles y
sociales, también se reunieron en la perla tapatía en un evento
paralelo a la Cumbre denominado Enlazando Alternativas. En la Universidad
de Guadalajara, el ministro cubano Felipe Pérez Roque fue recibido
calurosamente. Allí se escuchó, vía telefónica, el
saludo personal de Fidel Castro. Las diversas organizaciones criticaron la
postura de los gobiernos europeos por negarse a incluir en la Declaración
final una condena a la política hostil de Estados Unidos contra
Cuba. “Denunciamos la posición de la Unión Europea, que
se ha negado a fustigar explícitamente la Ley Helms-Burton y el
endurecimiento del bloqueo económico contra Cuba, con medidas adicionales
anunciadas el 6 de mayo último y que constituyen una grave amenaza para
la paz y estabilidad del continente”, señalaron en el llamado
Pronunciamiento Social de Guadalajara. “Esta Cumbre se da en un
contexto de graves retrocesos y amenazas para la autodeterminación de las
naciones, los derechos sociales y la paz”, dijeron y agregaron que,
“después de padecer dos décadas de políticas
neoliberales, Latinoamérica sigue siendo la región del mundo con
mayor desigualdad”.
Represión y terror benigno
Pero, el gobierno foxista no sabe nada de civilidad y, el gobierno panista
de Jalisco, tampoco. Se tenía preparada la provocación y la
llevaron a cabo. Probablemente tenían previsto un plan mayor. Al
término de la Cumbre, las diversas organizaciones sociales organizaron
una marcha en el centro de la ciudad tapatía. La marcha fue encabezada
por sindicalistas y la cerraban los estudiantes y organizaciones juveniles.
Antes de terminar, la marcha fue reprimida violentamente por la policía y
grupos paramilitares. “Quien proteste, es el mensaje implícito
en el brutal accionar reproducido ahora por el gobernador panista Francisco
Ramírez Acuña, será reprimido con saña”,
escribió Carlos Fazio (en La Jornada 070604) y agregó que,
“los grupos oligárquicos que poseen y dominan a la sociedad
mexicana, y sus actuales administradores del Partido Acción Nacional,
desean un público disciplinado, apático, sumiso, que no cuestione
sus privilegios y el "ordenado" mundo en el que medran. No toleran los actores
colectivos, pensantes, propositivos. Menos si son jóvenes. Requieren
masas fragmentadas, rebaños obedientes bajo control ideológico
occidental y cristiano”. Es decir, al estilo de aquellas nefastas
dictaduras militares del cono Sur. “Bajo la consigna ‘orden o
anarquía’, con los avales implícitos del presidente Vicente
Fox y del secretario de Gobernación, Santiago Creel, en Guadalajara se
utilizó de manera coordinada una violencia oficial sin límite (que
incluyó el uso de armas de dispersión no convencionales como gas
pimienta, gases lacrimógenos potenciados y espuma tóxica), mucho
más extensa, tanto en escala como en poder destructivo, que la ejercida
por pequeños grupos de manifestantes, entre quienes se prodigaron
infiltrados y provocadores (militares y policías vestidos de civil)
sembrados por los gobiernos local y federal”. Motín,
vandalismo, lesiones, ataques a las vías generales de
comunicación, pandillerismo, robo, desobediencia a particulares, fueron
los cargos contra los detenidos por la Procuraduría General de Justicia
del Estado de Jalisco. Golpes, insultos, vejaciones, incomunicación,
amenazas, burlas, intimidación de violación y asesinato, fueron
parte del ejercicio policiaco. ¡Represión y mezquindad! Las
mujeres fueron obligadas a desnudarse con amenazas reiteradas de
violación. Bolsa de plástico en la cabeza, golpes en el
estómago, patadas, toques eléctricos, hostigamiento para impedir
el sueño a los detenidos, fueron algunos de los hechos represivos para
obligar a los jóvenes a firmar declaraciones falsas al tiempo que los
represores tomaban fotografías. A 45 jóvenes se les dictó
auto de formal prisión. Sucursal jaliscience del centro de torturas
de Abu Ghraib en Irak, le llamó acertadamente el periodista Jaime
Avilés. La persecución se extendió a todos los
jóvenes que tuvieron la mala suerte de pasar por las calles de
Guadalajara. Pero no fue un hecho aislado, sino previamente planeado.
¿Qué hubiera pasado si Fidel hubiera asistido a la Cumbre y el
pueblo desbordado solidario? Hubiera habido muertos para culpar después a
Cuba. Eso, es parte del guión criminal del foxismo. Tan es
así, que hay evidencias filmadas de la infiltración de
provocadores. Los estudiantes y jóvenes jamás enfrentaron a la
policía, fue al revés. El gobierno, desde luego, negó esa
versión. El 6 de junio, dos siniestros grupos supuestamente de
México, el Bloque Antifascista y el Bloque Negro, vía internet, se
acreditaron la autoría de los hechos, deslindando a cualquier provocador
o infiltrado (Rodríguez O, en La Jornada 100604). Obviamente, eso
no es creíble, se trata de membretes inventados por los mismos represores
para confundir y justificarse. Eso, es característico del fascismo y
está organizado por la CIA y sus ayudantes. Obviamente, Fox fue el
primero en justificar la acción policíaca en Guadalajara. A esos
ensayos Noam Chomsky les ha llamado “terror benigno”. Fox dijo que
está para “salvaguardar a las instituciones”. Fox fascista le
han reclamado los jóvenes y tienen razón.
El fascismo de Fox
Con similares características a Bush, Blair y Aznar, Fox se siente
asimismo como “vanguardia” del cambio, cree ciegamente en el
capital transnacional como su “Dios”, desdeña al pueblo,
prescinde del parlamento, carece de ideas, se comporta con pragmatismo, es
mentiroso y corrupto a alta escala. Fox se siente tan
“soñado”, y tan loco, como se demuestra en la
pretensión de la Secretaría de Educación Pública
para desaparecer la historia de México previa la conquista
española y, en su lugar, poner a Fox. Sería el peor ejemplo para
los estudiantes de secundaria jamás comparable a los mayas, olmecas o
aztecas. Fox, desde su campaña electoral, habla de un
“cambio” inexistente que algunos (los “intelectuales
útiles”) creyeron, se ha entregado totalmente al capital cediendo
soberanía y propiedad privada a las corporaciones imperialistas de la
electricidad, el petróleo y el gas. El pueblo no le interesa, cuando
le han preguntado respecto a diversos problemas ha contestado cínicamente
“¿Y yo porqué?”. Sus acciones de gobierno se han llevado
a cabo contraviniendo explícitamente a la Constitución
política del país, se ha burlado del Congreso, ha desacatado sus
recomendaciones sea en materia de privatizaciones o de política exterior,
en los hechos ignora al poder legislativo. Por lo demás, Fox no es
ideólogo de nada, se limita a repetir dogmas, barbaridades y mentiras, ni
siquiera sabe expresarse, simplemente actúa. No es empresario ni
vendedor, su pragmatismo es la sumisión al gobierno norteamericano y
mafias transnacionales que financiaron su campaña política. Ese
pragmatismo se expresa también en la simple entrega del patrimonio ajeno,
en este caso de la Nación, al imperialismo. Eso lo está
enriqueciendo económicamente al tiempo que enloquece
políticamente. Típicamente fascista gobierna mediante el pacto
con las élites y mafias, la represión interior y el discurso para
consumo externo. Fox abusa del poder, miente deliberadamente, persigue a sus
oponentes y actúa como dictador. Fox ni siquiera gobierna, es un
simple encargado del despacho presidencial, más parecido a
procónsul del imperialismo que a presidente constitucional. Su poder no
es propio, quienes gobiernan son las élites neoliberales. La
represión interna cada vez es mayor y preocupante. En su
desesperación no ha titubeado en utilizar a las instituciones para la
represión. No nada más, ha puesto a los organismos del Estado a
ejercer sus facultades represivas. Es el caso de la policía en
Guadalajara y Tlalnepantla, ambos lugares gobernados por su partido. En el
primer caso, se ha llegado a la práctica deliberada de la tortura, en el
segundos se está aplicando el “toque de queda” ensayando el
estado de sitio que, seguramente, está en sus pensamientos dictatoriales.
Más aún, el sistemático acoso contra el jefe de Gobierno
del Distrito Federal ha llevado a Fox a dirimir la política en las
instancias represivas, en este caso, utilizando a la Procuraduría General
de la República, con pretensiones de aniquilar criminalmente a uno de sus
oponentes. El gobierno foxista es despótico, se apoya en el poder de
las transnacionales y ofrece migajas al pueblo empobrecido. Al mismo tiempo,
utiliza a las masas para manipularlas. El autoritarismo le es inherente. Robert
Paxton en su libro Anatomía del Fascismo describe ampliamente este
fenómeno al que llama Carnaval de la irracionalidad. Fox no entiende
razones, se mueve en el nivel de la apariencia y la superficialidad. Su
autoritarismo lo conduce al desprecio por los mexicanos, no solamente por ser
español sino por sentirse Virrey de la Nueva España. A los
trabajadores les ofreció “changarros” como eje de su
política económica mientras a las transnacionales les ha entregado
los recursos naturales, funciones constitucionales e infraestructura patrimonio
de la Nación. Para los trabajadores, el “cambio” de Fox
ha sido un mayor reforzamiento del charrismo sindical con el cual se
amafió fortaleciéndose mutuamente con una sola coincidencia:
reprimir a los trabajadores y traicionar a México. Ambas cosas las han
logrado con éxito disfrutando de total impunidad.
¡Destituir a Fox por Traición a la Patria!
¿Qué hacer, ante las agresiones fascistoides de Fox y mafias
que le acompañan? ¡Juicio político!,
¡Destitución! se ha dicho por allí. ¡Adelante!
¿Quién va hacerlo? ¿Los diputados? ¿Los partidos
políticos? Nadie, ningún aparato burocrático quiere, ni
puede, tomar esas acciones. Las leyes mexicanas No prevén la
destitución presidencial, dicen. Al presidente solamente se le puede
acusar de traición a la Patria. Pues bien, ésa es la causal que
debe aplicarse a Fox, con todas su agravantes. El artículo 39 de la
Constitución define que la soberanía reside en el pueblo y,
éste, tiene en todo momento el derecho de cambiar su forma de gobierno.
¡Ejerzamos este derecho constitucional! Sin embargo, no hay
políticos ni partidos políticos que se “atrevan” a
nada. Esa tarea corresponde al pueblo organizado y movilizado en todos los
rincones de la Patria. ¡Hay que detener el avance del fascismo en
México! No bastaría destituir a Fox, tendremos que desmantelar
todas las estructuras mafiosas como el charrismo sindical, las corporaciones
transnacionales, las mafias políticas, policíacas, clericales,
bancarias y empresariales. Esa tarea requiere un organización de verdad,
sin organización no hay manera de enfrentar al neoliberalismo ni a sus
personeros. Esa organización debe tener estructura nacional,
representatividad y programa. Nuestra bandera es la defensa de México, su
integridad territorial, su soberanía e independencia, por un
México con justicia social y solidario. El FTE de México
propone organizarnos en el Frente Antimperialista de México, o
Frente de Soberanía Nacional, estructurado por al menos 1,000
(mil) Consejos Populares en otros tantos lugares del país, con 32
Consejos estatales, 10 Consejos regionales y 1 Consejo nacional. Si hay
otras propuestas, discutámoslas y pongámoslas en marcha. La
Nación está urgida de organización y lucha para enfrentar
la opresión y el fascismo que se enseñorean impunemente en nuestra
tierra mexicana.
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¡Viva México!,
¡Unidos Venceremos! |
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