Volumen4, Número 46, Enero 30 de 2004

Invasión flagrante, afectación a la soberanía nacional

EU toma aeropuertos mexicanos

El gobierno de Fox justifica la intromisión norteamericana en los aeropuertos mexicanos y se atribuye las medidas. Ningún decoro ni la mínima dignidad ante las flagrantes agresiones a connacionales. El gobierno de Fox está al servicio del norteamericano en todos los aspectos. Los partidos políticos (tradicionales) callan en medio de la tibieza y mediocridad. ¡Urge la organización social, independiente, de los mexicanos!

Empezando el año e iniciando la invasión. Agentes norteamericanos, de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI), se posesionaron de los principales aeropuertos mexicanos. El 3 de enero, esos agentes se dedicaron a interrogar pasajeros mexicanos con destino a los Estados Unidos y Canadá. Para ello, contaron con el apoyo de la Policía Federal Preventiva (PFP) de México previamente entrenados por los norteamericanos. Los elementos de la PFP abordaron las aeronaves con armas que no se fragmentan pero sí pueden herir a las personas. Así, el foxismo se sumó servilmente, otra vez, a las instrucciones de los gobernantes gringos.

La embajada norteamericana en México instaló una oficina en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (Castillo G, Elizalde T. en La Jornada 0030104). Muchos viajes fueron cancelados y otros retrasados muchas horas hasta que los agentes gringos revisaran las listas de pasajeros.

Para los agentes de EU, todos los pasajeros eran sospechosos. En su paranoia no distinguían a nadie. Hubo pasajeros a los que se obligó a quitarse las prótesis ortopédicas. Algunos pasajeros fueron bajados de los aviones y desaparecidos por el FBI (Elizalde T., en La Jornada 040104).

Multitud de vejaciones y hechos bochornosos se realizaron con la complacencia del gobierno foxista. Pasaron varios días para que éste se pronunciara. Al final Santiago Creel, secretario de gobernación, justificó las operaciones extranjeras hablando de cooperación en el marco de supuestos convenios bilaterales. Alejandro Gertz, secretario de seguridad pública, apoyó públicamente en la televisión la actitud entreguista y servil del gobierno mexicano.

Los gringos dijeron que temían un posible ataque terrorista desde de México y dispusieron de la alerta naranja. Ese discurso carente de fundamento real ha servido para imponer el terror de EU por el mundo. No hay fundamento real en la medida en que la política y acciones norteamericanas se basan en la mentira y su repetición fascistoide. Esta vez no hubo ninguna explicación convincente. Cabe señalar que el concepto de riesgo es probabilístico y los norteamericanos hablan de riesgos hipotéticos pues el principal riesgo para el mundo son, precisamente, ellos mismos.

Algo similar, tal vez peor, ocurrió con la aviación francesa. Brasil, ha sido el único país en reaccionar con dignidad al exigir una revisión “recíproca” (con foto) a todos los visitantes norteamericanos que cruzan las fronteras cariocas.

Los partidos políticos tradicionales (PRI, PAN, PRD) se limitaron a pedir “claridad” a las autoridades respecto de las cancelaciones de vuelos. Pidieron la comparecencia de Pedro Cerisola, secretario de comunicaciones y transportes de Fox. Todavía se le está esperando. “No hay otro camino que seguir colaborando con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo...” dijo Demetrio Sodi, del PRD (Saldierna G, en La Jornada 030104).

En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (privatizado, por supuesto) se dijo que los agentes actúan “debidamente camufleados, difícilmente identificables”. La secretaría de gobernación se atribuyó la cancelación de vuelos y las acciones instrumentadas. ¡Mayor servilismo es difícil de imaginar! Agregó que los agentes norteamericanos estaban “colaborando” con las autoridades mexicanas.

El hecho es que, toda la histeria no sirvió de nada. El “riesgo” del que hablaban los agentes gringos era “inexistente”. Otra vez se equivocaron, debieran buscar a los autores entre ellos mismos, allí están los verdaderos criminales de la humanidad.