La burocracia de Pemex busca socios mayoritarios para operar su parque de refinación. Esta es irrentable e ineficiente, habían dicho. Pero en manos privadas será eficiente y rentable. No hay privatización, había dicho Peña Nieto y socios, ahora claman al capital privado no solo para que invierta sino para que opere. Pemex no puede, ha sido quebrada y va a la destrucción.

La desnacionalización energética de Peña Nieto significó el cambio regresivo en la propiedad, la cual, de ser nacional pasó nuevamente a ser privada. Para este pequeño individuo, la Expropiación petrolera, simplemente, fue borrada de un manotazo. No nada más, también fue la fragmentación del proceso de trabajo energético, la desintegración industrial y la privatización.

Esto es, precisamente, lo contrario de lo que decían en la publicidad pagada en los medios.

De esta manera, Pemex (y CFE) que eran industrias pasaron ser empresas, para realizar solamente una parte del proceso de trabajo. Así, Pemex dejó de hacer lo que antes hacía o pasó a realizarlo solo en mucho menor medida. Lo mismo ocurrió en CFE.

Pemex, desde antes, no realiza investigación y desarrollo, ni ingeniería de proyectos, ni planeación. La exploración la efectúa minoritariamente. La extracción ("producción") ya no la realiza en forma exclusiva. El transporte, distribución y almacenamiento de hidrocarburos (petróleo y gas) son actividades privadas. La refinación de petróleo crudo la realiza en parte, operando las 6 refinerías existentes, todas fuera de su vida útil; la importación de gasolinas la realiza parcialmente; el transporte la distribución y expendio de gasolinas es privada. El procesamiento de gas lo sigue efectuando Pemex, no así el transporte, distribución y almacenamiento del mismo. La Red Nacional de Ductos ya no es de Pemex, los complejos petroquímicos son operados minoritariamente por Pemex.

Esto significa que las actividades operativas de Pemex sean muy pocas. Pero ni así puede. Renunció a 95 áreas asignadas en la Ronda 0 para la extracción de petróleo crudo, renunció a la ampliación en la refinación, renunció al desarrollo de la petroquímica. Ahora, ni siquiera puede operar su parque de refinación.

Pemex fue quebrada financieramente por Peña Nieto y, ahora, sigue la quiebra operativa.

Son apenas 2 años de aprobada la legislación energética secundaria y 2.5 años de la reforma constitucional regresiva. En tan breve tiempo, Pemex (y CFE) van a la destrucción. En ambos casos, la propuesta del gobierno consiste en más privatización. Su fe supersticiosa invoca como fetiche al capital privado, creyendo que con solo invocarlo, vendrá a resolverle todos sus males.

Las consecuencias serán peores. Con la actual infraestructura de refinación no se puede producir más, las importaciones seguirán aumentando. Sería un buen pretexto para despedir petroleros en masa y contratar trabajadores del outsourcing y, además, auspiciar serios accidentes u homicidios industriales con los socios, contratistas o nuevos dueños.

"Pemex está dispuesta a quedarse con una participación minoritaria en sus refinerías si logra concretar alianzas con socios que no sólo inviertan recursos, sino que operen las plantas, dijo Juan Pablo Newman, director de Finanzas de la compañía (Reuters, en La Jornada, 14 mayo 2016, p.20).

"La petrolera estatal ha dicho que quiere vender activos no estratégicos como parte de un amplio plan de ajustes y recortes de gastos e inversiones para enfrentar la dramática caída de los precios internacionales del crudo, que llevó al gobierno a inyectarle ingentes recursos para enfrentar deudas y compromisos.

"Podríamos no tener mayoría en estas refinerías (...) Lo que vamos a hacer es diluir nuestra participación, dijo Newman en una entrevista con Reuters.

"Pemex tiene seis refinerías con capacidad para procesar mil 580 millones de barriles por día. Tres han sido modernizadas, pero otras tres requerirán de fuertes inversiones.

"Es un área en la que creemos se puede mejorar mucha la eficiencia. En ese sentido creemos que traer un socio que nos ayude a operar va a ayudar a las seis refinerías, apuntó".

En su ignorancia, corrupción y demagogia, Coldwell había dicho que Pemex no sería privatizada sino "fortalecida y modernizada". ¡Pura basura! Ahora, hasta la infraestructura de refinación constituye activos "no estratégicos", al igual que la función misma.

En abril, Pemex elaboró un total de 1 millón 291 mil barriles diarios de productos petrolíferos. Fueron 380.5 mil bd de gasolinas, 265.4 mil bd de diesel y el resto fueron gas natural, querosenos, grasas, combustóleo y otros.

El mismo mes, importó un total de 630 mil bd de petrolíferos, siendo 460.4 bd de gasolinas y 196.2 bd de diesel.

¿A quién le interesaría el negocio? A Shell, socio de Pemex, o alguna otra transnacional. La transferencia será, seguramente, casi gratuita.


Ref.: 2016, elektron 16 (135) 1-2, 15 mayo 2016, FTE de México.

Refinería petrolera de Pemex en Tula. FOTO: Afp

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