Volumen 16, Número 335, mayo 15 de 2016
 


Acusación a la justicia mexicana



The New York Times interpretó el informe del GIEI sobre Ayotzinapa, como una acusación al sistema judicial de México, "corrupto y frecuentemente brutal", que huye de la justicia. El gobierno obstruyó las solicitudes de información y de acceso a testigos claves, dice. La campaña mediática difamatoria contra el GIEI no fue espontánea ni el gobierno es ajeno. La versión oficial de los hechos se basó en declaraciones de testigos que fueron torturados. La especulación generalizada es que las autoridades federales desempeñaron un papel en el crimen y luego trataron de cubrir sus huellas.


El mundo al revés

Todos ven y oyen menos Peña. O, mejor dicho, Peña ve y oye, pero todo al revés. Eso no es un resultado de bipolaridad sino de perversidad. Sobre Ayotzinapa dijo que habría justicia y cuando tuvo la oportunidad, al menos de esclarecer los hechos, obstaculizó la justicia. Puso la investigación en manos de la PGR, encargada de "procurar" justicia siendo un simple aparato policíaco represivo de la población. Solicitó la intervención de la CIDH y cuando esta envió al GIEI, al no poder corromperlo, lo expulso del país.

En cuantas partes del mundo se para, le han gritado a Peña Nieto, "¡Faltan 43!" En realidad, ya son más de 28 mil las desapariciones forzadas en los últimos tiempos y siguen aumentando cada día. Resultados no hay. Tal parece que quienes gobiernan son los criminales. El Estado está rebasado y/o está aliado al crimen.

La llegada del GIEI sirvió para poner al descubierto dos versiones. Una, la del gobierno y, otra, la de los expertos, ambas opuestas. El GIEI se volvió, entonces, una "amenaza", el gobierno esperaba corromper al grupo para que avalara su versión oficial. Como no fue así, se lanzó en furioso y sucio ataque, utilizando a medios y periodistas sin escrúpulos. Como ni así pudo, al gobierno se le hizo fácil expulsar al GIEI.

No obstante, la "verdad histórica" se cayó. Lo habían dicho investigadores universitarios mexicanos. Pero el informe final del GIEI fue demoledor. El caso no ha concluido ni el informe final del GIEI es definitivo, todavía falta indagar mucho más. Pero, en el balance político de 20 meses, los estudiantes y familiares de los 43 han tenido un nuevo éxito parcial.

Con su informe, el GIEI tiró a la basura la "mentira histórica".

Sistema corrupto y brutal

"En un editorial encabezado México huye de la verdad, el New York Times considera que el informe final del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) se tiene que interpretar como una acusación al sistema judicial notoriamente corrupto y frecuentemente brutal de México (en La Jornada, 27 abril 2016, p.12).

"Resumiendo las tareas del GIEI y sus experiencias en sus investigaciones, el editorial recuerda que el presidente Enrique Peña Nieto viajó a Guerrero en diciembre de 2014, donde pocos meses atrás habían desaparecido los 43 normalistas, para pedir que México superara esta fase y siguiera adelante. Peña Nieto, comenta, tendría que haberse engañado al pensar que podría dar la vuelta a una atrocidad contra los derechos humanos que enfureció a la nación, cuando el gobierno no tenía respuestas sobre quién cometió el crimen ni por qué.

"Añade que semanas antes de esto, y respondiendo a protestas masivas y condenas internacionales, Peña Nieto había acordado permitir el ingreso del GIEI, pero, después de que éste presentó su primer informe, en lugar de reconocer el significado de esas conclusiones, el gobierno mexicano obstruyó las solicitudes de información y de acceso a testigos claves. Más aún, cuando aparecieron notas periodísticas descalificando a dos de las integrantes del GIEI, se interpretó que eran parte de una campaña realizada con la bendición del gobierno.

"El editorial resume las conclusiones del informe final y cuenta que éste fue presentado el domingo en México, donde “familiares de las víctimas corearon ‘no se vayan, no se vayan’. Ningún funcionario mexicano se molestó en presentarse. Eso dejó más que volúmenes enteros sobre la falta de voluntad política del gobierno para reformar las instituciones judiciales y sobre la insensibilidad hacia sus ciudadanos”.

El gobierno implicado

"En la editorial de su versión impresa de este miércoles 27 de abril, el rotativo asegura que es imposible no interpretar el segundo y último informe presentado por el GIEI como una acusación al sistema de justicia notoriamente corrupto, "a menudo brutal de México".

"The New York Times resalta que México huye de la verdad, pues el informe del GIEI afirma que la versión del gobierno de los eventos ocurridos en septiembre de 2014 se basa en declaraciones de testigos que fueron torturados.

"Asimismo, señala que la conducta del gobierno alimentó la especulación generalizada de que las autoridades federales desempeñaron un papel en el crimen y luego trataron de cubrir sus huellas".

La política se comprueba en los hechos

La lucha de los estudiantes y familiares de los 43 no solamente es correcta y justa, sino que está comprobada por los hechos.

La tenaz movilización de 20 meses ha puesto en evidencia internacional al gobierno de Peña Nieto, quedando demostrado que no es ajeno a lo ocurrido en la noche de Iguala.

El cúmulo de agravios contra la nación debe tener una respuesta apropiada. Para lograrlo, necesitamos avanzar en la construcción de la organización social, con independencia de clase.


Ref.: 2016, elektron 16 (120) 1-2, 30 abril 2016, FTE de México.
Al fondo
Helguera, 27 abril 2016, en La Jornada.

¡Fuera gobierno corrupto y dictatorial!






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