Volumen 16, Número 333, abril 10 de 2016
 


Innsbruck no identificó los "restos"



Los análisis de ADN mitocondrial y nuclear realizados en la Universidad de Innsbruck no coinciden con los 43 estudiantes normalistas. La Universidad austriaca efectuará nuevos estudios genéticos a 53 muestras de hueso, ropa y cabellos relacionados con la investigación del caso Iguala. Nada prueba que los restos recolectados pertenezcan a los 43 estudiantes desaparecidos.


Resultados negativos

Son ya tres veces consecutivas que la Universidad de Innsbruck, Austria, reporta resultados negativos a la identificación de restos enviados por la PGR, supuestamente, pertenecientes a los 43 estudiantes normalistas desaparecidos.

En la hipótesis de la versión oficial los 43 habrían sido asesinados e incinerados en el basurero de Cocula, donde hubo un fuego de "grandes dimensiones", tan grande que no dejó ni cenizas o, bien, destruyó hasta el ADN de todos.

Al gobierno nada le checa ni cuadra. Los expertos del GIEI de la CIDH han refutado la versión oficial señalando que NO hubo fuego en el sitio el día de los trágicos sucesos. Está en duda, por tanto, que en el basurero hayan sido incinerados los 43. Al respecto, la PGR no tiene ninguna prueba.

También, tanto el GIEI como el grupo de antropólogos forenses de Argentina han cuestionado la recolección de restos, efectuada en condiciones irregulares.

Por lo mismo, no hay manera de probar que los restos enviados a Innsbruck pertenezcan a los 43. De hecho, la identificación en Innsbruck no probaría que los 43 fueron incinerados en Cocula. Peor aún, la Universidad austriaca informó por tercera ocasión que no es posible realizar ninguna identificación. De manera que no hay relación de esos restos con los estudiantes de Ayotzinapa.

La versión de la PGR se puede acomodar a conveniencia y podría decir que, los resultados negativos, prueban que su versión es correcta. El fuego "de grandes dimensiones", del informe preliminar del tercer peritaje, no dejó huellas.

Eso es lo que quisiera el gobierno, que todas las huellas hubieran sido borradas y que el crimen resultara "perfecto". Sin embargo, la PGR no tiene pruebas, ni siquiera sabe la temperatura alcanzada por el fuego "de grandes dimensiones".

El reporte de Innsbruck vuelve a poner en evidencia la versión oficial. No se pueden identificar restos dudosos y menos atribuirlos a 43 estudiantes incinerados.

Sigue sin conocerse la verdad y, entre tanto, el gobierno sigue obstaculizando el esclarecimiento de los hechos, haciéndolos más borrosos.

No hay correspondencia con los 43

"La Universidad de Innsbruck desarrollará nuevos estudios genéticos a 53 muestras de hueso, ropa y cabellos relacionados con la investigación del caso Iguala, luego de que los resultados de pruebas conocidas como exámenes de ADN mitocondrial y nuclear no permitieron obtener perfiles genéticos y establecer si correspondían a alguno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014 (Castillo G., Saldierna G., en La Jornada, 9 abril 2016, p.5).

“El documento (de Innsbruck) contiene resultados referentes a 53 muestras de ropa y cabellos adheridos a ésta que se encontraron en los autobuses (en los que viajaron los normalistas antes de ser desaparecidos y), enviadas al IMG –Instituto de Medicina Legal de esa universidad austriaca– en septiembre de 2015; así como nueve muestras óseas y cabellos, provenientes del basurero de Cocula y dos muestras óseas de la bolsa del río San Juan, remitidas para su análisis en diciembre del mismo año”.

"Los fragmentos fueron revisados y clasificados por peritos de la PGR y el EAAF, y posteriormente sometidos por el IMG a un análisis para obtener los perfiles genéticos.

La técnica de secuenciación masiva paralela (MSP) es la última posibilidad técnica para tratar de obtener secuencias genéticas de los pequeños fragmentos de hueso que se enviaron a Innsbruck, ya que científicamente se busca obtener “fragmentos de ADN ‘enrollados’ en su núcleo”.

"Con esta técnica fue posible que los científicos de Innsbruck identificaran que dos de los 60 mil fragmentos de hueso –que la PGR reportó haber encontrado en el río San Juan, en el municipio de Cocula en 2014–, correspondían a Alexander Mora Venancio y Jhosivani Guerrero de la Cruz, dos normalistas de Ayotzinapa.

"Los fragmentos de hueso y cenizas de las víctimas –siempre de acuerdo con la versión oficial– fueron recogidos, echados en bolsas de plástico y lanzadas a la corriente del río San Juan.

"Durante las investigaciones, el 29 de octubre de 2014, peritos de la PGR y efectivos de la Secretaría de Marina localizaron dos de las ocho bolsas en las que presuntamente se recogieron los restos de las personas victimadas en el basurero de Cocula.

"Se informó también que en relación con las muestras de cabello, el IMG identificó que algunas eran de origen humano y otras de origen animal. En relación con las de origen humano, se les aplicó la técnica de ADN mitocondrial, por estar cortados y no tener bulbo, obteniéndose una misma secuencia, la cual no correspondió con ninguna de las secuencias de las familias. Esta muestra fue recolectada en una zona de la retícula principal donde no hay restos óseos (cuadrícula E12) del basurero de Cocula, en el interior de un recipiente de metal mezclado con restos de basura".


Ref.: 2016, elektron 16 (99) 1-2, 9 abril 2016, FTE de México.
Marcha de los compañeros y familiares de los 43. FOTO: Cuartoscuro






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