Volumen 16, Número 333, abril 10 de 2016
 


Exigimos el regreso de Gustavo



En asamblea realizada en Simojovel, Chiapas, diversas organizaciones exigen el regreso inmediato de Gustavo Castro, detenido en Honduras por una alerta migratoria emitida por una jueza menor. Gustavo escribe al pueblo de Honduras y dice que desde México seguirá luchando hasta encontrar la verdad del crimen contra Berta Cáceres. Siguen los crímenes en Honduras. Gustavo teme que le imputen el crimen de Cáceres. Organizaciones solidarias exigimos el regreso protegido del mexicano.
Gustavo Castro, Otros Mundos/Chiapas


Palabras de Gustavo Castro al pueblo de Honduras



Publicado el jueves, 17 marzo 2016 09:26
Escrito por OM

Tegucigalpa, Honduras - 15 de marzo de 2016

AL PUEBLO DE HONDURAS

No sé si algún día estas líneas lleguen a ustedes.

Vine a Honduras con tanta ilusión. Hacía muchos años que no venía. Pero le agradezco a Berta que me haya invitado. Amiga del alma desde hace tantos años, ella y su familia. Pese a todo lo vivido no me arrepiento de haber venido ni de haber sido elegido por el destino para poder despedirme de mi querida amiga. 

Me duelen tanto mis heridas, aunque ya van cicatrizando, pero me duele más el dolor del querido pueblo hondureño que no se merece esto, nadie nos lo merecemos. Siempre hemos admirado a este pueblo noble lleno de valentía y lucha por una vida digna para todos y todas, donde quepan todos, sin distinción y con justicia. Esa fue la lucha de Berta.

Así como siento el amor del pueblo hondureño por México, así es el amor que siento por este hermoso país, por sus paisajes, por su naturaleza y sobre todo por su gente, por su orgullo de ser catrachos. No dejemos que ni los asesinatos ni los gorgojos nublen la esperanza ni el paisaje.

Cuando en México me topo por las calles con migrantes de esta tierra, no resisto el acercarme para tenderles la mano y reconocer su valentía, porque sé la travesía que llevan a cuestas, y el dolor por lo que dejan para seguir la ruta de la vida, de la esperanza, de buscar algo mejor. Y me digo y les digo, no se vayan, regresen, el viaje es difícil, nuestra gente, nuestra tierra nos necesita. Y les despido con una palabra que Berta siempre me decía: “Cheke!”.

Nuestra tierra es generosa, nuestra sangre la misma, los mismos lazos mesoamericanos que nos unen desde siempre y que nos invitan a luchar, al igual que Berta, por una vida más digna y mejor para todos.

En estos días de espera por reunirme con los míos, mucha gente hondureña me ha mandado su solidaridad y saludos de afecto. A todos les agradezco tanto, tanto. Berta significaba mucho para mí como para todos ustedes. Berta fue una mujer excepcional que luchó por una Honduras mejor, más digna, más justa, por un país para todos. Su espíritu crece en el corazón del pueblo hondureño, porque no la enterramos, sino que la sembramos para que desde La Esperanza, alimente la esperanza.

Que no les quepa duda, he apoyado todas las diligencias que me han pedido las autoridades a la hora que me lo han solicitado, más de diez, y lo seguiré haciendo para que se haga justicia. Aunque siempre las autoridades me dijeron en múltiples ocasiones que me podía ir, incluso dispusieron de un helicóptero para salir de La Esperanza a Tegucigalpa, a última hora me solicitaban que me quedara para nuevas diligencias, lo que siempre he aceptado. Por el momento ya hice todo lo que está en mis posibilidades. Tengo vida, tengo familia. Desde México nunca dejaré de apoyar y siempre estaré dispuesto a ayudarlos para encontrar la verdad. Para ello tenemos entre ambos países un Tratado sobre Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Honduras.

Desde México seguiré asumiendo la responsabilidad histórica que tengo con el pueblo de hondureño, con Berta y su familia y con el Copinh. En mi cuerpo llevo tatuadas las heridas para toda la vida que nunca me dejarán olvidar este compromiso.

Agradezco al Copinh haberme recibido. Son gente hermosa, sencilla, digna de sus ancestros, dignos de estas tierras maravillosas, y es un pueblo con un espíritu incansable de lucha por preservar su identidad y su lugar de origen, admirable en su respeto a la naturaleza y por su amor a Honduras. Y eso también se los admiro y agradezco mucho a ellos. Son también lo que el mundo conoce y respeta de Honduras, son esperanza, son la semilla de donde germinará con más fuerza el espíritu de Lempira, de los pueblos ancestrales, del pueblo hondureño. Han sido ejemplo e inspiración de muchos en todo el mundo, como también lo han sido para el pueblo hondureño. Del mismo modo son ejemplo de dignidad todas las organizaciones sociales, campesinas, indígenas y garífunas y que luchan por un país mejor. A todos ellos les agradezco tanta solidaridad.

Agradezco a mi Embajadora y al Cónsul por todo su apoyo invaluable, que me han recibido con los brazos abiertos y protectores para poder hacer frente a esta situación tan adversa.  Agradezco toda la solidaridad hondureña y la internacional por el cariño a Berta y por sus generosas muestras de preocupación.  Sus miles de cartas, firmas y mensajes que no tengo cómo pagar.

Pronto habrá justicia.


Gustavo Castro Soto


Fuente: www.otrosmundoschiapas.org


¡Medidas de seguridad para Gustavo!

Ya pasaron 20 días de la indebida retención de Gustavo Castro en Honduras por "decisión" de una jueza menor. Todo se ha centrado en Gustavo como testigo del crimen. Nada se sabe, de los criminales, que están ocultos y/o protegidos por el Estado.

"Es una arbitrariedad" dijeron agrupaciones chiapanecas: tres parroquias católicas, Las Abejas, el Consejo Estatal del Nuevo Constituyente y diversas comunidades indígenas tzotzil, tzeltal y ch’ol.

El asesinato de la hondureña Berta Cáceres y el intento de asesinato del mexicano "no es una casualidad y mucho menos un hecho aislado, sino la práctica de exterminio que ha impuesto el capital internacional con la complacencia de los gobiernos nacionales" (Henríquez E., en La Jornada, 15 marzo 2016, p.8).

Las organizaciones solidarias enviaron una carta a Peña Nieto (México) y a Orlando Hernández (Honduras), así como a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para exigir el retorno inmediato de Gustavo.

"Señalaron que después de analizar la situación crítica de nuestro compañero, nos manifestamos en contra de la criminalización y muerte de compañeros indígenas y activistas ambientalistas.

"Dijeron que las autoridades de Honduras deben investigar a la empresa china que ha presionado a los grupos indígenas del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) para arrebatarles sus tierras e inundar las con la represa hidroeléctrica, ya que ese es el móvil del asesinato de Cáceres, ocurrido el pasado 3 de marzo, y el intento de homicidio de Castro Soto".

Asimismo, los integrantes del Movimiento Mexicano en Defensa de los Ríos (Mapder) protestaron ante el Congreso estatal en Tuxtla Gutiérrez para exigir el regreso de Gustavo.

Otro asesinato en Honduras

"Nelson García, dirigente del Copinh que encabezaba la ambientalista asesinada Berta Cáceres, fue ultimado a tiros durante un desalojo de un grupo campesino –del que formaba parte– de tierras reclamadas por terratenientes en Río Lindo, departamento de Cortés, unos 180 kilómetros al norte de esta capital, informaron activistas" (Afp, en La Jornada, 16 marzo 2016, p.20).

¿Qué Estado es ese donde se suceden crímenes sin que la autoridad sepa por qué ni quiénes? ¡Cómo se parecen los gobiernos bananeros de México y Honduras!

Es un "régimen de abusos y represión que impera en Honduras, recrudecido a partir del golpe de Estado en 2009 (Ribeiro S., en La Jornada, 19 marzo 2015).

Ribeiro refiere el asesinato de Nelson por individuos armados y señala que "el mismo día sujetos armados dispararon contra Cristian Mauricio Alegría, de Vía Campesina Honduras, frente a su organización en Tegucigalpa. Fue herido, pero sobrevivió. No es la primera vez que atacan a balazos el local de Vía Campesina y varios de sus miembros están amenazados de muerte".

Silvia Ribeiro recuerda que "días antes de morir, Berta Cáceres declaró a Il Manifesto, Italia: estamos en las manos del sicariato jurídico y armado. Nuestras vidas penden de un hilo".

Por su parte el Copinh había denunciado que autoridades municipales usan prestanombres para vender la tierra y justificar la fuerza pública para desalojarlos.

También, que son hostigados por el Estado llamándolos a declarar como presuntos participantes en el asesinato de Berta Cáceres, pero no investigan las fuentes de las amenazas.

El Estado Hondureño y el mexicano se parecen mucho. No por casualidad pretenden imputarle a Gustavo Castro un delito del cual es víctima, mediante filtraciones policíacas a los medios y el manipuleo de estos.

Temores fundados

"Ante visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Gustavo Castro, testigo del asesinato de la activista Berta Cáceres, expresó su temor de que le quieran imputar ese delito (La Jornada, 20 marzo 2016, p.4).

Ante los enviados de la CNDH que viajaron a Tegucigalpa "para conocer de primera mano lo que está sucediendo en su caso y las diligencias que realizan tanto autoridades de México como del país centroamericano, el activista pidió la ampliación de las medidas precautorias, para garantizar su seguridad y la de su familia al regresar a su hogar.

La misma CNDH informó que la embajadora de México en Honduras "expresó preocupación por la hipótesis que distintos medios de comunicación locales han publicado, de que el connacional es sospechoso del homicidio y la razón de su detención es que pueda ser imputado".

La situación es alarmante e indignante. El gobierno mexicano sabe que en Honduras (como en México) los sicarios andan sueltos. Lo que ha hecho es poco. Si ha asistido a Gustavo, pero están muy pasivos en su repatriación. Parece que la jueza menor posee poderes especiales, sin que hasta la fecha tenga NPI sobre los criminales.


Ref.: 2016, elektron 16 (84) 1-3, 24 marzo 2016, FTE de México.






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