Convocada en Washington por Barack Obama acudieron más de 50 países, pero Rusia no asistió. Eso fue suficiente para que la cumbre fracasara. El objetivo: evitar que materiales nucleares estratégicos caigan en manos de terroristas. Dijo Obama que el Estado Islámico está intentando hacerse de material radiativo para provocar una catástrofe global. Otra vez el doble discurso. ¿Por qué, entonces, el imperio apoya a los terroristas? El único que podría proporcionarles materiales nucleares es el imperio.

Al inicio de su mandato Obama había dicho que la No Proliferación Nuclear era su máxima prioridad. Ahora, al realizarse la bianual Cumbre de Seguridad Nuclear, ¿qué ha pasado? Para las potencias la No Proliferación Nuclear no existe, solo se aplica a países no poseedores de esas armas.

En la cuarta cumbre, el centro fue la preocupación porque los materiales necesarios para construir una bomba nuclear pudieran caer en manos de terroristas. El imperio dio una noticia estremecedora.

"Sabemos que las organizaciones terroristas tienen el deseo de conseguir acceso a esos materiales en bruto y de tener un artefacto nuclear. Ese fue el caso con Al Qaeda, y es ciertamente el caso con el EI", dijo el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, en una conferencia de prensa telefónica (EFE, 31 marzo 2016).

Esta noticia, sin embargo, parece declarativa.

"Estados Unidos no tiene por ahora ‘indicaciones expresas’ de que el EI trate de obtener un artefacto nuclear, pero cree necesario tomar medidas para prevenirlo, aseguró a los periodistas Laura Holgate, encargada de control de armas en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca".

Si Estados Unidos tiene esa "información", ¿por qué no la da a conocer y procede en consecuencia? En Irak y Siria se ha visto lo contrario, con el EI ha sido muy complaciente. En los últimos dos años ha sido notoria la "ineficacia" de la coalición liderada por Estados Unidos para combatir al terrorismo. Más bien, parece que se encarga de darle cobertura. Sabido es que la creación de ese grupo fue auspiciada directamente por el gobierno norteamericano de Obama, el Pentágono y la CIA. ¿La preocupación de ahora es legítima o chantajista?

En el supuesto caso de las "intenciones" terroristas de acceder a "materiales en bruto" para fabricar una bomba nuclear, ¿es posible? ¿Cómo será y quien le suministraría esos materiales? Tales son, esencialmente, el Uranio y/o el Plutonio. ¿Quién los posee? El Club Atómico, destacadamente, Estados Unidos.

El Uranio natural se podría conseguir en el mercado negro, controlado por el imperio, El Plutonio no existe de manera natural, se obtiene del Uranio, vía el Neptunio (Np).

No se trata de cualquier material sino del "material nuclear estratégico", es decir, Uranio "altamente enriquecido" (90% ó más) o "grado bomba", el cual, no está en las centrales nucleares de potencia, donde el combustible nuclear alcanza apenas 2-3% de enriquecimiento. El combustible utilizado para la generación de energía nucleoeléctrica (irradiado) es altamente radiativo y, mediante el "reprocesamiento" del mismo se puede obtener Plutonio. Tal "reprocesamiento lo efectúan unos cuantos países, especialmente, Estados Unidos.

Entonces, "tener acceso" a esos materiales es un asunto, principalmente, de los Estados Unidos y aliados en su caso. Pero disponer de ese material en calidad y cantidad apropiada no es suficiente para manufacturar ningún artefacto nuclear. Para ello se requiere capacidad industrial, tecnología especializada, conocimientos avanzados. ¿Los tienen esos grupos terroristas? No, pero sí sus asesores y patrocinadores.

De manera que el imperio amenaza al mundo con intenciones aviesas. ¿Puede concretar esa amenaza? Sí, a nivel regional. Esa posibilidad es más estremecedora que la noticia misma.

"Rusia, el país con el mayor arsenal nuclear del mundo, decidió no asistir a la cumbre por considerar que hubo “falta de cooperación a la hora de elaborar la agenda” del encuentro, según explicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov (EFE, en 24-horas.mx, 31 marzo 2016).

"Su ausencia dificulta el alcance de grandes acuerdos sobre seguridad nuclear, pero la Casa Blanca confía en que la cita sirva para aumentar la coordinación internacional contra el Estado Islámico y analizar, en particular, la posibilidad de que ese u otros grupos terroristas obtengan un arma nuclear.

"Creemos que la decisión de Rusia de no participar con una representación de alto nivel es una oportunidad perdida para ellos, por encima de todo. Lo único que consiguen es aislarse", opinó Rhodes.

"Nueve naciones del mundo concentran más de 15,000 armas nucleares -EEUU, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte- pero el 90 % de ese arsenal está en manos estadounidenses y rusas.

"A la cumbre asisten tres presidentes latinoamericanos: el mexicano, Enrique Peña Nieto; "el argentino, Mauricio Macri; y la chilena, Michelle Bachelet". Esto no tiene ninguna relevancia, Peña y Macri son vulgares empleados del imperio, Chile ni siquiera tiene potencia nuclear.

“Con una pequeña cantidad de Plutonio del tamaño de una manzana –dijo Obama– podrían matar y herir a cientos de miles de personas inocentes. Sería una catástrofe humanitaria, política, económica y ambiental con ramificaciones globales durante décadas. Sería cambiar nuestro mundo. (...) No hay duda de que si el material nuclear llega a manos de estos locos lo usarían para matar a tantas personas inocentes”. Conclusión: un episodio de destrucción masiva es posible (www.lavanguardia.com, 31 marzo 2016).

“La amenaza persiste, dijo Obama. Y es así por dos motivos. Primero porque “en cientos de instalaciones militares y civiles de todo el mundo, todavía hay alrededor de 2,000 toneladas de material nuclear, y no todo se encuentra en lugar seguro”. Y, en segundo lugar, porque pese a que ningún grupo terrorista ha tenido éxito hasta ahora en la obtención de un arma nuclear o una bomba sucia hecha de materiales radiactivos, los terroristas “están evolucionando” en sus estrategias, su preparación y sus objetivos destructivos.

"Sabemos que Al Qaeda ha buscado durante mucho tiempo los materiales nucleares –dijo Obama– y que las personas que participaron en los ataques en París y Bruselas grabaron a un alto directivo de una instalación nuclear belga. Y el Estado Islámico ya ha usado armas químicas, como el gas mostaza, en Siria e Iraq”.

"Pero el temor es mayor en cuanto a la posibilidad de que los terroristas consigan mediante el robo o el contrabando material radiactivo con el que sí podrían fabricar “bombas sucias”, bastante más fáciles de construir y que podrían provocar enormes daños. De ahí que una de las prioridades es aumentar la vigilancia y el control del personal que tiene acceso a instalaciones civiles que utilizan material radiactivo como hospitales, centrales nucleares y también industrias energéticas.

"Un bomba sucia es un artefacto explosivo convencional que al estallar esparce el material radiactivo. Además de las muertes que provocaría la explosión propiamente dicha, contaminaría la zona, lo que comportaría consecuencias de envenenamiento por radiación a largo plazo con un impacto psicológico, económico y político descomunal".

¿Acaso las hay limpias? Todas las armas nucleares, químicas, bacteriológicas o ambientales son sucias y muy sucias. Su utilización no "cambiaría" al mundo, lo destruiría. No hay manera de suavizar los términos.

En el presente caso se debe distinguir entre bombas nucleares, bombas radiativas y material radiativo utilizado con fines industriales.

En el primer caso están los enormes arsenales en manos de las potencias atómicas, suficiente para terminar con el planeta varias veces. En manos de sicópatas no habría sobrevivientes.

Reiteramos que no bastan las materias primas, se requiere de tecnología, infraestructura industrial y logística.

El acceso a las instalaciones militares no es simple, pero puede haber desviación no autorizada de los materiales nucleares estratégicos. En cambio, la tecnología e infraestructura no se pueden obviar.

Lo malo es que no hay quien supervise a las potencias. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), agencia especializada de la ONU, ha devenido en un aparato político al servicio del imperio. Aplica supervisión y salvaguardas nucleares a países que no poseen armas nucleares (recuérdese Irak de Hussein), mientras, países como Israel ni siquiera son molestados.

Eso, tratándose de bombas que utilizan Uranio enriquecido, Pero, la utilización de bombas de uranio "empobrecido" sí se toleran. No se ha olvidado el caso de los bombardeos de la OTAN a Kosovo.

Todos los materiales nucleares estratégicos son radiativos. Pero unas bombas se denominan nucleares y, otras, radiativas. Entre estas últimas están la bomba de neutrones y la bomba gamma, ambas tácticas, de pocas dimensiones, tipo granada, diseñadas para utilizarse en el campo de batalla.

La utilización de estas bombas ocasionaría enormes desastres, tanto físicos como humanos. El primer tipo destruiría el cristalino de los ojos, el segundo paralizaría a personas, vehículos y telecomunicaciones. Esto, independientemente de los daños materiales.

¿Cómo se podría tener acceso a estos artefactos? Solo mediante el suministro de quienes los poseen, esto es, el imperio.

Las centrales nucleoeléctricas están diseñadas para la generación de electricidad. El combustible nuclear utilizado es de bajo enriquecimiento. Ni el Uranio del combustible fresco o el irradiado son apropiados para manufacturar una bomba.

Si el combustible irradiado se reprocesa se puede obtener el Plutonio. Eso no lo puede hacer cualquier país, solo las potencias.

Además, ese Uranio (y Plutonio) no es propiedad del país receptor sino del suministrador, generalmente, Estados Unidos.

Lo que sí puede ocurrir son accidentes nucleares "severos". Dos ejemplos recientes han sido desastrosos. 30 años después de la tragedia de Chernobil aún se resienten sus efectos nocivos. Apenas en 2011 ocurrió el desastre de Fukushima que afectó a 4 reactores de potencia. Al momento no se han podido desmantelar los núcleos del combustible fusionado, sigue existiendo un serio peligro y así podrían pasar 200 años.

Otra cosa es el Uranio altamente enriquecido que existía en los reactores nucleares de investigación. Inicialmente "regalados" por los gringos, estos procedieron a retirar su combustible. Eso lo han hecho en México y en el mundo.

En cuanto a los controles, además del OIEA, se han instrumentado otras medidas, como el centro de control nuclear, militarizado y secreto, existente en la ciudad de México, precisamente, a cargo del imperio.

Diferentes son otros materiales radiativos, obtenidos del inventario en reactores de potencia, como el Cobalto-60 o el Iridio-192, utilizados como fuentes radiativas con propósitos industriales. A partir de estos materiales no se puede obtener ninguna bomba. Pero sí es posible su desviación no autorizada o robo.

En este aspecto, México es campeón mundial por una inadecuada vigilancia de las autoridades nucleares y de las empresas privadas que las utilizan, en el área de las gammagrafías industriales.

Fuentes radiativas hay muchas y, por supuesto, requieren un manejo adecuado por personal especializado. El robo es hasta peligroso para quienes lo hacen, por los daños radiológicos (no nucleares) ocasionados a las personas. Ha habido casos dramáticos, especialmente, en México.

En suma, se deben distinguir los casos y evitar revolverlos porque se adiciona una mayor borrosidad.

Lo más importante, sin embargo, es evitar las causas del problema. Esto se resuelve mediante la destrucción de todas las armas nucleares y bombas "sucias". Es necesario desnuclearizar al planeta. El problema no es solo técnico sino político. Las primeras que se oponen son las potencias, empezando por Estados Unidos.

¿Qué decidió la cumbre? Declaraciones vacuas.

"La cumbre ha adoptado cinco planes de actuación que serán supervisados por las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, que en resumen pretenden desde reducir el arsenal nuclear mundial e impedir la proliferación de armas nucleares a inventariar y en su caso eliminar material radiactivo existente y reforzar el control y la seguridad de las instalaciones civiles y militares que manejan los ingredientes que pudieran servir para fabricar bombas de destrucción masiva.

"102 países han ratificado un tratado sobre la protección física de los materiales nucleares. Para contribuir a la localización del material radiactivo que circula por el planeta, Estados Unidos quiso predicar con el ejemplo y se comprometió a dar a conocer la magnitud de su arsenal nuclear y las reservas de uranio enriquecido. También instruirá a otros países sobre cómo garantizar la seguridad de las instalaciones con material radiactivo”.

"El relevante portal Russia Today expone las razones por las cuales Rusia no asistió a la cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear convocada por Obama, de cuya agenda se ha querido adueñar el saliente presidente estadunidense, ya que, a juicio del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, sus organizadores cambiaron radicalmente la concepción del acto al mezclar sus recomendaciones con otras cuatro entidades, que Estados Unidos busca desplazar, interferir y/o tomar ventajas unilaterales: 1) la AIEA; 2) la ONU; 3) la Interpol, y 4) la Iniciativa Global contra el Terrorismo Nuclear (Jalife Rahme A., en La Jornada, 3 abril 2016).

"En lugar de centrarse en temas más trascendentales, como la no proliferación nuclear, EU y sus aliados se han desviado a la monotemática del extrañamente teledirigido terrorismo yihadista, tan de moda, que supuestamente puede crear bombas sucias y hurtar material radiactivo letal para crear una bomba atómica".


Ref.: 2016, elektron 16 (96) 1-4, 6 abril 2016, FTE de México.

Asistentes a la Cumbre sobre Seguridad Nuclear. FOTO: Xinhua

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