La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es “un ejemplo emblemático de la aparente colusión entre agentes del Estado e integrantes del crimen organizado”, reporta la CIDH en su informe anual. "Graves deficiencias” de las investigaciones, “impunidad estructural y casi absoluta” en los graves crímenes que ocurren en el país, señala. "Grave crisis de violencia y de seguridad desde hace varios años". Con Peña Nieto, siguen "las ejecuciones extrajudiciales y tortura, y la inseguridad ciudadana, así como la de mujeres, migrantes, defensores de derechos humanos y periodistas". Califica de "grave" a la "práctica de desapariciones forzadas a manos de agentes del Estado” y habla de una impunidad casi total. “La práctica de la tortura es alarmante”, y “generalizada”. El gobierno de Peña Nieto no tiene la mínima ética. Dice que el informe de la CIDH parte de premisas y diagnósticos erróneos. En México no hay crisis de derechos humanos, insiste. Vaya cinismo y perversidad, lo que no hay son derechos de nada.

En el informe Situación de los derechos humanos en México, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un severo enjuiciamiento al Estado y gobiernos mexicanos en turno. Habla de la colusión del Estado con el crimen organizado, la imparable violencia, tortura generalizada y desapariciones ocurridas en los últimos años.

Esa triste realidad no la está diciendo ninguna ONG ni organización social mexicana. Si así fuese, el remedio de Peña Nieto sería inmediato: desaparecer y asesinar a los denunciantes, como ha hecho anteriormente. No, ahora lo dice la CIDH, dependencia perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA), el mismo departamento de colonias del imperialismo. ¿Peña Nieto torturará y desaparecerá a la CIDH para que cambie su reporte? Ganas las tiene, falta que pueda.

Lo que señaló la CIDH en su informe corresponde a la cotidianidad que se vive en México e, incluso, se queda corta, porque la mayoría de los delitos criminales no se denuncian ni se conocen. No obstante, lo que se dice cobra una especial importancia, y que, lo que está ocurriendo además de cierto ha rebasado las fronteras.

El informe de la CIDH señala que, "la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es ‘‘un ejemplo emblemático de la aparente colusión entre agentes del Estado e integrantes del crimen organizado’’, y subraya que es muestra de las ‘‘graves deficiencias’’ de las investigaciones en este tipo de casos, como la ‘‘impunidad estructural y casi absoluta’’ en los graves crímenes que ocurren en el país" (Brooks D., en La Jornada, 3 marzo 2016, p.4).

‘‘México atraviesa una grave crisis de violencia y de seguridad desde hace varios años’’, en gran medida por la ‘‘guerra contra el narcotráfico’’ impulsada por el ex presidente Felipe Calderón, y al aumentar el papel de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública se ha ‘‘desatado aún mayor violencia, así como violaciones graves a los derechos humanos en la que se observa una falta de rendición de cuentas conforme a los estándares internacionales’’, señala el extenso informe anual titulado Situación de los derechos humanos en México, emitido hoy por la CIDH.

El informe no se refiere solo al sexenio de Calderón sino también al de Peña Nieto con el cual no ha habido "cambios sustanciales" pues la violencia y el crimen continúan. "Resalta sobre todo las denuncias de desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, tortura e inseguridad de ciudadanos, pero en especial de mujeres, migrantes, defensores de derechos humanos y periodistas".

La CIDH considera ‘‘grave’’ la información sobre ‘‘la existencia de una práctica de desapariciones forzadas a manos de agentes del Estado’’, o con su participación y una impunidad casi total.

Sobre los hechos de Ayotzinapa (2014) señala "graves deficiencias que sufren las investigaciones sobre estos hechos y la impunidad estructural y casi absoluta en la que suelen quedar estos graves crímenes. Es además un ejemplo emblemático de la aparente colusión entre agentes del Estado e integrantes del crimen organizado’’.

La CIDH cita al Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre la cifra de 151 mil 233 homicidios desde 2006 hasta agosto de 2015. Además, señala que al 30 de septiembre de 2015 el Estado mexicano reportaba 26 mil 798 personas ‘‘no localizadas’’ o desaparecidas a escala nacional.

También se incluye el uso de la violencia por agentes del Estado en los casos de Tlatlaya (Edomex), Apatzingán, Tanhuato y Ecuandureo (Michoacán).

‘‘La práctica de la tortura es alarmante en México’’, y también es ‘‘generalizada’’, declara el informe y concluye: ‘‘La falta de acceso a la justicia ha creado una situación de impunidad de carácter estructural que tiene el efecto de perpetuar y en ciertos casos impulsar la repetición de las graves violaciones a los derechos humanos".

El gobierno mexicano refutó el informe de la CIDH porque –dijo– ‘‘no refleja la situación general del país, parte de premisas y diagnósticos erróneos y la metodología utilizada por el organismo regional tuvo un sesgo inicial’ (Martínez F., Castillo G., en La Jornada, 3 marzo 2015, p.5).

"En un comunicado conjunto, emitido por las secretarías de Gobernación (SG) y de Relaciones Exteriores (SRE), así como por la Procuraduría General de la República (PGR), aduce que el reporte de la CIDH ‘‘desestimó o recogió sólo parcialmente’’ información que el Estado mexicano le entregó durante y posteriormente a la visita de sus comisionados en septiembre y octubre de 2015.

El gobierno de Peña Nieto considera que descalificando el escrutinio internacional "lo desaparecerá". Así lo hizo al refutar a la ONU o al mismo Papa Francisco. Pero no, la realidad que vive la sociedad mexicana en su conjunto es de horror, diaria y en todo el país.

Para el gobierno "no hay crisis de derechos humanos en México", lo han dicho la secretaría de gobernación y de relaciones exteriores, creen que la información oficial es la verdad y la única. Esta es la expresión confesa de una tiranía cruel, perversa y cínica. Es el mundo al revés de los políticos corruptos.


Ref.: 2016, elektron 16 (64) 1-2, 4 marzo 2016, FTE de México.

Familiares de los 43, Hemiciclo a Juárez, 21 febrero 2016. FOTO: J. Villaseca

---