En Ixtaltepec, Oaxaca, Peña Nieto inauguró la central eólica Sureste 1. Se trata de una central privada con una potencia de 100 MW que generará para la CFE, mediante contrato de compra de la energía producida. Peña Nieto adjudicó el hecho a su reforma energética volviendo a repetir las mismas mentiras de un discurso falso, manido y maniqueo. Los maestros de la sección 22 bloquearon la carretera Transístmica, declararon a Peña Nieto como persona non grata y se enfrentaron con la policía federal. En helicópteros de la Fuerza Aérea arribaron al sitio la burocracia gobernante y charros sindicales.

Central eólica privada Sureste I

Peña Nieto "inauguró la segunda fase de la Central Eólica Sureste 1, proyecto de inversión privada que sirvió al mandatario para adjudicarle su viabilidad a la reforma energética y que forma parte de los 26 mil millones de dólares de inversión que tiene en puerta la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en esta nueva era (Urrutia A., en La Jornada, 4 marzo 2016, p.4).

En el evento "Peña Nieto se mostró satisfecho de la inversión privada que ha traído la reforma energética, pues su objetivo ‘‘es detonar la generación de más energía que sea de mayor calidad, que sea energía limpia, amigable con el medio ambiente y, al final de cuentas, que sea una energía más barata que impacte positivamente en la economía de las familias mexicanas’’.

Celebró el nuevo papel del sector privado en la generación de energía eléctrica: ‘‘La inversión del sector privado detonará proyectos tan relevantes que anteriormente sólo podía hacer el gobierno de la República a través de las empresas productivas del Estado, lo cual sin duda generaba una gran limitante al potencial y a la capacidad que nuestro país tiene para generar energía eléctrica y para explotar los recursos en el subsuelo, en aguas someras y en aguas profundas’’.

Anunció que, "como parte de los proyectos que tiene la CFE, se lanzará una licitación para un proyecto de transmisión de energía eléctrica desde el Istmo de Tehuantepec hasta la zona centro del país, lo cual demandará una inversión de mil 200 millones de dólares que realizará el sector privado".

Esa inversión privada no llegó con la reforma de Peña sino mucho antes, con la de Salinas.

Qué al chapatín le satisface la privatización eléctrica es otra cosa. Es la confesión de su traición a la nación. Celebra que la CFE se privatice. Eso es trabajar contra la misma y contra la nación.

Qué el capital privado realice inversiones no sirve de nada al país. Esa inversión representa gastos que serán recuperados con creces. La privatización no genera crecimiento económico y menos desarrollo social.

Qué con la privatización habrá energía más barata es una vulgar vacilada de un discurso falso que Peña sigue repitiendo.

Con fecha 28 de febrero de 2013, la CRE otorgó el permiso E/983/PIE/2013 a la empresa Energías Renovables La Mata, S.A.P.I. de C.V. para generar energía eléctrica que será vendida en exclusiva a la CFE, con una capacidad de hasta 102 MW relativo a la central eólica Sureste I, fase II.

Esta central fue autorizada ANTES de la reforma privatizadora de Peña Nieto, aprobada en diciembre 2013. Los privados empezaron su construcción a fines de 2012. No es resultado de esa reforma sino de la anterior privatización furtiva. Para ello, los privados se apoderaron previamente de las tierras y las aguas, comprando autoridades locales al amparo de un permiso privado de la CRE.

La central fue diseñada y construida por la empresa privada, misma que la operará y es dueña de la propiedad de la misma. La materia prima, el viento, será apropiado gratuitamente, lo mismo que la tierra y el agua. Por lo mismo, la ganancia será totalmente privada. La CFE pagará la inversión y ganancia asociada.

Si eso es motivo de orgullo para Peña Nieto es porque se trata de un individuo enfermo, dañado cerebralmente, que revela la patología propia de los tiranos y traidores.

La industria eléctrica privada ya mostró con creces los inconvenientes para la nación. Si ahora Peña Nieto cree que está descubriendo el agua tibia, se equivoca y causa deliberadamente daños irreversibles a los mexicanos.

Peña Nieto celebró la privatización eléctrica apoyado en un virtual estado de sitio. Su llegada fue en helicóptero de la Fuerza Aérea, junto con Osorio y Coldwell. En otro, arribó el gobernador Cué. También asistieron los charros sindicales del SUTERM. Lo propio hicieron los dueños de la central y el supuesto director de la CFE. Desde luego, el sitio fue tomado por el Estado Mayor Presidencial y resguardado por soldados y policías federales.

El despliegue militar y policíaco fue reforzado para impedir la protesta de los maestros de la sección 22 del SNTE (CNTE), quienes "se enfrentaron en 3 ocasiones con 300 agentes de la Policía Federal (PF) que les impidieron pasar al ejido Aguascalientes, agencia La Mata del municipio de Asunción Ixtaltepec", donde Peña Nieto inauguró el parque eólico Sureste 1 (Manzo D., en La Jornada, 4 marzo 2016, p.4).

"Los docentes declararon al Presidente persona non grata y exigieron se instale una mesa de negociación para abordar la reforma educativa y la evaluación que conlleva".

Desde muy temprano, unos 5 mil maestros del Istmo de Tehuantepec "cerraron la carretera Transístmica. Camiones, automóviles y otros transportes quedaron varados en unos tres kilómetros.

"Alrededor de las 11 y hasta las 13:30 horas, cuando arribó el Presidente, se produjeron los intercambios de piedras y palos de los maestros y los gases lacrimógenos de los policías. Tras la primera escaramuza los mentores se replegaron, pero regresaron a derribar dos de las tres vallas instaladas por los agentes federales.

"Dos helicópteros de la Fuerza Aérea sobrevolaron la zona del bloqueo. Mientras, a unos cinco kilómetros de la zona de conflicto, otros tres aparatos comenzaron a descender en uno de los cuales viajaba Peña Nieto y los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y de Energía, Pedro Joaquín Coldwell. De otra nave descendió el gobernador Gabino Cué".


Ref.: 2016, elektron 16 (65) 1-2, 5 marzo 2016, FTE de México.

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