En reunión en Acapulco con los padres de los 43, Osorio Chong pide dejar de lado las "especulaciones" sobre el basurero de Cocula. Hay un plan para conocer la verdad, dice. Ni el gobierno cree en su "verdad histórica". Reitera que el gobierno no está cerrado a ninguna línea de investigación, pero se niega a investigar al ejército. Peña Nieto informa a senadores y diputados que el día de los hechos, ni los soldados ni la policía federal vieron nada. Señala que el ejército no recibió ninguna petición de ayuda.

Osorio Chong pide en el caso de los 43 normalistas desaparecidos que "hable la ciencia". Quién sabe que entienda por eso. La ciencia ya habló, pero el gobierno no le hace caso. Agregó que está "por encontrar la verdad sea la que sea".

Fue otro acto de simulación para seguir encubriendo al crimen. Lo que no le gusta al gobierno, simplemente, lo niega y lo que sí lo presenta como "verdad histórica".

Investigadores universitarios y expertos del GIEI de la CIDH, con pruebas satelitales, han demostrado que en el basureo de Cocula, Guerrero, NO hubo incendio. Por lo tanto, allí no incineraron a nadie como afirma el gobierno.

Ahora Osorio dijo que "hay un plan para conocer la verdad". ¿Qué plan? No se sabe. También dijo que "no estamos cerrados absolutamente a ninguna vía ni línea de investigación, esa es la postura del gobierno, manifestó (Briseño H., en La Jornada, p.3, 17 diciembre 2015).

"En la reunión efectuada en el Centro de Convenciones Mundo Imperial, de la zona Diamante de Acapulco, los padres de los 43 estudiantes desaparecidos insistieron en su petición de que los organismos internacionales y representantes de los familiares se entrevisten con mandos del Ejército Mexicano para esclarecer lo ocurrido en Iguala.

"En respuesta, el secretario de Gobernación puntualizó que, de acuerdo con nuestras leyes, los militares sólo pueden presentarse ante el Ministerio Público. A todos los que han solicitado, han declarado, algunos en más de una ocasión".

La simulación es obvia. El gobierno no está cerrado a ninguna línea de investigación, siempre y cuando sean sus líneas. ¿Investigar al ejército? NO, eso no.

En respuesta a diversas preguntas del Senado, Peña informó que "se busca formalizar las pruebas y los nuevos indicios que ha obtenido el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con el propósito de generar nuevos elementos que permitan acreditar la probable responsabilidad de quienes hayan intervenido en el caso Iguala" (Becerril A., Ballinas V., en La Jornada, p.4, 17 diciembre 2015).

Eso dice, pero en los hechos, se denigra al GIEI, el gobierno pone en duda que sean expertos, no les cree y se propone otro grupo al que sí considera de "expertos", sin decir siquiera de quiénes se trata.

Peña "destacó que la investigación a cargo de la PGR no ha concluido, sino que se encuentra en etapa de integración, por lo que resulta fundamental que se integre el Informe Ayotzinapa: investigación y primeras conclusiones de las desapariciones y homicidios de los normalistas, presentado por el GIEI en septiembre pasado".

Es decir, Peña propone integrar el informe del GIEI al expediente, solamente para engrosar el número de fojas, pero nada más. De esa manera, elude responder sobre los resultados (inexistentes) de la indagatoria.

A los diputados Peña también les da atole con el dedo. En el caso Iguala, los soldados no vieron ni recibieron petición de apoyo, la policía federal tampoco se enteró de nada, solo sirve para encubrir los crímenes.

"A la bancada de Morena, que cuestiona el papel del Ejército, los argumentos de la administración federal señalaron: Las fuerzas armadas no pueden actuar en esa materia (en la agresión contra los estudiantes normalistas), sino a petición y en apoyo de las autoridades civiles o en flagrancia, por lo que esa noche el personal militar del 27 batallón de infantería sito en Iguala, Guerrero, no actuó en el control de los disturbios de los estudiantes de Ayotzinapa, ya que no hubo una petición de apoyo de las autoridades civiles o una conducta delictual en flagrancia que hayan presenciado las tropas " (Méndez E., Garduño R., en La Jornada, p.4, 17 diciembre 2015).

"La participación de la Policía Federal en el caso del ataque al autobús del equipo Los Avispones y a una unidad del servicio de transporte público consistió en la coordinación de servicios de emergencia, seguridad y atención a los lesionados, seguridad en instalaciones hospitalarias y preservación del lugar de los hechos".

Lo anterior no solo indica omisión sino negligencia. El crimen ocurrió en las narices de soldados y policías federales y nadie supo ni sabe nada. Peña cree que con esos informes balines a senadores y diputados ya cumplió y el crimen fue perfecto sin dejar huellas. Nada más falso.


Ref.: 2015, elektron 15 (349) 1-2, 19 diciembre 2015, FTE de México.

Marcha en Acapulco de apoyo por los 43. FOTO: J. Serratos

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