En el tercer trimestre, Pemex perdió 167 mil millones de pesos respecto al año anterior. De enero a septiembre, las pérdidas ascienden a 352 mil 810.2 millones de pesos. No es que Pemex no tenga ganancias, las tiene, son cuantiosas y crecientes, su rendimiento operativo es muy alto. Pero la carga fiscal la depreda. En los primeros nueve meses, la CFE acumuló pérdidas por 66 mil 135.4 millones de pesos. ¿Por qué? Por la perniciosa política energética oficial y la privatización generalizada.

El gobierno no lo dice y menos lo acepta, solo se refiere a la coyuntura omitiendo las razones de fondo. Por supuesto, no le conviene.

La baja en los petroprecios cuenta, se reciben menos ingresos, pero eso no es todo. El problema de Pemex y CFE reside en la aplicación de una política energética oficial perniciosa agravada por la desnacionalización y privatización impuestas por Peña Nieto.

Pemex, y el gobierno, dependen de las exportaciones de petróleo crudo y, al mismo tiempo, de las importaciones de productos elaborados. La refinación de crudo y la petroquímica fueron abandonadas para entregarlas al capital privado, nacional y extranjero.

En materia eléctrica se insiste en generar a partir del gas natural, que se importa muy caro y se suministra a las transnacionales muy barato.

Tampoco esto es todo. Pemex está sujeta a la asfixia, con presupuesto reducido, carencia en la inversión y, además, sujeta a la secular depredación fiscal. Aún así, y sin considerar la corrupción y el contratismo, Pemex es la petrolera más rentable del mundo y obtiene cuantiosos ingresos.

Pero el balance es negativo. Con la privatización, Pemex ha sido reducida funcionalmente de manera drástica para dar paso a las transnacionales en todas las fases del proceso de trabajo. Lo mismo la CFE. Pero, además, se sigue financiando a las transnacionales que generan en la modalidad PIE, pagando elevadísimos costos de explotación y suministrándoles gas natural muy barato. Además, la CFE sigue subsidiando a los consumidores domésticos con cargo a su propio presupuesto, recortado por el gobierno.

Con esa política oficial y la privatización generalizada en marcha, el futuro de ambas empresas está en entredicho. Para el gobierno es mejor destruirlas cuanto antes. Hasta ahora, durante cuatro décadas los planes gubernamentales cada vez han sido más agresivos contra Pemex y CFE. Con Peña no hay comparación. Se ha llegado al nivel de que los pasivos superan a los activos.

En este lapso, los trabajadores petroleros y electricistas han estado ausentes. Todo ha quedado en manos del charrismo sindical. Peña desnacionalizó a las industrias petrolera, petroquímica, eléctrica y telecomunicaciones y los trabajadores no dijeron nada ni movieron un dedo.

El sometimiento es tal que, entre burocracias en turno y charros sindicales, se mantiene el terror al interior de los centros de trabajo. Por eso es que ha habido miles de despidos. Tan solo los juicios laborales ascienden aproximadamente a 30 mil casos, tanto en Pemex como en la CFE. El plan consiste en no reinstalar a los despedidos como escarmiento para los demás.

La respuesta obrera es necesaria. Falta que los trabajadores quieran y se decidan a luchar organizada y concientemente, Mientras esto no ocurra, Pemex y CFE seguirán en declive creciente, el gobierno seguirá haciendo lo que quiera, se seguirá perdiendo más al patrimonio energético nacional y se hará más difícil recuperarlo.

Pero la Re-nacionalización energética se hará, cada vez habrá una mayor necesidad social. Hay que hacerla organizados y con base en las cinco banderas de la Política Energética Independiente.

"Entre enero y septiembre de este año la Comisión Federal de Electricidad (CFE) perdió 66 mil 135.4 millones de pesos, una de las cifras más altas de su historia, monto que fue 189 por ciento superior a los 22 mil 881.5 millones que registró el año pasado (Cardoso V., en La Jornada, p.27, 29 octubre 2015).

"En su reporte financiero correspondiente al periodo enero-septiembre de este año, la empresa de electricidad dio a conocer que sus ingresos netos, tanto anualizados como trimestrales, mostraron importantes bajas: 9 mil 702 millones, 10.7 por ciento, en el tercer trimestre respecto del mismo periodo del año pasado, y de 23 mil 938.4 millones (9.5 por ciento), medido de manera anualizada.

"Eso, no obstante de que de enero a septiembre el costo de sus ventas bajó 7 mil 943 millones de pesos (3.1 por ciento) respecto de todo el año anterior.

"Destaca en el informe el apartado de gasto financiero, que saltó 136.4 por ciento, equivalente a 30 mil 138.1 millones de pesos, al pasar de un acumulado de 22 mil 95.2 millones en 2014, a 52 mil 233.3 millones de enero a septiembre de 2015.

"Sobre la contratación de deuda, la empresa también informó que en los tres trimestres transcurridos de este año contrató 40 mil 713 millones de pesos, cifra que contrasta con los 21 mil 275.8 millones del año anterior.

"La CFE también dio a conocer al público inversionista a través de la Bolsa Mexicana de Valores un apartado que denomina contingencias, donde menciona: “La empresa tiene 28 mil siete juicios y procedimientos administrativos en trámite al 30 de septiembre de 2015, cuyos efectos económicos son diversos”.

"Pemex logró 145 mil 230 millones de pesos en utilidades de operación hasta el tercer trimestre del año en curso, pero la carga fiscal impuesta a la empresa productiva del Estado, la caída en los precios internacionales del crudo y la volatilidad cambiaria convirtieron esas ganancias en pérdidas acumuladas de 352 mil 810.2 millones de pesos durante los nueve meses transcurridos.

"Según el reporte financiero al cierre del tercer trimestre de este año, la petrolera mexicana registró durante ese lapso una pérdida neta de 167 mil millones de pesos, 187 por ciento más que en el mismo periodo de 2014.

"Debido a los constantes malos resultados financieros, los adeudos de la petrolera superan en 51.4 por ciento el valor de sus activos. De acuerdo con el reporte financiero, los pasivos totales se elevan a poco más de 3 billones 240 mil 723 millones de pesos, contra activos de 2 billones 140 mil 548.3 millones. Los activos crecieron 0.57 por ciento entre diciembre de 2014 y septiembre de este año, apenas 12 mil 180 millones de pesos, al pasar de 2 billones 128 mil 368.2 millones de pesos, a 2 billones 140 mil 548.3 millones al cierre de septiembre".

Para empeorar las cosas, el precio de la mezcla de exportación del crudo mexicano sigue abajo de los 40 dólares por barril. El 21 de octubre, se cotizó en 38.18 dólares por barril y, el 27 de octubre, en 37.07 dólares. Los ingresos petroleros seguirán siendo menores. Eso, para el gobierno, será un buen pretexto para seguir con el círculo viciado, mediante mayor privatización energética. A mayor privatización habrá mayor desastre por el deterioro y pérdidas crecientes.


Ref.: 2015, elektron 15 (299) 1-2, 29 octubre 2015, FTE de México.

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