La tergiversación del concepto de servicio público de energía eléctrica es el medio para naturalizar a la privatización llamada también regulación. La entidad privatizadora es la Comisión Reguladora de Energía, la misma que ha incurrido en múltiples y reiterados fraudes con la privatización furtiva en marcha. Ahora, Fox propone otorgarle facultades omnímodas. “La CRE, siempre al servicio del capital privado”.

La CRE, coordinadora de la privatización

Creada precisamente para auspiciar la privatización eléctrica, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) es motivo de atención especial (y desmedida) por parte de todos los partidos políticos.

Para el PAN, nada hay mejor que fortalecer a la instancia que le ha permitido a los gobiernos de Zedilllo y de Fox llevar adelante la privatización eléctrica en los hechos. Sí, la CRE es responsable de haber otorgado a estos momentos 214 permisos privados de generación eléctrica que ascienden a 20 mil Mw de capacidad instalada, esto es, el 57% equivalente de la capacidad instalada propia de la Comisión Federal de Electricidad.

Si, media Patria equivalente nos ha sido ya arrebatada a los mexicanos por una camarilla de traidores. La base “legal” han sido las reformas del 92 de salinas de Gortari a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE). Independientemente de que tales reformas son anticonstitucionales e ilegítimas, los permisos otorgados por la CRE son fraudulentos.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el dictamen respecto a la controversia constitucional interpuesta por los legisladores contra Fox, estimaron que hay “fraude”. Lo dijeron los ministros y advirtieron que no habría porqué asustarse ante la utilización del término. La situación es verdaderamente grave.

La CRE ha otorgado permisos falsos. Les llaman permisos de autoabastecimiento que no son tales, de cogeneración que no son tales. Esos permisos se han otorgado a transnacionales que no se autoabastecen, sino que generan para (auto) abastecer a clientes que han sustraído del servicio público a cargo de Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro (LFC). Lo mismo sucede con la cogeneración. Las transnacionales cogeneran entre grupos privados ampliando su cartera de clientes que incluyen a instituciones gubernamentales estatales y municipales.

La CRE ha otorgado permisos para importación y exportación de electricidad a empresas cuyo objetivo es únicamente el lucro, reduciendo las funciones de CFE y LFC. Además, los permisos con la figura de producción privada independiente se han orientado a fortalecer a los monopolios extranjeros y han convertido a esta acción en una permanente actividad de política energética.

En la controversia, Fox y asesores NO pudieron, no supieron, acreditar ninguna base legal para continuar privatizando a la industria eléctrica en la práctica, al margen de la Constitución. Simplemente, fueron incapaces de argumentar razonadamente, ni siquiera pudieron defenderse, sus abogados perdieron todos los alegatos. Pero, ni Fox ni los demás funcionarios del gobierno han cumplido absolutamente NADA derivado del dictamen. La privatización furtiva continúa en la impunidad total.

Sin embargo, en abierta burla a la Nación, el Banco Mundial, la Enron, las demás transnacionales y Fox sacaron la conclusión que, la que está mal es la Constitución y demás leyes, entonces, había que modificarlas.

Las 5 iniciativas enviadas por Fox al Senado proponen abiertamente la privatización eléctrica. La quinta, se refiere a la CRE.

La CRE no regula nada y expropia a la Nación

A la CRE Fox pretende otorgarle las máximas facultades posibles. Además de las actuales facultades, todas innecesarias incluyendo a la propia Comisión, ahora desde el objeto de ésta se pervierte el contenido de la nacionalización de la industria eléctrica de México.

En el artículo 2 que se propone, la CRE tendría por objeto “promover el suministro eficiente de energía eléctrica y gas “a través de la regulación”, es decir, privatización de tales actividades. Este artículo es inaceptable. Ese derecho corresponde a la Nación, en forma exclusiva por el estado a través de la industria eléctrica nacionalizada.

Pero, la situación es más grave aún. Las actividades a que se refiere ese artículo son prácticamente TODAS las que corresponden ala industria eléctrica nacionalizada. Así, la CRE se concibe no como una simple agencia reguladora, sino expropiadora del patrimonio nacional, encargada de salvaguardar el interés del capital extranjero.

Casi TODAS las fases del proceso de trabajo eléctrico quedarían sujetas a la discreción de unos cuantos burócratas empleados por las transnacionales. La CRE se convertiría ipso facto en la cúpula de esos monopolios, aparentando una legalidad inexistente para concreta la desnacionalización. De entrada, la propuesta foxista es insultante.

Artículo 2.- La Comisión tendrá por objeto promover el suministro eficiente de energía eléctrica y gas, a través de la regulación de las actividades siguientes:

I. La generación, la conducción, la transmisión, la transformación, la distribución, el suministro y la venta de energía eléctrica;

II. El control operativo del Sistema Eléctrico Nacional y la operación del despacho de generación;

III. La exportación e importación de energía eléctrica, sin perjuicio de las atribuciones que correspondan a otras autoridades;

IV. La adquisición de capacidad y energía eléctrica por parte de las entidades a cargo de la prestación del servicio público, que las mismas destinen a la prestación del servicio público o a los usuarios a que se refiere el artículo 48 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica;

La CRE al servicio del capital privado

En el siguiente artículo, la propuesta foxista detalla las facultades y atribuciones de la CRE. Tales funciones son tan amplias que la CRE sería convertida en una superestructura, con alto poder político y económico. Las facultades otorgadas serían para que el capital privado y las transnacionales de la energía disfrutaran de un paraíso en México.

A continuación se indican algunas de esas facultades plenipotenciarias.

Artículo 3.- ...( Para el cumplimiento de su objeto, la Comisión tendrá las atribuciones siguientes:)

I. Expedir los términos y condiciones a que deberán sujetarse la prestación de los servicios de conducción de energía eléctrica a través de la Red Nacional de Transmisión y de las redes de distribución, así como el suministro de energía eléctrica que las entidades destinen a la prestación del servicio público;

II. Elaborar y expedir las metodologías por la prestación de los servicios a que se refiere la fracción I anterior, y fijar, ajustar y reestructurar las tarifas correspondientes, en los términos de esta ley y demás disposiciones jurídicas aplicables;

III. Expedir las reglas y procedimientos para el control operativo del Sistema Eléctrico Nacional y para la operación del despacho de generación con base en criterios económicos y técnicos;

IV. Vigilar el control operativo del Sistema Eléctrico Nacional y la operación del despacho de generación;

V. Establecer los términos y condiciones a los que se sujetará la prestación de los servicios a cargo del Centro Nacional de Control de Energía, incluyendo la expedición de las metodologías para el cálculo de las contraprestaciones y la determinación de éstas;

VI. Verificar que para la prestación del servicio público de energía eléctrica, las entidades adquieran y destinen para los usuarios la que para éstos resulte de menor costo conforme a las reglas a las que se refiere la fracción III de este artículo y que dicho servicio se ofrezca en condiciones de óptima estabilidad, calidad y seguridad con sujeción a las disposiciones jurídicas aplicables;

VII. Aprobar los términos y condiciones de las convocatorias y bases de licitación que expidan las entidades de la Administración Pública Federal para la ejecución de los proyectos que satisfagan las necesidades de crecimiento o la sustitución de capacidad de generación del Sistema Eléctrico Nacional;

IX. Llevar el registro de los usuarios a que se refiere el artículo 48 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica;

De manera que, con esas propuestas la CRE tendría bajo su control la generación eléctrica, la red eléctrica nacional, el control operativo del sistema eléctrico nacional, la operación del despacho de generación, la fijación de las tarifas eléctricas, la gradual supresión del servicio público hasta su eliminación cabal, la aprobación de convocatorias y licitaciones, sustraer todos los usuarios posibles a CFE y LFC, etc.

El insulto a México continúa. Se propone que la CFE siga otorgando permisos fraudulentos, ahora legalizados, así como aprobar convenios y contratos para incrementar la privatización.

En plan cínico se propone para la CRE “realizar” y promover investigaciones para al mejora continua de las actividades privadas. Aquí sí se propone realizar investigaciones, para la industria nacionalizada ¡NO!

Además, se deja a la CRE la actualización jurídica en la materia y su formulación.

Se indica, en el mismo artículo 3 que se propone, que la CRE tendrá también como atribuciones:

XV. Otorgar, modificar y revocar los registros, permisos y autorizaciones que, conforme a las disposiciones legales aplicables, se requieran para la realización de las actividades reguladas;

XVI. Aprobar modelos de convenios y contratos para la realización de las actividades reguladas;

VII. Realizar y promover investigaciones y estudios para la mejora continua de las actividades reguladas;

XVIII. Expedir disposiciones administrativas de carácter general, aplicables a las personas que realicen actividades reguladas;

XIX. Proponer actualizaciones al marco jurídico del sector de energía, y participar con las dependencias competentes en la formulación de los proyectos de iniciativas de leyes, decretos, disposiciones reglamentarias y normas oficiales mexicanas relativas a las actividades reguladas;

XX. Llevar un registro declarativo y con fines de publicidad, sobre las actividades reguladas;

Al Fox solamente le faltó proponer el lema de la CRE, claro para eso no hace falta una ley. El lema es evidente: “La CRE, siempre al servicio del capital privado”.

Servicios gratuitos para las transnacionales

Como parte de la política borrosa se propone otorgar Autonomía a la CRE. Es el complemento necesario para que, con plena impunidad, destruya el patrimonio energético de México. La CRE no estaría encargada solamente de la energía eléctrica, también del gas, en ambos casos en términos similares.

En el nuevo artículo 4 que se propone se indica que “La Comisión gozará de autonomía para emitir sus decisiones”. Se pretende naturalizar al delito escudándose en una supuesta autonomía.

Actualmente el artículo 4 se refiere a la integración de la CRE, en términos bochornosos. Desde luego, los comisionados son designados por el Ejecutivo federal.

Artículo 4.- La Comisión estará integrada por cinco comisionados, incluyendo al Presidente de la misma. Los comisionados deliberarán en forma colegiada y decidirán los asuntos por mayoría de votos, teniendo su Presidente voto de calidad.

Finalmente, en el colmo del descaro y el cinismo, Fox propone en el artículo tercero transitorio que los servicios de la CRE sean pagados por el propio Estado a través de la secretaría de energía. Eso, por si hiciera falta, entre fraudes cotidianos con el patrimonio ajeno las transnacionales se encargarían de la corrupción en alta escala.

TERCERO.- La Secretaría de Energía proporcionará a la Comisión los recursos humanos, materiales y financieros para el cumplimiento de su objeto.”

¡Alto a la traición, NO privatización !

Es preciso echar abajo todas las propuestas de Fox, y al mismo gobierno foxista. Los legisladores no debieran tener ninguna duda. Además de rechazar las iniciativas de Fox, deben rechazar sus propias propuestas. Sí, se deben rechazar las propuestas del PRI y PRD que proponen legitimar las reformas de Salinas para continuar la privatización eléctrica en marcha. Se deben rechazar las propuestas del PRI y PRD que proponen ampliar las facultades de la CRE.

Si después de analizar la última propuesta de Fox relativa ala CRE los legisladores de la oposición insisten en mantener sus propuestas harían bien en NO emitir dictamen alguno. La alternativa está en organizar el debate nacional y que el pueblo en lucha decida el rumbo de México.

En sus términos actuales, No procede ninguna reforma constitucional pero, tampoco, ninguna reforma borrosa, y tramposa, a la legislación eléctrica secundaria.

La verdadera legislación eléctrica implica, entre otras cuestiones, suprimir (o derogar) las reformas de 1992, prohibir la participación privada como lo indica la Constitución, no otorgar ninguna concesión a los particulares y desaparecer a la CRE por innecesaria y contraria al interés general de la Nación.

¡Abajo Fox y su gobierno!

Frente de Trabajadores de la Energía, en lucha, ¡Hasta la Victoria Siempre! FOTO: nucleares-mx

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