El desarrollo del sector eléctrico nacional NO debe basarse exclusivamente en el gas natural. Se compromete la soberanía nacional y la posibilidad de un desarrollo energético independiente. A la iniciativa privada no le conviene la diversificación de fuentes primarias de energía porque pierden el control estratégico del sector, por ello prefieren “arrasar y quemar” antes que generar alternativas.

La industria eléctrica nacionalizada garantiza actualmente la independencia energética del país, ya que el parque de generación disponible utiliza diversos energéticos primarios, lo cuál minimiza la variación en el precio de la energía eléctrica por la fluctuación en el precio de los combustibles, característica del gas natural (GN).

Sin embargo CFE ha reportado en sus estados financieros por segundo año consecutivo (a partir de la entrada en servicio de las plantas privadas precisamente), que el alza de este combustible le ha provocado pérdidas, por lo que el gobierno federal decidió transferir el costo “oculto” de las concesiones particulares principalmente a los usuarios domésticos, mediante el alza de tarifas, disfrazado de una reducción del subsidio a las tarifas “1” o domésticas, a partir del 8 de febrero de 2002. Situación que ha generado gran descontento social.

La totalidad de los proyectos privados en operación y en construcción se basan en plantas que utilizan GN, suministrado además bajo la responsabilidad de CFE, a sabiendas de que su disponibilidad real es limitada. México es un importador neto de GN dado que carece de ese energético en cantidades suficientes para satisfacer la creciente demanda (de los generadores eléctrico privados principalmente).

Lo anterior plantea además un problema estratégico de soberanía y compromete la posibilidad de un desarrollo sustentable, ya que ni los supuestos “socios comerciales” de México más cercanos (Canadá y EU) disponen de reservas garantizadas de GN para más de 9 años, según la Energy Information Administration. Considerando que la reserva mundial de GN se encuentra en Asia (EIA), a mediano plazo, importar GN desde aquellas latitudes, representará una erogación enorme que impactará gravemente las tarifas eléctricas, puesto que el componente mayoritario del costo de la energía eléctrica es por concepto de generación, y de ésta, el precio del combustible representa entre un 60 y un 70%.

Las mayores reservas del mundo están en Medio
oriente y en Rusia, el resto es dependiente.
En América las reservas son muy bajas,
México no dispone de suficiente gas natural.

Es cierto que la utilización de hidrocarburos para generar electricidad seguirá dominando el escenario eléctrico a corto y mediano plazo, como también lo es que se prevén precios altos y fluctuantes para estos energéticos, así como menor disponibilidad. Por ello se hace imperioso desarrollar el uso de otras fuentes de energía.

Se requiere entonces diversificar y racionalizar el empleo de las demás fuentes primarias de energía: como la hidroelectricidad, los hidrocarburos residuales y el carbón, según su disponibilidad específica, cuyo costo marginal permite mantener la estabilidad de las tarifas. Para ello existen propuestas viables, como las Refinerías Energéticas (Felipe Ocampo, Junio 2001).

Pero también es necesario reforzar la investigación y el desarrollo de tecnología propia en materia de energía -empezando por realizar realmente estas actividades, abandonadas en la práctica-, dado que las nuevas energías no están completamente dominadas, y su tecnología está siendo acaparada por las grandes transnacionales.

¿Estarían dispuestos los inversionistas privados a financiar esta diversificación en beneficio de la Nación? Como lo demuestra su interés exclusivo en instalar plantas de GN, lo más seguro será que persistan en la explotación irracional los recursos naturales (energéticos, medio ambiente, etc.) hasta su extinción paulatina, basados en justificantes de índole económica exclusivamente.

En Defensa de la Industria Eléctrica Nacionalizada:

¡No a la mutilación del Servicio Público de Energía Eléctrica!

No solamente la propuesta de reforma de Vicente Fox contiene elementos que restan viabilidad a la Industria Eléctrica Nacional; también las propuestas de la oposición (PRI-PRD) incluyen la idea de favorecer la libre competencia, en detrimento del Servicio Público.

Para conocer más sobre nuestras propuestas, visite:
www.fte-energia.org

Los electricistas mexicanos,
defensores de la industria eléctrica nacionalizada

FOTO: Tigerpress

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