Van tras Institutos
Para el gobierno neoliberal foxista la investigación científica y el desarrollo tecnológico no interesan. Ese es el mejor camino hacia la dependencia, el subdesarrollo y la dominación extranjera. Los empleados del Banco Mundial, integrantes del gabinete de Fox, proponen la privatización de los institutos del sector energético. Los trabajadores proponemos su integración en la industria eléctrica nacionalizada.
Centro Nuclear de México, ININ, en Salazar
FOTO: rcampos
“Es indispensable que
México promueva la inversión en desarrollo tecnológico a
través de los institutos del sector energético hasta ahora
desaprovechados” dijo el subsecretario de operación
energética Francisco Barnés de Castro (Posada M, en La
Jornada 111002). Barnés de Castro, empleado del Banco Mundial, el
mismo individuo que siendo rector de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) intentó privatizarla, expresó en entrevista
que “los institutos Mexicano del Petróleo (IMP), Nacional de
Investigaciones Nucleares (ININ) y de Investigaciones Eléctricas (IIE)
deben tener mayor vinculación con la iniciativa privada dentro del marco
legal vigente, a fin de lograr avances en materia de investigación y
tecnología”. Ese es el típico discurso que gusta a
muchos burócratas de la ciencia, los que “piensan” que la
iniciativa privada es la que debe resolver los problemas del desarrollo. En
múltiples foros se quejan amargamente que el sector privado no invierte
en la investigación. Varios investigadores también han repetido
las mismas frases. Se trata de un vergonzoso error. En el sector de la
energía, los institutos de investigación y desarrollo
están, efectivamente, desaprovechados. Eso se debe a que los gobiernos
federales en turno los han desnaturalizado impidiéndoles cumplir sus
funciones esenciales. Los institutos deben ser el soporte científico y
tecnológico de la industria energética nacionaliza. Sin embargo,
cada vez cuentan menos, sujetos a grandes carencias de recursos, pérdida
del rumbo y burocracias innecesarias. Con el foxismo la situación se
ha puesto peor. A ese gobierno no le interesa la ciencia de ningún tipo,
menos la ciencia básica. Basados en un concepto utilitarista como
criterio de verdad, han planteado una nueva orientación a los
institutos. Ahora se trata de “facturar”, de atraer
“clientes” que financien los diversos proyectos, la única
idea es la comercialización. Hasta sofisticados sistemas administrativos
(comprados a contratistas extranjeros) han introducido para el control
“productivo” de los investigadores, profesionistas y trabajadores en
general. ¿Mayor vinculación con la iniciativa privada dentro del
marco legal vigente? ¿Cuál es ése? ¿La nueva Ley de
Ciencia y Tecnología privatizadora y patronal, aprobada
acríticamente en 2002 por todos los partidos políticos?
¿O, se trata de incorporar a los institutos al fraude de la
Privatización Eléctrica Furtiva?. Los institutos del sector
energético NO necesitan andar “buscando clientes” en
ninguna parte. Su materia de trabajo, su espacio natural, su función
obligatoria con la Nación, está dentro de las industrias petrolera
y eléctrica de México. En el sector energético existe
suficiente materia de trabajo, infraestructura y recursos de diverso tipo, y
necesidades tecnológicas por resolver. La
“vinculación” con la iniciativa privada es una ilusión
propia del discurso privatizador. Ese sector NO está interesado, ni lo
estará jamás, en ningún desarrollo científico o
tecnológico propio. Cuando lo requieren, para sus negocios, lo compran en
el extranjero. Barnés de Castro lo sabe muy bien. Si ahora propone la
“vinculación” con el sector privado es porque se trata de una
política orientada a destruir a las instituciones de
investigación. ¿Porqué no propone la vinculación con
el sector energético estatal?. Porque el gobierno del Banco Mundial
está interesado en destruir al sector industrial nacionalizado. En
consecuencia, ya están “pensando” como deshacerse de los
institutos, mismos que, en la medida en que avanza la privatización
petrolera y eléctrica están siendo sometidos a una mayor
marginación con la intención de volverlos
prescindibles. “Los institutos del sector energético como el
IMP, el IIE y el ININ no están aprovechados a su máxima capacidad
en materia de investigación y desarrollo tecnológico, lo que va en
contra de la competitividad de las empresas públicas y privadas que
podrían aprovechar sus trabajos, señaló
Barnés. No, no es asunto de ninguna competitividad. Los institutos no
cumplen cabalmente su función porque el gobierno está
empeñado en agotarlos. El proceso no es de ahora, ya lleva varios
años. Los gobiernos en turno han reducido considerablemente la
inversión del Estado. Su política ha sido la
“autosuficiencia” basada en recursos propios. Las líneas
de desarrollo han sido sustituidas por las “carteras de
clientes”. Los resultados se miden por las
“facturas”. Ahora, con la pretensión foxista de aniquilar
a la industria eléctrica nacionalizada ¿qué perspectiva
tendrían el IIE e ININ?. Si CFE se dedicaría a atender solamente a
los usuarios domésticos y al alumbrado público, en calidad de
empresa revendedora de la energía generada por las transnacionales,
¿habría futuro para la investigación y el desarrollo?.
¡Ninguno!. La perspectiva de los institutos está en su
integración en uno solo: el Instituto de Energía, parte
importante de la industria eléctrica nacionalizada INTEGRADA. Un solo
instituto, con líneas de desarrollo de alcance nacional e internacional,
con proyectos técnico-científicos orientados al desarrollo y
autodeterminación tecnológica de México. Barnés
de Castro fue derrotado por los estudiantes organizados en el Consejo General de
Huelga y tuvo que renunciar a la rectoría. Debe renunciar también
al puesto que ocupa en la secretaría de energía. Es una burla al
pueblo de México que ese individuo “dirija” la
política energética nacional así como a la
investigación y desarrollo en el sector. Formalmente el gobierno carece
de tal política, ni siquiera existe Programa Nacional de Energía;
todo se basa en el empirismo, la destrucción del patrimonio nacional, y
la entrega en los hechos de los recursos y patrimonio energético al
capital extranjero. Los investigadores, profesionistas, técnicos y
trabajadores de los institutos debemos ser los primeros en enarbolar una
Política Energética Independiente, debemos ser parte de la
lucha combativa contra la privatización eléctrica y petrolera,
formulando propuestas y proyectos, divulgando las ideas entre los trabajadores y
pueblo mexicanos, organizando los foros, escribiendo las alternativas y, en
suma, defendiendo el interés general de la Patria por sobre los intereses
individualistas o de camarillas. Hay que dejar atrás la apatía,
el conformismo y el derrotismo; hay que tomar la dirección en
nuestras propias manos, hay que hacer a un lado al charrismo sindical, y retomar
las banderas que les dieron gloria y brillo a las inolvidables luchas
democráticas de los investigadores mexicanos de la
energía.
¡Este Puño Sí Se Ve!
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