RESUMEN: La estrategia de la clase obrera tiene como referencia a las tareas políticas de nuestra época, mismas que deben concretarse mediante tácticas adecuadas. 1. Introducción La lucha obrera contra el capital surge como
necesidad para tratar de mitigar las penurias de los trabajadores. Pero el
capitalismo, en diversas épocas, ha introyectado al interior del
movimiento la ideología burguesa, apartando a muchos trabajadores de sus
deberes de clase.
En el curso de la lucha, el proletariado organizó a los sindicatos y, en algunos, casos la evolución de éstos ha permitido resistir en mejores condiciones. En nuestra época, el empirismo, la improvisación y el espontaneísmo son factores de atraso. Para superarlos, necesitamos de referencias fundamentales, banderas comunes, a enarbolar en todas partes del mundo. 2. Tareas políticas Las tareas políticas de la clase obrera se
refieren a los problemas candentes de nuestro movimiento, desde un punto de
vista estratégico. El FTE de México considera que éstas son
las siguientes:
El Programa de la clase obrera es necesario, incluso, imprescindible, es la
referencia para la acción, son las banderas, el ¿Por qué
luchamos? El Programa es para las condiciones de hoy, no es de una vez y para
siempre. Se trata de un Programa para las transiciones que debe ser evaluado
constantemente y reformulado según las circunstancias.
Construir organización significa crear estructura organizativa, como medio para llevar adelante el Programa. Las organizaciones existentes deben fortalecerse, evolucionando coherentemente y transformándose en formas adecuadas y congruentes con las necesidades del movimiento. Es importante, también, atraer a los sindicatos a los trabajadores no sindicalizados e incorporarlos a la lucha unitaria. En todos los países hay sectores sociales en lucha. La clase obrera tiene el deber de enarbolar las banderas del presente, tales como, la defensa de los recursos naturales, especialmente, el agua y el medio ambiente. También, es pertinente apoyar la lucha por los derechos sociales y políticos de los pueblos y comunidades. El alma de nuestro movimiento es su conciencia. Para ello, es preciso desarrollar el concepto de cultura obrera, referida a la cultura del movimiento obrero. El propósito es desarrollar la conciencia de los trabajadores para elevar la conciencia sindical al nivel de conciencia de clase. Practicar la solidaridad proletaria internacional es un importante medio para lograr la identidad de clase que nos permita asumir acciones unificadas. En la lucha de clases, toda lucha es política. Es característico que el capital y el Estado siempre enfrente al movimiento obrero y lo reprima. Es necesario, por tanto, proceder tácticamente, valorando con la mejor precisión la relación de fuerzas, teniendo presente que, lo más importante es preservar, dentro del movimiento, al futuro de éste. Lo anterior significa que la lucha se gana en los preparativos y la lucha obrera es un batallar sucesivo que no triunfa en un solo acto ni de inmediato. El futuro del movimiento tiene en la organización de los trabajadores a su principal baluarte. Por ello, en cualquier circunstancia es pertinente conservar a la organización para estar en capacidad de continuar la lucha de clases. El discurso enseña pero el ejemplo arrastra. Es decir, no bastan los llamados, los trabajadores concientes debemos ser ejemplo de trabajo, estudio, honestidad y ética, con una práctica política unitaria, incluyente y democrática. La movilización no son solamente marchas y mítines. Conviene diseñar planes de acción múltiple que permitan incorporar al conjunto de los trabajadores. En ninguna parte existe la democracia obrera sin participación de los trabajadores. Esto implica la toma de decisiones colectivas mayoritarias para asumir acciones de gran calado. La prensa obrera y la huelga son dos armas fundamentales de la clase obrera que deben utilizarse concientemente. La prensa obrera es un importante medio para la organización y educación de los trabajadores. La huelga es un medio, jamás un fetiche, para el logro de algunas conquistas. Pero el uso de este medio requiere un alto nivel de responsabilidad política, tanto para hacerlo exitosamente posible, como para evitar que pierda efecto. La dirección política del movimiento necesita incorporar a los mejores trabajadores, para evitar la burocratización. En todo momento, los representantes deben rendir cuentas, teniendo los trabajadores el derecho de revocarles el mandato. 3. Conclusiones Para los trabajadores del mundo es fundamental evitar
la improvisación de nuestro movimiento. El espontaneísmo es
contrario a nuestro interés de clase. Por ello, es importante proceder
con definiciones precisas, enmarcadas en las tareas políticas de nuestra
época. Es decir, en referencias básicas que unifiquen las
voluntades y las fuerzas del proletariado.
PROPUESTAS El FTE de México presenta al 16º Congreso Sindical Mundial las
siguientes propuestas:
Frente de Trabajadores de la Energía, de México Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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