En Morelos, la voracidad y provocaciones de las transnacionales continúan impunemente. La minera Alamos Gold insiste en explotar una mina de Oro cerca de la zona arqueológica de Xochicalco. En Cuautla, los campesinos se oponen a que se les quite el agua para abastecer un proyecto termoeléctrico. Hay más conflictos. Los gobiernos federal y local se niegan a escuchar a los pueblos. Este 22 de abril se efectuará el Congreso de los Pueblos de Morelos. En la tierra del Jefe el zapatismo está vivo.
Pretender explotar una mina de Oro a cielo abierto, en la
vecindad de la zona arqueológica de Xochicalco es un verdadero crimen.
Ese proyecto es total y absolutamente inaceptable. No hay siquiera
discusión posible mucho menos acuerdo. Gobierno y minera deben abandonar
sus planes. La emblemática zona, de enorme significado cultural para
México, será defendida por los mexicanos concientes y no
habrá Oro en el mundo que la pueda comprar ni siquiera tocar, porque no
lo permitiremos.
“La empresa Álamos Gold pretende explotar la mina de oro ubicada en el cerro El Jumil, cerca de la zona arqueológica de Xochicalco, en el municipio de Temixco, a pesar de que en junio de 2013 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales negó la autorización de impacto ambiental a Esperanza Silver, la cual vendió a la primera firma siete concesiones para minería a cielo abierto, dieron a conocer habitantes de la comunidad de Tetlama, quienes acudieron ayer al palacio de gobierno estatal para exigir al Ejecutivo, Graco Ramírez, y a la Comisión de Derechos Humanos estatal que intervengan porque, aseguraron, Álamos Gold pretende cohechar a los ciudadanos con obras y otras dádivas” (Morelos R., en La Jornada, p.27, 10 marzo 2015). Defensa del agua El problema del agua ahora hace crisis en Cuautla y
lugares vecinos. Los campesinos de la región se oponen al Proyecto
Integral Morelos (PIM) que incluye dos centrales termoeléctricas de
potencia y un gasoducto. En un principio la oposición se basó en
promover el miedo entre la población, diciendo que el gasoducto
pasaría por la zona de exclusión del volcán
Popocatépetl y que dicho gasoducto iba a explotar. También dijeron
que el gas natural en la central termoeléctrica de Huexca iba a envenenar
a la población e, incluso, nacerían niños con
malformaciones congénitas.
Eso sirvió para alejar a la población. Los activistas se promovieron al margen de las comunidades. Eso les costó encarcelamientos temporales pero ahora otros activistas hasta los quieren premiar. No hay lugar para ningún premio porque, aún cuando enfrentaron la represión del Estado, el mal manejo sectario que hicieron del caso condujo a la derrota. Se habló que se les quitarían las tierras, cuando el predio en que se ubica la termoeléctrica era privado, los anteriores poseedores habían vendido la tierra. En el proyecto termoeléctrico la argumentación válida es otra, muy diferente. El problema principal es la mala selección del sitio. Los criterios iniciales, y los más importantes son dos, a saber, 1- la sismicidad y 2- la disponibilidad de una fuente de agua. Estos dos requisitos NO se cumplen, por lo mismo, el sitio NO es adecuado. Respecto al primer criterio, el proyecto termoeléctrico La Huexca se ubica, precisamente, sobre el eje volcánico, abajo del cual la zona se considera de alta sismicidad. Quienes hicieron el estudio de sitio ni siquiera tomaron en cuenta este criterio. El segundo criterio se refiere a la disponibilidad de una fuente suficiente de agua que abastezca a la central para el enfriamiento de la misma y otros usos. Quienes hicieron el estudio de sitio soslayaron este criterio, minimizándolo a niveles ridículos. Sus estimaciones de agua son incorrectas y se les hizo fácil traerla mediante un acueducto desde Cuautla, omitiendo todas las consecuencias. Ahora, la crisis ya estalló y los pobladores de Cuautla tienen razón. El PIM está bastante avanzado y los gobiernos local y federal están en un brete. La defensa del agua es una bandera muy poderosa que debe manejarse políticamente, como parte de un programa mayor. Oposición al gobierno El gobernador Graco Ramírez y el secretario de
Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, salieron huyendo de la ex
hacienda de Chinameca ante la irrupción de cientos de campesinos que se
oponen a que el agua del río Cuautla sea utilizada para el Proyecto
Integral Morelos. Ni tiempo hubo para depositar la ofrenda floral y hacer la
guardia de honor frente a la estatua ecuestre donde cayó El Caudillo del
Sur el 10 de abril de 1919 (Morelos R., en La Jornada, p.23, 11 abril
2015).
Los invitados al acto oficial debieron pasar por cuatro filtros de policías antimotines del mando único y vallas metálicas con las cuales trataron de impedir el ingreso de los campesinos y jóvenes inconformes con el Proyecto Integral Morelos, que consiste en la construcción de un gasoducto, un acueducto y dos termoeléctricas. Pero los campesinos de Ayala, entre ellos el nieto del general, Jorge Zapata González, se las ingeniaron para ingresar temprano. Por eso, al llegar el gobernador y Esparza (éste en representación del presidente Enrique Peña Nieto), el recibimiento fue con consignas: ¡Gracoducto no!, ¡Agua sí, Graco no!, ¡Agua sí, termo no!, pero inmediatamente fueron encapsulados por decenas de policías vestidos de civil y otros uniformados para que quedaran lo más lejos del templete. Campesinos presentes en Chinameca Cuando al gobernador le tocó pronunciar su
discurso, las consignas arreciaron pero los organizadores subieron el volumen
del sonido.
El gobernador les dijo: En el tema del agua andan mentirosamente propagando que vamos a dañar el río Cuautla y sus aguas, eso es una mentira, pero los campesinos le gritaron que el que miente es él y que mejor deje Morelos y se regrese a Tabasco. Las declaraciones de Graco Ramírez enardecieron más a los campesinos, que traspasaron a la fuerza el tercer filtro y el nieto del general comenzó a exigir a gritos a los uniformados que los dejaran entrar al acto de su abuelo, pues Zapata fue un campesino, no un corrupto y mentiroso. Los campesinos, jóvenes y adultos, comenzaron a aventarse contra los uniformados y a retirar las vallas y entraron al acto oficial con mantas en las que llevaban impresas la imagen de Emiliano Zapata y escritos, entre ellos uno que dice: Aquí no te enterramos, aquí te sembramos mi general. Luego vino el discurso de Ruiz Esparza. Apenas comenzaba a hablar cuando una persona logró subir al templete y le dio una vuelta completa diciéndoles a las autoridades que violan la Constitución, pero fue bajado a la fuerza por los guardias. Pasaron unos cuatro minutos cuando, a empujones, jaloneos y al grito de Agua sí, Graco no, los campesinos pasaron la última valla de policías y metales y se metieron hasta el templete. Jorge Zapata tocó los micrófonos para ver si tenían sonido, pero ya estaban apagados. Para entonces las autoridades ya se habían trasladado a la estatua ecuestre de Zapata, ubicada está a unos tres metros del templete, para depositar una ofrenda y hacer la guardia de honor, se escuchaba el himno nacional, pero al ver que los campesinos iban hacia ellos no esperaron ni las flores y decidieron irse para la parte de atrás de la ex hacienda de Chinameca donde, en medio de un despliegue de guardaespaldas y policías, subieron al helicóptero de la Comisión Estatal de Seguridad en el que llegaron, y huyeron. En entrevista, Zapata González explicó: El gobernador es mentiroso porque en el acto luctuoso argumentó que no se llevarán el agua del río Cuautla, pero entonces por qué los tubos y la maquinaria del acueducto siguen allí en Apatlaco, obra que, recordó, pararon a la fuerza. Cancelar el proyecto Huexca El nieto del general Emiliano Zapata, Jorge Zapata
González, exigió al presidente Enrique Peña Nieto cancelar
el Proyecto Integral Morelos, pues se llevará la mayoría del agua
del río Cuautla, con daños directos a 6 mil 200 ejidatarios que
cultivan 10 mil 800 hectáreas de alimentos. Lamentó que la
administración estatal de Graco Ramírez y la que encabeza
Peña Nieto privilegien intereses económicos de la CFE y de
empresas extranjeras, como Abengoa y Elecnor, al imponer un proyecto que viola
los derechos de los morelenses (Morelos R., en La Jornada, p.37, 14 abril
2015).
27 ejidos de Ayala defienden el agua Agricultores de los 27 ejidos del municipio de
Ayala, así como de otras demarcaciones de Morelos, se concentraron en la
comunidad San Pedro Apatlaco para afinar una estrategia en defensa del agua y no
permitir que se la lleven hacia dos termoeléctricas programadas para
instalarse en la entidad, porque con esa agua riegan sus cultivos de
maíz, caña y hortalizas (Morelos R., en La Jornada, p.29, 17 abril
2015).
Los campesinos, encabezados por el nieto del general revolucionario Emiliano Zapata, Jorge Zapata González, se reunieron en el plantón que mantienen en Apatlaco desde el pasado 19 de marzo, cuando pararon las obras de un acueducto, porque funcionarios estatales les advirtieron que este 16 de abril policías estatales y federales los desalojarían y continuarían los trabajos para llevarse el agua del río Cuautla. En voz de Jorge Zapata, los campesinos aseguraron que si entra la policía o el Ejército Mexicano ellos se defenderán para evitar que se lleven su agua, incluso con herramientas para el campo. Como campesinos que somos siempre cargamos nuestro morral y nuestro machete, no nos van intimidar. Acordamos que el campamento va seguir y estamos organizándonos para que los que se queden de guardia alerten a los demás, dijo en entrevista el descendiente del Caudillo del Sur. Informó que el pasado 7 de abril, mediante el contralor municipal Héctor Fernando Rangel Castañeda, lograron que se suspendiera de manera provisional el permiso de construcción del acueducto –que es parte del Proyecto Integral Morelos (PIM)– que el ayuntamiento otorgó a la Comisión Federal de Electricidad, pero eso ya no es suficiente, y ahora irán al ayuntamiento de Ayala a exigir que se cancele este permiso, porque la obra atenta contra su vida y sus cultivos. También se exigió al gobierno estatal de Graco Ramírez, y al federal de Enrique Peña Nieto, que cancelen el PIM, porque es indigno para los campesinos morelenses, ya que implica dejarlos sin agua para sus cultivos, y firma una sentencia de muerte para el agro de Morelos. El nieto de Emiliano Zapata incluso comparó la situación actual en México con la época de Porfirio Díaz al frente del gobierno, lo cual hace un siglo impulsó al pueblo a levantarse en armas. Congreso de pueblos Este 22 de abril se realizará el Congreso de los
Pueblos de Morelos, a partir de las 9 hs., en el deportivo no. 1 de la
Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEMor).
Al congreso asistirá el Consejo de Pueblos de Morelos, de amplia trayectoria combativa, que se ha destacado en defensa del agua y en la oposición a la minería transnacional, siempre contra el despojo de la tierra. EL FTE ha sido invitado. Asistiremos con la delegación del Consejo de Pueblos. Nuestra posición es una sola, la del Jefe Emiliano Zapata, hoy en defensa de la tierra, las aguas, el aire, la energía, todos los recursos naturales, la biodiversidad y el espectro radioeléctrico. Ref.: 2015, elektron 15 (111) 1-3, 21 abril 2015, FTE de México. Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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