A nivel internacional, las variaciones de los petroprecios oscilan alrededor de los 60 dólares por barril, la mezcla mexicana en 10 dólares menos. La última semana de febrero hubo cierta recuperación pero los precios siguen siendo bajos, 50 por ciento menos que los alcanzados en junio de 2014. A los actuales, todavía no les se pueden considerar definitivos ni estables. Para México las pérdidas económicas son cuantiosas debido a la alta petrolización de la economía nacional. La pérdida es peor porque el patrimonio energético colectivo de la nación ya está desnacionalizado, en vías de privatización y entrega a las transnacionales.

Precios del WTI en enero 2015. Fuente: Reuters

Que en los recientes días, los precios internacionales del petróleo hayan reportado oscilaciones alrededor de los 60 dólares por barril, y la mezcla mexicana de exportación alrededor de 50 dólares por barril, indica cierta estabilidad estadística. Es una estabilidad relativa y momentánea, que no se puede considerar definitiva. Eso no ocurre con ninguna mercancía y menos sujeta a la especulación.

Las causas de la sobreproducción de crudo, y la especulación comercial con el mismo, no han desaparecido. La voracidad capitalista se propone aumentar considerablemente los petroprecios, con base en que las necesidades mundiales de energía se satisfacen a partir de hidrocarburos y que estos están en acelerado agotamiento.

Los precios petroleros tienden a aumentar por dos razones principales. Una, porque habiendo petróleo disponible, y aún independientemente de sus costos de extracción, las reservas mundiales se concentran en unos pocos países y, esas reservas se están acabando sin que haya ningún nuevo descubrimiento relevante. Eso, en la lógica capitalista, conduce a elevar los precios. En la medida en que el petróleo se siga “quemando”, como lo indica la política del imperialismo, habrá mayores daños ambientales al planeta y a la vida pero, al mismo tiempo y contradictoriamente, mayores cotizaciones de esa mercancía.

Otra, tanto la economía norteamericana como las demás dependientes de la misma, son tan voraces que, en vez de conservar los recursos naturales prefieren seguir dilapidándolos. La lógica capitalista intrínseca es irracional. Por ello, se siguen explotando los recursos naturales hasta extinguirlos, las economías están muy petrolizadas, y así como el imperio no puede vivir sin petróleo, los gobiernos dependientes no lo pueden hacer sin los ingresos petroleros.

A lo anterior, se suma la especulación capitalista, que hace subir o bajar los precios de manera caprichosa. Si un día amanecen de mal humor los jefes de las transnacionales, los mercados se ponen nerviosos. Si estornudan los gobernantes de las potencias, también hay nervios. Cualquier acontecimiento frívolo es bueno para hacer “apreciaciones” llevadas a nivel de decisiones en nombre del mercado.

Esta vez, los precios del petróleo encontraron respaldo en la sugerencia de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, de que el banco central estadounidense se prepara para considerar alzas de las tasas de interés "sobre una base de reunión a reunión".

Con esa anécdota, se olvidaron que la sobreproducción mundial no ha variado, que la OPEP mantiene sus altos volúmenes de producción y los Estados Unidos también, incluyendo el aumento en sus inventarios.

Las declaraciones son especulativas porque la OPEP se mantiene en su postura, sin importar que los precios bajen más. Los Estados Unidos, por su parte, han apostado por los hidrocarburos de las lutitas cada vez más irrentables debido a los bajos petroprecios, aparte del crimen ambiental que representa esa explotación.

Que hay pérdidas económicas para todos, es evidente y un alza en las tasas de interés norteamericanas perjudicaría aún más a las economías, especialmente las dependientes a las que arrastraría a una mayor crisis.

Finalmente, nos seguimos moviendo en la misma lógica general del capitalismo. Con altos o bajos precios, lo que está mal es la política energética capitalista por depredar un recurso energético no renovable, dañar aún más el medio ambiente e impulsar el mismo modelo causante de las reiteradas crisis.

En el caso de México, la estabilización de los precios también es relativa porque los actuales han causado ya enormes pérdidas. De entrada, con un precio de 50 dólares por barril, los ingresos obtenidos serán menores y eso traerá consecuencias negativas en lo económico y social. El precio presupuestado en la Ley de Ingresos es de 79 dólares por barril y el actual precio promedio está apenas en la mitad.

Ya actualmente se padecen esas consecuencias, que el gobierno negaba. Eso significará en lo inmediato menor crecimiento económico, menos empleo, más devaluación monetaria, más austeridad y menor consumo.

La afectación a la empresa Pemex será mayor, hasta incapacitarla, técnica y financieramente, para su operación normal. Eso está en el interés del gobierno y de las corporaciones porque acelera su privatización generalizada.
En la lógica oficial, seguirán otros recortes presupuestales en 2015, un mayor endeudamiento y mayores impuestos. El gobierno entreguista no tiene más opciones. Para ello, se requiere como condición seguir una Política Energética Independiente, y Peña-Videgaray no lo harán, pues, sirven al capital.

Seguir en la órbita del imperio solo beneficia a las transnacionales, así como, a unos cuantos contratistas y funcionarios públicos. ¿Cuándo terminará esta horrible situación? Cuando la mayoría nos decidamos a organizarnos, con independencia de clase, programa político y estructura entrelazada, en un continuo batallar con dinámica concreta.

Los precios del crudo operan en alza, con el crudo West Texas Intermediate (WTI) frenando una racha de cinco sesiones de pérdidas por las declaraciones del ministro del Petróleo de Arabia Saudita quien dijo que la demanda de crudo está creciendo y que los mercados están calmados. (En El Financiero, 25 febrero 2015).

Asimismo, los datos fabriles chinos mejores a lo esperado, la postura flexible de la Reserva Federal de Estados Unidos respecto a las tasas de interés y la aprobación por parte de la zona euro de reformas propuestas por Grecia, son otros factores que impulsan el precio del crudo.

El contrato del crudo Brent para entrega en abril se recuperó a 59.37 dólares por barril en la bolsa del Intercontinental Exchange Futures (ICE) con sede en Londres.

Por su parte, el convenio del WTI en Estados Unidos muestra una ligera alza para cotizarse en 49.37 dólares por barril, frenando una racha de cinco sesiones a la baja en la Bolsa Mercantil de Nueva York.

Los precios del petróleo se desplomaron un 60 por ciento entre junio y enero a cerca de 45 dólares por barril, un mínimo nivel del período posterior a la crisis financiera, pero desde entonces se han recuperado.

Los precios del petróleo encontraron respaldo en la sugerencia de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, de que el banco central estadounidense se prepara para considerar alzas de las tasas de interés "sobre una base de reunión a reunión".

No obstante, las preocupaciones sobre un exceso de suministro pesaba sobre el mercado y eso limitaba el impacto de noticias macroeconómicas positivas.

Los inventarios de crudo en Estados Unidos subieron en 8.9 millones de barriles la semana pasada debido a que las refinerías redujeron la producción, frente a un aumento esperado de 4 millones de barriles, mostraron datos del grupo de la industria Instituto Americano del Petróleo (API) divulgados el martes.

En tanto, Libia ha reanudado el bombeo de crudo desde los yacimientos de Sarir y Messla a un ritmo de 40,000 barriles por día hacia el puerto de Hariga.

El precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación mostró una tendencia positiva en comparación con los otros referenciales internacionales –el WTI y el Brent, que cotizan en Nueva York y Londres, respectivamente–, que sufrieron pérdidas. Así, el crudo mexicano se ubicó en 48.55 dólares en comparación con la cotización de un día antes en que terminó la sesión en 47.19 dólares (Reuters, AFP, en La Jornada, p.29, 27 febrero 2015).

La pérdida en los otros referenciales se debió a que el aumento en los inventarios de crudo en Estados Unidos presionó a los contratos y contrarrestaron las expectativas de una recuperación de la demanda. Si bien las pérdidas del Brent fueron apaciguadas por las expectativas de una mejoría en la demanda global y preocupaciones geopolíticas por los suministros desde Libia y Rusia, las bajas en el crudo en Estados Unidos superaron las ganancias del miércoles.

Ambos contratos habían registrado sus mayores alzas porcentuales de casi dos semanas, respaldados por comentarios del ministro del petróleo de Arabia Saudita, Ali al-Naimi, quien dijo que la demanda aumentaba.

El precio del Brent se desplomó desde los 115 dólares por barril, que alcanzó en junio del año pasado, debido a un exceso de suministro global, en un declive que se profundizó después de que la OPEP decidió defender su cuota de mercado contra fuentes de abasto rivales en vez de reducir su producción de crudo.

El precio se ha recuperado respecto de los 45.19 dólares por barril anotados en enero, su menor nivel en seis años, respaldado por señales de que los precios más bajos están comenzando a reducir las inversiones en Estados Unidos y en otros proveedores fuera de la OPEP.

Los precios del petróleo subieron con fuerza y registraron su primer avance mensual desde junio, apoyados en un mejor panorama de la demanda e interrupciones del suministro (Reuters, Redacción, en la Jornada, p.28, 28 febrero 2015).

Los precios a futuro del crudo Brent en Londres ascendieron a 62.58 dólares por barril; el Brent subió 18 por ciento en febrero, su mayor progresión porcentual mensual desde mayo de 2009.

En Nueva York el crudo WTI cerró a 49.76 dólares, para acumular un avance de 3.1 por ciento en febrero.

La mezcla mexicana de exportación subió 96 centavos con respecto al cierre del jueves, al cerrar en 49.51 dólares por barril, de acuerdo con información de Pemex. En el mes de febrero el crudo mexicano registró un incremento de 9.11 dólares, equivalente a 22.5 por ciento, respecto a los 40.40 dólares en los que concluyó en enero.

Pese a la recuperación, el precio de la mezcla mexicana se encuentra casi 30 dólares por debajo del precio mínimo de 79 dólares por barril, fijado en la Ley de Ingresos para 2015.

Las cotizaciones del crudo recortaron ganancias después de que datos de Baker Hughes mostraron que la cifra de plataformas de perforación de hidrocarburos estadunidenses activas cayó sólo en 33 a 986 esta semana. Las ganancias del crudo en Estados Unidos se han frenado por crecientes inventarios, que alcanzaron 8.4 millones de barriles, según datos del gobierno.


Ref.: 2015, elektron 15 (62) 1-3, 2 marzo 2015, FTE de México.