En manos de sus enemigos, Pemex va al desastre. Peña, Videgaray, Lozoya, Beauregard y personeros del ITAM, trabajan contra la petrolera mexicana. La baja en los petroprecios ha evidenciado que la política oficial es lesiva a la nación. En 2014, Hacienda le sustrajo por concepto de impuestos, derechos y aprovechamientos, el 155% de su rendimiento operativo. El endeudamiento es exorbitante, su corrupción también. Ahora, la producción y exportación de crudo han caído, consecuentemente, los ingresos petroleros. La desaceleración económica es un hecho. El gobierno propone la misma fórmula: más privatización. La mezcla de crudo Mx se cotizó en 45.96 dólares por barril y va hacia abajo.

¿Cómo es que puede operar una petrolera sujeta al saqueo secular por parte del gobierno en turno, al endeudamiento creciente, al recorte presupuestal sistemático, a la afectación a proyectos de inversión, a la corrosión generalizada de la corrupción, y dedicada solo a la exportación de materias primas en un mercado especulativo de bajos precios?

El gobierno no tiene explicación coherente. La industria petrolera nacionalizada, en 77 años, fue la empresa más rentable del mundo y sus aportaciones al erario sirvieron para financiar al Estado, a pesar de la nociva política petrolera oficial que persiste.

Esto, sin embargo, no podrá sostenerse más, la industria petrolera ahora desnacionalizada, seguirá produciendo altos ingresos pero ya no serán del Estado, tendrán que compartirse con el capital privado, nacional y extranjero. El cambio en el régimen de propiedad, de nacional a privado, no solo significa la pérdida del patrimonio energético de la nación sino graves perjuicios a la población, en el inmediato y mediato plazos.

Peña Nieto, Videgaray y otros itamistas son los autores y responsables directos del desastre en Pemex y de su sostenida destrucción. No son los únicos, los gobiernos de al menos las tres últimas décadas comparten esa responsabilidad. Pero, con el actual, las cosas han llegado al exceso y al límite tolerable. Lo indican los propios datos oficiales.

1. Deuda excesiva.

“Pemex alcanzó el mayor endeudamiento de su historia en 2014 al registrar un aumento de 35.9 por ciento en términos anualizados y ubicarla en 1 billón 143 mil 200 millones de pesos, según revela el informe financiero correspondiente al año pasado, enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)” (Rodríguez I, en La Jornada, p.27, 28 febrero 2015).

¿Qué significan estos números? Que “la deuda de Pemex, equivalente a 77 mil 700 millones de dólares es ligeramente superior a la deuda externa total del gobierno federal, que al cierre del año pasado ascendió a 77 mil 352 millones de dólares”.

Pero a los burócratas de la empresa, lo anterior les dice otra cosa. Mario Beauregard Álvarez, director de Finanzas de Pemex, dijo “no es preocupante el actual nivel de deuda de la empresa productiva de Estado, porque más de 70 por ciento de la deuda está contratada a tasa fija”.

“Añadió, tres cuartas partes de la deuda está denominada en dólares y el resto en pesos, lo que se apega a las proyecciones de ingresos y egresos”. Para estos burrócratas, la devaluación del peso no le dice nada, al fin que pagarán en dólares.

2. Aportaciones al erario público.

“En 2014 Pemex registró una pérdida de 263 mil 819 millones 871 mil pesos, aumento de 55 por ciento, debido a que el pago de impuestos y derechos fue de 746 mil 100 millones de pesos, monto 154.7 por ciento superior del rendimiento antes de impuestos; y 120.9 por ciento del rendimiento de operación”.

Esto es, la petrolera volvió a aportar a Hacienda más de lo que ganó por rendimiento neto y por rendimiento operativo. ¿Qué petrolera del mundo puede resistir así? Ahora, con la industria desnacionalizada y privatizada, ¿las transnacionales harán una aportación similar? ¡Jamás! Antes, se reirán del gobierno y sus personeros.

Ah, pero según Beauregard el gobierno no tiene ninguna responsabilidad en los resultados negativos, la culpa es del exterior. Dijo que Pemex “no tiene ninguna injerencia”, todo se debe a “la caída en los precios internacionales del crudo; la depreciación del peso respecto al dólar y el descenso en las tasas de interés de los bonos gubernamentales. Es decir, la política económica oficial no tiene nada que ver, la política depredadora hacia Pemex, tampoco, la política petrolera antinacional, menos.

3. Baja producción y exportación de crudo.

“Las ventas totales de Pemex en 2014 disminuyeron 24 mil 400 millones de pesos, en comparación con las registradas en 2013, principalmente a consecuencia de una reducción de 56 mil 400 millones en las exportaciones debido a una disminución de 72 mil 900 millones en las exportaciones de crudo y condensados; de los cuales 51 mil 500 millones se debieron a la disminución en precio y 21 mil 400 millones a la reducción en el volumen vendido”.

“El precio del crudo disminuyó 12.1 por ciento, al pasar de un promedio de 98.53 dólares por barril en 2013 a 86.56 por barril en 2014.

“El volumen exportado disminuyó al pasar de 1 millón 189 mil barriles al día a 1 millón 142 mil barriles diarios. La baja en las exportaciones de crudo se vio parcialmente compensada por mayores exportaciones de petrolíferos por 17 mil millones de pesos, principalmente por mayor volumen exportado de combustóleo”. De las importaciones de gasolinas y diesel no dicen nada.

En suma, Beauregard dijo que esos resultados “son altamente insatisfactorios”. Y, ¿por qué ocurren esos resultados negativos?, ¿Qué propone? Respecto a lo primero, dijo que tales resultados “son la tendencia inercial de un monopolio estatal agravado por factores exógenos. Esto es, la culpa es que Pemex sea estatal, le sigue llamando “monopolio”. Pobre diablo, no está enterado que él mismo, Peña Nieto y partidos políticos ya DESNACIONALIZARON para privatizar a la industria petrolera. Ese sujeto se quedó con el cassete prendido y sigue repitiendo tonterías. Respecto a lo segundo, dijo que, “la reforma energética amplía nuestro margen de maniobra”. Otra vez, el mismo remedio, la privatización será la salvación. ¿Pruebas? No las tiene, solo habla por hablar.

Ese individuo se atrevió a decir que, “mientras el sector no tenga más participantes y genere mayor cantidad de recursos, el gobierno federal mantendrá la alta dependencia en los ingresos de Pemex”. ¿Quiere decir que las transnacionales aportarán más que Pemex? ¿Quién sabe a quién le quiera ver la cara? En cuanto a aportaciones económicas, los participantes de los que hablan jamás podrán compararse con Pemex.

¿Por qué se expresa así el subdirector de finanzas de Pemex? Porque es un inepto y enemigo de Pemex. El señor también es economista del ITAM, al servicio directo del imperio, antes fue secretario ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y director ejecutivo alterno del Fondo Monetario Internacional (FMI). Por lo mismo, fue lobotomizado del cerebro. Al igual que Peña, Videgaray, Lozoya y otros forma parte del grupo de funcionarios “incrustados” por el imperio en las cúpulas políticas del gobierno.

Contrariamente a lo declarado por Pemex y el gobierno, la reciente reducción presupuestal afectará a proyectos importantes, no solo en refinación de crudo sino en la exploración y producción de hidrocarburos. De hecho, hace mucho tiempo que Pemex ya NO realiza exploración petrolera, todo fue privatizado. Ahora, serán las transnacionales las que se encarguen, lo mismo en la producción de petróleo y gas. No por casualidad en la llamada Ronda 1 el gobierno oferta la extracción de crudo en campos descubiertos de las aguas someras del Golfo de México.

Peor aún, las actividades reservadas a Pemex en la Ronda Cero tampoco se podrán cumplir.

“Mientras el gobierno federal pretende aumentar la producción a volúmenes de 3 millones de barriles diarios de petróleo a principios de 2019, dos tercios del recorte por 62 mil millones de pesos en el presupuesto de Pemex recaerá en su principal subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP, y el 25 por ciento restante se distribuirá entre Refinación, Gas y Petroquímica Básica, Petroquímica y el corporativo (Rodríguez I., en La Jornada, p.24, 1 marzo 2015).

“Pemex tenía un presupuesto original para 2015 de 366 mil 400 millones de pesos y con el ajuste será de 307 mil 600 millones de pesos. PEP resentirá una disminución en su presupuesto de 46 mil 500 millones de pesos, al descender de un presupuesto inicial de 299 mil 500 millones a 253 mil millones de pesos”.

La meta de producción para este año es de 2 millones 400 mil barriles diarios. Talvez ni eso se logre, y la gran meta de los 3 millones de barriles proyectada hacia 2019, tampoco.

¿Quiénes, entonces, aumentarán la producción? Las compañías privadas. ¿Cómo sería? Mediante la “migración de los contratos existentes de obra pública financiada (OPF) y los contratos integrales de exploración y producción (CIEP), en conjunto con la búsqueda de asociación con socios tecnológicos y con experiencia nos van a permitir incrementar la producción”.

¿Quiénes son esos socios? Las Transnacionales. Gustavo Hernández, director de PEP lo afirmó: “Producto de la reforma vamos a poder direccionar mayores recursos a través de terceros para incrementar la producción”. Esos terceros son, evidentemente, privados. En cuanto a la producción de gas, se sigue en el mínimo nivel, no se satisface ni la demanda interna.

En suma, a la burocracia de Pemex la empresa no les importa, les interesa su destrucción.

Lo anterior tiene la consecuencia inmediata de menores ingresos obtenidos de la exportación de petróleo crudo.

“La caída en la producción petrolera y los bajos precios internacionales del crudo causaron en enero un retroceso de poco menos de la mitad en los ingresos petroleros del gobierno federal, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al dar a conocer el Informe sobre las finanzas públicas y la deuda pública en el primer mes de este año. De hecho, ese desplome provocó que el balance público fuera deficitario en 91 mil 544.3 millones de pesos, que contrastan significativamente con los 4 mil 907.9 millones que faltaron en los ingresos públicos en enero de 2014 (Cardoso V., en La Jornada, p.23, 3 marzo 2015).

“Los ingresos petroleros se ubicaron en 56 mil 994.8 millones de pesos, inferiores en 43.5 por ciento en términos reales a los de enero de 2014 (ese mes fueron de 97 mil 902.9 millones). Este resultado se explica por la menor producción de petróleo, en 6.5 por ciento respecto del año anterior; por la menor producción de gas natural, en 3.6 por ciento respecto a enero de 2014, así como por el menor precio promedio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo, de 52.4 dólares por barril, comparado con 91.8 dólares durante el mismo periodo de 2014”.

Peña y Videgaray dicen en sus declaraciones que “hay aceleración económica”. Otros dicen lo contrario.

“Los resultados del Sistema de Indicadores Cíclicos de enero, referidos a la evolución de la economía mexicana, plantean en su indicador adelantado una probable desaceleración de la economía nacional, advirtió el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC)” (González S., en La Jornada, p.31, marzo 2015).

“Las exportaciones no petroleras, el índice de precios y cotizaciones de la BMV y el Standard and Poor’s acumulan cuatro meses consecutivos de descensos en el índice adelantado, explicó. Eso resulta delicado porque muestra que se encuentran en etapa de recesión, abundó”.

Y, ¿qué propone el IDIC? El mismo remedio dogmático. “La solución se encuentra en el mercado interno, fomentar la inversión privada productiva y la producción nacional que generen un círculo virtuoso de crecimiento, empleo y desarrollo”. Por supuesto, se trata de una visión supersticiosa. Los resultados no indican un círculo “virtuosos” sino uno viciado: menor crecimiento, más desempleo y menos desarrollo.

El Fondo Mexicano del Petróleo (FMP) para la Estabilización y el Desarrollo, a cargo del Banco de México, tiene por objeto recibir, administrar y distribuir los ingresos derivados de las asignaciones y contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, con excepción de los impuestos.

La ley que lo crea fue publicada el 11 de agosto de 2014. El 30 de septiembre del mismo año, la SHCP y el Banco de México suscribieron un contrato para constituir dicho fondo que arrancaría en enero de 2015.

El FMP no se llenó como se esperaba en el calendario establecido por la SHCP.

“En el primer mes de arranque de operaciones se estimaba que habría recursos para cubrir el presupuesto y fondos de estabilización por 65 mil 904 millones de pesos, y en enero solo logró tener 34 mil 323 millones de pesos” (Flores L., en El Financiero, 5 marzo 2015).

“Es decir, que no se contará, con 31 mil 581 millones de pesos si se considera que se estimaban 65 mil 904 millones de pesos en el calendario que elaboró Hacienda en el rubro de transferencias del FMP por pagos de derechos de Pemex”.

“El precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación ligó su tercera jornada a la baja. Pemex informó que la cotización del crudo fue de 45.96 dólares por barril (Cardoso V., en La Jornada, p.25, 11 marzo 2015).

En los mercados internacionales los precios de los crudos marcadores se desplomaron ante el fuerte avance del dólar. El Brent del Mar del Norte se ubicó en 56.39, mientras el West Texas Intermediate (WTI) cayó a 48.29 dólares por barril.


Ref.: 2015, elektron 15 (73) 1-4, 13 marzo 2015, FTE de México.

Plataformas de Pemex en la Sonda de Campeche. FOTO: Cuartooscuro