Primero estalló la huelga en una refinería de la British Petroleum, ahora fue en las refinerías de la Dutch Shell y de Saudi Aramco. La producción y precios de gasolinas y destilados están a la baja. Por otra parte, los yacimientos de hidrocarburos descubiertos en Norteamérica, excluyendo el esquisto y otros, están en caída. Esto perfora a la política energética imperialista. Sin petróleo su economía no funcionará. La producción de crudo a partir de esquisto motivó la sobreoferta de crudo pero con la baja en los petroprecios se ha vuelto irrentable. Los precios en 2014 habían alcanzado los 115 dólares por barril, hoy están alrededor de 60 dólares. Se estima que la demanda mundial sigue creciendo. La OPEP mantiene su nivel de producción. En EU la producción de crudo bajó pero los inventarios crecieron. La especulación sigue.
La crisis energética del mundo
implica la crisis misma del capitalismo, La crisis petrolera capitalista es de
sobreproducción y especulación. La explotación irracional
del petróleo crudo está basada en los propósitos de lucro
del capital para obtener los mayores niveles en la tasa y masa de
ganancia privada. Consecuentemente, el mercado internacional está
inundado de crudo y los países productores se disputan el
mercado.
Esto tiene consecuencias diversas, para los países productores de crudo, para los no productores del mismo y, en su conjunto, para la humanidad entera. Esto último es lo más grave y constituye el fondo del asunto. Primero, hace cien años que el capitalismo dilapida al petróleo crudo, el cual, es un recurso natural no renovable. En este lapso, se ha “quemado” ya la mitad de las reservas mundiales acumuladas y el imperialismo pretende terminar con el resto en unas cuantas décadas más. El petróleo crudo duró miles de años en formarse sobre la corteza terrestre y se ha venido agotando aceleradamente. Segundo, el imperialismo ha seguido una política energética irracional por depredadora. La mayor parte de los hidrocarburos, en forma de combustibles, se utilizan en el sector transporte, destacadamente, el automovilístico, y en el propio sector energético. Esto es, literalmente, “se queman”. Pero, en general, las economías capitalistas dependen intensamente de los hidrocarburos, los que se consumen desaforadamente. Tercero, esa política es propia y característica del capitalismo, verdadera causal del desastre. Los gobiernos de los diversos países están sometidos porque el imperio les impone, y sus empleados aceptan, la reproducción de su propia política. Esas condiciones de dependencia absoluta solo conducen a mayores y peores crisis. Así, lo que hoy existe es una nueva manifestación de la crisis energética capitalista, caracterizada por la sobreproducción existente de petróleo crudo en el mercado internacional y la especulación imperialista para doblegar a sus competidores. En lo inmediato, los precios del crudo de exportación han bajado y el imperio ha obtenido ciertas ventajas pero es insostenible a otro plazo. ¿Cuál es el principal problema? Que, consecuencia del despilfarro, los hidrocarburos están en sostenido declive e, incluso, agotamiento. Cada vez se descubre menos petróleo, en volumen, calidad y tamaño de los yacimientos. No existe ningún campo gigante que haya sido descubierto recientemente. En 2014, en los Estados Unidos, se tuvo la cifra más baja de petróleo y gas desde 1995 y podría alcanzar los niveles de 1952. Los pocos descubrimientos de nuevas reservas que se han hecho en los últimos años podrían dar una idea de la oferta que habrá para la década de 2020. La cada vez más evidente inexistencia de petróleo es la principal incertidumbre que perfora a la política energética imperialista. Eso, por supuesto, no importa al capital, sus planes consisten en seguir la misma explotación energética irracional. Eso les podrá representar una mejora inmediata pero a costa del padecimiento de naciones y pueblos enteros. Además, el mundo todavía no está preparado para ninguna transición energética. Las fuentes renovables aún contribuyen muy poco, insuficientes para sostener a ninguna economía nacional. Entre tanto, el imperio procede con la especulación. Para ello disparó la burbuja de los hidrocarburos no convencionales (lutitas o esquisto) y aumentaron su propia producción. Eso resultó contradictorio. Los precios internacionales bajaron drásticamente y, ahora, la explotación de esos proyectos está quebrando por ser irrentables. Pero esa baja en los precios le ha servido al imperio para incrementar sus inventarios, pues no ha dejado de importar y almacenar en sus reservas estratégicas. En febrero, los inventarios de crudo subieron a 8.4 millones de barriles. Eso, sin embargo, es poco para los requerimientos de la economía norteamericana que seguirá dependiendo de las importaciones. Ahora, se hacen esfuerzos para lograr estabilizar los precios, que oscilan alrededor de los 60 dólares por barril para los crudos de referencia. Para ello, la reserva federal de los EU respalda la “estabilización” amenazando con aumentar las tasas de interés. No obstante, los petroprecios siguen bajos y podrían bajar más. En este contexto, la política petrolera de Peña Nieto es criminal y absurda. Mediante una apuesta de palenque, desnacionalizó a la industria petrolera para entregarla imperialismo, con todas las desventajas e inconveniencias para la nación. Las recientes huelgas en las refinerías gabachas, por asuntos de seguridad industrial, son un acontecimiento obrero muy importante que debe saludarse. Es raro que el proletariado norteamericano proteste con huelgas pero en México es imposible. Los sindicatos gringos están aprovechando la coyuntura. Pero es una lucha obrera aún lejos de la lucha de la clase obrera. Las demandas son laborales sin criticar la política energética capitalista. Esto ha sido aprovechado por las transnacionales porque los requerimientos de crudo han bajado, debido a la reducción en el procesamiento. Con la baja en los precios del crudo, los precios internos de las gasolinas y derivados también han bajado. No así los precios de exportación de petrolíferos y petroquímicos. El FTE apoya la huelga de los petroleros norteamericanos y los llama a la lucha internacional unificada, por mejores condiciones laborales y en contra de la política petrolera capitalista. Huelga de refinerías en USA La huelga de refinerías de Estados
Unidos se amplió luego de que los trabajadores de la mayor
instalación de procesamiento de crudo del país dejaron sus puestos
a las 06:00 GMT, de acuerdo al sindicato United Steelworkers (Reuters, en El
Financiero, 21 febrero 2015.
Poco después del final de las conversaciones entre el sindicato y representantes de las petroleras, el sindicato USW (por sus siglas en inglés) notificó a Motiva Enterprises de la paralización en la compañía refinera con capacidad para 600 mil 250 barriles por día (bpd) situada en Port Arthur, Texas. El USW también informó sobre huelgas que comenzarían en 24 horas en otras dos refinerías de Motiva, la primera con una capacidad de 235 mil bpd situada en Convent, Luisiana, y la segunda con capacidad de 238 mil bpd en Norco, en el mismo estado. Una planta química de Shell Oil Co situada en Norco también se apegó a la medida de fuerza, agregó el sindicato. "La negativa de la industria a abordar de manera seria asuntos de seguridad a través de una negociación justa nos dejó sin otra opción que la de expandir la huelga", dijo el presidente de USW International, Leo Gerard, en un comunicado. Motiva es una empresa conjunta entre la Royal Dutch Shell Plc y Saudi Aramco. La filial de Shell en Estados Unidos, Shell Oil Co, es la principal petrolera negociadora en las conversaciones con el USW en busca de un acuerdo sobre medidas de seguridad, salarios y beneficios para los trabajadores. Si Shell y USW no alcanzan un acuerdo para el domingo por la mañana, un total de 6 mil 650 trabajadores de 15 plantas, entre ellas 12 refinerías que representan el 18,5 por ciento de la capacidad de producción estadounidenses, dejarán sus puestos de trabajo en la mayor paralización del sector desde 1980. Esta es la primera expansión de la huelga desde el 6 de febrero, cuando los trabajadores de refinerías operadas por BP Plc en Indiana y Ohio fueron alentados a dejar sus puestos a partir del día siguiente. No hay nuevos yacimientos de petróleo El año
pasado los descubrimientos de nuevas reservas de gas y petróleo cayeron a
su nivel más bajo en al menos dos décadas, lo que señala
menores suministros mundiales mientras la demanda de energía aumenta en
el futuro (Crooks E., en El Financiero, 23 febrero
2015).
Las cifras preliminares indican que el volumen de gas y petróleo que se encontró el año pasado, excluyendo al esquisto y otras reservas en tierra en Norteamérica, fue el más bajo desde al menos 1995, de acuerdo con datos de la empresa de investigación IHS que no se publicaron anteriormente. Dependiendo de las revisiones posteriores, 2014 puede convertirse en el peor año para el descubrimiento de gas y petróleo desde 1952. La desaceleración de los descubrimientos es particularmente pronunciada para el petróleo, lo que sugiere que la producción de esquisto en EU y otros lugares, y de la OPEP, desempeñarán un papel cada vez más importante para lograr satisfacer la creciente demanda mundial en la próxima década. Los nuevos descubrimientos de gas y petróleo probablemente se encuentren en cerca de los 16 mil millones de barriles de petróleo equivalente en 2014, estima IHS, por lo que es el cuarto año consecutivo en el que los volúmenes caen. Esta es la disminución sostenida más larga desde la década de los 50. Dado que los nuevos yacimientos petroleros generalmente requieren de muchos años para su desarrollo, los recientes descubrimientos no marcan una diferencia inmediata para el mercado del crudo, pero son un indicio de la posible oferta en la década de 2020. Peter Jackson de IHS dijo: “El número de descubrimientos y el tamaño de los mismos caen a un ritmo alarmante ... si observamos el suministro en 2020-2025, puede ser un panorama más difícil”. Hasta el momento todavía no se descubre un solo nuevo yacimiento “gigante” -uno con reservas de más de 500 millones de barriles de equivalente de petróleo- del que se informara el año pasado, aunque las siguientes revisiones pueden cambiar eso. Las cifras para la disminución de los descubrimientos son particularmente notables porque la actividad de exploración en 2014 mostró poco impacto en la pronunciada caída de los precios del petróleo en el segundo semestre del año. La última vez que los descubrimientos de gas y petróleo estuvieron al mismo nivel de 2014 fue a mitad de la década de los 90, cuando el periodo de los precios débiles afectó la actividad de exploración. El año pasado, el número de exploraciones y evaluación de pozos perforados en el mundo fue sólo 1% menor que en 2013. Este año, los presupuestos de exploración se recortan en toda la industria y el número de pozos perforados probablemente caiga todavía más. Los nuevos descubrimientos no son las únicas fuentes para el futuro suministro de petróleo. Las empresas también suman a su potencial de producción con extensiones en los yacimientos existentes, y hay un gran número de reservas conocidas -tanto “no convencionales”, que incluyen el esquisto en Norteamérica y el petróleo pesado en Canadá y Venezuela, y el “convencional” en países como Arabia Saudita, Irán, Irak, y los Emiratos Árabes Unidos. La debilidad de los nuevos descubrimientos aumenta la necesidad de que aumente la producción de esas fuentes si, como se espera, la demanda mundial de petróleo se mantiene en aumento. El auge del esquisto transformó el panorama del petróleo en EU, y jugó un papel crítico para crear la sobreoferta que llevó a la caída de los precios, pero todavía es relativamente pequeño en una escala mundial, dijo Jackson, representa alrededor de 5% de la producción mundial de petróleo. También hay reservas de petróleo de esquisto muy grandes en otros países como Rusia, China, Argentina y Libia, pero las industrias todavía son muy jóvenes. El esquisto también es una fuente de petróleo relativamente cara en comparación con las reservas de Medio Oriente, y requiere que los precios de crudo sean más altos para que sea comercialmente viable. Jackson dijo que los precios del crudo al nivel actual pueden “dificultar mucho” iniciar nuevos proyectos de producción de esquisto ¿Estabilización de petroprecios? Los precios del petróleo han empezado a
estabilizarse en torno a los actuales niveles de 60 dólares por barril y
la demanda está mostrando señales de mejora en Asia y otras
regiones, reveló un importante delegado del golfo Pérsico dentro
de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP). Los comentarios sugieren que los miembros del Golfo en el cártel
seguirán adelante con su estrategia de enfocarse en su
participación del mercado más que en reducir la producción,
pese a las preocupaciones de otros socios del grupo por la caída de los
ingresos petroleros (Reuters, en La Jornada, p., 25 febrero 2015).
El petróleo operaba el martes en torno de 50 dólares por barril, subiendo más de 30 por ciento desde su mínimo de cierre de seis años de 45 dólares por barril del 13 de enero. Los precios colapsaron desde 115 dólares en junio del año pasado debido a un exceso de oferta, en un declive que se profundizó después de que la OPEP rehusó reducir la producción. El delegado dijo que la demanda de petróleo muestra señales de recuperación en Asia, economías emergentes, América Latina y Estados Unidos. Se espera que crezca con mayor fuerza en el segundo semestre a medida que repunta la economía global, ayudando a absorber el sobreabasto en el mercado, agregó. En la reunión de la OPEP de noviembre pasado, Arabia Saudita y sus aliados del golfo argumentaron que el grupo necesitaba capear los bajos precios para defender su participación de mercado frente al petróleo de esquisto y otros competidores, en vez de recortar su producción. La caída de los precios ha golpeado las economías de los productores más pequeños de la OPEP, cuyos presupuestos dependen en gran medida de los mayores valores del petróleo –no como los miembros del Golfo– y algunos de ellos han seguido presionando al cártel para que realice recortes de producción. En una señal de preocupación sobre el impacto del colapso en los precios, la ministra de Petróleo de Nigeria, Diezani Alison-Madueke, dijo al Financial Times pediría una junta de emergencia si los precios del crudo caían más. Pero el delegado del Golfo en la OPEP agregó que era improbable reunirse antes de la fecha programada en junio, y defendió la decisión de noviembre de no recortar la producción, ya que los países que no pertenecen a la OPEP no ofrecieron ayuda para combatir la caída de los valores. La OPEP tiene que mantener su cuota de mercado y no sacrificarse por otros productores fuera del grupo. Rusia y otros productores que no son de la OPEP todavía se niegan a cooperar, agregó. Crecerá inventario de crudo en EU Los inventarios de crudo en Estados Unidos subieron
fuertemente la semana pasada debido a que las refinerías redujeron su
producción, mientras que los de gasolina y destilados cayeron,
mostró un reporte de la gubernamental Administración de
Información de Energía (AIE) (Reuters, en El Financiero, 25
febrero 2015).
Las existencias de crudo subieron 8.4 millones de barriles en la semana terminada el 20 de febrero, frente a la expectativa de analistas de un alza de 4 millones. En tanto, los inventarios en el punto de distribución Cushing, en Oklahoma, crecieron en dos mil 419 millones de barriles, según la EIA. Por su parte, las tasas de refinación cayeron en 199 mil barriles por día. Los inventarios de gasolina cayeron en 3.1 millones de barriles. Las existencias de destilados, que incluyen diésel y combustible para calefacción, bajaron 2.7 millones de barriles. Las importaciones de crudo en Estados Unidos subieron en 198 mil barriles por día. Ref.: 2015, elektron 15 (61) 1-5, 1 marzo 2015. Almacenamiento de petróleo crudo en Cushing, Oklahoma, punto de distribución del crudo de referencia WTI. FOTO: Ap Bombas extractoras en el campo petrolero de Dakota del Sur. FOTO: Ap Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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